Cita.(Nicholas)

Estaba esperando a Nicholas en el lugar que habiamos quedado.
Tenia tantas ganas de estar con él!
Miraba en todas las direcciones a la espera de ver su imagen asomarse de cualquier sitio.

La plaza comenzaba a visualizarse a medida que avanzaba. Al parecer aquel día no se encontraba rodeada de gente como pensé en un momento que estaría y aquello aumentaba mi entusiasmo de ver a Katherine. Me había acostumbrado tanto a su compañía que ahora sentía la necesidad de verla, de saber cómo estaba, que me cuente de sus cosas y pasar horas escuchándola, algo que no me había pasado antes con ninguna otra persona.

Acababa de salir de la biblioteca, por lo que estaba con el tiempo justo, pero aún así logré llegar a tiempo, y a pesar de eso ella había llegado antes que yo. Aún estando a metros de distancia logré reconocerla entre las pocas personas que paseaban por la plaza, sonriendo levemente sin poder evitarlo. Aunque automáticamente, las palabras de Anna llegaron nuevamente a mi cabeza, cayendo como agua, sin poder detenerlas, provocando que mi sonrisa se borre un poco, dejando sólo un bosquejo de ella.

Cuando por fin llegué a Katherine disimulé todo lo que pude, volviendo a arrancar aquella sonrisa. Le regalé un beso como saludo en aquellos cálidos labios y luego tomé su mano, presionándola levemente.

-lamento haberte hecho esperar, ¿llevas mucho tiempo aquí? -pregunté, queriendo saber si había calculado mal el tiempo-. ¿Cómo has estado?.

Sabia que por haber llegado un poco antes tendria que esperar mas para verlo, pero estaba tan ansiosa de estar con él que creía que mi anticipo adelantaria el tiempo.
Espere con calma hasta que lo encontré... sonreí tan hermoso como muy pocas veces antes lo habia visto. Una sincera sonrisa que siempre me contagiaba, y el sabor de sus labios que era embriagante me cautivó en lo mas profundo. Sujeté su mano tambien con fuerza.

-No llevo mucho aqui, no te preocupes.-le di un beso en la mejilla, de esos besos tiernos solo para dacirle sin palabras que me hacia feliz.- Y... ahora estoy bien.

Lo abracé y nos sentamos en la banca mas proxima.

-¿Que hay de ti? ¿Como estas, amor?

Había algo en ella que lograba tranquilizarme, calmar aquella parte no-humana dentro mío, para dejar a la vista lo poco de humano que me quedaba y que con el tiempo se iba extinguiendo. ¿Cuánto tiempo más podría estar de esa forma? ¿podría controlar mi fuerza siempre? ¿y si alguna vez sin darme cuenta la lastimaba?. Eran demasiadas preguntas, preguntas que no me había planteado hasta hace unos pocos días y me debatía entre lo que estaba bien y lo que quería. Quería estar con ella, a pesar de saber que éramos diferentes.

La seguí hasta la banca, pasando mi brazso alrededor suyo, perdiendome nuevamente en mis pensamientos, sólo hasta que ella volvió a hablar.

-bien... creo que bien. Llevándome algunas sorpresas... cruzándome con personas dementes... Pero es lo normal, ¿no? -dije con cierta ironía. Parecía como si mi vida en Seattle estaba condenada a estar llena de aquellos extraños sucesos-. Estuve hablando con Testament sobre ciertas cosas... -no estaba seguro de si ella sabría qué secretos guardaba Testament, pero algo me decía que ella sí sabía más que yo, después de todo había sido amiga de él, y lo seguía siendo.. mucho más que yo-. Luego, Anna... -reí, aunque forzadamente-... pensé que no iba a volver a verla.

Lo mire frunciendo el ceño ante la ignorancia que tenia de lo acontecido en su vida.
Despues del incidente ocurrido con la loca del arma lo habia visto solo entre clases, pero no habiamos tiempo para nosotros.
Me sobresalte al escuchar el nombre de Anna.

-¿Volvio? Vaya.. no he tenido tiempo de hablar con ella.-aprete los labios como queriendo contener mis palabra, pero no podia hacerlo.-Se que... no te agrada, ni mucho menos pero... qomo esta ella?

