la inocensia en persona /sony / libre

Ya había salido de la escuela, para mi suerte Tea había contratado un furgón escolar que me traía diariamente hasta la universidad, como la facultad estaba solo ha pasos de la uni me quede dando vueltas por el sector, encontré un lugar alejado de todo el mundo lleno de pequeñas flores de muchos colores, las mire fascinada, me senté entre ellas dejando que el agradable aroma me rodeara y se impregnara en mi ropa... recordé aquella canción que mi madre me hacia cantar una y otra vez, comencé a cantarla bajito mientras que cortaba unas flores.

"la canción"


mi vestimenta

Había ido al starbucks de la Uni a comprarme un frappuchino helado. Aun recordaba la escena con los cambiaformas y Zafrina... horrible final había tenido.
Camine entre los jardines cuando escuche a varios metros una melodiosa voz. Era encantadora... la seguí agudizando el oido y chocandome con practicamente cuanta cosa se cruzara por mi camino hasta que finalmente di con ella. Me quedé mirandola detras de un árbol, estaba de espaldas a mi. Era una niña... una niña pequeña rubia..¿Qué hacía en la universidad? Tal vez era super dotada...
Borré ese estupido pensamiento y me dirigí a ella cuando terminó de cantar.
-¿Qué hay pequeñita, te perdiste?- Pregunte de manera amable dandole palmaditas en la cabeza aun sin poderle ver el rostro.


Con frappe de starbucks y todo!

Spoiler:

Y cante tan afinada como pude, pero no podía pedir mucho hacia bastante tiempo que no cantaba necesitaba más entrenamiento, y esfuerzo constante. Escuche una voz en mi espalda, pare abruptamente de cantar, que no sean los policías malos por favor!, que no me vengan a buscar!, Tea, Tea, Tea, ayúdame!. Gire mi rostro lentamente, sonreí alegre, no eran policías solo era un joven con muchos tatuajes igual que mi Tía.

-hola- dije con mi dulce voz infantil

-no estoy perdida, solo corto algunas flores- levante la manita para mostrarle las que llevaba cortadas, mostré mis blancos dientes. El joven llevaba una pollera muy linda, me quede pegada unos momentos mirando aquella divertida caricatura.
, mostré mis blancos dientes.

La niña se voltió de manera abrupta, pude sentir su adrenalina y escuchar su pequeño corazoncito temeroso. Estube a punto de decile que se tranquilizara cuando me percate de su rostro, de su hermoso rostro de niña, inocente, blanco, perfecto. Sus ojos azules entraron en mi mirada y causaron retorcijones en mi garganta y estomago. Sentí una sensación inexplicable e inigualable, nunca me había sentido tan... extaciado por asi decirlo.
Caí nuevamente a la tierra cuando me saludo. Me desplomé en el piso, sentandome con muy poca gracia y tome las flores aún un poco enbobado.
Cuando finalmente mi respiración me permitió hablar le pregunté:
-Y.. .que haces cortando flores en la universidad?... sola..-Miré para varios lados, tal vez era la hija de algún profesor... o de algun alumno mayor...

el joven se quedo mudo durante unos minutos su mirada se veía en un lugar distante a pesar de estar mirándome a la cara, se sentó a mi lado muy graciosamente, un poco torpe, pero muy divertido, tomo las flores que había cortado y hablo al fin.

-solo doy una vuelta, vivo cerca– apunte hacia la fraternidad. No creí que causara problemas darle esa información al muchacho, se veía bueno.

-llevo flores para mi Tía- sonreí, mire su ojos color miel – y usted que hace por acá?... solo- imite su tono de voz.

Valla listilla! hasta imitaba mi tono de voz..
Cada vez que hablaba todo a mi alrededor quedaba en silencio, excepto ella.
-Eres de por aca "cerca"...- Murmure- Quién es tu tía, alguna profesora, tal vez?- No lograba entender cual era la razon de mi propio alboroto frente a la niña, todo se sentía de una manera tal vez excesivamente rara..
Olí las flores que me había dado la pequeña hacía un rato.
-Cómo te llamas?

Corte una flor celeste, del mismo color de mi vestido y la puse en mi pelo sujetada por mi oreja. Mire sonriente al joven.

-no... es una es una estudiante de medicina, tal vez la conozca, se llama Tea- mire a mi alrededor para saber si se veía mi tía por alguna parte, pero no creí que la podría encontrar... a estas horas estaba en clases de anatomía.

-yo me llamo Catalina Ri...- callé antes de terminar el apellido- Catalina Fromm, si eso- sacudí la cabeza, para mi suerte mentía muy bien... me tendría que adaptar rápidamente a mi nuevo apellido o podría arruinarlo todo.

-y usted joven... como se llama?- pregunté. Sacudí un poco mi vestido que estaba lleno de pétalos y pequeñas hojitas verdes.

Tea...Tea... definitivamente no conocía a su tía, sin embargo imaginarme a una persona mas grande con rasgos tan perfectos como los de la niña encendían una curiosidad increible...
Despues de pensarlo por unos segundos llegue a la conclución de que era imposible que alguien se viera como ella...tan pequeña, tierna y fragil.

