Visita sorpresa (Freda)

Había planeado desde hace tiempo hacerle una visita a mi amiga, la extrañaba y necesitaba ponerla al tanto de muchas cosas de suma importancia, ademas me habian pasado tantas cosas que era necesario verla. Sabía que en la última vez que la habia visto, las cosas habian empeorado entre nosotras, yo tenía que callar era de vida o muerte, en ese momento. Al recordar aquella imagen tan triste, no dudé en escapar de Volterra para ir a visitarla, aunque Alec la quisiera conocer, primero se lo tenia que decir a mi amiga y ya despues le diría a mi hermano.

Tomé el primer avión que salió a Seattle, fueron largas horas de viaje pero valia la pena, tenia que disculparme con mi amiga. Llegué al aeropuerto, estaba ansiosa por salir del avion, ni siquiera llabava equipaje. Tal como salí me fui a la parada de Taxis, y me fui directamente a su apartamento. Sabia que la encontraría ahi. Subí las escaleras con rapidez y toqué el timbre.

Persiví su efluvio, Freda se encontraba en casa y que mejor, estaba sola, asi podia platicar con ella a gusto. Esperé afuera, mirando impaciente a ver a que hora me abría.

Una tarde de encierro, una tarde de paz, en donde podía descargar todos mis estúpidos pensamientos en una tela, con pinturas y pinceles, era como en los viejos tiempos donde escapaba de las sombras y me sumergía por completo en este arte para arrancar de la realidad.... colores, oscuridad, luces, sonidos, silencio... todo era contrastante... de fondo la música que me invitaba a viajar por el tiempo... miré el anillo que siempre usaba después de la partida de mi amiga, suspiré.

Pasos livianos y melodiosos, un efluvio particular, suaves gotas de lluvia chocando con la ventana... era un dulce sueño... seguí pintando no podía seguir haciéndome ilusiones de algo imposible... el efluvio se hacia más fuerte al transcurrir los segundos... ¿Jane?... ¿podía ser cierto?... me levante dejando tirado todo lo que había empezado, en un segundo me encontraba en frente a la puerta, la abrí de un golpe, mis ojos brillaban con un matiz adicional, no podía creer lo que estaba viendo, me quede pasmada sin poder articular palabra alguna.

Tal vez ya se habia dado cuenta de que estaba yo ahi, pero se tardaba mucho en abrir, tal vez estaba enojada conmigo, y no quería saber mas de mi, empecé a imaginar millones de cosas, solo llavaba conmigo mi bolsa de mano con dinero, un boligrafo, mi voleto de vuelta y una pequeña libreta. Estaba decidida a quedarme ahi hasta que me abriera, aunque tenia que regresar a Volterra antes que se dieran cuenta.

Freda no abría, y yo saqué mi libreta y el boligrafo, y empecé a excribir...

Freda:
Amiga te entiendo....

Y ahi me quedé, por fin escuchaba pasos que se acercaban a la puerta, ese dulce efluvio que la caracterizaba se hacía cada vez mas fuerte, escuché como abría el cerrojo de la puerta, todo se me hizo tan eterno que estaba expectante a que abriera.
Por fin abrió, la miré, se veía tan diferente que me causó tristeza. Me fui encima de ella, abrazandola, no dijo ni una palabra, estaba muda.
--Oh, Freda, perdoname-- Fue lo primero que salió de mi ser. Habia imaginado este momento tantas veces que esta vez que era real parecía otra de mis imaginaciones.

Su cuerpo sobre el mío y yo aun sin mover ni un músculo, respiré hondo dejando que su aroma inundara hasta el rincón más alejado de mis pulmones, acaricie su cabello lentamente como si fuera una pequeña muñequita. El agujero en mi pecho se hacia profundo y no encontraba las palabras adecuadas, ni los movimientos precisos. Una sonrisa inmensa atravesó mi rostro, tomé su rostro entre mis manos y bese tiernamente su frente.

-Jane... oh Jane... ¿de verdad eres tú?... ¿no es otra de las jugarretas de mi mente?- dije con la voz ahogada. La abracé más fuerte y la levanté, en mis brazos la cargué hasta el living. Quería gritar, llego justo en el momento indicado, justo cuando no creía tener nada más que mi tristeza... una pequeña luz de esperanza se pasmo en mi corazón sin vida. La dejé sobre el sofá y me senté a su lado.

