te conocí mientras limpiaba.... (Melinda)

Invitado

DESPUÉS DE MI PLÁTICA CON LA JEFA Y DE ASEGURAR DE NUEVO MI EMPLEO, TUVE QUE PEDIR INDICACIONES DE NUEVO, HABIA OLVIDADO EXACTAMENTE LO QUE HACIA.

AUN TENIA MUCHO QUE VOLVER A APRENDER, AUN HABIA TANTOS RECUERDOS QUE RESCATAR.

LA CLIENTELA LLEGABA, INTENTABA NO PARECER NUEVO, VARIOS MENCIONABAN MI NOMBRE, ME CONOCIAN, YO ME SONROJABA AL NO PODER RECORDARLOS.

UNA CHICA LLEGÓ A PREGUNTARME POR ALGUIEN.... EN ESE MOMENTO ALGO PASÓ DENTRO DE MI PECHO..... RECONOCÍ EL NOMBRE: FREDA

NO DIJE NADA Y CONTINUÉ CON MI TRABAJO, INTENTANDO HACER MEMORIA.

UN VODKA, VARIOS TEQUILAS, DOS QUE TRES MARTINIS Y DESPUÉS OTRA CHICA.

ME QUEDÉ OBSERVÁNDOLA, COMO SOLÍA HACERLO SIEMPRE, CASI NADIE SE INCOMODABA.

-TE OFREZCO ALGO?- SONREÍ ALGO VORÁZ.

Invitado

Y allí estaba ese maldito de Black intentando hacer de las suyas nuevamente, con su carita angelical nadie lo creía capaz de hacer tantos destrozos, menos en un lugar tan pequeño. Lo encontré justo cuando tenía sus enormes dientes puestos en mis zapatillas converse. Luego de mi debate interno de mandar al de orejas largas a la casa de mis padres decidí conservarlo, mas si lo volvía a hacer pagaría más caro que un día sin alimento.

Me subí en mi auto sin un rumbo definido, avancé las cuadras, preparando mi libreta de mano y metiendo la grabadora en mi bolsillo izquierdo. Siempre dispuesta a analizar a alguien más que a mi propio reflejo. Me estacione en un lugar poco concurrido, no me gustaba el aire era muy pesado y esos malditos borrachos estaban por todos lados, salí de aquel infierno terrenal y avancé un poco más... ese lugar me gustaba, unas cuantas veces nos habíamos dejado caer allí con mis compañeras de facultad, teniendo que llevarlas del hombro a sus casas.

Jeans ajustados, un par de zapatillas y un abrigo negro hasta la rodilla era todo lo que traía, además de un bolso a mi costado. Caminé hasta la barra sin mirar atrás, un trago era todo lo que necesitaba además de una conversación amena. Miré a los presentes, ¿Cuál analizar hoy?, sólo victimas de mis estudios, unos conejillos de india grandes y bebidos.

Anoté en mi cuaderno la hora y el día, un muchacho quizás el barman no lo sabía con exactitud, piel blanca, ojos claro, linda sonrisa. –Una cerveza- le respondí con una sonrisa amistosa... si, Melinda, perfecta actuación. – Que sean dos- corregí y volví a sonreír. tomé asiento.

Invitado

-Dos cervezas- respondí autómata y mostrándome algo curioso por lo que la chica anotaba en la libreta, estiré un poco el cuello, tal vez alcanzara a ver algunas letras... nada. Dejé mi trapo con el que limpiaba la barra. -Claras u Oscuras?- le dije a la chica que estaba clavada en sus notas, recargué ambos brazos en la barra en espera de su respuesta.

De nuevo vienen a mi mente algunos flashasos, pero no es momento de analizarlos, es tiempo de hacer bien mi trabajo, nada más.

-Yo le recomiendo la cerveza de barril oscura, es de las mejores de la casa- ni siquiera sabie si eso era cierto, pero debia hacer alguna recomendación ¿o no?

Invitado

Miré al chico de pies a cabeza, su mirada parecía perdida en el espacio ¿Loco?, tal vez un poco desorientado... anoté en la libreta dichos datos. La música apenas se escuchaba con el arduo bullicio de la gente, quizás por eso nunca degustó permanecer mucho tiempo en lugares cerrados como los de ese tipo, la playa era mejor, o un picnic con kingkong en el bosque.

-Una de esas para mi entonces- respondí lo más rápido que pude y con un volumen elevado para que me escuchara. – y la otra... no sé cual prefieras para ti, la de la casa o una clara- intenté bromear un poco. Nota mental: Actuar con seguridad o empatía hace que el otro se sienta más confiado. Sonreí lo mejor que pude, como siempre queriendo saber más y observando cada detalle, imagen, sonido que llegara a mis sentidos.

-Melinda- estiré mi mano hacia el, ¿Muy arriesgado?, talvez era un sicópata... pero nunca había analizado un sicópata podía resultar interesante.

La cabeza me iba a explotar, sabía que los escáneres mentían. Había algo más allí... siempre había algo más. Llevé hasta mi cuello la mano libre para calmar ese maldito dolor.