Me sorprendía el hecho de que me pregunte cómo estaba en vez de decirme que no quería oír de ella. Entendía que eran amigas, pero no entendía cómo podía seguir siendo su amiga después de lo que había pasado. Por un momento tuve el impulso de decirle que no vuelva a acercarse a ella, ¿después de todo ella volvería a acercarse a Anna?, quería creer que no.

-¿cómo está?, bien, muy bien.. mucho mejor de lo que te puedes imaginar. No sé qué estará tramando, pero no creo que sea nada bueno. No entiendo cómo la dejan volver a la universidad después de lo que hizo. Creo que esperan a que termine matando a alguien, quizás después de eso hagan con ella lo que tienen que hacer.

Hablaba con desprecio, porque eso era lo que sentía por Anna, desprecio. Luego de lo que me había dicho ahora podía decir que realmente la odiaba.

Baje la mirada, algo decaida por que sabia que Anna no estaba bien... es decir, a pesar de que el me lo dijera, sabia que aun tenia ese dolor en el pecho, esos malestares del corazon que no sabia como alivianar y hacia ese tipo de cosas.
Sabia que Nicholas podia sentir solo desprecio por ella, eso se notaba en su despectivo tono de voz.
Pero era mi amiga... y la queria a pesar de todo.

Simplemente no deberia ser un tema de conversacion entre él y yo.
Me encogí de hombros al volver la vista a Nicholas.

-Espero que no haya necesidad de muertes para que reciba el trato justo que dices qe merece.-fue lo útimo que dije para no seguir incomodandolo con aquello.

-Han sido semanas largas, entre clase y clase no podemos estar juntos mi amor. Casi no se que ha pasado contigo, yo llevo una vida tranquila. Voy de vez en cuando a Forks con Rose y me la paso muy bien, creo que deberias ir para conocerla. Entre a clases de Cinematografia... pero no ha pasado mucho. Te extraño a cada momento Nicholas...-le acaricie la mejilla.-¿No qieres acompañatme este fin de semana a Forls?

Estaba de acuerdo, habían sido semanas largas, incluso para mi que por momentos la inmortalidad me impedía sentir el paso del tiempo. Esta vez había pasado con lentitud, vacío, como si algo me faltara... o alguien. La respuesta era simple y no tenía que cuestionarme demasiado, sabía por qué había sido así.

Sonreí ante el tacto de su mano, que cada vez que hacia contacto conmigo luchaba por mantener su propia temperatura. Yo también la extrañaba a cada momento y no hacia falta que se lo diga, con mi mirada podía explicarle todo y lo fascinante era que ella podía entenderme.

-me encantaría acompañarte -respondía a su pedido, tomando su mano que seguía posada en una de mis mejillas. Sabía que las reglas dentro de Forks eran diferentes y representaría un pequeño reto para mi, pero aún así era sólo por el fin de semana, podría sobrevivir.

Desvié la mirada y por unos momentos me hundí en un profundo silencio, viendo algunas personas pasar, hasta que volví a buscar sus ojos, claros y brillantes.

-Katherine... creo que hay algo que no nos hemos planteado -quizás no era el momento adecuado para hablar de aquello, pero no podría aguantar convivir con esa incertidumbre dándo vueltas por mi cabeza por más tiempo.

Sonrei al escuchar su aprobacion; le presentaria a Rose, las dos personas mas importantes para mi se conocerían. Y eso me entusiasmaba mucho.

Antes de explicarle para que queria que viniera conmigo preste entera atencion a su silecio y su ausencia en esos momentos, tratando de mirar en la direccion que el pero no habia nada relevante, luego escuche sus palabras, sin saber exactamente a que se referia. La mayoria de las veces interpretaba sus inquietudes sin que hablara, pero me faltaba mucho aun por decifrar.

-¿Qué cosa no hemos planteado?

No sabía cómo explicarle lo que me atormentaba, temía que ella me malinterprete, aunque quizás sí tendría su lado malo todo aquello, quizás estaba siendo inoportuno.

