un poco de marihuana para ti y otro poco para mi (myhr)

Llegamos al auto al cabo de unos largos minutos, ambos nos mantuvimos en silencio, yo no encontraba que decir y eso era muy raro en mi, quizás era la falta de marihuana en el cuerpo, que se yo!.
-y este es mi cacharro... sube- mi carro no era nada el otro mundo, solo sabia que era un toyota yaris por lo que decía en los logos. Abrí la puerta del conductor, me saque a wuashiminga de encima y la deje en el asiento de atrás, abrí la puerta del copiloto para que Myhr subiera, este subió de inmediato, mire hacia el asiento de atrás y claro... ahí estabas katana escurridiza!!!, sonreí.
-ya vamos a mi dulce hogar- encendí el auto y maneje hacia la carretera, un enorme letrero nos indico que ya estábamos llegando a Seattle, varias veces el auto se me iba de las manos hasta estar al punto de chocar... tarada! Sabias que no tenias que beber antes de conducir.

Y continué manejando con dificultad, un tipo se cruzo en mi camino y casi lo mando a volar para el otro mundo, saque la cabeza por la ventana.
-ten más cuidado idiota!- grite enfadada, cerré la ventana y seguí ...como se le ocurre atravesarse en rojo, a estos les falla!... llegamos a mi casa en poco tiempo, parece que había manejado más rápido de lo habitual, estacione el auto.
-llegamos- mire la hora, era de noche y no habían luces encendidas en la casa... mierda!!! La función de danza de las aprendices de mi vieja!, lo olvide por completo!, todos iban a asistir pero a mi me daba pereza ver a gente bailar. Me baje del auto, tome a wuashiminga esta subió por mi cuerpo y enganche la katana a mi cinturón. Espere que el se bajara, active la alarma del auto.
-sígueme- sonreí, camine hacia la puerta de la casa.

Y me siguió sin más problemas, abrí la puerta de mi casa, por suerte estaba ordenada cosa muy rara, espere que el entrara para cerrar la puerta, deje a wuashiminga en el suelo y esta se fue hacia su escondite “Debajo de mi cama”.
-puff por quien me tomas?... por una simple aficionada?- comente irónicamente, camine hacia el mini bar y saque dos botellas de vodka. Me quite su playera, hasta se me había olvidado que la llevaba puesta, la deje sobre el sofá y camine con una botella en cada mano.
-una para ti y otra para mi- le pase la botella, le guiñe un ojo y me tire al sofá como un saco de plomo, abrí la botella y le di un largo sorbo.

Reí con ganas, ese tipo me causaba cierta gracia, era extraño que alguien me acompañara con mis vicios además de Sol, el parecía tener los mismos malos hábitos que yo y eso me agradaba.
-ya me gustaria!- chillé, le di otro gran sorbo a mi botella, se deslizaba como agua por mi garganta, de hecho ya había olvidado el sabor del agua, lo miré.
-vivo con mis padres, y mi hermana mayor- sonreí de medio lado...sinceramente das lastima Mimi, con 20 años no trabajas ni estudias y vives con tus padres!!!!...
-y bueno a lo que venimos, vamos por marihuana!- me emocione al recordarlo, me pare de donde estaba echada como mula y camine hacia Myhr, tome su mano con la mano libre y lo tironeé para que se levantara y me siguiera.

Sentí como el calor de su mano atravesaba mi piel, era el mismo calor que salía de Lucrecia... acaso el también era...?... no, no podía ser cierto, sacudí la cabeza con desagrado y cuando llegamos a la puerta del invernadero miré su rostro durante minutos buscando algún vestigio, alguna señal, algo!, que me digiera que el también se podía transformar en una bola de pelos enorme, le di un gran sorbo a mi botella sin despegar la mirada, se me había olvidado soltarle la mano, la solté de golpe avergonzada. Me di vuelta hacia la puerta, saque una llave de mi bolsillo y abrí la puerta al invernadero.
-bienvenido a mi propio paraíso... calefactor con patas- mostré la lengua, y entre a saltos a mi templo del placer.