-No hay nada que perdonar querida, ahora estás acá y eso es lo importante- bajé la mirada – además...no fue tu culpa y lo sabes... no intentes culparte por que no tienes nada de que arrepentirte a diferencia mía- mi voz se iba perdiendo al transcurso de las palabras, arrasadas como olas... perdidas como murmullos.

En cuanto la abracé, ella se quedó, enseguida mi cabeza empezo a suponer cosas, "Freda, esta enojada", "no me quiere aqui", y muchas tonterías mas, pero una luz la iluminó haciendola reaccionar, correspondió mi abrazo y lego me besó en la frente. Es ese momento todos mis malos pensamientos se fueron. --Freda...-- Dije pero no me dejó hablar, enseguida habló como si yo no estuviera ahi, no estaba segura de lo que pasaba. --Soy yo, amiga, Jane-- Le dije mirandola a los ojos, ella me abrazó y me cargó hasta la sala de su apartamento, miré lo que hacía, había un olor fuerte a oleo y un tiradero, los pinceles por allá y el caballete volteado, que había pasado ahi?, no dije nada me dediqué a verla, quería guardar en mi mente ese encuentro, era algo que marcaba mi vida para siempre.

La escuché, y conforme lo que hablaba, su tono de voz fue perdiendo intensidad. La noté triste, algo no iba bien. La abracé fuertemente, y le dije...

--Está todo bien?-- Sabía que me necesitaba tanto como yo a ella. La abracé mas fuerte, con delicadeza, como solia abrazarla.

Como explicar lo que estaba sintiendo en ese momento... alguna palabra especifica para describir todas las emociones que me embargaban... no... no lo había... eran demasiadas... suspiré teatralmente... como lo solía hacer cuando algo me pasaba, ella era uno de los pocos seres que sabia cuando las cosas no andaban bien en mi. La única capaz de sintonizarse con mi cerebro... con mis miradas... con mis gestos. Levanté la mirada para que mis ojos quedaran a la misma altura que los suyos.

-ha pasado mucho desde tu partida Jane... cosas que no podré quitar de mi mentes, e sentido odio, rencor, deseo, fatiga, tristeza... mi vida ya no es como antes... yo ya no soy como antes- dije en un hilo de voz, miré la pintura... ahí estaba la pequeña que había asesinado... la había pintado más de tres veces en el día, cabellos rubios, labios rosa pastel, piel clara como la nieve, una mirada perdida, pidiendo auxilio... volví a mirar a Jane.

-no sé como fui capaz...- susurré, mis ojos brillaban melancólicos por una vida pasada, sacudí levemente la cabeza, necesitaba hacer una pregunta antes – ... ¿vienes para quedarte?-

No sabía que hacer, había estado tanto tiempo lejos de ella que me costaba trabajo comprender lo que decía, "pero que has hecho Freda" pensaba mientras la escuchaba hablar. Miraba mucho un cuadro que seguramente ella habia pintado, era el rostro de una niña, me parecia que estaba espantada, aterrada de algo, lucía tan inocente. Después vi otros cuadros con la misma niña, con la misma cara de sufrimiento. Mi mirada iba de los cuadros a Freda, "que has hecho" era solo lo que en mi mente estaba, tenía que ser algo realmente grave para que ella estuviera asi.
"Ya no soy como antes", cuando dijo eso la miré, ahi estaba la clave. --Que has hecho?-- Le pregunté angustiada, me ponia mal verla asi. Ella susurró algo, ahi estaba mi respuesta, empecé a deducir cosas, a unir palabras e imagenes entré sí, como si fuera un rompecabezas. Algo grave, habia pasado con esa niña que pintaba tanto. Pero prefería que ella me contara. En eso interrumpió mis pensamientos con una pregunta que me dejó helada, "Que le voy a decir", tenía que contestarle la verdad, no podía mentirle.
--Me temo que es solo por unas cuantas horas, he escapado para venir a verte, y debo regresar antes de que se den cuenta de mi ausencia-- Le dije agachando la mirada, no era capaz de verla a los ojos, iba a dejarla de nuevo.

Cerré los ojos... era algo de esperarse, era uno de los motivos por los que odiaba a los Volturis... lo que realmente tenia significado ahora era su presencia y debía aprovecharla al máximo, tenia que soltar todo lo que me estaba atormentando o explotaría frente a mi padre, y eso era lo que menos deseaba, tome su mano y dibuje pequeño círculos imaginarios sobre ella.

