Estufita! Donde estas? (Lucrecia xD)

Tardes enteras llevaba pensando en lo mismo, le daba vuelta una y otra vez lo que había hablado con Lucrecia, no me importaba si corría peligro, era un riesgo que debía correr para encontrar respuestas, necesitaba encontrarla y hablar con ella... pero que diablos te pasa no puedes dejarlo pasar y ya?... no, no podía.

No quería morir aplastada como aquella roca, mi perspectiva de la vida había cambiado, ahora no solo sabia reconocer fácilmente las diferentes “razas” o “mutantes”, si no que también miraba las cosas de diferentes ángulos, ahora la tenia a ella a pesar de que no me quisiera volver a ver, y lo tenia a el mi nuevo amigo, ambos compartiendo el mismo secreto.
Llegué al mismo lugar donde nos habíamos visto la primera y única vez, subí a las rocas con cuidado, no me quería resbalar y caer ya que ahora ultimo me estaba volviendo sumamente torpe.
Me senté en el borde de la roca más grande dejando que las gotas salpicaran mi ropa, prendí un cigarrillo.

-Estufita!!!! Mira lo que estoy haciendo!!!- grité levantando el cigarrillo, mire a mi alrededor... y nada... ella no aparecía, continué fumando, a cada minuto volvía a mirar la playa, el bosque, el mar, el cielo.... para que miras el cielo si ella no vuela idiota!... todo...y así pasaron más de 10 cigarrillos por mi boca, el olor a tabaco se había impregnado en mi ropa. Si era necesario la iba a esperar hasta el amanecer. Me abracé las piernas ya estaba empezando a temblar del frío.

Habia visto a Mimi volver a la playa pero no le habia dado importancia, sin embargo al terminar mi patrulla aun podia sentirla, en el mismo sitio, inmovil, me concentre en ella y pude observarla tranquilamente sentada en una roca, tal y donde la habia encontrado la primera vez, pero que estaba haciendo esa chiquilla.

Ya habia anochecidom ¿por que seguia alli?, trate de centrar mi atencion en otras cosas y esperas a ver si se iva, pero apenas unos minutos despues me encontraba de camino a la playa.

Camine en silencio por la arena de la playa, y permaneci de pie a unos metros a su espalda, en silencio, apestaba a humo entre otras cosas. Se encontraba acurrucada subida en la roca.

-¿Es que careces de instinto de supervivencia o algo asi?.- Hable algo furiosa mirandola sin moverme desde la arena.

Ya estaba que me daba una crisis de hipotermia, la noche silenciosa y molesta, la soledad era abrupta, la marea subía y con ella aumentaba el flujo de agua que caía sobre mi ropa, estaba completamente empapada. Me frotaba las piernas en un intento de calentarme pero era en vano, el frío era tremendo. Acababa de apagar mi quinceavo cigarrillo, cuando sentí su voz, la tenia grabada en la mente, con enojo y sin el. Me pare de la roca temblando, y salte hacia ella en un movimiento torpe, la abracé.

-Estufita!!!- chille entre alegría y pena... compórtate!... me separe de sus brazos con mucho pesar, estaba tan calientita allí... se una buena niña por una vez en tu vida mimi.
-pen..pen..sé que no...no te en..en..con..tra...tra..ria- no se me entendió absolutamente nada debido al constante tiriteo de mi mandíbula.
-pensé que no te encontraría- repetí con dificultad, esperando alguna reacción de su parte.

Estaba empapada, y obviamente helada de frio, cuando se separo, la abraze y volvi a pegara a mi, frotrando con mis manos sus brazos. Apolle mi cabeza en su hombro, y el humo fue como una sacudida a mi olfato haciendo que llegara a marearme, retire la cabeza rapidamente aunque sin dejar de abrazarla.

-Que diablos haces aqui, vas a morir de una pulmonia, y puede que sea lo que desees, pero si quieres morir al menos puedes buscar una forma mas digna.-

Me refugie en sus brazos, era como una propia maquina secadora, y un guatero con agua caliente. Se podía ver como salía el vapor de agua de mi ropa, con ella así de cerca, la apreté más fuerte.
-no te sulfures estufita- chille.
-acaso una chica no puede venir a ver el mar?- sonreí de medio lado ante mi tonta ironía... y que le iba a decir?, lo que pasa es que me obsesioné con todas esas cosas raras y mitológicas que me contaste entonces quería saber un poco más, ya sabes... como datos interesantes, una entrevista a los vampiros o algo por el estilo, ah! y quería saber si las uñas de lobos sirven para la buena suerte así como las patas de los conejos... deja de pensar estupideces por favor!...
-estoooo... te extrañe- me separe un poco de ella para que pudiera ver mi rostro, puse la cara más tierna que pude, la seguí abrazando.

Pensaba reprocharla su comentario, pues claro que no podia!, no a estas horas y quedandose plantada para empaparse, cuando dijo que me extrañaba, ahora empezaba a entenderlo.

