La hora de la venganza de acerca, y tristemente el mundo se tiñe de gris, trayendo consigo un delicioso aroma para los que los días y las noches se hacen eternas. El mismo gris de los cielos de Forks y el rojo que mancha sus tierras. |
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| Amanecer (libro) | |
| | Autor | Mensaje |
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Jane Volturi
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| Tema: Amanecer (libro) Jue Abr 23, 2009 9:17 am | |
| La cuarta parte de la Saga de Stephanie Meyer, supongo yo que la mas importante. (Sin quitarle crédito a las demas) Es la parte en la que nos estamos enfocando en este foro, esto nos servirá mucho para recordar cosillas que tal vez algunos ya habian olvidado. Espero y lo disfruten y no pierdan la oportunidad de leerlo las veces que quieran. Para los verdaderos Fans de Twiligth Saga.
Cualquier duda, comentario o sugerencia, no duden en decirme.
. : : DISCLAIMER : : . Crepúsculo, Twilight, New Moon, Eclipse, Amanecer, Breaking Dawn así como el resto de títulos y personajes asociados a la serie escrita por Stephenie Meyer, son propiedad de Stephenie Meyer y asociados. Esta web es un trabajo hecho por fans creada con el único propósito de entretener y de dar información. La información está tomada de los libros editados en español por Alfaguara (Santillana) y por las webs de Stephenie Meyer y el TwilightLexicon. Las imágenes e información de la película pertenecen a Summit y Aurum.Jane Volturi (Ale) | |
| | | Jane Volturi
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| Tema: Re: Amanecer (libro) Lun Abr 27, 2009 1:00 pm | |
| LIBRO UNO Bella CONTENIDO PREFACIO
1. COMPROMETIDA
2. NOCHE LARGA
3. EL GRAN DÍA
4. GESTO
5. ISLA ESME
6. DISTRACCIONES
7. INESPERADO | |
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| Tema: Prefacio Lun Abr 27, 2009 1:03 pm | |
| PREFACIO HABIA TENIDO MÁS QUE MI CUOTA CORRESPONDIENTE DE EXPERIENCIAS cercanas a la muerte. No era algo a lo que realmente te acostumbras. Parecía curiosamente inevitable, sin embargo, enfrentar la muerte otra vez. Como si realmente estuviera marcada para el desastre. Había escapado repetidas veces, pero esta seguía volviendo a mí. No obstante, esta vez era tan diferente a las demás. Puedes correr de alguien que temes, puedes tratar de luchar contra alguien que odias. Todas mis reacciones habían sido dirigidas hacia aquel tipo de asesinos – los monstruos, los enemigos. Siendo la persona que estuviese matándote, alguien a quien amaras, no tendrías más opción que seguir. ¿Cómo podrías correr, cómo podrías luchar, cuando al hacerlo lastimarías a tu amado? Si tu vida fuera todo lo que tuvieras que darle a tu amado, ¿cómo podrías negársela? ¿Si fuera alguien a quien realmente amaras? | |
| | | Jane Volturi
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| Tema: Capitulo 1: Comprometida (parte 1) Lun Abr 27, 2009 1:10 pm | |
| 1. COMPROMETIDA Nadie te esta mirando, me prometí a mi misma. Nadie te esta mirando. Nadie te esta mirando. Pero, porque no podía mentirme convincentemente ni siquiera a mi misma, tuve que echar un vistazo. Como estaba sentada esperando por las tres luces del tráfico en el pueblo que se volvieran verdes, mire a escondidas a la derecha ‐en su minivan, La Señora Weber dio vuelta completo su torso en mi dirección. Sus ojos perforaron los míos y me estremecí, preguntándome por qué no bajaba su mirada o se veía avergonzada. Todavía se consideraba rudo mirar fijamente a la gente, ¿no era así?, ¿ya no se aplicaba más eso a mí? Entonces recordé que estas ventanas estaban recubiertas de un color tan oscuro que probablemente ella no tenia idea si inclusoyo estaba aquí, quedando claro eso alcance su mirada. Intente encontrar algún alivio en el hecho de que no tenía la vista fija en mí realmente, sólo en el auto. Mi auto. Suspiré. Eche un vistazo a la izquierda y gemí. Dos peatones estaban tiesos en la acera, perdiendo su oportunidad de cruzar mientras miraban fijamente. Detrás de ellos, el Señor Marshall estaba embobado a través de la vidriera de su pequeña tienda de recuerdos. Al menos no tenía la nariz pegada contra el vidrio. Todavía. La luz se volvió verde y en mi apuro por escapar pisotee