Iba caminando hacia mi casa, estaba haciendo un recorrido por Forks, para ver si todo estaba bien. Pasé afuera de un café, y entre tantos aromas y el olor del café que es muy escandaloso, percibí el efluvio de un humano, me parecia algo diferente, no me causaba esa sed común, como cualquier humano en la calle, sino que era diferente, Entré al café para ver a quien pertenecia tan delicioso olor, ya para disimular un poco pedí un frappè de moka. Me senté en una mesita cerca de aquel chico. Esperaba poder llamar su atención y que él me hablara.