-No pasa nada, solo creo que me confundí- mostré la lengua, aunque no estaba segura aun si podía el ser también un lobito como Lucrecia, su temperatura no era para nada normal.
-como quieras... siéntete en tu casa- sonreí de medio lado, suspire tontamente, y me metí entremedio de mis plantitas preciosas, me imagine interpretando a golum del señor de los anillos “my precius” con cara de desquiciada, reí fuerte ante mi imaginación, busque por debajo de los mesones donde estaban las plantas en el estrecho pasillo, Myhr se veía gigante en comparación a mi tamaño, saque una bolsas con hojas que había secado el día anterior.
-encontré el oro mi capitán- dije sonriente le di otro sorbo a mi botella, y sacudi un poco la bolsita para que la viera.

Trate de no desviar la mirada hacia su cuerpo cuando volví para encararlo pero resultaba sumamente difícil, tragué un poco de saliva y recompuse el rostro, tome su mano nuevamente, parecía que estábamos en un videojuego buscando los tesoros.
-falta el papel, vamos!- lo lleve hasta mi dormitorio era ahí donde guardaba los papelillos, abri un poco la puerta solo dejándome espacio para mirar a mi, estaba echa un desastre, ropa por todos lados, botellas de ron y wisky tiradas por todos lados.
-dame un minuto para buscarlas- solté su mano y entre con sumo cuidado a la habitación tratando que no se viera nada de dentro, di vuelta todo mi cuarto hasta que las encontré, salí con el mismo cuidado, mostré el papel. (off: una cajita chiquita verde, no encontré la imagen >.<)
-ahora solo nos queda fabricarlas- mis ojos brillaban ante la expectativa, esta vez no tome su mano porque yo tenia ambas ocupada, comencé a caminar hacia el living.

Llegamos al living y el se sentó a mi lado, procedí a fabricar los cigarrillos de marihuana, corte dos trozos de papel, las abrí y deposite la marihuana en ellos, los termine de sellar rápidamente, era como una maquina hacedora de “churros” xD, le extendí uno.
-toma mim... mir, digo, myhr...- me costaba pronunciar su nombre no era tan común que digamos.
-dejémoslo en calefactor con patas- mostré la lengua – no te molesta verdad?- pregunte llevando el cigarrillo hacia mis labios, lo encendí y le pase el encendedor a el. Me saque las zapatillas odiaba andar con zapatos en mi casa.
- lo siento pero estoy en mi casa- reí fuerte, dándole una bocanada al cigarrillo.

Reí como mala de la cabeza, deje la botella a un lado y estire mi brazo hasta su cabeza y le removí el cabello, como si fuera mi amigo de toda la vida.
-será un honor saber que solo yo puedo llamarte así- mostré la lengua. Era increíble lo que unas cuantas chelas y unos cuantos puchos podían hacer. Trate de imaginar que estaría haciendo si no me lo hubiera encontrado en aquel claro, pero me resulto imposible, las cosas pasan cuando tienen que pasar.
-y siéntete afortunado, eres el primer calefactor con patas que invito a fumar a mi casa- le dedique una divertida sonrisa, le di otro poco a mi cigarrillo y me empine la botella de vodka casi vaciándola.
-Y que haces para ganarte la vida “mir”?- pregunté tratando de darle un sentido más profundo a nuestro “encuentro casual”, no todo podía ser drogas y alcohol.... o si?...

guía turístico?, a bueno... al menos el SI hace algo... no como tú vaga de mierda!.. seguí bebiendo y fumando, parecía cualquier cosa menos una persona normal. Bueno que nunca fui una persona normal.
-seria genial!- chille –ahí varias partes que no conozco de la push, hemos ido varias veces con mi hermana cuando la he acompañado a entrenar- sonreí de oreja a oreja.- y con un poco de marihuana el paseo seria aun más interesante- reí, tome de la botella.
Musica?.... mmmm... donde mierda dejo los cds sol, registre con la mirada todo el lugar, y en una esquina se hallaban todos tirados en el piso.
-voy, voy- mostré la lengua. Me pare, camine con suma torpeza hacia donde estaban los cd, me agache y tome uno, prendí el equipo de música, y después de 5 intentos logre insertar el cd de audio. Le puse play. Y volví al lado de Myhr cantando y agitando los brazos de un lado para otro
-"Don't worry about a thing,
'Cause every little thing is gonna be all right.
Singin': "Don't worry about a thing,
'Cause every little thing gonna be all right!"-