-no lo había pensado demasiado en un principio... pero Anna de alguna forma logró, de alguna forma, hacerme dar cuenta -"y de la manera más cruel", pensé, pero no lo dije, aquellos detalles podría guardármelos para mi-. Hay algo que tú tienes y que yo no, algo que te hace lo que eres... humana -titubee durante unos breves momentos, ella no me entendería con esas simples palabras, por lo que tendría que continuar explicándole-. Estoy hablando del... paso del tiempo -fruncí el ceño luego de soltar la frase-, ¿qué pasará cuando... -mi mirada se perdió en algún lugar del parque, no terminé la oración.

Tal y como lo había dicho Goldencross... al final terminaría solo, ¿iba a ser así?.

Lo escuche titubear... incluso antes de que me explicara yo ya habia comprendido...
Sabia que era eso que me hacia humana. No solo era el tiempo, como el dijo, tambien era el calor de mi cuerpo, la sangre que corre por mis venas, la fragilidad de una piel casi de papel, de huesos rompibles... la mortalidad.
No baje la vista a pesar de que solia apartarla o desviarla, sonrei.. el que no me viera no haria que cambiara mi expresion. Un poco apagada por pensar en el final cuando apenas ibamos comenzando. Pero... era comprensible su preocupacion, de haber estado en su lugar pensaria lo mismo.
Le sonrei, tomandole la mano...
-... yo muera?
Senti una punzada en el pecho, no habituaba pensar en mi muerte. No era algo muy grato, pero no borre la sonrisa de mi rostro, para que no se preocupara mas. Tenia razon, que pasaria con él? No podria dejarlo.

-Es algo que.. no se puede... detener... verdad?-sabia la respuesta para alguien como yo. Pero viniendo de alguien con su naturaleza sabía que para el no era la misma...- .. no lo se Nicholas. Tú eres el que esta de ese lado de la inmortalidad, el que vencio a la muerte y al tiempo... tu dime que podemos hacer.

Cuando tomó mi mano automáticamente volví mi vista hacia ella, estaba sonriendo, pero aún así yo no la acompañé, mucho menos luego de escucharla terminar la frase. Sentí como si mi cuerpo se helara... era algo irónico que sienta eso. De todas formas su inexplicable sonrisa me reconfortaba. Aún siendo lo que era le temía a la muerte, quizás era una de las razones por las que accedí a convertirme en lo que ahora era, y ahora que tenía a alguien que realmente quería, a alguien por quien daría mi vida, el temor volvía a hacerse presente, como si nunca se hubiese esfumado, haciendome creer que nunca se había ido y sólo se había estado escondiendo de mi por unos breves momentos.

-no tengo la respuesta, esperaba que tú sí la tengas -mentí, por mi cabeza pasaba una solución, una posible solución. Pero era algo demasiado complicado, tenía muchas cosas en contra. Pero si no era ese camino, ¿entonces cuál?. No podía volver atrás y volver a ser humano. Volví a quedarme en silencio, aunque el silencio traería más cuestiones, entonces volví a hablar.

-dime, ¿qué haremos el fin de semana en Forks? ¿tienes algo planeado? -había sido yo quién había tocado el tema, y ahora era yo el que intentaba alejarlo.

Solté un suspiro, no por que me hubiese enfadado su intento de cambiar el tema, si no porque no queria que eso se quedara suspendido en el aire. Porque como el dijo, el tiempo pasaba...
Desvié esta vez yo la mirada, un tanto dolida porque me sembró esa iinqietud y ahora pretendía apartarla... pero a los pocos segundos comprendí que no debía ser una cuestion que le agradara mucho tocar.

Volví a verlos, suspirando nuevamente...respondiendole con un hilo de voz y asintiendo con la cabeza.

-Pues... quiero estar contigo, y como volveré a casa con Rose como cada fin de semana quiero presentarle oficialmente al hombre con quien pasare el resto de mi vida.

Cuando lo noté ya habia usado esas palabras, un tanto inadecuadas para la ocasion... o mas bien, lo suficientemente adecuadas para retomar la charla que aun no olvidaba y, apostaba, que tampoco el lo habia dejado asi como asi.

-... la vida que sería capaz de entregarte con tal de estar a tu lado toda una eternidad.-no sabia si comprendia la alternativa que acababa de llegar a mi.- El único motivo por el que le temo a la muerte... es por que me separaría de ti. Dime, Nicholas, no puedes hacer lo mismo que te hicieron a ti?

