la amenaza (los blanc y André)

Esta vez si que no era solamente porque nosotros deseáramos estar juntos por la eternidad, si no que la vida de mi amado corría peligro... toda esta situación me estresaba más de lo habitual... esperaba que esta vez no nos rechazaran, esperaba que Laurent y Brody si nos apoyaran, yo no quería convertirlo por mis medios eso era como “jugar con la suerte”. Demasiado arriesgado, y ya no podía arriesgar más su vida, si íbamos a hacer esto tenia que ser por las buenas... o mejor dicho por lo seguro...

Fuimos en su moto hasta Forks, todo se volvía color hormiga, ya ni sabia porque sufrir, había tanto dolor acumulado en mi interior que en cualquier momento explotaría y destrozaría todo lo que me rodeara, el viaje fue largo y en silencio, yo sollozaba, era mi propia forma de llorar.
Nos bajamos de la moto, me saque el casco y tome su mano, caminamos juntos hacia la puerta. No podía mirarlo, tan solo mirar sus amables ojos me rompía hasta el alma. Saque una llave de mi bolsillo y abrí la puerta.

-mam?, dad?- grite, sabia que están ahí, podía sentir ambos efluvios.

Después de mi ataque de furia y de haber destrozado nuestra habitación, bajé de inmediato en cuanto percibí los aromas de André y Freda, a decir verdad ultimamente mi sentido del olfato fallaba en cuanto a Laurent...

Bajé a paso lento, la voz de mi hija resonó en la gran casa.

-Hola chicos, bienvenidos-

Ambos lucian extraños, recordé la ultima plática... inconclusa.

-Parece que tienen algo que decir, lo noto en sus ojos- yo estaba seria, mas seria que de costumbre, acababa de tener un ataque y no podia disimular mi estado.

Aparecí detrás de Brody, había bebido mucha sangre en la cocina. Unos pasos y estaba enfrente a los muchachos. Los miré con preocupación Freda no podía ocultar nada, su mirada la deltaba, era nuestra hija.
-Qu’il a passé petite? – me acerqué a ella y le di un beso en la frente- André –saludé al muchacho, haciendo un movimiento en la cabeza y de nuevo regresé con mi esposa que en ese moemento sentia mas su odio que su cariño-.
Tal vez debió de golpearme como lo hizo con nuestra habitación, para desahogar su odio.

sabia que lucia espantado, apreté la mandibula y la mano de mi novia. Caminé a su paso aunque el mio era torpe, su andar era elegante y sútil. Cruzar la puerta de su casa me ponia los pelos de punta, no soportaba tener que convivir con tantos vampiros, podrian destrozarme en un abrir y cerrar de ojos. Pero el tener a Freda a mi lado me calmaba.... aunque ella fuera uno de ellos y yo.. pronto seria uno.

Movi la cabeza en cuanto vi a Brody, lucía algo molesta, tragué saliva. Después apareció Laurent me puse firme como si viera realmente a mi jefe del batallón, solo me faltó el saludo marcial.

-Freda?- dije en voz muy baja mientras la miraba, no pude descifrar su rostro.

Estatica como estatua me quedé mirando a André, me arrepentí de no haber bebido lo suficiente esa tarde, intenté no respirar, tomé mis manos y las apreté con fuerza, miré fugazmente a Laurent, no estaba molesta con él, mas bien con la situación.

-Querida que tienes que decirnos? te noto rara, habla ya-

Mis labios apenas se movieron, el novio de mi hija olia malditamente bien, escuchaba los latidos de su corazon, intensos, rápidos, y conformé mas se alteraba mas intenso era el aroma de su sangre.
Mis ojos lucian oscuros, sin vida

Y todo volvía a empezar... la misma platica... pero ahora por diferentes razones... ya no era solo un loco capricho... me mantuve en silencio cuando mi madre y mi padre aparecieron... el dolor reflejado en mi rostro era algo horroroso. Mi vida... mi todo... mi maldita no vida... era uno de esos momentos en que quería que todo fuera diferente. Que mi padre nunca hubiera muerto, que no tuviera que tener los tutores que tenia, que todo siguiera el curso que debía seguir... yo muerta, como debió ser siempre...
Mire a André de reojo cuando pronuncio mi nombre, no podía mirarlo más que eso, apreté su mano con fuerza no tanta como para lastimarlo, y volví a mirar a mis padres.

-Hola, mam, dad- mi voz sonó ronca.

-si... tengo algo que decirles- esta vez mire el rostro de André, sentí un puñal clavarse en mi pecho, cerré los ojos por unos segundos, casi eternos. Los volví a abrir y continué.

-si no transformo a Andrés antes de que termine la semana los volturis lo mataran- dije todo de un viaje esta vez no estaba para rodeos

-si no me quieren ayudar a hacerlo lo entenderé, pero yo cumplo con avisarles que el sera uno de nosotros si o si- fue justo ahí cuando ya no pude más, abrace a André y enterré mi rostro en su pecho, dejando que su aroma me inundara por completo, lastimándome.

La recibi en mis brazos, ella lucia mal, toda su familia lucia mal, me senti aun mas como un extraño en un lugar que no me pertenecia.

-Estoy decidido, quiero ser un vampiro, no me importa el camino que tenga que seguir para conseguirlo, y si tengo que morir, no será en manos de esos Volturis.

Besé la frente de Freda y cerré los ojos.