sobre el pedal del gas sin pensarlo ‐ la forma normal en la que hubiera golpeado a mi viejo monovolumen Chevy para que se moviera. "¡Argh!" grite sofocada mientras buscaba a tientas el freno. Tranquilizándome, simplemente golpe de forma ligera el pedal. De todas formas el auto se tambaleo hasta detenerse absolutamente. No aguante mirar alrededor a la reacción. Si había habido alguna duda de quién estaba manejando este auto antes, se había ido ahora. Con la punta de mi zapato, suavemente presione el pedal del gas hacia bajo un milímetro y medio, y el auto se movió hacia adelante otra vez. Conseguí alcanzar mi meta, la gasolinera. Si no hubiera estado funcionando ‐‐‐No hubiera llegado al pueblo del todo. Iba sin muchas cosas estos días, como Pop‐Tarts (galletitas dulces) y cordones de zapatos. Para evitar gastar tiempo en público. Moviéndome como si fuera en una carrera, tuve la ventanilla abierta, la tapa del depósito de gasolina
abajo, la tarjeta escaneada y el inyector en el tanque dentro de segundos. Por supuesto, no había nada que pudiera hacer para que los números en el marcador aceleraran el paso. Ellos hacían tic‐tac perezosamente, casi como si lo hicieran sólo para enojarme. No estaba soleado ‐ un típico día lluvioso en Forks, Washington ‐ pero aún sentía como si un foco me apuntara, atrayendo la atención al delicado anillo en mi mano izquierda. En momentos como este, percibiendo los ojos en mi espalda, se sentía como si el anillo se estuviera moviendo rítmicamente como un aviso de neón: Mírame, Mírame. Era ridículo estar tan acomplejada y sabía eso. Además de mi papá y mamá, ¿realmente importaba lo que la gente estuviera diciendo sobre mi compromiso?, ¿acerca de mi nuevo auto?, ¿acerca de mi misteriosa aceptación en el Ivy League Collegue? ¿Acerca de la brillante tarjeta de crédito negra que centelleaba en mi bolsillo de atrás ahora mismo? "Sí, a quién le importa lo que piensen" Murmuré respirando bajo. "Uhm, ¿señorita?" la voz de un hombre llamo. Me di vuelta, y entonces desee no haberlo hecho. Dos hombres estaban parados al lado de un lujoso todo terreno con flamantes kayaks atados en la parte superior. Ninguno de ellos estaba mirándome, ambos miraban el auto. Personalmente, no lo entendía. Apenas estaba orgullosa de poder distinguir los símbolos de Toyota, Ford y Chevy. Este auto era negro brillante, elegante, y bonito, pero seguía siendo sólo un auto para mí. "Lamento molestarla, pero ¿podría decirme qué tipo de auto esta manejando?" preguntó el alto. "Uhm, un Mercedes, ¿si?" "Sí," dijo el hombre cortésmente mientras su amigo de más baja estatura entorno sus ojos a mi respuesta. "Lo sé. Pero me estaba preguntando... ¿esta manejando un Mercedes Guardián?" el hombre dijo el nombre con reverencia. Tuve la sensación de que este tipo se llevaría bien con Edward, mi... mi prometido (no había realmente vuelta que darle a esa verdad con la boda sólo a unos días) "Se supone que no están disponibles en Europa todavía" el hombre continúo "y mucho menos aquí." Mientras sus ojos examinaban los contornos de mi auto ‐no se veía muy diferente de otros Mercedes para mi, pero ¿qué sabia yo? ‐ Contemplaba brevemente mis problemas con palabras como prometido, boda, esposo, etc. Tan solo no podía ponerlas juntas en mi cabeza. Por una parte, había sido criada para que se me pusieran los pelos de punta al simple pensamiento de esponjosos vestidos blancos y ramilletes Pero más que eso, tan sólo no podía conciliar un formal, respetable, aburrido concepto como esposo con mi concepto de Edward. Era como moldear a un arcángel como un contador público. No podía visualizarlo en ningún rol banal. Como siempre, tan pronto comencé a pensar en Edward fui atrapada por un excitante revuelo de fantasías. El extraño tuvo que aclarar su garganta para tener mi atención: todavía estaba esperando por una respuesta acerca de la compañía que hizo el auto y el modelo. "No lo sé" le dije honestamente. "¿No le importa si me tomo una foto con él?" Me tomo un segundo procesar eso. "¿En serio?, ¿quiere tomarse una foto con el auto?" "Claro-- nadie va a creerme si no tengo una prueba". "Uhm. Ok. Bien." Puse de lado rápidamente el inyector y me arrastre lentamente en el asiento delantero para esconderme