Pensar en el fin de semana era alentador, alejarnos del tema quizás sería lo mejor por el momento. No era lo mío conocer personas, ella sabía cómo era mi trato para con los demás. Pero también sabía que si eso era lo que quería no iba a oponerme y pondría lo mejor de mi para tratar a su amiga Rose con amabilidad.

Como si sus últimas palabras hubiesen sido pensadas, le dieron pie para retomar el tema anterior. Su pregunta fue como si algo me hubiese sacudido interiormente. Era justamente la posibilidad que yo había pensado, pero por alguna razón no me había atrevido a plantearsela, no sabía bien qué era, qué me había impedido hacerlo. Observé su mano, a milimetros de la mía y la tomé, fue entonces cuando comprendí qué era lo que me había impedido plantearle aquella solución.

-claro que se puede, pero... ¿qué pasaría si te digo que no es algo que yo quiera para ti? -pregunté. Me veía como un egoísta, alguien que no quería compartir algo preciado con la persona que quería. Era la única solución, sin embargo algo en mi interior me decía que podía perder más de lo que iba a ganar.

A pesar de notar las evidentes muestras que daba su condicion, como la falta de calor y sus increibles colmillos, no le encontre ningun contra a convertirme en ... lo que él era.
El podia quererme aun asi, el calor de su cariño erradicaba las bajas temperaturas fisicas, su corazon inerte tenia la misa fuerza que los latidos de uno vivo. Puesto que ambos latiamos al compas, si, sentia que el de el tambien latia para mi.

¿Que podia perder si lo que mas apreciaba se me podia ir al mismo tiempo que se mef uera el ultimo aliento?

No dudaria en hacerlo, solo era cuestion de que el accediera, al fin y al cabo era el quien haria que fuese posible.

Lo mire, segura de lo que estaba pensando.

-Pues lo que pasaria seria que nos tendriamos que conformar con un par de años mortales... que vieras como voy envejeciendo. Luego... tal vez ya no te guste por que sere una anciana con un muchacho aparentemente y sin mas... tendre que apagarme. -lo abrace tras decir esas palabras de aquella manera tan fria.- Y... dado que se que... me quieres... no podria... hacer que pasaras el trago de ver como me extingo. No quiero sonar.. egolatra o algo, pero... yo no podria verte irte.-levante la vista- Lo bueno es que nunca lo haras. Por eso mismo... solo si tú quieres.. podriamos estar juntos hasta qye la eternindad nos deje. Tu eres... el vampiro aqui-susurre apenas para el- ... conoces los pros y los contras... tal vez.. suena muy sencillo decirlo... sacame de dudas... ¿Que es lo peor que puede suceder?

Sus palabras lograban conmoverme, nunca hubiese planeado escuchar que alguien daría toda su vida por mi, porque eso era lo que ella me estaba proponiendo, dar su vida para estar a mi lado, acompañándome. Sonreí levemente y la miré.

-no es tan facil como suena, Katherine -le dije en un sonido a penas audible, pero ella me escucharía-. Ahora dices eso, y no es que piense que no lo quieras... pero no me siento capaz de quitarte toda una vida sólo para arrastrarte a lo que soy. No es sólo una cuestion en dónde la temperatura de tu cuerpo cambia y tu piel se vuelve más blanca de lo habitual -negué con la cabeza, preocupado por lo que pueda suceder-. Estoy seguro de que en un futuro tú... querrás formar una familia, tener hijos... -mi voz se fue perdiendo hasta extinguirse. Sabía que esa posibilidad era algo demasiado avanzado, pero ella era joven y aunque por el momento no se lo haya planteado en un futuro sí que lo haría-... no podría perdonarme jamás tener que luego verte arrepentida por lo que te puedes llegar a convertir. Creo que tú en mi lugar hubieses pensado lo mismo.

Asenti lentamenre... Yo en su lugar estaria tan preocupada como él.
Luego me quede pensando en lo que habia dicho acerca de una familia futura...
No me lo habia planteado aun, no sabia si queria tener hijos... lo quería?

Comprendia que era algo mas que tener un par de colmillos desarrollados; habia que usar esos colmillos, habia que esconder lo que se era para no infundir panico... Eran muchas cosas.

