Sed y Caza

De nuevo estaba ahí cazando en el bosque de Forks. Las especies de animales salían por temporadas, la añoranza de cazar era inevitable sobre todo cuando tenías que exponerte a que alguien te descubriera. Había recurrido al camino fácil y no lo niego, pero cazar era importante para sentir esa bestia interna que fluía en ocasiones. Estaba solo en ese momento y con mucha sed… Corrí en los senderos en busca de la estela de un puma que se dejo ver. Lo embestí enseguida para morderlo con fuerza y vaciar mi recipiente perfecto y mis ojos pudieran regresar a su color ambarino de nuevo.

Habia rondado por horas en el bosque, ya habia cazado y por lo tanto no tenia hambre, solo queria dar un paseo. No estaba acostumbrado a llevar otra vestimenta que no fuera un traje elegante color negro, y en algunos casos un sombrero de copa. Reconoci un olor familiar a lo lejos, asi que me deje llevar hasta el lugar de procedencia. Me deslize rapida y silenciosamente por las ramas de los arboles hasta quedar encima de lo que parecia ser un vampiro alimentandose.
Lo observe durante unos instantes, si este tenia los sentidos desarrolados se daria cuenta de mi presencia.

Vi a laurent salir de casa y decidí seguirlo, seguí su aroma por el bosque, me quede horrorizada cuando llegue al lugar donde se encontraba y lo vi matando a un indefenso animalito
¿a caso yo también tendría que hacer eso siendo vampiro?, me podía acostumbrar fácilmente a la sangre de cerdo, me acerque más con movimientos felinos.

-Laurent!- grite, aun congelada con todo lo que había observado

Aun agitado después de ese momento, mis sentidos volvieron a mí y fue cuando percibí la presencia de otro vampiro.

Mi mirada se dirigió hacia su dirección, a primera vista no lo reconocí. Aun seguía siendo el tipo desalineado, con jeans y tenis, no traía gorra y el cabello lo tenía algo crecido y un poco alborotado, me quite el cabello de los ojos.
Me acerqué ese aroma lo conocía bien… lo miré incrédulo y fue cuando caí en cuenta.
-¿Dante?

Algo hizo llamar mi atención había alguien más agucé el oído y pude escuchar la voz de Freda.

Sonrei sin decir nada. Note otro vampiro que reconocio a Laurent, era una dama. Me volvi a deslizar sobre las ramas para quedar sobre ella, y de un salto cai detras de ella. No iva a atacarla, pero de seguro se iva a asustar un poco por la manera de aparecer en scena.

Sentí que alguien callo atrás mío y salte más de dos metros del susto.

-que te pasa?- gruñí irritada.

Corrí al lado de Laurent, y me refugie en su espalda. No estaba lista para pelear aun, sabia que laurent me podría proteger.

No pude evitar soltar una pequeña risa. Nunca habia visto tal reaccion, pero con eso me daba cuenta de que aquella muchacha era una novata.

- Descuide, no le haria daño, señorita.

Me acerque un poco hacia Laurent y la joven.

- No pretendia asustarla, le pido mil disculpas.

Sonreí al ver ahora a Dante y abracé a Freda para que se tranquilizara.
-No hagas eso…no es de caballeros…
Me acerqué a el para saludar a mi amigo, lo abracé con alegría hacia muchos años que no lo había visto.
-Parece que el tiempo no pasa por tu persona…
Me reí.

Quede asombrada al ver que laurent conocía al vampiro que casi me mata de un susto, lo mire con ojos como plato.

- Debería tratar de no andar dando sustos a la gente o algún día terminara matando a alguien- susurre con voz apenas audible.

Casi se me olvido todo el horror que había sentido al ver a laurent matando al animal, me quede quieta como una estatua sin saber que hacer.

- Creo que el tiempo ha dejado de quererme, aunque viendote, tambien te ha olvidado a ti.

Correspondo al abrazo de Laurent, alegre de volver a verle. Luego me separe de el y mire detras de este. me quede observando en silencio a la muchacha que estaba detras, sin duda alguna ella se parecia mucho a alguien que solo conocia por fotos.

- ¿Clarise?

Eso no podia ser posible, quizas solo era una simple coincidencia.

Palidecí mas de la cuenta cuando esa palabra salio de los labios de mi amigo.
-No es ella. Ella es Freda, mi hija.

Miré a Freda.
-Freda Petite, te presento a Dante Draken..

mis ojos se cruzaron con los de Dante y emitieron un brillo especial, se notaba que nos conociamos demaciado bien.