mientras el entusiasta etrajo de su bolso una gran cámara que se veía profesional. Él y su amigo hicieron turnos posando por el capo, y entonces fueron a tomar fotos a la parte trasera. "Extraño mi monovolumen" me queje. Muy, muy conveniente ‐demasiado conveniente‐ que mi monovolumen haya dado su último respiro sólo semanas después de que Edward y yo hayamos acordado nuestro anómalo comproiso, un detalle el cual era que él tenia permitido reemplazar mi monovolumen cuando este pasara a mejor vida. Edward juro que eso sólo era esperable, mi monovolumen había vivido bastante y entonces había expirado por causas naturales. Según él. Y, por supuesto, yo no tenia forma de verificar su historia o tratar por mi misma de revivir mi monovolumen. Mi mecánico favorito‐‐‐ detuve ese frío pensamiento, negándome a terminarlo. En lugar de eso, escuche la voz del hombre afuera, atenuada por las paredes del auto. "... en el video online venían con un lanzador de fuego. Ni siquiera arrugo la pintura." "Por supuesto que no. Puedes pasar un tanque sobre este nene. No hay mucho mercado para uno aquí. Diseñado por diplomáticos del Medio Oriente, traficantes de armas, y los lideres que manejan drogas, en su mayoría." "¿Crees que ella es algo?" preguntó el de baja estatura en voz más suave. Agache mi cabeza. "Huh," dijo el alto, "Quizás. No puedo imaginar para qué necesitas vidrios a prueba de misiles y dos toneladas de armadura por aquí. Debe ser conducido en alguna parte más peligrosa." Armadura. Dos toneladas de armadura. ¿Y vidrios a prueba de misiles? Genial. ¿Qué había pasado con el buen pasado de moda antibalas? Bueno, al menos esto hacia algún sentido ‐‐si tenias un retorcido sentido del humor. No era como si no hubiera esperado que Edward se aprovechara de nuestro trato, para cargarlo de su lado de modo que él pudiera dar más que recibir. Estuve de acuerdo en que podía reemplazar mi monovolumen cuando necesitara ser reemplazado, no esperando que ese momento llegara tan luego, por supuesto. Cuando fui forzada a admitir que mi monovolumen se había convertido en no más que un tributo de naturaleza muerta a los clásics Chevys en mí acera. Sabía que su idea del reemplazo iba probablemente a desconcertarme. Hacerme foco de miradas y cuchicheos. Había estado de acuerdo en esa parte. Pero ni siquiera en mis más oscuros pensamientos había previsto que él me daría dos autos. El auto "anterior". Me dijo que era un auto prestado y que lo devolvería después de la boda. Todo esto no tenía absolutamente ningún sentido para mí. Hasta ahora. Ja ja. Porque yo era tan frágilmente humana, tan propensa a los accidentes, tan victima de mi propia peligrosa mala suerte, aparentemente necesitaba un resistente tanque como auto para mantenerme a salvo. Muy divertido. Estaba segura que él y sus hermanos habían disfrutado un poco de la broma a mis espaldas. O quizás, tan sólo quizás, una pequeña voz susurró en mi cabeza, no es una broma, tonta. Quizás él esta realmente preocupado por ti. Esta no era la primera vez que él se volvía un poco exagerado tratando de protegerme. Suspiré. No había visto el auto de "después" todavía. Estaba escondido bajo una sabana en el rincón más profundo del garaje de los Cullen. Sabía que la mayoría de la gente habría mirado a hurtadillas hasta ahora, pero realmente no quería saber. Probablemente no había armadura en ese auto ‐ porque no la necesitaría después de la luna de miel. Virtualmente indestructible era una de las muchas ventajas que yo estaba buscando. La mejor parte acerca de ser un Cullen no eran los autos caros ni las impresionantes tarjetas de créditos. "Hey," llamó el hombre alto, poniendo sus manos en el vidrio en un esfuerzo por tratar de ver hacia dentro "Ya estamos listos. ¡Muchas gracias!" "De nada." contesté de vuelta, y entonces tensa mientras encendía el motor moví el pedal con cuidado ‐ siempre tan suavemente‐ hacia abajo... No importa cuantas veces haya conducido el familiar camino hacia mi casa, aún no podía hacer que los anuncios mojados por la lluvia se descoloraran en el fondo. Cada uno de ellos, sujetado con grapas a los postes de teléfono y pegados en las señalizaciones de las calles, era un golpe frío en la cara. Un bien merecido golpe en la