Dame un Beso /Freda/

La ultima vez que vi a Freda fue en casa de sus padres, la extrañaba como un loco, llegué a la fraternidad y toqué en su dormitorio, me moria por besarla, solo un beso....

Toqué un par de veces y ella no salia, tal vez no estaba, llevaba el casco en la mano, queria salir con ella, viajar juntos a algun lado, lejos, lejos de todo, de la escuela, del trabajo, de sus padres....

Segui esperando, comenzaba a pensar que ella no estaba.

No me podía mover... no me quería mover... mi corazón dolía como no lo hacia hace bastantes años...

-Jane... no me dejes... vuelve... jane por favor!... – susurraba una y otra vez

Aun no lograba digerir su despedida... aun no comprendía el porque verdadero de su partida... se había marchado solo hace unas horas y ya la extrañaba con toda mi alma... escuche la puerta y sentí el olor de André... me senté en el piso y trate de ordenar mis pensamientos... el no me podía ver así, aunque habían muchas cosas que el no sabia... Tranquila Freda!, Me ordené. Me pare del suelo y me dirigí a la puerta. Trate de recomponer mi cara pero la tristeza ya se había quedado pegada como una maldita mascara, abrí la puerta.

-hola amor- susurre, mi voz sonaba espantosa, le di un ligero beso en los labios.

-entra- tome su mano y lo hice pasar.
La habitación se veía espantosa... era como si le hubieran separado en dos y se llevaran todo un lado...

Ella se veia muy mal, entré algo espantado

que le pasa??? luce terrible?? será por mi culpa??? entré y la miré sin voz.

Después de un rato, dejé el casco en una pequeña mesa y la observé.

-¿Qué pasa hermosa?- tomé su rostro con mis manos -qué tienes? jamás te habia visto asi, es mi culpa?- busqué sus ojos miel para descifrarlos.

que, que pasa?.... no pasa nada amor solo mi vida se vino a bajo, mi mejor amiga se fue para siempre y déjame informarte que si no eres vampiro en una semana ella con sus propias manos te matara... a parte de eso absolutamente nada... no podía decir eso!, porque me tenían que pasar este tipos de cosas a mi.

-no es tu culpa amor.... nunca es tu culpa- quite con delicadeza sus cálidas manos de mi rostro, y entrelacé nuestros dedos. Jane me había dicho que no le tenia que contar a nadie de su partida pero necesitaba sacar todo ese dolor que me atormentaba.

-siempre es mi maldita culpa... por mi pasa todo lo malo siempre- dije enojada conmigo misma, odiaba sentirme de esa manera pero era la verdad, por mi culpa André corría peligro, por mi culpa Jane se había marchado.

-me dieron una advertencia amor....- quede muda sin poder completar lo que tenia que decir...

No podia dejar de mirarla, la amaba tremendamente y me preocupaba su bienestar, pero no tenia idea de las calamidades de un vampiro... o bueno... las imaginaba.

-Por qué dices que es tu culpa?, cuentame que pasa? bella, si pudieras llorar estarias llorando, luces fatal- besé sus manos frias y la miré con preocupación.

-Qué advertencia? fueron tus padres? no quieren vernos juntos cierto?- dije esta vez molesto, odiaba que sus padres se interpusieran en esto, ellos no me querian ver convertido, lo sabia.

lo miré nerviosa, esto era tan difícil, aunque sabia que el quería ser vampiro para compartir toda su eternidad conmigo, el tiempo no nos amenazaba y nada nos apuraba su conversión .

-si hubieran sido mis padres no estaría así ahora amor- tome una bocanada de aire

-esto.... los volturis se enteraron de que lo sabes, y una de la guardia me amenazo que si no te transformaba de aquí a una semana te matarían- las palabras salían como lijas por mi garganta, dolía saber que la persona que me había dado esa advertencia era mi mejor amiga

Me quedé petrificado.

-Los Vulturis? quienes son ellos? por qué me matarian?- no entendia nada, me llevé las manos a la cabeza, asustado.


-Una semana? ¿Cómo?- no pude evitar gritar, estaba espantado, no entendia nada de lo que ella me decia, aunque eso aceleraria el proceso de mi cambio, pero... era muy pronto, y si sus padres no estaban de acuerdo, me matarian!!!

-Hermosa, no tenemos alternativa- dije simulando tranquilidad- debemos hacerlo si esa es la solución-

Rabia, tristeza, nostalgia, un montón de sentimientos me acechaban como panteras furiosas, su corazón latía desbocado, simulo estar tranquilo pero sabia que eso no era cierto.

-eso te lo tendré que explicar después... es demasiado complicado ahora- sacudí la cabeza, no quería hablar de los volturis menos ahora que me habían arrebatado a mi amiga y la seguridad de mi novio -todo en su momento precioso... pero ahora tendremos que hablar con mis padres, esta vez no se podrán negar amor... Laurent ama demasiado la vida humana y si la tuya corre peligro no dudara en ayudarnos- o eso quería pensar.

-y si eso no funciona te convertiré yo misma- le aseguré tratando de sonar decidida, no sabia como pero si era necesario tendría que hacerlo.

Me quedé viendola pasmado un largo rato, no sabia que decirle, ni como, estaba muy asustado, solo asentí con la cabeza ya la abracé con todaslas fuerzas que pude.

Respiré su aroma y lo grabé en la mente, tal vez seria la ultima vez que lo haria. Una lágirma se me escapó del ojo derecho, la dejé correr.

Era obvio que estaba mal, pero si tenia que morir por amarla, por saber su secreto... lo haria estaba dispuesto a ello, mi madre hizo lo mismo en su tiempo.

Enterré mi rostró en su cabeza, ella en mis brazos parecia una muñequita frágil.

-Todo estará bien, te lo juro- le dije con desánimo en la voz.

Me deje estar entre sus cálidos brazos, lo abrasé con ternura, el me apretó con toda su fuerza apegando nuestros cuerpos, su respiración era irregular, sus latios no sonaban como la dulce melodía de la cual estaba acostumbrada a escuchar. Sentí como su aliento se enredaba en mis cabellos, me estremecí.

El dolor que sentía en esos momentos no era nada comparado a lo que sentiría si a el le pasaba algo, lo amaba hasta con la ultima célula de mi cuerpo, requería su voz, su piel, sus cariños, su ser completo para existir. Me separe un poco de el para poner su rostro frente al mío, seque con delicadeza la lagrima que descendía por su mejilla con la yema de mis dedos. Me puse de puntillas para alcanzar sus amorosos labios, los roce con los míos, inhalando su delicioso aroma, cerré los ojos, mil agujas atravesaban mi garganta, pero no importaba... debía sufrir... debía sentir dolor por todo lo que había ocasionado... bese apasionadamente sus labios durante unos minutos, cuando ya el dolor no podía ser superior me aleje de sus labios jadeante.

-mientras estés conmigo todo estará bien para mi- susurre con la voz entrecortada, tome una bocanada de aire para ordenar mi cabeza y salir del éxtasis.

-tenemos que ir con mis padres.... esto tenemos que solucionarlo cuanto antes... esta vez no hay tiempo que perder- tome su mano y agarre el casco que había traído con el, y camine hacia la puerta.