Y si lo pateo me pasa algo?

Era un dia normal, exceptuando el hecho de que me hubiese despertado a las 7:00, en realidad era lo unico anormal en mi rutina. Me vestí con lo primero que encontré que fuera útil: unos pantalones desgastados y una blusa blanca. El aire que se pudo colar por mi ventana me hizo ver que -de nuevo- el dia era frío. Como extra a mi vestimenta tomé una chamarra negra y una bufanda a cuadros, negros y blancos, solo di una ligera cepillada a mi cabello y estaba lista. Seeh, sabia que debía de haberme bañado antes de salir, pero el calentador no prendia desde hace rato.

Bajé con pereza las escaleras hacia el recibidor, evitando hacer ruido por que no queria despertar a mis padres, era su dia libre y tenerlos pegados a mi no me resultaba apetecible. Tomando una manzana y las llaves de la mesa, salí de la casa.

-Bien, ahora a donde vamos? -murmuré mordisqueando la manzana y mirando hacia el cielo, no habia señal de nubes oscuras, por el momento todo iba bien, además de que seria improbable que lloviese en esta epoca del año.

Mientras pensaba sobre el clima y daba la ultima mordida a la manzana, estaba ya en el centro de la plaza de los pioneros. Los restaurantes apenas comenzaban a tener gente y uno que otro perezoso caminaba con las mismas ganas que yo. Al pasar junto a una de las bancas del parque, tomé asiento en esta, esperando a que? quien sabe, pero no tenia nada mejor que hacer por el momento.

¿La Universidad podía ser igual de pesada sin entrar aún? Parecía ser así. Muchas semanas desde la llegada de Ike, finalmente éramos una familia, Anne y él parecían incapaces de despegarse, Claire y yo...bueno, era un paso lento, pero progresaba hasta donde lo veía yo, para los ojos curiosos, no se sabía por ahora nada del asunto.

Era demasiado temprano en mi opinión, las 7 de la mañana no era una buena hora para entregar papeles, no al menos decentes, el decano no pensaba igual. Antes de verme con él, tuve ganas de comprar algo para desayunar, ligero, más tarde comería algo que le sentara bien a mi estómago. Un pantalón de mezclilla, una playera blanca de manga corta, una chamarra café y una bufanda negra no era una buena vestimenta para ver al rector según mi madre, pero qué rayos, yo no iba a modelar. Estacioné la moto en una zona de parking con vigilancia, salí para buscar algo de comer, pero solo una cosa me llamó la atención, me acerqué un tanto, para ver unos ojos verdes que yo conocía, sabía quien era la persona.

-Morrigan- Lo miré sorprendido, para luego sonreír.

En mi alegata interna sobre por qué demonios tenia que estar despierta tan temprano, una voz externa rompió mi soliloquio devolviendome así al mundo real...Morrigan...esa voz me resultaba por demás familiar, pero un poco más profunda de lo que recordaba. Viré en dirección de la voz que me habia llamado, parpadeando en multiples ocasiones para asegurarme de que no era una alucinación.

Reconocia perfectamente esa mirada, tan diferente a la de su clon -como usualmente lo llamaba-. Un poco más tranquila, pero con un tinte de fiereza tipico.

Elliot? -Pregunté como si se pudiese tratar de otra persona, ladeando ligeramente la cabeza hacia un costado, si, era el, no tenia duda de ello. Me paré de un brinco, acortando la distancia que quedaba entre ambos.- Elliot Arklay? - Inquirí nuevamente.