cara. Mi mente fue absorbida en el pensamiento. Antes había sido interrumpido inmediatamente. No podía evitarlo en este camino. No con fotografías de mi mecánico favorito pasando delante de mí a intervalos regulares. Mi mejor amigo. Mi Jacob. Los carteles de ¿HA VISTO USTED A ESTE CHICO? no fueron la idea del padre de Jacob. Habían sido idea de mi padre, Charlie, quien imprimió anuncios y los esparció por todo el pueblo. Y no sólo en Forks, sino en Port Ángeles y Sequim y Hoquiam y Aberdeen y en cada pueblo de la Península Olímpica... Se había asegurado que todas las estaciones de policía en el estado de Washington tuvieran el mismo anuncio colgado en la pare, también. Su propia estación tenía un mural entero dedicado a encontrar a Jacob. El mural estaba generalmente vacío, para su gran decepción y frustración. Mi papá estaba decepcionado más que con la falta de respuestas, con Billy, el padre de Jacob ‐‐y el amigo más cercano de Charlie. Por Billy no estar más involucrado con la búsqueda de su "fugitivo de 16 años". Por Billy negándose a poner anuncios en La Push, la reserva en la costa que era el hogar de Jacob. Por su aparente resignación a la desaparición de Jacob, como si no hubiera nada que él pudiera hacer. Por decir "Jacob esta madurando ahora. Él volverá a casa si quiere hacerlo." Y estaba frustrado conmigo por irme al lado de Billy. Yo no ponía carteles, tampoco. Porque ambos, Billy y yo, sabíamos donde estaba Jacob, más o menos, y también sabíamos que nadie había visto a este chico. | |
| | | Jane Volturi
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| Tema: Capitulo 1: Comprometida (parte 2) Vie Mayo 01, 2009 7:22 pm | |
| La propaganda ponía el cotidiano, grande y grueso bulto en mi garganta, las lágrimas punzantes en mis ojos, y estaba alegre de que Edward estuviese cazando fuera este sábado. Si Edward veía mi reacción, esto solo lo haría sentirse terriblemente por igual. Por supuesto, había desventajas de vivir un sábado. Mientras entraba lentamente y con cuidado en mi calle, pude ver la patrulla de mi papá en la entrada de nuestro hogar. No había ido a pescar hoy. Todavía estaba enfunfurruñado por la boda. Así que no seria capaz de usar el teléfono dentro. Pero tenia que llamar... Me estacione en el espacio detrás del monumental Chevy y saque el celular que Edward me había para emergencias de la guantera. Marque, manteniendo mi dedo en el botón "fin" mientras el teléfono sonaba. Solo por si acaso. "¿Hola?" Seth Clearwater respondió, y yo suspire con alivio. Me sentía demasiado cobarde como para hablar con su hermana mayor Leah. La frase "Muerdeme y márchate" no era una figura completa de un discurso que viniese de Leah. "Hey, Seth, es Bella" "OH ¡Hola, Bella! ¿Como estas?" Ahogándome. Desesperada por un consuelo. "Bien" "¿Llamada de actualización?" "Eres psíquico" "No mucho. No soy Alice - pero tu eres bastante predecible" bromeo. Dentro del conjunto de Quileute abajo en La Push, solo con Seth se sentía cómodo mencionando a los Cullen por su nombre, dejando atrás bromas acerca de mi próxima cuñada. "Se que lo soy" vacile por un minuto. "¿Como esta el?" Seth suspiro. “Como siempre. No hablara, piensa que nosotros le escucharemos. Esta tratando de no pensar humanamente, lo sabes. Se deja llevar por sus instintos." "¿Sabes donde esta ahora?" "En algún lugar al norte de Canadá. No puedo decirte que provincia. Parece no poner mucha atención en las líneas fronterizas" "Alguna pista de que el pueda..." "El no va a regresar a casa, Bella. Lo siento" Trague con dificultad. "Esta bien, Seth. Lo sabía antes de preguntar. No puedo dejar de desear que así fuese" "Si. Todos nos sentimos de la misma manera" "Gracias por ponerme al día, Seth. Se que los otros te han hecho pasar tiempos difíciles" "No son tus mas grandes admiradores" agregó alegremente. "Aunque es poco convincente, pienso. Jacob hizo sus elecciones, tú hiciste las tuyas. A Jake no le gusta la actitud de ellos acerca de esto. Por supuesto, el no esta súper emocionado con el hecho de que lo estés buscando de todos modos" Solté un grito apagado. "Pensaba que el no te estaba hablando" "No puede ocultarnos todo, por muy duro que este tratando" Así que Jacob sabia que esta preocupada. No estaba