¿Clarise?, quien era clarise?, laurent tendrá que contestarme varias preguntas en la casa.
Sonreí cuando laurent me llamo hija a pesar de que ya iban a ser casi tres años que estaba con laurent y brody siempre me alegraba escucharlo decirme así.

-mucho gusto dante- me acerque a el y le di un suave beso en la mejilla. Luego volvi a mi lugar al lado de laurent.

Una sensacion de felicidad recorrio mi cuerpo tras la mirada de Laurent. Tome la mano derecha de Freda y la bese.

- Un placer conocerla, dama Freda.

No sabia si era muy atrevido de mi parte besarle la mano, pera era un costumbre que llevaba, y en el peor de los casos tendria que pedir disculpas.

-Dante… Me da gusto verlo de nuevo, ¿hace cuanto?
Sonreí recordando el tiempo.

-¿50? ¿70?

Me traía recuerdos gratos mirarlo ahí con esa misma imagen que recordaba… Sabía en el fondo que la curiosidad de Freda incrementaría y me haría preguntas sobre Clarise… en este momento no pensé en eso, solo quería saber de mi amigo.

- Yo diria que fueron muchisimos años menos, claro aunque te vi a lo lejos nomas. hace 3 años atras visite Canada y tu dabas clases de musica, no me atrevi a saludarte, puesto que sabia que tendrias tu vida hecha.


Y no me equivocaba, al saber que el tenia una hija era suficiente para saber que ya tenia una mujer a su lado.

Me quede quieta escuchando lo que hablaban laurent y dante, el también era un vampiro viejo, no como yo.
Todavía me daba vuelta el nombre Clarise, pero no sabia como preguntarle a laurent en ese momento no seria apropiado, pero mi valentía era la que siempre me sacaba de esa clase de apuros y me daba el valor necesario para preguntar.

-quien es Clarise?- susurre al oído a laurent, tratando de no molestar en la platica.

-Luego hablamos.
Le respondí a mi pequeña hija, ahora.
-Dime Dante…¿Qué hace aquí?

- Pues paseo, me aburri de viajar, y me contaron de Forks. Apreciable lugar, por cierto.

Le sonrei amablamente, No era una persona de demostrar mucho afecto, pero eso no queria decir que lo sentiera.

Me decepcione ante la respuesta de laurent, eso sembraba mas la intriga en mi, mire a dante.

-forks es precioso, para mi gusto, claro- sonreí amistosa.

-de donde viene usted dante?- pregunte tratando de olvidar aun que sea momentáneamente mi inquietud por Clarise.

- Ahora vendo de Francia, otro de los agradables lugares que conosco

Le guiñe el ojo a Freda, parecia una simpatica jovencita, y muy bien educada. No habia que aclarar que su belleza destacaba bastante.

Hasta el momento no me había dado cuenta de la incomparable belleza que tenia dante, me tendría que acostumbrar a ello con tantos vampiros cerca.

-yo no he tenido el placer de conocer Francia aun, pero me queda una eternidad para recorrer el mundo- sonreí amistosa.

- ¿algún lugar especifico que recomiende de Francia?- pregunte amablemente. Tenia que dar una buena impresión como hija de laurent.

-¿De Francia? Como extraño Francia…
Dije en un tono de nostalgia…

-Forks es un buen lugar, solo le sugiero que no vaya a la Push, ahí puede correr peligro, Garus y metamorfos…si sabe a lo que me refiero.

Y lo sabía bien en ocasiones nos enfrentamos con un garu en Francia. Observé el guiñó y sonreí pensando que a pesar de su apariencia su conducta segua siendo la misma.

- Paris, señorita Freda.

No pude evitar sonreir mostrando lo que se definiria como " Una risa encantadora para las mujeres".

- Querido Laurent, Sabes que no me metere en problemas, soy mas del tipo de vampiros que prefieren la paz.

Le di unas cuantas palmadas en el hombro. Hacia mucho que no sostenia una conversacion tan larga como la de ese dia.

Mostró una encantadora sonrisa, que si hubiese podido sonrojarme lo habría hecho.

-Paris- dije en susurro y suspire, siempre quise viajar a Paris pero nunca pude.

-hace cuanto que conoce usted a mi padre?- le pregunte a dante mirando sus ojos.

- Como hace unos... 75 años aproximadamente.
- ¿Laurent, estas casado?


No pude evitar esa pregunta, la intriga era simplemente muy grande.