Cuando todo es negro...*Libre*

Hace poco tiempo me había caído de repente un balde de agua fría, me había enterado de la noticia mas terrible...mi vida estaba llena de eventos desafortunados, robada por una enfermera, con una gemela perdida, y ahora...con la mitad de mi familia muerta, podría decirse que con la única persona que contaba ahora era Becca, mi hermana...ella comprendía mi dolor, ya que era el mismo dolor...era nuestro dolor.

Llegué a la plaza de los pioneros con el ánimo por el piso, iba vestida de negro, completamente de negro, con el cabello recogido en una cola de caballo y el rostro demacrado por las lágrimas que ahora no dejaban de correr...me senté en una de las bancas que habían allí y observé a la gente, a los niños mientras jugaban...ellos eran felices, y de repente me pregunté si yo sería feliz de nuevo. Debía intentarlo.

El viento azotaba mi cara con fuerza, me gustaban los días de lluvia, por que las gotas se confundían con mis lágrimas, pero los de viento me gustaban aún mas...en esos días se secaban solas, una chica se paró frente a mí, y acto seguido se sentó ignorando por completo mi presencia...¿acaso me veía tan mal, que ni siquiera me notaban?...ladeé la cabeza y la observé, casi de reojo, era bonita, su cabello era rubio como el mío pero se veía bonito, era brillante y caía por sus hombros, el mío hoy no era lustroso...yo hoy no era brillante.

Decidí no molestarla...con mi presencia, pero no tenía por que levantarme, me limité a seguir mirando al frente...con lágrimas que secaban rápido.

Ella también había decidido ignorarme, en estos tiempos la sociedad era así, nadie se preocupaba por los otros, y eso me pareció bien...ella no tenía por que dañar su día con mis problemas, mis ojos ya no parecían el mar azul...parecían el mismo infierno, eso era lo malo de llorar...su voz me sobresaltó, ¿se dirigía a mí?...ladeé la cabeza y esta vez no la mire de reojo, lo hice de frente...al parecer me había equivocado con ella, quería ayudarme...

- Bueno...no creo que puedas hacer demasiado por mí - intenté sonar amable, pero mi voz se quebró - pero gracias por preocuparte...eso no se ve demasiado en estos tiempos, considerando que soy una completa extraña para tí...lo aprecio - lo último solo lo susurré...no podía hablar con mayor volumen - soy Kelsey...- dije -.

La chica, Ari, parecía querer distraerme, en realidad no vivía en Seattle, el día anteior había sido muy duro para mí, había estado con Becca en el cementerio, me había enterado de la noticia que me tenía en estas condiciones, yo que solía ser tan alegre, tan vivaz...sonreí ligeramente, fue casi imperceptible, en respuesta a Ari, quería intentar reponerme.

- Ari - repetí - bonito nombre...es poco común, y en respuesta a tu pregunta, no...en realidad mi casa, la casa donde vivo...está en Forks - susurré - pero hoy en la mañana decidí pasearme por aca así que simplemente tomé un taxi...quería alejarme de todo - y era verdad, quería alejarme de la casa que tan malos recuerdos me traía, de la casa vacía...- ¿y tú? - pregunté intentando entablar una conversación mas o menos normal -.