segura de como me sentía al respecto. Al menos el sabia que no había dado un salto hacia el atardecer y me había olvidado de el por completo. Aunque el me creyera capaz de eso. "Supongo que te veré en la... boda" le dije, forzando la palabra entre mis dientes. "Si, yo y mi mama estaremos ahí. Fue grandioso de tu parte invitarnos" Sonreí ante el entusiasmo de su voz. Pensar en invitar a los Clearwaters había sido idea de Edward, y yo estaba complacida de que lo hubiese pensado en eso. Tener a Seth ahí seria lindo - un vinculo, quizás tenue, con mi desaparecido hombre de honor. "No seria lo mismo sin ti" "Dile a Edward que le mando saludos, ok?" "Tenlo por seguro" Sacudí mi cabeza. La amistad que había surgido entre Edward y Seth era algo que había aturdido mi mente. Era una prueba, pensaba, de que las cosas no debían ser como eran. De que hombres lobo y vampiros podían convivir en paz, muchas gracias, si a ellos no les importara. A nadie le gustaba esta idea. "Ah" Seth dijo, su voz se redujo una octava por debajo "Er, Leah esta en casa" "Oh! Adiós!" El teléfono estaba muerto. Lo deje en el asiento y me prepare mentalmente para entrar en casa, donde Charlie me estaría esperando. Mi pobre padre tenía mucho con lo que lidiar ahora mismo. La fuga de Jacob era solo una gota más en el vaso a punto de derramarse. El también estaba preocupado por mi, su apenas-adulta-legal hija quien se convertiría en señora en solo unos cuantos días. Camine lentamente a través de la lluvia ligera, recordando la noche en que le dijimos... Mientras el sonido de la patrulla de Charlie anunciaba su regreso, el anillo repentinamente adquirió unas 100 libras en mi dedo. Quería empujar mi mano izquierda dentro del bolsillo, o quizás sentarme en ella, pero el arrullo de Edward, me agarro con firmeza manteniéndolo enfrente y al centro. "Deja de moverte, Bella. Por favor trata de recordar que no estas confesándote de asesinato aquí" "Es fácil para ti decirlo" Escuche el siniestro sonido de las botas de mi padre acercándose hacia la banqueta. La llave traqueteo en la ya abierta puerta. El sonido me recordó parte de una película cuado la victima se da cuenta de que ha olvidado cerrar con llave... "Calmate, Bella" Edward susurro, escuchando como se aceleraba mi corazón. La puerta golpeo la pared, y yo me encogí como si hubiese recibido un electro-shock. "Hey, Charlie" Edward lo llamo completamente relajado. "¡No!" Silbe por debajo de mi aliento. "¿Que?" Edward me susurro en respuesta. "¡Espera al menos a que se quite el arma!" Edward se rió por lo bajo y llevo su mano libre hacia su revuelto y broncíneo cabello. Charlie se acercaba a la esquina, todavía en su uniforme, todavía armado y trato de no hacer una mueca cuando nos divisó sentados juntos en el sofá. Últimamente, el había estado haciendo un gran esfuerzo para que Edward le agradara mas. Por supuesto, esta revelación seguramente terminaría con el esfuerzo inmediatamente. "Hey, niños. ¿Que hay de nuevo?" "Queríamos hablar contigo" dijo Edward. "Tenemos buenas noticias" La expresión de Charlie pasó de la forzada simpatía a la negra sospecha en un segundo. "¿Buenas noticias?" Charlie gruño, mientras me miraba fijamente. "Toma asiento, papa" Elevo una ceja, me miro por 5 segundos, entonces pisoteo hasta el reclinable y se sentó en la orilla, su espalda recta y sin apoyarse. "No te pongas así, papa" le dije después de un momento de silencio forjado "Todo esta bien" "Seguramente lo esta, Bella, seguramente lo esta. Si todo esta tan bien entonces ¿porque estas sudando balas?" "No estoy sudando" le mentí. Me aleje de su mirada feroz, encogiéndome sobre Edward, e instintivamente limpiando con el dorso de mi mano derecha mi frente de un lado a otro para remover la evidencia. "¡Estas embarazada!" exploto Charlie "Estas embarazada, ¿no es así?" Aunque la pregunta tenia sentido para mi, el estaba mirando a Edward ahora, y podría haber jurado que vi como su mano se movía hacia su arma. | |
| | | Jane Volturi
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| Tema: Capitulo 1: Comprometida (parte 3) Vie Mayo 01, 2009 7:27 pm | |