Invitado

Ella seguia anotando algo, ¿que podia ser?, odie ser tan curioso ultimamente.

Miré su rostro cuando insinuo...no, no, cuando dijo que la otra cerveza sería para mí...

-Soy André- respondi a la chica dándole mi mano y estrechándola ligeramente
-Segun tengo entendido, en mi primer dia de trabajo, sería muy arriesgado que yo bebiera siquiera un trago, aunque....- miré a mi alrededor- no veo a ningun jefe cerca, por lo menos no a alguno que yo recuerde- me rei y me dispuse a servir dos cervezas de barril oscuras.

Las puse sobre la barra y me sentí diferente, como si esto lo hubiera hecho un millón de veces. -aqui tienes Melinda- sonreí de nuevo

-Te cobraré al final, cuando decidas irte, o cuando dejes de escribir tanto en esa libreta- me asomé de nuevo, pero no era bueno para reconocer las letras al revés.

-Me pones nervioso- dije con honestidad

Invitado

Mi mano se deslizaba sobre el cuaderno anotando el nombre del chico en cuestión. La confusión seguía predominando en su pálido rostro, sus ojos se veían sin fondo, luchando por encontrar algo. Recordé aquel día que fuimos a separar por grupos sociológicos a los pacientes del manicomio de Seattle, la mirada era familiar.

Al menos la capacidad de atención era buena, continúe anotando lo que observaba cuando André fue por las cervezas, no sabía si aun era muy pronto para utilizar estadísticas. Sonreí cuando al fin la cerveza helada y burbujeante estaba frente a mis ojos invitándome sin decir nada a beberla. Sus palabras seguían insinuando su poco enfoque con las cosas. Opté por dejar de escribir en mi libreta y centrar la atención al cien por ciento en el muchacho, dejé la grabadora sobre mis piernas y la encendí, al menos de esa forma tendría el registro de todo lo hablado.

-¿Nervioso?- Le pregunté liberando carcajada. –Anda... no me digas que nunca antes te habían invitado a una cerveza- comenté acercando el vaso a mis labios, bebí un sorbo de cerveza.

-Además no actúo de esta forma para espantarte, aun que de cierta forma a veces puedo resultar intimidante... es sólo cuestión de carácter- señalé mostrándome templada. – pero fácilmente puedo actuar como una persona sumisa que no habla nada ¿Por quien optarias?- Alcé una ceja divertida. La luz roja de la grabadora parpadeaba sin cesar.

Invitado

Siempre fui fan de las bellas sonrisas, y esta era una de ellas, obvio no se lo diria, lo guardaria en mi cajita mental... que no estaba del todo apta para guardar cosas en ella.

-Digamos que no recuerdo la ultima vez que una chica que invitó una cerveza, por lo tanto esto es nuevo para mi, y no me incomoda, al contrario, creo que me gustará más de la cuenta.- miré por todos lados y después bebi un sorbo de la cerveza, habia olvidado tambien lo bien que sabia.

-Las chicas sumisas no me gustan, prefiero ser yo el pasivo y mantenerme escuchando, observando, de vez en cuando decir un mal chiste, asi funciono yo-

La clientela habia disminuido, o por lo menos habia un par de gente que podia atenderlas, tenia 15 min de descanso, quizas era momento de tomarlos.

-Y dime Melinda, qué tanto escribias?- le di otro sorbo a la cerveza -lo siento si mi curisosidad te molesta, ultimamente ando por demás curioso y avido de respuestas.

Invitado

Mi mano sujetaba firmemente el vaso de cerveza, que cada cierto segundo iba dirigida a mi boca. ¿No recordaba?, mi mirada vacilaba en sus expresiones y en la forma en la que movía los labios al hablar ¿Inseguro quizás? esperé que terminará de hablar con una sonrisa de comprensión se marcó en mis facciones. Esto es algo que no iría grabado, pero intentaría recordarlo a la perfección.

El líquido dorado descendía lentamente por mi garganta, quería un cigarrillo, pero esa semana ya había fumado mucho, y nuevamente el pulmón derecho iba a empezar a dolores. Tendría que llamar a mi medico para un examen completo el lunes a primera hora.

-No te desanimes a ti mismo, los chistes son buenos solo que algunos no los entienden, ese es el gran problema- le mostré la lengua. Me seguía preguntando que era lo que estaba en la memoria de este chico. Después de unos segundos el bullicio empezaba a disminuir... si... dios existe.

-Puedes permanecer tranquilo muchachón, son sólo apuntes de lo que veo o escucho. Por lo general me doy el tiempo suficiente para conocer a las personas... puede sonar un poco extraño pero es divertido ver como las personalidades van cambiando... hay veces que los con apariencia más inocentes son unos rufianes- sonreí exaltada dándole otro sorbo a mi cerveza.

- ¿Trabajas hace mucho aquí?- pregunté interesada, tal vez me sentía perdida, no lo sabía, todo era relativo conmigo, hasta mis propios sentimientos los tendía a analizar.

