Despues de la fiesta (Mimi)

Estaba en el apartamento de un amigo, con la peor de las
rezacas que me habia dado, desperté con un dolor de cabeza de
los mil demonios, era la primera borrachera que me ponia desde que vivia en Seattle.
Tenia que llegar a la Fraternidad, a cambiarme y bañarme, bajé corriendo
las escaleras, me mareaba a veces con muchas nauceas, pero no me detuve,
choque un par de veces con las puertas de los apartamentos que pasaba
conforme iba bajando, no ví a mi amigo, asi que me largué,
suponia que habia pasado la noche con la chica que estaba anoche.
No quise importunar.
Salí apresurado del edificio, la luz del sol me segó por unos instantes,
vi al poicia que estaba a la entrada y me despedí de él.
-Buenos dias- Dije mientras salia. Al salir, me tropecé con el requicio de la puerta,
y choqué con una hermosa mujer que iba pasando para su mala suerte por ahi
cuando salí como un loco borracho, crudo en vez de borracho
-Lo siento- Dije, estaba muy confundido, primero la luz del sol,
después cuando choque con esa joven. Quedé deslumbrado,
por la luz, pero mas por la joven tan linda que me habia topado.

A mi padre solamente se le tenia que ocurrir hacer los malditos entrenamientos tan temprano llevaba mi katana colgada del cinturón, iba con un poco de retraso a la academia, pero ya faltaba poco para el torneo que iban a realizar en Alemania, eso era lo único que me mantenía de buen humor. Aunque me dolía la cabeza por los churros que nos habíamos mandado con Sol la noche anterior, y la anterior, y la anterior... la practica hace a la campeona!...aun me reía por el sentido estúpido que le dábamos esas palabras, solo a Chuki se le tenia que ocurrir. Caminaba por la plaza de los pioneros... ya falta poco!... y de la nada se atraviesa un tipo, no alcancé a esquivarlo, choqué con el... o mejor dicho el choco conmigo.
-ten más cuidado idiota- estuve a punto de mandarle un puñetazo, pero se disculpo antes por lo que no lo hice.
-ya... esta bien... te perdonare la vida por esta vez- Mire al muchacho con enojo fingido luego de unos segundos, mostré la lengua quitándole seriedad a mis palabras, se le notaba en la cara que había estado de fiesta, no lo podía culpar yo era más torpe cuando me emborrachaba.

"Choqué, nooo, que tonto, ahora que le voy a decir" Pensé.
Mi cabeza me daba vueltas, no sabia que hacer, la chica me llamó idiota?,
pero enseguida me perdonó, me laventé y la ayudé a levantarse
todo pasó tan rapido que aun estaba aturdido.
Me hiso un gesto gracioso, y reí, mi cabeza me dolía, pero no pude evitar sonreir.
Nicholas Dije aun con la sonrisa en la cara.
Estiré mi mano, para estrechar la suya.
Y tu eres...? hice una mueca graciosa y me quedé callado,
mrandola a los ojos.

Me ayudo a levantarme, si no lo hubiera hecho ni siquiera me habría dado cuenta que estaba en el suelo tirada como una tonta. Trate de parecer ágil pero no lo logre... si sigues fumando marihuana toda la noche como mierda piensas que funcionara tu equilibrio¿?... miré sus ojos, los tenia un poco rojos. Eso me pasaba a mi cuando trasnochaba o bebía en exceso.

-Mimi, Mimi Tyler, pero puedes llamarme niña con la que choqué- estreche su mano, sonreí.
-debes tener más cuidado no toda la gente te tratara tan bien como yo- si claro boba si lo trataste de imbécil! - si es que la andas chocando- mostré la lengua.
-estuvo buena la fiesta parece... no recibí la invitación- me quejé.

Mucho gusto Mimi, "niña con la que choqué". Remarque las últimas palabras, me heché a reir, seguia un poco ebrio, aunque mas crudo que ebrio.
oh si claro, tienes razon no hay gente tan amable como tu, para gratificarte te invitaré a la siguiente fiesta, aceptas?
Saque mi celular. Me das tu número de celular?. Le regalé una sonrisa. Asi podre avisarte Dije divertido.

- una fiesta siempre es bienvenida Nick- sobretodo si tiene mucho alcohol y drogas

Sonreí ampliamente cuando me pidió mi numero el problema era que aun no lo sabia... subí un poco la manga de mi remera dejando la piel descubierta de mi brazo, era ahí donde tenia anotado mi numero... siempre preparada... miré mi brazo y comencé a dictar los números

-7 6 2 4 8 3 4 1 6, si creo que esos salen- reí – quieres ver si estoy en lo cierto?- le puse mi brazo frente a sus ojos... ya estas actuando como una borracha!, le aleje mi brazo antes de que pudiera ver los números avergonzada. Le mostré la lengua.

-dicen que un buen vaso de cerveza helada recompone hasta al peor ebrio- comenté, levantando las cejas.

Escribí el numero que me dictó, era una chica rara, lo tenia anotado en su antebrazo, y luego me puso su razo en la cara, me estaba asustando.
Si, supongo que una fiesta siempre es buena cuando hay alcohol y drogas, entonces te llamaré cuando halla una, auque creo que habrá una mañana, es fin de semana pero es en La Push, en la playa por asi decirlo. Son las mejores. Sonreí, me habia causado mucha risa la reacción del brazo. Justamente, te iba a preguntar en donde puedo encontrar, una buena cerveza fría, ya sabes para la rezaca. Hice una mueca de dolor, mi cabeza daba vueltas y sentia que cualquier ruido la haría reventar, caminaba como si aun estubiera ebrio, como un torpe. Quisieras acompañarme a tomar una?, niña con la que choqué. Le mostré mi lengua, y reí, habia hecho lo mismo que ella.

Me lee la mente?... recordé la ultima “fiesta” que había tenido en la playa de la push, fogata, alcohol, drogas, malvaviscos, lobos, aullidos y un brazo roto... solo a mi se me ocurría golpear a un hombre lobo con la cara de roca que tienen... torcí el gesto ante el recuerdo... escuche con atención su propuesta... ir o no ir, e ahí el dilema... por una parte tenia que ir al entrenamiento y por otra me podía alcoholizar... ordena tus prioridades!... alcohol!... que bajo caes mimi!... apreté el mango de la katana, miré el cielo... perdón papa!... volví a mirar al muchacho.

- claro te acompaño... que le hace el agua al pez?- reí, y caminé hasta su lado -ahí dos locales cerca niño que me chocó, esta Pyzco que debe estar cerrado a esta hora y Azares de la vida, ese parece que nunca lo cierran- sonreí, ya había pasado por ambos, pyzco era mucho mejor que el otro, pero un tanto más caro.