-Pero... ¿tú los quieres? ¿Quieres tener hijos conmigo?... en algun momento. Nicholas... yo, quiero estar a tu lado para siempre. Es enserio que daré mi vida completa, porque ahora mi vida eres tú.

Me quede en silencio...

-¿Se puede? ¿Tener hijos ahora como humana y tú... así?

Yo me había planteado esa posibilidad para ella, pero no para mi. ¿Querría en algún momento tener... hijos?. Sabía la clase de persona que era, o mejor dicho la criatura que era, ¿podía alguien como yo, que mataba para alimentarse, querer un hijo?. Sabía que Katherine había logrado conmigo algo que pocos habían logrado... llegar a mi como nadie, romper con mi frialdad y mi distanciamiento. Pero quizás eso no era suficiente, eso no me hacia más humano y por el momento no me veía ni ahora ni en muchos años más cuidando de un hijo.

La miré, mi silencio se había extendido... demasiado. Pero no podía decirle eso, además una cosa era mi desconfianza hacia mi mismo y otra cosa era lo que sentía. Sabía que era agradable ver el futuro de esa forma a pesar de ser todo muy prematuro. Estaba demasiado confundido como para responder correctamente sus primeras preguntas.

-no lo sé -dije cuando escuché lo último. No estaba seguro y lo más posible era que la respuesta fuese un rotundo "no"-. No creo que eso sea posible -bajé la mirada, incapaz de seguir mirándola a los ojos.

Suspiré... un tanto resignada.
No conocía las limitaciones que tuviesen los vampiros y ahora me daba cuenta de que procrear mas como ellos solo era posible mediante sus colmillos. No habría hijos, no habría vida de ningun tipo.
Sonreí levemente, por unos segundos habia llegado a mi la imgaen de una feliz familia, con un par de niños corriendo alegremente, y a Nicholas y a mi mirándolos. Una imagen imposible,al parecer.
No sabía de que parte de mi subconciente habia llegado esa imagen, y la regresé a ese mismo sitio.

-...hubieras sido un padre muy peculiar. Uno bueno, a tu manera.-susurré, de nuevo, externando lo que venia mas que nada de mi subconciente.- Pero... si eso no se puede, entonces, espero que me soportes a mi y solo a mi toda la eternidad...-le sonreí. Dando por hecho el que no habría alternativa.

-No habia pensado en tener hijos... asi que no tengo porque pensar en ello ahora. Y al parecer nunca más.
Lo abracé, fuertemente, con unas tremendas ganas de llorar. Incluso yo misma desconocía el por qué.

-Por mi no hay inconveniente... Dime... ¿Cómo... ser como tú?

Sonreí a penas cuando me dijo que hubiese sido un buen padre... a mi manera. Ella siempre lograría ver lo mejor de mi, como nadie más, haciendome olvidar ciertos temores que estaba seguro que todos teníamos. Sentí cómo su abrazo aumentaba en fuerzas e hice lo mismo, rodeandola con mis brazos, quería que esté segura sobre la decisión que iba a tomar, era algo que iba a marcar su vida para toda su eternidad... en todo sentido de la palabra. Renunciar a algo por mi... no lo veía bien, así que esperaba que ella haga lo que su corazón y mente le decían.

Luego de su pregunta sobre cómo ser como yo me quedé en silencio durante un momento, me separé de ella y busqué su mirada.

-te daré un tiempo... para que lo pienses mejor... y si las cosas van bien, entonces...

Un hondo suspiro salio de entre mis labios...
Mi corazón comenzaba a regularizarse, era algo que sabía que el quería, la cuestión era como hacerlo. Porque... de ser algo facil nadie correría el riesgo al convertirse, dudaba que fuese algo sin riesgo y ese era el invonveniente que seguramente Nicholas le veia como para darme ese tiempo.

Le sonreí, agradeciendole asi el que se preocupara por mi.

-Yo ya lo pensé bien, cuando quieras puedes explicarme los riesgos.. por el momento. Creo que prefiero hablar de otra cosa como.. saber porque entro esa inquietud en ti.
Le tomé la mano mientras lo guiaba a que caminaramos en la plaza. Balanceando nuestras manos.