-es más de lo que puedo pedir... sabia que la fantasía no duraría para siempre- me levanté y camine hacia la pintura, que aun estaba fresca, acaricie la tela como si fuera la piel de la pequeña desfigurando su rostro con cada caricia. Cerré mi puño con impotencia.

-la mate... lo mate... los mate- posé toda mi mano en la pintura borrando la imagen, miré mi mano...-no lo pude controlar Jane... su sangre me llamaba... una criatura así no podía existir, no había olido en mi vida un aroma tan embriagador, su sangre era un imán... sus ojos.... sus gritos... sus lagrimas... no los puedo suprimir de mi mente- puse mis manos en mi cabeza para controlar mis sentidos, manchándome el cabello y parte de mi rostro...

Evidentemente, Freda estaba disgustada por lo que le habia dicho, era por mi bien y por su bien que yo regresara, me estabn esperando, las dos personas mas importantes en mi vida en Volterra. Pero no se lo podía decir, o se sentiría desplazada, era mi amiga y en este momento me necesitaba y la ayudaría mientras el tiempo lo permitiera. --No digas eso, prometo que vendré a verte tan solo una vez por semana, si es que logro escapar, como ahora-- Le contesté con voz triste, agaché mi cabeza y la abracé.
Se apartó de mis brazos y lentamente se acercó al cuadro que estaba pintando, el de la niña, estaba actuando tan raro, que comenzab a espantarme, la miré con detenmiento, acariciaba la cara pintada en el cuadro, su mirada estaba no se donde, extraviada, y me alarmé mas cuando empezó a desfigurar la pintura. Ella nunca haría eso con una creación suya.

Empezó a hablar cosas sin sentido, pero una vez que lo analicé, pude entender cual era el problema, lo que tenía tan renuente a mi amiga, "que bueno que llegaste en este momento Jane", pensé, mienras me acercaba a ella lentamente.
Empezó a borrar todo el cuadro, en sus manos se veia la fuerza con la que lo hacía, y del cuadro tan bonito que habia pintado, solo quedaba una forma borrosa y la pintura en sus manos.
Empezó a hablar desesperadamente, tan rápido que no la hubieran entendido los humanos, la escuché y esa fue la impresión mas grabde que llevé, en algun momento, sabía que Freda caería en tentación de la sangre humana, pero despues de lo que había pasado en la universidad el dia de las novatadas, el aguantar mejor que yo las ganas de beber sangre, me habia demostrado que era fuerte.

Ahora todo se unia perfectamente, ella habia matado a esa niña y a alguien mas. Me acerqué a ella rápidamente y la abracé. Me manché de pintura, pero que importaba, ahora podia ayudarla. --No te preocupes-- Dije palmeando su espalda. --Algo asi tenia que suceder algun día, te entiendo, amiga, mas de lo que te imaginas.-- Sabía que sentía culpa, pero en esta vida de inmortal, teniamos que aprender a no sentir lástima por nadie, ni culpa por las cosas que hicieramos, todo se olvida en el pasado y la vida de comenzaba con cada amanecer del siguiente día.

Sentí las palmeadas en mi espalda... era fácil para ella esta situación porque acostumbraba a matar a personas para vivir... pero yo no... yo nunca había matado a un humano, y menos a uno tan encantador como esa pequeña... a pesar de eso... la muerte de los otros seres que había matado no me importaban en lo absoluto... no era lo mismo comparar una pequeña niña a dos cambia formas y un vampiro.

Respiré hondo y de a poco me fui separando de ella, aun mirando sus ojos color rubí... – y eso no es todo... mis padres... ellos también han tenido problemas... tengo un mal presentimiento al respecto... todo está dando un mal giro y no sé donde valla a parar yo- cerré los ojos, no era tiempo de hablar de André... no quería causar más problemas, ni tampoco se me daba muy bien el papel de melodramática contándole todas mis dificultades.

-sé que el tiempo se supone que borra todo... pero la memoria de un vampiro no olvida... es como si grabaras todo en una cámara y pudieras revivir la película en primera fila una y otra vez- volví abrir los ojos, miré la otra pintura de la niña que estaba seca... –quiero olvidarla... olvidar ese aroma... poder resetear mi cerebro- sonreí ausente... mucho sobre mi...

