Vale, el niño esta a salvo... ¿y ahora?

El niño descansaba en nuestra habitación mientras nosotros discutiamos en el salón, en un tono tan bajo que ningun humano habira llegado a entendernos.

Mi mano reposaba sobre su mejilla y mi frente estaba a apenas unos centimetros de su barbilla. ¿Que podemos hacer con el? si los Volturi descubren que un humano sabe tanto lo mataran, si su familia denuncia la desaparición y le entregamos, ¿que abra visto el chico? sera peligroso si va hablando... aunque nadie crea al niño, alguien le escuchara... Espero que Edward pueda echarnos una mano con esto. resople fatigada mientras le miraba a sus ojos que habian recuperado el color dorado.

Asentí a lo dicho por Alice y por inercia apoyé mi mejilla en su mano, cerré los ojos y besé su frente.

-Alice, sea como sea, tengo la impresión de que ese niño sabe más de lo que podamos creer que sabe, está aterrorizado, sí, pero creo que también el dolor que emana no es por haber sido atacado, es más de aquí-

Tomé su mano y la llevé hasta mi pecho, sabía que ella entendería perfecto lo que quería decirle.

-Es cierto que es un riesgo dejarlo por ahí, más aún si sabe sobre nuestro mundo de forma tan clara, pero si tiene familia que le reclame, tendremos que entregarlo y esperar que los Volturi no se topen con él-

Abrí los ojos para mirarla, al tiempo que elevaba la mano para tomarla de la barbilla y que pudiéramos mirarnos directo a los ojos.

-Optaría por mantenerlo a salvo con nosotros, por lo menos hasta que esté restablecido y pueda también ayudarnos a decidir que va a pasar con él-

Sugerí con voz serena y tratando de infundirle calma a Alice, que aún se sentía tensa con toda la situación.

Como siempre el estaba calmado, el sabia que decirme, como hacer que me sintiera mejor... pero aun asi no lograma calmar mi ansiedad del todo, tenia miedo de los Volturis, y el echo de que volvieran a rondarnos no era nada alentador, el chico era una pequeña molestia, pero no me arrepentia de intervenir cuando lo icimos...

Solo asenti con la cabeza y baje la mirada, hasta que apolle mi cabeza en su pecho y le abraze.

Mis visiones cambiaban rapidamente, signo del debate interno que yo misma llevaba a cabo con la situación, no dije nada, no hacia falta, el me entendia mejor que yo misma.

La rodeé con los brazos y suspiré profunda e innecesariamente, no había que ser un genio o un lector de mentes para saber que ella misma no sabía por dónde debía seguir todo esto.

-Si tratas de calmarte podrás pensar mejor, pequeña-

Susurré, al tiempo que acariciaba su espalda con cuidado, aún después de todo seguía pareciéndome frágil; recliné el rostro sobre su cabeza.

Permaneci apollada en el con los ojos cerrados, mientras el rio de pensamientos seguia fluyendo entremezclandose con las visiones. El tenia razón como siempre, debia calmarme, era imposible saber nada entre aquel caos. Deslize mi cabeza sobre mi pecho y abri los ojos para mirar directamente a los suyos.

-Y ahora es cuando tu me dices que es lo que has pensado.- Sonrei separando ligeramente mi cabeza, aunque mis manos siguien aferradas a su cintura.

-Quiero que se quede Alice... tengo esta... sensación de apremio, como si no debiéramos dejar al chico solo-

Respondí inmediatamente... no era que precisamente hubiera pensado en algo, simplemente era una corazonada, el tipo de cosas a las que había aprendido a hacerle caso después de que me encontrara con ella en Philadelphia hacía ya tantos años.

-Llámame loco si así lo deseas, pero... no siento que debamos dejarlo en manos de cualquiera; ya una vez hemos sido sabios al seguir ese impulso... no me mires así, sé que eso lo sabías, pero quizá podríamos hacer algo bueno-

Suspiré con desgano, Alice ahora sí creería que había terminado por perder un tornillo después de todas estas palabras.

Cerre los ojos y trate de ver el curso de acción al que esto nos llevaria. Tras volver a abrirlos dirigi mi mirada en la dirección en la que estaria el niño durmiendo.

-Tal vez debieramos hablar con el primero.- Quedarse con nosotros... estariamos preparados para algo asi... Tal vez estaba precipitandome en mis pensamientos, puede que los padres del niño le estubieran buscando, aun tendriamos que averiguar mas sobre el, y el asunto de aquella noche.

Asentí desganado, a final de cuentas ella tenía razón... quizá hubiera una familia ahí afuera buscando al niño y crearse ilusiones no sería muy buena idea, sin embargo podía sentir algo diferente, no era sólo el miedo del niño... también esa sensación de estar solo, ¿sería sólo por la escena presenciada? únicamente lo sabríamos cuando él fuera capaz de decirnos algo.

-Creo que tienes razón Alice... él deberá decirnos por sí mismo-

Guardé silencio, perdiéndome un momento en la textura de la blanca pared de la habitación ¿sería posible? ¿estaríamos listos para algo así? no lo sabríamos a menos que pudiésemos probarlo y quizá el momento estaba cerca.

Todavia era una imagen que perduraba , los restos ensangrentados de mi padre quemandose en una hoguera mientras aquel ... fuera lo que fuese se reia macabramente , al instante todo se volvio oscuro , veia a la imagen de mi padre , que se alejaba mientras yo corria desesperadamente sin moverme del sitio , nada mas desaparecer mi padre aparecio la imagen de los que mataron ademas de a mi padre , mi prima , yo seguia corriendo desesperadamente , cuando uno de los dos me cojio del brazo desperte cubierto de una capa de sudor , habia sido una pesadilla , para mi desgracia ,o para mi beneficio , depende como se mirara , no soportaba seguir viendo esas macabras imagenes , cuando me hube tranquilizado me levante mirando a mi alrededor , no habia nada que conociera , definitivamente nunca habia estado en ese lugar , eche a andar por la casa , se oian voces en una habitacion asiesque las segui sin pensarmelo me resultaban un tanto familiares , cuando llegue a la habitacion de donde provenian las voces asome la cabeza y observe a las personas que hablaban , al instante recorde cuando y como me salvaron , me asome un poco mas.
-Perdonen ... ¿donde estoy ? -Me atrevi a decir , de todas formas , no los conocia de nada.

Habría saltado del asiento de no haber sentido la confusión que me golpeó de lleno mientras el chico se acercaba al salón en que Alice y yo conversábamos, ella ni siquiera se inmutó, como de costumbre, sabía que iba a suceder pronto; me levanté con todo cuidado, estudiando con cuidado cada movimiento, cualquier cosa que sucediera súbitamente podría alterarlo y era lo que menos necesitábamos en aquel momento.

-Hola... yo soy Jasper, ella es Alice y estás en la casa de la familia Cullen-

Comenté con total naturalidad, y tratando de infundir mayor calma en el chico, para que se sintiese con la confianza de poder comenzar a hablar, se veía pálido a comparación de otros humanos con los que solíamos tener trato por cosas de la escuela y demás cosas, pero aún así, los latidos de su corazón hablaban de un chico saludable que aún se encontraba bajo una situación de mucho stress... yo mismo me encargaría de hacer que se sintiera mejor.