-¿Has venido aqui por esto?- No varie mi tono de voz. -Te dije que es peligroso no deberias buscarme, yo misma soy peligrosa para ti.-

Uff!... que difícil es está!, si hubiera sido mi hermana y no una mujer loba ya le abría hecho una broma pero debía andar con cuidado por las rocas, no debía jugar con mi suerte, era demasiado arriesgado. Me aleje de ella, sintiendo frío de nuevo pero no podía quedarme con eso.
-Lucrecia...- dije seria, me costaba emplear ese tono de voz.
-se que piensas que eres peligrosa para mi pero yo discrepo!- levante el dedo indice.
-me parece sumamente injusto que quieras alejarte de mi solo porque eres diferente, yo también soy diferente, tan solo mírame!- chille, entorné los ojos
-no de la misma manera pero diferente al fin y al cabo- me crucé de brazos esta vez no iba a aceptar un no por respuesta.

Sacudi la cabeza irritada.

-Mimi, no lo entiendes... ¿es que no te das cuenta de lo que soy? de lo que puedo llegar a hacer.- La mire a los ojos antes de seguir y continue con un tono de voz algo mas suave.

-No es un capricho tonto, o no se, tampoco es una niñeria, en plan, no quiero verte y punto, es que no es seguro... deberias volver a casa.-

bla bla bla bla bla bla bla!... ya se estaba pareciendo a los típicos discursos que me daba Sol todo el tiempo, al igual que como lo hacia con ella solo sonreí irónicamente he hice que escuche y entendí.
-maldita seas!... porque haces todo esto tan difícil!?- chille alzando la voz ya no podía mantener calma.

-mira estufita... si tu no me dejas estar a tu lado, yo me pegare a ti como una lapa, y tendrás que matarme si deseas lo contrario, porque al menos yo no pienso ceder por mi parte- puaj!... ya soné como vieja amargada a la siga de su marido divorciado.

-Que esperas sacar de todo esto Mimi, no puedo darle a tu alocada mente ninguna experiencia concerniente a los monstruos si es lo que deseas, lo unico que vas a conseguir es arriesgarte innecesariamente, por ejemplo, ahora podrias estar en la cama durmiendo tranquilamente.- Seguia algo furiosa con su comportamiento aunque habia comenzado a calmarme.

Lo estas logrando!... debía seguir así de firme para que cediera... porque mierda no se me ocurrió actuar así la vez pasada?... me acerque a ella con una sonrisa extendida en el rostro, la abracé nuevamente, era más cómodo estar allí, a tener que sentir la helada brisa del mar, mi ropa aun no se secaba pero ya estaba pronta a ello.

-pero estufita!!... si estuviera durmiendo no podría estar contigo ahora- sonreí.
-tu sabes bien que no me da miedo la muerte, no tienes de que preocuparte por temas tan banales- me encogí de hombros.
-a caso no me extrañaste?- pregunté poniendo cara del gato con botas de Shrek.

Gruñi tratando de mostrar un enfado que casi habia despaparecido.

-Porque iva a extrañarte, solo eres una cria que no sabe cuando esta en peligro.- me rasque la cabeza y me separe un poco el pelo.

-Debes irte a casa ahora, y no hacer mas locuras asi, ya quedamos en que tu vida tiene valor, si no para ti para tu familia.-

-argh!!!- gruñí – de verdad eres muy difícil!- me separe de ella y camine hacia la playa, casi llegando al agua, sin mirarla, me detuve.

-me quedare aquí hasta que entiendas que no me importa lo demás, ósea me importa pero tu sabes- me encogí de hombros – no tengo nada que perder- mire las olas, no me pensaba marchar de ese lugar, no sin antes conseguir su amistad... o las respuestas que mi mente requería para poder estar tranquila, me senté en la arena, el agua mojaba mis zapatillas gastadas.

La observe unos segundos, veriamos hasta donde era obstinada.

-Muy bien, tu misma- Me encoji de hombros me di la vuelta y comence a caminar. -No tienes nada que perder...¿conoci a tu hermana sabes? para mi gusto tienes mas para perder de lo que sabes, pero tu sabras lo que es importante.- Segui caminando por la playa alejandome

Que conoció a mi hermana?... Pero como?... porque?... cuando?... me levante de donde estaba sentada, comencé a caminar hacia ella.
-Detente!- le grité, mientras apuraba el paso con los pies mojado para alcanzarla, me cai, me volví a parar y seguí corriendo, estaba llena de arena.
-porque haces esto?, porque alejas a la gente que se te quiere acercar?, ser diferente no te impide tener amigos... se que puede ser difícil- chille, cada palabra salía con un tono más alto que el anterior – pero escúchame!, a mi no me da miedo... mi hermana es especial, lo sé... pero tiene a su novio y con eso parece bastarle, soy solo un estorbo donde vivo- seguí gritando atrás de ella, mis ojos se habían puesto llorosos.

Me gire para mirarla a los ojos. -Lo siento, pero es mejor asi, no te conviene que estes cerca ni a ti ni a mi.- Ahora recordaba con demasiada intensidad a Josh y a Ana... mis hermanos... el dolor izo que la rabia estallara en mi pecho con violencia y cuando continue fue gritando.
-¿De verdad piensas que para tu hermana eres un estorbo? No eres mas que una chiquilla malcriada, no quiero volver a verte mas.- Me di la vuelta con las lagrimas, amenazando con aparecer en mis ojos, lo que acababa de decirla no era cierto, pero era la unica manera en la que la mantendria alejada de esto.