-ahora es tu turno querida... que me tienes que contar... no creo que ayas viajado todas esas horas solo para mirar mi rostro- mi voz seguía arrastrada. Pero cualquier cosa ayudaría a desviarme de mis pensamientos.

Escuché con atención a Freda, se veia devastada, tenia que encontrar la forma distraerla y quitar esos pensamientos de su cabeza, podía comprenderla, sabía que a mi no me causaba ningun asobro o algo por el estilo, yo era una asesina natural, mi cuerpo me lo pedía, pero ella que nunca habia tomado ni una gota de sangre humana.

Me miró a los ojos pero yo los cerré enseguida, pensaba que si miraba mis ojos rjos como dos rubíes, recordaría la sangre que habia regado sin intención.
--Si el tiempo lo borra todo, lamentablemente, en nosotros es diferente, yo quisiera hacer lo mismo, con mis recuerdos-- Bajé mi cabeza, "el tiempo lo borra todo" pensé cuantas cosas malas había hecho yo, y todas las había superado, pero frecuentemente me pasaba lo que ella descríbía como una pelicula, ya no me causaba dolor, todo lo desechaba, como las cosas materiales.--Tú sabes perfectamente que cualquier cosas que te pase, puedes contar conmigo, siempre que me necesites, vendré si me lo pides, eres la unica en la puedo confiar, aparte de mi hermano-- Rápidamente cambió de tema, se veia aun mal, pero le seguí la corriente al menos lo que le contaría iba a distraerla.

--Pues vine a verte-- Le dije sonriendole. --Esque no aguantaba mas el no verte amiga.-- La abracé de nuevo.
No quería contarle lo de la situación con André y lo que pensaba mi hermano, sería recordarle situaciones que tenían que ver con ella. En su lugar le platicaría como me habia ido desde que regresé a Volterra.

--Bueno amiga, empezaré, Pues desde que llegué a Volterra, me ha ido bien, unos cuantos problemas con la famila pero, pasó algo que te gustará mucho escuchar, y que seguramente te pondra feliz-- Le dije sonriendo, esperando a que su semblante lo cambiara. --Pero te parece si vamos a otro lugar?, no quiero que te sientas mal-- Dije mirando los cuadros de la niña.

Miré más serena su rostro, tenia que lograr dominar mis emociones, no quería flaquear delante de otras personas como lo había hecho hace un instante frente a ella... todo esta en la mente Freda... sus palabras eran de consuelo, su mirada reflejaba ternura a pesar de que en su conciencia cargaba muchas muertes.

¿cómo controlarse?... ¿cómo no mostrar ni una pizca de arrepentimiento?...¿cómo poder vivir de esa manera, mirando el rostro a tus victimas y luego quitando hasta la ultima gota de sangre de su cuerpo?... aun no lo entendía... me abrazo, y eso me borro el montón de preguntas que abordaban en mi cabeza... la extrañaba... añoraba sentirla así de cerca.

--pasó algo que te gustará mucho escuchar, y que seguramente te pondrá feliz-- abrí los ojos como plato cuando dijo eso, ¿que podía ser?...¿tenia una joya nueva?... no, ella nunca fue materialista... piensa Freda piensa... me levanté y fui hasta el refrigerador donde guardaba la sangre de cerdo, aun pensando en las posibilidades, lo abrí y saque una de las bolsas y dos copas, caminé de nuevo hasta donde se encontraba mi amiga... una lucecita brillo... ¿era eso?... ¿podía serlo?... ¿pero como?... deje caer las cosas sobre el sofá y miré a Jane quede en frente a ella a unos 15 centímetros de distancia.

-Jane Volturi... estás enamorada!!!!!- grité... ese era el insólito brillo en sus ojos!... ahora unía todos los cables...- no iremos a ni una parte!, esto lo celebraremos acá, tengo mi guitarra, un bajo, sangre y tu compañía- sonreí, en un segundo ya había sacado los cuadros llevándolo a mi estudio de pintura, volví y serví las dos copas.
-perdón por la baja calidad- dije refiriéndome a la sangre-pero yo no bebo del caro- reí ligeramente.
-ahora cuéntame!, ¿estoy en lo correcto?- pregunté levantando ambas cejas expectante... borrando todo residió de tristeza...