| "¡No! ¡Por supuesto que no lo estoy!" deseaba darle un codazo a Edward en las costillas, pero sabia que eso solo me dejaría una herida. ¡Le había dicho a Edward que las personas llegaban inmediatamente a esta conclusión! ¿Que otra posible y sensata razón podía hacer que alguien se casara a los 18? (Su respuesta entonces me hizo entornar los ojos. Amor. Esta bien.) El ceño fruncido de mi padre se aligero un poco. Era bastante obvio en mi cara cuando yo estaba diciendo la verdad, y el me creía ahora. "Oh. Lo siento" "Disculpa aceptada" Hubo una larga pausa. Después de un momento me di cuenta de que todos estaban esperando para que yo dijera algo. Mire a Edward, aterrada. No había manera de que pudiera soltar las palabras. Me sonrió y entonces cuadro sus hombros y se volvió hacia mi padre. "Charlie, me doy cuenta de que estoy fuera de orden. Tradicionalmente, debí de preguntarte a ti primero. Quiero decir que no es una falta de respeto, pero desde que Bella ha dicho que si, no he querido despreciar su elección en este asunto, y en vez de pedirte su mano, te estoy pidiendo tu bendición. Nos vamos a casar, Charlie. La amo más que cualquier otra cosa en el mundo, más que a mi propia vida, y - por alguna especie de milagro - ella también me ama de esa manera. ¿Nos darías tu bendición?" Sonaba tan seguro, tan calmado. Por un instante, escuchando la confianza absoluta de su voz, experimente un raro momento de entendimiento. Pude ver, de manera fugaz la manera en que veía el mundo. Por el tiempo que dura un latido, estas noticias ahora tenían perfecto sentido. Y entonces me di cuenta de la expresión en la cara de Charlie, sus ojos ahora miraban el anillo. Contuve el aliento mientras su piel cambiaba de colores - de su tez clara al rojo, del rojo al morado, del morado al azul, por lo que comencé a levantarme - no estaba segura que planeaba hacer; quizás usar la maniobra de Heimlich para asegurarme de que no se estuviese ahogando - pero Edward apretó mi mano y murmuro "Dale un minuto" tan bajo que solo yo pude oírlo. El silencio fue mucho más duradero esta vez. Entonces, gradualmente, tono por tono, el color de Charlie volvió a la normalidad. Sus ojos se fruncieron, y sus cejas se arrugaron; reconocí su expresión de "pensando profundamente". Nos estudio a ambos por un largo momento, y sentí a Edward relajarse a mi lado. "Supongo que no estoy tan sorprendido" Charlie murmuro "Sabia que tendría que lidiar con algo como esto lo suficientemente pronto." Exhale. "¿Estas segura acerca de esto?" Charlie exigió, mirándome fijamente. "Estoy 100% segura acerca de Edward" le dije sin perder oportunidad. "Se casaran, ¿entonces? ¿Cual es la prisa? Me miro sospechosamente de nuevo. La prisa era debido al hecho de que me estaba acercando a los 19 años cada espantoso día, mientras que Edward se mantenía congelado en sus 17 años de perfección. No es que este hecho se asociara al matrimonio en mi libro, pero la boda era necesaria debido a el delicado y enredado compromiso de Edward y mío para llegar a este punto, el paso para la transformación de mortal a inmortal. Esas eran cosas que no podía explicarle a Charlie. "Nos iremos a Dartmouth juntos al caer el otoño, Charlie" Edward le recordó. "Me gustaría hacerlo, bueno, hacerlo de la manera correcta. Así es como fui criado." Se encogió de hombros. El no estaba exactamente exagerando; ellos tenian grandes principios muy a la antigua, los que se dieron durante la Primera Guerra Mundial. La boca de Charlie se retorció de lado. Mirándolo desde el lado que estaba expuesto. Pero ¿que podía decir el? ¿Prefiero que vivas en pecado primero? El era un padre; sus manos estaban atadas. "Sabia que esto sucedería" murmuro para si mismo, frunciendo el ceño. Entonces, repentinamente, su rostro se torno perfectamente liso y en blanco. "¿Papá?" Le pregunte preocupada. Le di un vistazo a Edward, pero no podía leer su cara, tampoco, mientras el miraba a Charlie. "¡Ja!" Charlie exploto. Salte en mi asiento. "¡Ja, ja, ja!" Lo miraba fijamente incrédula mientras Charlie se doblaba de la risa, todo su cuerpo se estremecía por ello. Mire a Edward en busca de una traducción, pero Edward tenia sus labios presionados ligeramente juntos, como si estuviera tratando de contenerse para no reírse también. "Ok, esta bien" Charlie asfixiándose. "Casate." Se redoblo una vez mas en risas mientras