-Vete a casa niña, no soy ningun maldito cuento de hadas, olvidate de mi y seras mas feliz.- Segui caminando alejandome esforzandome por no mirar atras

Estaba completamente helada, sus palabras me dolieron, hicieron remover hasta el más profundo vestigio de mi felicidad.
-no lo pienso... lo soy- susurre, las lagrimas habían empezado a salir de mis ojos, otra alma perdida... todo por tu puto comportamiento!... vi como comenzó a caminar, alejándose de mi, corrí tras de ella, la abracé por la espalda, las lagrimas caían sobre mi rostro, mi pelo se mecía con la brisa del mar, la noche podía congelar hasta la llama más intensa, y mi alma estaba fría y sola.
-por favor... no te vallas- dije entre llantos apretándola más fuerte. Esto era lo ultimo que podía hacer, no tenia más armas para que se quedara conmigo. Yo era una maldita plaga.

Senti como me abrazaba, ande un par de pasos y me di cuenta de que la estaba arrastrando, suspire hondo y gire la cabeza tratando de verla pero me era imposible.

-Esta bien esta bien, ya veo que lo de pegarte como lapa era cierto, anda puedes soltarme no voy a desaparecer.-

No quería soltarla, su calor me mantenía pegada a ella, cualquier movimiento y me moría de frío, estaba feliz porque se detuviera y que por primera vez no me rechazara, pero las lagrimas no dejaban de caer.

-no te puedo soltar... te suelto y me congelo!- chille secándome las lagrimas con una mano, mientras que con la otra aun la abrazaba.
-te quedaras?- pregunté con los ojos brillando, porfavor no te vallas ahora!... un rechazo más y me desplomaba.

-No me dejas muchas opciones, o eso o matarte ahora, y no quiero mancharme.- Dije esforzando por darme la vuelta y que me abrazara de frente, pasando una mano por su espalda.

-No se como piensas volver a tu casa en tu moto en tu estado, estas helada, y yo no tengo ninguna chaqueta para que te tapes.- La mire unos segundos algo mas seria. -Sabes a lo que te espones estando cerca mia, y mas te vale guardar el secreto o estaremos muertas las dos.-

La mire sumamente alegre, se volteo sin dejar de abrazarme. Esperaba que ese cambio de animo durara un tiempo, aunque sea el suficiente para poderme sentir completamente bien, con ella era todo extraño, al contrario de Myhr, ella era más insensible, sus preciosos ojos azules daban calma a pesar de su forma de ser tan reacia.

-pero puedes ir conmigo, así no paso frío estufita!- le mostré la lengua, esa era la única alternativa que tenía a menos que Lucrecia tuviera una casa cerca del lugar y quisiera llevarme.
-no te preocupes, este secreto lo llevare conmigo a la tumba- una brisa helada removió mi remera haciendo que me entrara frío en la espalda, la abracé más fuerte.
-no es solo el motivo de que seas lobas el que hace que me trates así, se que ahí algo más... me contaras algún día?- pregunté sin soltarla.

-Asi que ahora eres una experta en lobos.- Bufe irritada. -Te arrepentiras de tus decisiones Mimi, solo espero que no tengas que llevarte ese secreto demasiado rapido.-

La mire unos segundos, controlando mi respiracion hasta calmarme del todo. -Esta bien te acompañare a casa cabezota inconsciente.-

Yo nunca me arrepentía de lo que hacia por muy estúpido que fuera, pero con eso no podría hacer entender a Lucrecia, si supiera que ya había visto a dos lobos transformarse adelante mío me mataría!, pero bueno... de eso ella nunca se enteraría. Tubo que controlar su respiración, a pesar de que había cedido no podía cantar victoria, tenia un temperamento muy fuerte.

-pero nos tenemos que ir ahora?- mire al mar aun abrazándola, adoraba ver el mar por las noches.
-estas apurada, o estas buscando una excusa para que yo me aleje de ti?- volví a mirar sus ojos.

Le devolvi la mirada y sonrei ligeramente.

-Estas congelada,¿ y aun asi quieres quedarte? de ninguna manera, si voy a preocuparme de mantenerte a salvo de mi misma, tambien lo are de ti misma.-

Porque me hacia todo esto?... la miré irritada, ya me estaba dando rabia de nuevo... inhala exhala, inhala, exhala... me tranquilicé.
-pero Lucrecia si contigo no paso frío... ya volveré a mi temperatura normal, solo déjame secarme un poquito más- la apreté un poco más y luego afloje, su cuerpo era muy fuerte.
-mírame ya estoy casi lista- sonreí, mis zapatillas estaban aun mojadas, tirité... quizás tenia razón y debía ir a casa, pero por una extraña razón no me quería alejar de ella.
-quiero que me cuentes de ti, y de cómo conociste a mi hermana... fuiste a la universidad?- pregunté levantando una ceja.