Riesgos, ¿contaba como riesgo el que nunca haya hecho tal cosa, aumentando la posibilidad de que algo salga mal a causa de mi inexperiencia?. No sabía qué tan buenas estaba haciendo las cosas para Katherine, sentía que en cierta parte la estaba perjudicando. Quizás hubiese sido mejor tragarme mis inquietudes, y de esa forma no meterle esas ideas en la cabeza. Estaba realmente abrumado por las cosas que comenzaron a pasar por mi cabeza y sentí que en cierta forma volvía a respira cuando dijo que por el momento hablaríamos de otra cosa.

No tuve que pensar demasiado la respuesta, recordaba muy bien el día en que aquellas inquietudes se hicieron presentes en mi y no me abandonaron incluso hasta el día de hoy. Caminamos un rato en silencio, mientras revivía aquellas palabras.

-por cortesía de Anna... -respondí-. Fue una de las pocas veces que alguien me hacia ver las cosas como realmente eran y no como yo las veía. Sé que no soy nadie para decirte esto, eres una persona libre de hacer lo que quieras... pero quizás sea mejor que te mantengas alejada de... ella -no sabía cómo iba a tomar Katherine aquello, pero prefería decirselo y hacerselo saber a tener que arrepentirme algún día por no haberle advertido-. Cuanto menos atención le pongamos... mejor será.

-Alejarme de ella...-repetí, tratando de comprender el significado de esas palabras.
Sabia que la mente de Anna desvariaba y a veces exageraba el verdadero sentido de las cosas.
Pero no por eso la dejaba de considerar su amiga, frunció los labios y sacudió la cabeza.

-Lo tomaré en cuenta...Es solo que dejarla sin ninguna explicacion me pareceria como dejar algunos cabos sueltos. Pero... tienes razón, mientras menor atención le pongamos la olvidaremos mas pronto.

-Nicholas... Sabias que eres lo mas especial para mi?-le pregunte sonriendo- Tienes que saberlo...

Le acaricié la mejilla, cada segundo a su lado me parecía siempre algo mágico.

-No por lo que eres, aunque debo admitir que me parace muy interesante lo que eres. Sino por quien eres. Se que aqui...-le señalé el pecho.-Hubo un palpitar tan calido como.. aqui.-tomé su mano y la coloqué en mi corazón.- Te quiero demasiado.

No sabía qué había hecho para merecer tanto de su parte, tanto amor, tanto cariño. Siempre había tratado de alejar a las personas de mi lo más posible. Pero en Katherine había tenido un efecto contrario y quizás cuanto más intentara alejarme de ella, más me querría. Y yo no podía obviar tampoco lo que había despertado en mi, ni siquiera en mi vida humana había sentido algo así por alguien.

-yo también te quiero... demasiado, Katherine -dije mientras sentía los golpes que daba su corazón en su pecho. Me acerqué a ella, recortando nuestra distancia, juntando nuestros labios por unos breves segundos. La quería y mucho, y sabía que eso iba a influir mucho en mi decisión a la hora de hacerla alguien como yo-. Eres importante para mi... una de las pocas personas en este mundo por las que vivo.

Le sonreí, me agradaba poder conversar con ella... Poder hacerle saber qué significaba para mi. Entre nosotros no había secretos y nunca los habría.

-ahora... dime qué tienes planeado para el fin de semana. Supongo que tu amiga, Rose, estará allí, y también supongo que no tendrá idea de... de que no todos somos completamente humanos en este mundo.

Me sentí muy especial al escucharle decir eso.
Tambien me queria, lo sabia, pero el que lo dijera siempre lograba sorprenderme.
El efecto de sus besos era simplemente... delirante.

Pensé en eso que había dicho;que Rose no sabía, o al menos eso creía yo, de la existencia de seres asi.

-El plan inicial es que ella te conozca. Presentarle al amor de mi vida.... y, con respecto a eso. Creo que no se lo diremos a la primera... pero si es que me convertiré en alguien asi. Deberia saberlo... o quiza ella lo intuya.

Me recargué en su hombro, aun pensando en como sería eso.

-¿Cmabiaría mucho fisicamente? Digo... podría palidecer mas? Ya parezco un cadaver, a veces. ¿Qué cambios habrá en mi?