y ahí estaba absolutamente volada y un tanto borracha, no podía dejar de reír, tome lo poco y nada que le quedaba a mi botella, la deje en el piso para que no me obstruyera. El canto la segunda estrofa moviendo su cabeza al compás de la música, yo seguí agitando los brazos como en un concierto.
-Singin': "Don't worry 'bout a thing,
'Cause every little thing is gonna be all right."
Singin': "Don't worry (don't worry) 'bout a thing,
'Cause every little thing is gonna be all right!"- cantamos el coro a duo, muertos de la risa.
Ese era exactamente el motivo por el que me gustaba drogarme y beber porque olvidaba por completo lo patética que era mi vida, y me hacia disfrutar con alegría cada instante.
- Rise up this mornin',
Smiled with the risin' sun,
Three little birds
Sit by my doorstep
Singin' sweet songs
Of melodies pure and true- continue cantando a gritos, mi voz no era para nada agradable en ese estado. Fume un poco más de mi cigarrillo. Con una sonrisa gigantesca extendida por mi rostro me recosté sobre el piso, estaba sumamente helado no me había dado cuenta del frío que hacia... y no me iba a dar cuenta con Myhr sin pollera a mi lado... el parecía muy a gusto pero a mi ya se me había puesto la piel de gallina... otra botella de vodka más y se te pasa!... hasta se me había olvidado que sospechaba de el por lo de los lobitos.

No podía creer a lo que habíamos llegado, parecíamos lobos aullando a la luna, nuestras voces eran extrañas y mal entonadas, pero sumamente divertidas.
Se tiro al piso a mi lado, nos veíamos como dos borrachos varados en la playa su calor era tan penetrante como el de “estufita” (Lucrecia), y eso me hizo entrar en la duda nuevamente, algo me había dicho ella de que alguno de los suyos no eran buenos, pero que más daba, al menos me acompañaba en mis momentos de ocio y perdición.
Y terminamos la canción como un coro de mala muerte y mal pagado. Reíamos con ganas, no sabia muy bien si era por nuestra horripilante interpretación o el efecto de la marihuana o el alcohol. Recibí su botella y me tome lo que le quedaba de un gran sorbo. El disco siguió sonando y paso a la siguiente canción de boby.
Me pare del piso para ir a buscar más alcohol al bar, no sabia muy bien como lograba caminar, me balanceaba de un lado para otro como una vil borracha, me tropeze con el sillón.
-mierda!- grite desde el piso, como demonios aprecio el sillón acá!?... maldito sillón deja de moverte!... me reí con ganas, me dolió hasta el alma, me había pegado fuerte en las rodillas.
-anda! Se caballero y ayúdame a levantarme, no creo que pueda sola- dije en tono divertida, pero de verdad había quedado adolorida.

Me reí cuando canto esa estrofa, no pensaba llorar, pero la canción parecía hecha para la ocasión, me dolía demasiado, me levanto y me llevo hasta el maldito sofá movedizo, en cada momento estaba más segura de que el también era un lobito, me acaricie las rodillas, en un intento de apaciguar el dolor, lo miré y le mostré la lengua.
-estoy bien, pero creo que me dejare un buen moretón- reí torpemente.
-iba por ron al mini bar!... porque quedamos en zona seca Mir- sonreí y levante los brazos- y son alcohol no hay fiesta!- me seguí frotando las rodillas.
-Ve tu por el, que yo quede lisiada- mire a mi alrededor en busca de la bolsita y el papel de arroz para fabricar más cigarrillos, estaban en el otro extremo del sillón, me arrastre como serpiente por el sillón burlándome de cómo me había dicho.
-Yo mientras ago más puchitos de maria juana- volví a mostrar la lengua y comencé con el trabajo.