Invitado

Me quité ese trapo que colgaba de mi cintura, él cual me hacia ver como todo un chacho/sirviento profesional. Le di otro sorbo a la cerveza y esta vez lo disfruté mucho más. Jalé un banquillo y me senté, tenia ganas de platicar y este era el momento adecuado, supuse.

Ella me mostró la lengua, me quedé boquiabierti, extrañé algo... a alguien, y de nuevo esa horrible sensación en el pecho, después una imágen, de nuevo esa chica, mostrándome la lengua.... llevé una mano a mi sien, presionándola, cerré los ojos un instante.

-perdón... perdón... ultimamente no me eh sentido muy bien- miré de nuevo a Melinda y vi algo en ella, no quize saber que era.

Intenté retomar sus palabras.

-Llevo un dia trabajando aqui- comenté mas tranquilo -Antes trabajaba aqui, pero ... tuve un accidente... creo... y no recuerdo algunas cosas, sólo sé que hace algun tiempo trabajé aqui, los dueños me lo han asegurado, ahora intento recordarlo todo pero es algo complicado.

Noté que mi cerveza se agotaba, asi como mis 15 minutos.

Invitado

Al fin André se iba poniendo más cómodo, supuse que era de estas personas que les costaba llegar a otras en un principio, pero más tarde me enteraría si llevaba o no la razón de mis pensamientos. Su mano se dirigió por inercia a la cabeza me quede analizando su estado, talvez era jaqueca o una de esas extrañas enfermedades que les atacaban a los jóvenes por estrés laboral, leí algo al respecto... podía ser un cáncer. Extrañamente me preocupé.

Posé una mano en mi barbilla digiriendo la última información, entonces estaba en lo correcto. Pobre chico, me intente poner en su lugar pero me era imposible. Dos veces desee que eso me pasara, la primera cuando saque rojo en un examen de sicología, la segunda cuando murió mi Araña White. Fría ¿no? Viendo en el estado en el que el muchacho se encontraba, le di unas delicadas palmaditas de ánimo en la espalda. Asegurando con mi mano la grabadora.

-Uff- dije un poco confundida – en tal caso, entiendo tus dolores de cabeza- metí la mano a mi bolso y saqué un par de aspirinas, siempre andaba preparada para casos de este tipo. Tomé su calida mano y deposité en ella las aspirinas. –Te la tomas cuando se te pasen los efectos del alcohol- sonreí amablemente para luego soltarlo.

¿Compasión? pestañeé un par de veces y opté por cambiar de tema antes que le explotara la cabeza. – La cosa es que iras recordando de a poco no tienes que esforzarte mucho André... la mente tiende a borrar hechos shockeantes en nuestras vidas, tal vez es mejor que no recuerdes- sonreí a medias, era una de las pocas veces que sentí que yo mentía.

Invitado

Sólo la escuché y encontré mucha razón en sus palabras, de nada me servía continuar esforzándome, no estaba ganando nada, sólo absurdos dolores de cabeza.

Puse las aspirinas en mi bolsillo y le sonreí agradecido, le di el ultimo sorbo a mi cerveza.

-Muchas gracias Melinda, las tomaré más tarde- después pensé en dónde demonios me quedaría?, no tenia donde ir, quizas era hora de buscar un buen motel.

-Te gustaría beber algo más?- eché un vistazo a su bebida, casi se terminaba. -Esta vez invito yo- me levanté de un salto, y con otro salto llegué al otro lado de la barra... mi lugar.

-Podrías probar un martini seco, tengo la impresión de que nadie los prepara como yo- era este otro leve recuerdo... iba adelantando poco a poco.

Invitado

Todo era extraño en ese muchacho, aparte de aquella perdida de memoria debía haber algo más, todos hasta las cosas más pequeñas tenían su propia historia, tenían su verdadero yo no muy alejado de la costa. Sonreí, no podía evitar hacerlo, era unos de esos impulsos nerviosos que ni con la mayor insistencia puedes dominar.

Terminé por tomar mi cerveza y ver como André se desenvolvía abiertamente en el bar, era lo suyo y se notaba. –Acepto- le guiñé un ojo en confirmación a lo que había propuesto, nunca estaba de más guardar unos pesos para más tarde, el dinero no crece de los árboles.

-Que sea un martini seco entonces- comenté aun un poco confundida, ¿Porqué todo me resultaba raro? terminaría yendo al sicólogo y al doctor general, todo de una vez para evitar esos tediosos tramites. Nota Mental: el chico se muestra apacible a pesar de la tensión mental que está sintiendo.

-¿No recuerdas como llegaste hasta aquí?- pregunté mirando sus ojos cristalinos -¿Duermes en el bar?... ¿haz intentado ir a alguna sección terapéutica? ¿Hipnotismo?- ya... lo sé muchas preguntas para alguien como el que ni siquiera sabía donde estaba parado, pero quería enterarme de todo, dejar puntos ciegos no era algo que acostumbrara a hacer, y la información era un arma eficaz.

» Melinda Keller Schiffer
» creo que te conoci en el pasado (brian)
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» Buscando problemas -quien quiera mientras sea vampiro-
» Buscando a mi pareja ideal....((Solo chicas mientras mas muxo mejor))