Tramando planes durante la recuperación. Lucian

Un movimiento astuto por parte de Lucrecia. Debía tener cuidado con lo que respondería, todavía debía probar plenamente que tan leal podía ser una temperamental cambiaformas como ella... aunque dudaba que fuese a traicionarme con los vampiros, ella los odiaba más que yo, o eso me daba a entender en ciertos momentos.
Reflexioné cuan sensato sería... y tomé una decisión.

-Sólo tengo un agente aquí, el resto de mis espías ronda en Europa y Asia. América es relativamente nueva para mi- pensé en lo de los Volturi a continuación- Y respecto a los autoproclamados reyes, algunos de sus mejores soldados están rondando aquí, eso creo.

Los Volturi rondaban por aqui... podriamos interrogar a alguno. Trataria de resistir el impulso de matarlo hasta que hubiera hablado.

-Podriamos capturar a uno de sus guardias. Nos diran mas bajo presión, y podriamos reducir su numero llegado el caso.- De todos modos no debia olvidar el contacto de Lucian, podia captar el olor de un humano tanto en la comida como en la tienda de campaña. Ya te tengo pequeño. No me seria dificil rastrearlo y el me diria lo que necesitaba saber sobre Lucian, al fin y al cabo mi falta de información era peligrosa, e incluso el cuento de los Volturi podria no ser nada mas que eso. Tenia que saber mas.

Aquellas últimas palabras resonaron en mi mente unos segundos. Si lograba semejante hazaña, seguramente conseguiría una gran ventaja sobre mis adversarios. Por supuesto, torturar a un Volturi, matarlo luego, me condenaría a la muerte... trayendo la atención de mis enemigos desde Italia. Sentí como la adrenalina corría por mis venas a mayor velocidad de lo habitual, mientras una serie de ideas desfilaban en mi cabeza... El presente, ocuparme del presente, eso importaba nada más.

-Te he dicho que tengo a uno de ellos casi en mi poder, quizá hasta se nos una a la causa- confesé esperando la reprobación de Lucrecia- Claro, si veo que representa una amenaza, yo mismo daré muerte a esa alimaña.

Negue con la cabeza lentamente pero de forma instintiva.

-Es peligroso... son mentirosos por naturaleza... podria jugar a dos bandos y traicionarte Lucian, en cualquier caso, no la des información real o de utilidad. Sigue siendo una sanguijuela.-

El juego de espias que Lucian se traia no me gustaba nada. Pero pronto averiguaria todo lo que necesitara de su compañero humano.

Nuevamente mis años de existencia me fallaban, y el ánimo por descuartizar a los vampiros me ganaba. Estar en América me alteraba mucho, pero me acostumbraría a someter mis sentimientos nuevamente, aunque con dificultad.
Gruñí tras las palabras de Lucrecia, porque tenía razón, aún cuando me trataba como un novato. Adquirí un aire más oscuro al hablar esta vez.

-Estoy consciente, Lucrecia. He tratado con otros vampiros en el pasado y son unos embusteros. De cualquier manera, lo único que te debería preocupar es encontrar a tu vampiro y a mi vampiresa, el resto sobra

Traté de dejar en claro que yo comandaría la operación, aún cuando, en cierta manera, requería en gran medida de la ayuda de Lucrecia

Asenti con la cabeza, la comida habia llegado hasta mi estomago y me sentia algo mejor. Cerre los ojos y me asegure que el siguiera ahi, incapaz de prevenir lo que le esperaba.

-No sera problema encontrarlos, no debes preocuparte por eso.- Le dejaria creer que mandaba por ahora. Seria mas facil tratar con el de esa manera, pero cuanto mas supiera sobre el mayor seria tambien mi dominio, y la información que ese espia pudiera darme seria bien recibida.

Una vanal sensación de superioridad me permitió sentirme reconfortado momentaneamente, aunque, sabía, no serviría de nada, pues cesaría en poco tiempo. No obstante, frenaba mi impetu por un instante, ayudandome a pensar tranquilamente. Ignoraba si Lucrecia era una cambiaformas de fiar, parecía serlo hasta ese momento. Respiré hondo antes de realizar cualquier otro acto, pues la frialdad retornaba a mi cabeza nuevamente, para mi fortuna..

-Pese a todo, en este preciso momento, lo que realmente importa es localizar más aliados, más soldados en esta guerra que estamos por librar. Entonces, y solo entonces, oodremos pensar en un futuro- puntualicé con firmeza

Me encoji de hombros. Dudaba que fuera tan facil reclutar "soldados" como el decia, pero le dejaria hacer y observaria sus resultados, solo entonces me decidiria a hablar.

-¿Como tienes pensado empezar a reclutar?- Lucian podia parecer intimidador, pero no le serviria para reclutar a otros licantropos.

Bueno, mientras cumpliera su parte me daba igual si los engañara los chantajeara o usara cualquier metodo que considerara conveniente.

La mitad de mi rostro se cubrió con una sonrisa de seguridad. Tenía la idea correcta en la cabeza, aunque realmente existí una gran diferencia entre poseer una idea y llevarla a la práctica. No obstante, mis alternativas eran mucho más radicales, quizá arriesgadas hasta no conocer a fondo el territorio que pisaba esos días.

-Mencionaste que sabías donde encontrar manadas locales, puntos perfectos para comenzar a esparcir la palabra y acciones que nos llevarán a incrementar nuestro número- dije completamente confiado, al menos esa era la impresión que deseaba dar.

En mi interior, las dudas me asaltaban todavía... aunque ya me ocuparía de ellas a su momento, por ahora necesitaba que Lucrecia me guiase por los rumbos.

Asenti con la cabeza.

-Conozco a un cambiaformas local, me ayudo una vez en el pasado, tal vez acepte organizar una reunion con su manada. Podriamos ir a visitarle. Pero no aceptaran luchar contra los ojos dorados fuera de su territorio, emos de convencerles de que los Volturis representan una amenaza para ellos.-

Kurt... tenia las ideas muy claras, no vendria con nosotros pero esperaba que al menos reuniera a los suyos y escucharan lo que Lucian tubiera que decir.

Exactamente lo que necesitaba. Una manada, un puñado de ellos quizá, con ello bastaría y sobraría. De hecho, había estimado que diez de nosotros podríamos tomar fácilmente las vidas de cientos de vampiros, atacándoles por sorpresa, siempre en masa. Sí, sin duda, eso me alegraba, sólo un poco, pues debía mantenerme ecuanime en todo momento, sólido como un roble. Dirigí una mirada a Lucrecia, la cual apoyaba mis palabras:

-Si crees poder hacerlo, yo buscaré convencerlos de que los Voturi representan un peligro latente para nosotros.... y emplearé a los ojos dorados para combatir a los Volturi también- añadí con malicia, recordando algunas cosas de mi encuentro con Heidi

Medite unos segundos en silencio. Me puse de pie, y aunque mis piernas se quejaron por el esfuerzo me obligue mentalmente a seguir asi, y unos segundos despues me encontraba caminando con cierta tranquilidad, no obstante si queria llegar lejos volveria a adoptar la forma de guerra pronto.

-Visita este lugar periodicamente, tan pronto tenga noticias te vere aqui.- Le di la espalda y comence a caminar, visitaria a Kurt, pero antes tenia otra parada en mente.