-Me llamo Sony, Catalina..- Sonrei de manera tonta, me sentía un tonto. Me estaba comportando de una manera tan diferente a mi otro yo, jamas tenia nervios de estar con una chica, de hecho todo siempre se me daba con tanta facilidad... sin embargo hablar con esta pequeña niña me costaba horrores-..Cuántos años tienes? - Le pregunté con curiosidad mientras veía el detalle de su nuevo accesorio-flor, se veía tan delicado en ella..

Sony? Que nombre tan peculiar... aunque no era de menos esperárselo, toda la gente con tatuajes tenia nombres sumamente extraños, me causaba una dulzura tremenda lo torpe que se comportaba.

-mucho gusto Señorito Sony- estire mi manita para estrecharla con la suya. El viento hizo remover su cabello tapando por completo sus ojos.
-permítame- dije sonriente mientras me acercaba y delicadamente le arreglaba el cabello alborotado –mucho mejor ¿no?- mostré la lengua.
-yo tengo 8 años recién cumplidos... y ¿usted que edad tiene?-pregunté.

No pude evitar sonreir con los dientes al escuchar la palabra "señorito".
Luego el viento me corrió todo el cabello, que la niña acomodo, sus diminutos y suaves dedos tocaron levemente mi frente, fue una sensación de otro mundo definitivamente.
-yo tengo 8 años recién cumplidos... y ¿usted que edad tiene?-preguntó
8 años... era una niña! una niña muy pequeña, sentí un leve dolor en la garganta
-20..tengo 20- Comenté con un hilo de voz, le llevaba unos 12 años... pero que demo? que estaba pensando?! era una NIÑA!
Sacudí la cabeza abruptamente y me paré extendiendole la mano.
-Se acabó mi Frappe, no me querría acompañar a tomar otro al starbucks de la universidad señorita Catalina?- Dije imitando su forma de hablar y extendiendole una mano... Genial ahora la estaba invitando a tomar algo, cualquiera que viera la escena me denunciaria de pedofilo...

20 años... la edad quedo resonando en mi cabeza durante unos segundos, moví la cabeza y continué cortando flores, hasta que me invito a starbuck, no sabia muy bien que contestar, no quería ser una molestia, además no tenia muy claro en quien confiar y en quien no, pero Sony tenia algo que me tranquilizaba y me hacia sentir sumamente segura... que diría la tía Tea si me viera?.
-no lo sé...- dije apenada – no es que no quiera acompañarlo Señorito Sony, pero como usted verá, yo soy pequeña y se supone que no debo confiar en los extraños- agache la cabeza afligida -espero que no lo tome como una ofensa, pero si se aparece mi Tía y me ve con usted me regañara por el resto de mi vida- mi estomago sonó, se me había olvidado por completo que tenia hambre.

Mi cara se torno en pucherito como si fuera un niño pequeño... ya veía era cierto lo que ella decía, sin embargo andar sola me parecía igual de peligroso.
-Se ve que tienes hambre... No deverias ir a tu casa a comer algo? Quieres que te acompañe?..- No sabía con exactitud donde vivía, ella había dicho " a la vuelta" pero no donde... prefería al menos acompañarla y asegurarme de que estubiera bien - Tu tía te deja andar sola por aquí?- Pregunté con curiosidad

No pude evitar sentir ternura cuando hizo un pucherito. Lo mire afligida, no me gustaba hacer sentir mal a las personas, menos si eran buenas como el.
-si tengo un poco de hambre- susurre avergonzada, no esperaba que se diera cuenta de eso.
-bueno... Señorito Sony dejare que sienta el placer de acompañarme- mostré la lengua, me levante con cuidado recogiendo las flores. – emmm... como le dije vivo acá cerca, no tiene porque tener miedo a que me suceda algo, soy muy cuidadosa- sonreí, estiré mi mano hacia el para ayudarlo a levantar
-vamos?- pregunté, poniendo cara de tierna.

-Vamos!- Tomé su mano, sin embargo al levantarme no la solté. Tal vez de inconciente o que simplemente estaba acostumbrado a llevar d ela mano a cada mujer que caminaba al lado mío. Era con todas asi... sin embargo estar agarrado de la mano con una niña...bueno, con esa niña.. hacía que sintiera mas y mas retorcijones en el estomago...
Comencé entonces a asustarme...es que me estaba volviendo loco? o peor aún...siempre había sido un mujeriego... no me alcanzaban los dedos de las manos... ni los pelos de la cabeza para contar a la cantidad de chicas con la que había estado... pero, sentir algo por una niña... esperen no, sentir algo? POR ALGUIEN? y peor aún... por una niña?
No me dí cuenta de la cara de susto que estaba poniendo mientras caminabamos... mi propía mente estaba formulando una pesadilla en mi cabeza, qué me pasaba?

Tomo mi mano y no la soltó, lo mire un poco extrañada. Pero quizás solo quería ser atento con una pequeña, sonreí, comenzamos a caminar hacia la fraternidad. Mire su rostro de susto, le estaba pasando algo?, como ayudarlo si era tan solo una niña, metí las flores a mi mochila, y con la mano libre le acaricie el brazo para tranquilizarlo. Yo me tranquilizaba al escuchar música, esperaba que eso diera resultado con el joven porque ya me estaba empezando a preocupar, ya que su cara de miedo no se iba.

Comencé a cantar bajito.