Vi a Freda con detenimiento estudiando cada movimiento que hacía, realmente estaba empeñada en olvidar el mal momento por el que pasaba cuando yo llegué, fue a servir esa sangre que guardaba en el refrigerador, el olor era tan escandaloso que mis sentidos nacieron cuando persivieron el olor, levanté la cabeza enseguida cuando Freda se dirigia hacia mi con las dos copas, saboree el olor, ya la había provado pero no era lo mismo que tomar la sangre de un humano, directamente de su yugular, que sangre de cerdo; Dejó caer las cosas en el sofá y gritó tan alto que me asombró, no esperaba eso de ella. Me quedé inmovil, mirandola, inexpresiva, me había descubierto.

-Jane Volturi... estás enamorada!!!!!- La miré seria, tanto se notaba?, me mordi el labio inferior, como si estuviera espantada. Quería salir y justamente cuando le iba a decir de nuevo que si podiamos salir ella interrumpió... "tragame tierra" Pensaba.
- no iremos a ni una parte!, esto lo celebraremos acá, tengo mi guitarra, un bajo, sangre y tu compañía-
--Está bien está bien, nos quedamos aqui, aunque puedes volverlo a pensar-- Le dije queriendo parcer graciosa. Me dió la copa de Sangre de cerdo y dijo algo tan gracioso que en vez de beber la sangre rompí en risas.
-perdón por la baja calidad pero yo no bebo del caro- Obvio se refería a la sangre humana le enseñé mi lengua y seguí riendo, quería que se le olvidara lo que había descubierto, cuando la pregunta que menos quería escuchar, salía de su boca con tanta curiosidad que...me fue muy dificil evadirla.
-ahora cuéntame!, ¿estoy en lo correcto?- Dijo viendome fijamente a los ojos, yo bajé la cabeza, eso era mas que evidente, pero como le iba a decir que era alguien mucho mayor que yo "técnicamente".
--Hemm-- Dije tomando un sorbo de sangre. --Pues yá, te diré, estas.... en.....-- Callé otravez, la miré con ojos inocentes, como si estuviera a punto de pedirle algo que sabia que no me lo iba a dar. --lo correcto.-- La primera reacción que tuve fue taparme la boca. --Que tanto se nota?-- Le dije jugando con la copa moviendo la poca de sangre que quedaba en ella.

La miré expectante, atenta a cualquier cambio de su cara, en busca de algún indicio, o algo que me diera una pista de estar en lo correcto, pero su rostro indicaba inocencia… bebí de mi vaso mientras esperaba una respuesta, solo me estaba haciendo impacientarme más con las pequeñas pausas que se daba….bingo!... podía escuchar las campanitas en mi cabeza.

-eso es excelente amiga!- dije exaltada, la abrasé, apretándola con toda mi fuerza… cuando sentí a Jane moverse para zafarse me aleje, y le mostré mi lengua. – querida… no importa que se note, lo importante ahora es saber si es correspondido… ¿el te ama también?- pregunté tomándole un mano, y acariciándola tiernamente. -¿es uno de los nuestros?- está vez mi voz sonó diferente, era justamente la pregunta menos indicada en mi caso.

Volví a llenar su vaso y el mío que ambos se encontraban casi en el término, sonreí, y le di un gran sorbo esperando su respuesta…. Me había perdido de algo muy importante en su vida, me sentía una pésima amiga…

Spoiler:

Enseguida sentí como Freda había entendido lo que silencio le habia hecho entender. Y con una reacción explosiva me abrazó tan fuerte que estaba lástimandome, y me moví un poco para que me soltara. --Auch!-- Dije con cara de dolor. --Me lástimaste-- Dije quitandome la capucha, empezaba a sentir una especie de calor. --Pues si....-- Dije con una sonrisa en la cara. --Y creo que tambien me ama-- Contesté a la pregunta que con tanta curiosidad me había hecho, sentí una sensación extraña al contestarle.

Tomó mi mano libre y con mucha inquietud me preguntó que si era de los nuestros, pensé en hacerle una broma, imaginé la cara que pondría al escuchar que era humano pero preferí decirle la verdad. Llenó de nuevo la copa le iba a tomar pero mejor contesté.
--Si es uno de nosotros-- Agaché mi cabeza imaginando que me iban a decir mis maestros al enterarse de la situación, pero simplemente no pude, ellos eran demaciado comprensivos con Alec y conmigo, era dificil imaginar un regaño o algo parecido.