se sacudía. "Pero..." "¿Pero que?" Le exigí. "¡Pero tu tienes que decirle a tu mama! ¡No le diré ni una palabra a Renee! ¡Eso es todo tuyo!" Reventó en sonoras carcajadas. Detuve mi mano en el pomo, sonriendo. Garantizado, para ahora, sus palabras me habían asustado. El último destino: decirle a Renee. El matrimonio antes de tiempo encabezaba su lista negra, incluso sobre hervir cachorros vivos. Quien podría hacer previsto su respuesta. Yo no. Ciertamente Charlie tampoco. Quizás Alice, pero no había pensando en preguntarle. "Bueno; Bella" Renne había dicho después de asfixiarme y tartamudear las palabras imposibles: Mama, me voy a casar con Edward. "Me siento un tanto molesta por haber esperando tanto para que me lo dijeras. Los boletos de avión solo lo hacen mas duro. Ohhh.," se inquieto "¿Piensas que el equipo de Phil estará libre para entonces? Eso podría echar a perder las fotos si el no lleva un esmoquin-" "Regresa un segundo, mamá" Grite apagadamente "¿Que quieres decir, con esperar tanto? Me compro-compro..." No podia forzarme a decir la palabra comprometer. "resolví las cosas, ya sabes, hoy." "¿Hoy? ¿En serio? Esa es una sorpresa. Yo suponía..." "¿Que suponías? ¿Cuando lo supusiste?" "Bueno, cuando viniste a visitarme en Abril, parecía que las cosas iban bastante en serio, si sabes a lo que me refiero. Nunca has sido difícil de leer, cariño. Pero no dije nada porque sabía que no seria nada bueno. Eres exactamente como Charlie." Suspiro, resignada. "Una vez que tomas una decisión, no se puede razonar contigo. Por supuesto, exactamente como Charlie, te guías por tus propias decisiones, también." "Tus no estas cometiendo mis errores, Bella. Suenas como si estuvieses asustada como una tonta, y estoy llegando a esa conjetura porque parece que me tienes miedo" Estaba soltando risitas. "De que voy a pensar. Y se que he dicho un montón de cosas sobre el matrimonio y la estupidez - y no me estoy retractando de ellas- pero necesitas darte cuenta de que esas cosas específicamente se aplicaban a mi. Eres una persona completamente diferente de la que soy yo. Has hecho tu propio tipo de errores, y estoy segura de que tendrás parte de arrepentimientos en tu vida. Pero comprometerte nunca será tu problema, cariño. Tienes una mejor oportunidad de hacer este trabajo que muchas personas de 40 años que conozco." Renee se rió de nuevo. "Mi pequeña hija de mediada edad, mi niña. Afortunadamente, parece que has encontrado otra alma antigua-" "No estas... ¿enojada? ¿No piensas que estoy cometiendo un enorme error?" "Bueno, seguramente desearía que esperases unos años mas. Quiero decir, ¿te parezco lo suficientemente grande para ser una suegra? No respondas a eso. Pero esto no es acerca de mí. Es acerca de ti. ¿Eres feliz?" "No lo se. Estoy teniendo una experiencia fuera de mi cuerpo ahora mismo" Renee se rió por lo bajo. "¿El te hace feliz, Bella?" "Si, pero..." "¿Deseas a alguien mas?" "No, pero..." "¿Pero que?" "¿Pero no vas a decir que sueno exactamente como cualquier otra adolescente encaprichada desde el principio de los tiempos?" "Tu nunca fuiste una adolescente, cariño. Tu sabes que es lo mejor para ti." Durante las últimas semanas, Renee se sumergió inesperadamente en los planes para la boda. Pasaba horas en el teléfono cada día con la madre de Edward, Esme - no había mas preocupaciones sobre la familia política. Renne adoraba a Esme, pero entonces, dudaba que alguien pudiese ayudar respondiendo en la manera en que lo hacia mi adorable suegra. Me permití enseguida desconectarme. La familia de Edward y mi familia se estaban ocupando de la boda juntas sin dejarme algo que hacer o saber o pensar también al respecto. Charlie esta furioso, por supuesto, pero la mejor parte es que no estaba furioso conmigo. Renee era la traidora. El contaba con ella para interpretar a la mala. ¿Que podía hacer ahora, cuando su ultima amenaza -decirle a mamá- había quedado fuera por estar completamente vacía? No tenía nada, y lo sabia. Así que recorría la casa, murmurando cosas acerca de que no podía confiar en nadie en este mundo... "¡¿Papa?! Llame mientras abría la puerta principal "Estoy en casa." "Espera, Bells, quédate donde estas." "Huh?" Pregunte, deteniéndome automáticamente. "Dame un segundo. Ouch, me diste, Alice." "Alice?" "Lo siento, Charlie" la vibrante voz de Alice respondió "¿Como esta ahora?" "Estoy sangrando en el." "Tu estas bien. No se rompió la piel, confía en mi" "¿Que esta pasando?" Exigí, vacilando en la puerta. "Treinta segundos, por favor, Bella" Alice me dijo. "Tu paciencia será recompensada." "Humph" Charlie agrego. Golpee mi pie, contando cada segundo. Antes de entrar en nuestra sala de estar. "Oh" dije de mal humor "Aw. Papa. No te ves...” "¿Tonto?" Charlie interrumpió. | |
