Ring...ring...(Testament)

Me encontraba en un profundo sueño, despues de haber estado con muchas actividades durante el dia. Antes de acostarme, vi mi muñeca, aun tenia ese brazalete que Adrian Thomas me habia regalado, era la joya de su familia, y yo la tenia. Pense que yo habia dejado de ser esa persona especial a la cual le debia pertenecer ese brazalete. Lo contemple pieza por pieza, y la retire de mi muñeca, la puse en el cajon de mi tocador.

Quede profundamente dormido.

Sono mi celular, un numero que no recordaba, ya ni siquiera lo tenia en la agenda. Me habia despertado, luego de una noche en la que por fin habia logrado dormir sin pastillas. Me desperte a responder.

- Hola?- Pregunte entre dormido y despierto.

-Soy Adrian, te he despertado?- Escuche esa voz, y mi piel se puso chinita. Sonaba tan dulce y tan tranquila.

- Adrian? Adrian Thomas?- Le respondi con una voz que denotaba mi sorpresa, no sabia como reaccionar, despues de como me trato esa vez en el bosque.- Te ocurre algo? Son las 4 de la mañana.

Su voz en el auricular no se notaba ni deprimido ni desesperado, se notaba de lo mas tranquilo. Que querria Adrian Thomas en la madrugada? Ya no compartiamos una amistad desde hacia mucho, desde que se fue sin despedirse, y desde que me lo encontre en el bosque, de un aspecto salvaje, atormentado, y sobretodo, lleno de rabia y dolor al mismo tiempo.

- Bueno, no se como pueda ayudarte, ya... hace mucho que no hablamos, Adrian. La última vez tu y yo... bueno... tu dejaste en claro que no querias volver a verme- Me cruce de brazos y me recoste en la cama, sosteniendo con una mano el telefono. - Dime... que puedo hacer por ti?

- Bueno, eso me alegra... supongo...- suspire un poco. Conoci a Charles, era un gran chico, aunque parecia que yo siempre estaba en peligro a su lado. Me comenzaba a sentir un poco incomodo. Adrian ahora queria acercarse a mi para alejar sus malos pensamientos. Me sentia un poco usado, pero, llegaron a mis pensamientos palabras de rencor. Donde estuvo Adrian cuando mi padre me corrio de casa cuando me mude con Daniel? Donde estaba el cuando queria llorar la muerte de Damien y Alouqua? Era obvio que le tenia cierto rencor por haberme abandonado.

- Me alegro por ti- Mentí- Parece que todo esta marchando bien en tu vida entonces, creo que ya era hora de que algo bueno te sucediera, no crees?- me quede un momento en silencio- Y dime... que vas a hacer de ahora en adelante?.

Ahora me preguntaba que era de mi vida. Parecia que lo hacia por compromiso, aunque ahora dudaba de su emocion, de su nueva vision de la vida. Que le iba a contar? Todo lo que he pasado? No crei que fuera prudente, asi que solo resumi en pocas palabras lo que habia pasado.

- Estoy estudiando Periodismo, y me mude a Seattle. Vivi con alguien por dos años, y ahora soy soltero. No ha pasado gran cosa, Adrian. - Le volvi a mentir, ya no queria recordar mi pasado, asi que busque desviar el tema, y recorde algo que sucedio hace poco- Pase hace unas semanas por tu casa. Fui de paseo al Rio Quileute. Conoci a una especie de guia, alguien de lo mas extraño.- Me quede algo pensativo- Tu casa sigue igual.

- Entiendo...- Me dolio lo que dijo, no pude evitar el sentirme triste- Quiere decir que jamas aparecio, verdad?- Pregunte con tristeza. No podia creer que su amado jamas haya aparecido de nuevo. Sabia exactamente lo que era perder a alguien. Toda persona que yo queria se esfumaba de mi vista. No podia creer que Adrian hubiera regresado a mi vida, y menos en una llamada telefonica.

- Bueno, entonces te mudaste? Ya no te gusto la mansion del Lago de la Luna?- Pregunte curioso- Me encantaba ese lugar, sobretodo esa noche que pasamos juntos charlando. De tu casa se veia una hermosa luna sobre el lago. Esa si que era una luna- Me rei un poco, pero despues me contuve, y no pude evitar mencionarle el tema.- Adrian, aun tengo tu pulsera. La quieres de regreso?

- Bueno, eso me da gusto, ya al menos ya tienes casa- Suspiré un poco- Adrian, creo que es hora de que duerma un poco más. Tengo un trabajo que entregar en unos dias y no he descansado. - hice una pausa, no iba a dejar que las emociones me ganaran. Adrian me habia lastimado mucho con su abandono, y era muy pronto para perdonarlo. Decidí no hacerme ilusiones de volverlo a ver, a menos que él quisiera venir a verme, sería bien recibido.

- Buenas noches, que descanses, y suerte en todo. Felicidades por lo de tus hijos, adios- Apagué el celular. Me quedé algo sorprendido de mi reacción. Tiempo antes, tendria miedo de perder a alguien, de decirle lo que en verdad siento. Yo en verdad habia cambiado. Era momento de solo dejar ir, y si volvia, sabia que seria mio, seria mi amigo de nuevo.

Dejé el celular en el mueble cerca de mi cama. Y volvi a retomar mi sueño.