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Hoja de Personaje Raza: Vampiro Clan/Manada: Volturi Salud: (15/15)
| Tema: Capitulo 1: Comprometida (parte 4) Vie Mayo 01, 2009 7:30 pm | |
| "Estaba pensando en algo mas como elegante" Charlie se sonrojo. Alice le dio un codazo y tiro de el dándole un lento giro para mostrar el pálido esmoquin gris. "Ahora quitamelo, Alice. Parezco un idiota" "Nadie vestido por mi se ha visto como un idiota, jamás" "Ella esta en lo correcto, papa. ¡Te ves fabuloso! ¿Cual es la ocasión?" Alice entorno sus ojos. "Es la ultima prueba para ajustarlo. Para ambos" Levante la mirada del inusitadamente elegante Charlie por primera vez y vi la temible bolsa para prendas blanca acomodada cuidadosamente de un lado del sofá. "Ahhh." "Ve a tu lugar feliz, Bella. No me tomara mucho tiempo." Me sumergí en un profundo respiro y manteniendo los ojos cerrados, tropecé en mi camino hacia las escaleras para llegar a mi habitación. Me quede en ropa interior y sostuve mis brazos en línea recta. "Pensaste que tendría que empujar tallos de bambú bajo tus uñas"" Alice murmuro para si mientras me seguía adentro. No le puse atención. Estaba en mi lugar feliz. En mi lugar feliz, todo el desastre de la boda esta terminado y hecho. Detrás de mí. Ya estaba reprimido y olvidado. Estábamos solos, solo Edward y yo. El escenario era borroso y constante flujo - parecía sacado de un bosque neblinoso con nubes que cubrían la ciudad para una noche glacial - porque Edward guardaba la locacion de nuestra luna de miel como un secreto para sorprenderme. Pero yo no estaba especialmente preocupada sobre a que parte íbamos. Edward y yo estaríamos juntos, y yo realizaría mi lado de nuestro compromiso completamente. Me casaría con el. Ese era el gran paso. Ya había aceptado todos sus escandalosos regalos y estaba registrada, quizás en vano, para acudir al Colegio Dartmouth cuando cayera el otoño. Ahora era su turno. Antes de que me convirtiera en vampiro - su gran compromiso - tenía otra estipulación que satisfacer. Edward tenia una obsesiva clase de preocupación sobre las experiencias humanas que el me proporcionaría, las experiencias que el no deseaba que me perdiera. Pero había solo una experiencia en la cual insistía. Por supuesto esta era la única que el hubiese deseado que olvidara por completo. Aquí estaba la cosa, sin embargo. Sabía que iba a ser como había sido siempre. Había visto vampiros recién nacidos de primera mano, y había escuchado historias de mi futura familia sobre esos salvajes primeros días. Durante varios años, el rasgo más grande de mi personalidad iba a ser estar "sedienta". Tomaría un tiempo antes de que pudiese ser yo de nuevo. E incluso cuando tuviese control de mi misma, nunca me sentiría exactamente en la manera en la que me sentía ahora. Humana.... y apasionadamente enamorada. Deseaba tener la experiencia por completo antes de intercambiar mi calor, mi fragilidad, la encrucijada de feromonas que era mi cuerpo por algo hermoso, metódico... y desconocido. Deseaba una verdadera luna de miel con Edward. Y, a pesar del peligro al que le asustaba someterme, había accedido a intentarlo. Estaba solo vagamente conciente de Alice y el desliz y el resbalar del satín sobre mi piel. No me importaba, de momento, que todo el pueblo estuviese hablando sobre mí. No pensaba en el espectáculo del cual iba a ser protagonista muy pronto. No me preocupaba el viaje de entrenamiento por el altar o las risitas en el momento menos indicado o ser demasiado joven o la mirada fija de la audiencia o incluso el asiento vacío donde se supone debería estar mi mejor amigo. Estaba con Edward en mi lugar feliz. | |
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