¿Entre pañales....?

La mirada de un par de bebés me sorprendió antes que la de Zazil. Le planté un beso cerca de los labios.

-Qué lastima que no puedas salir hoy- dije sin dejar de mirar a los chicos -Si deseas puedo quedarme contigo y ayudarte un poco con este lio-


de pronto... un proyectil... y dolor de cabeza

Llevé las manos a la frente y me incliné un poco debido al dolor??, casi digo una maldición, pero la mirada de Aaron me frenó
-Tremenda fuerza pequeño- intenté sonar tierno, pero mas bien sonó algo alterado -miré al chico que lo habia hecho -Armand, gracias por la bienvenida -torci el gesto y miré a Zazil, se veia algo divertida, después levanté el proyectil -Un biberon- lo dejé en una pequeña mesa y agregué:

-Mi vida corre peligro aqui, pero mira.... se han callado y parece que seré un excelente tiro al blanco -Armand parecia buscar algo mas para arrogarme, me quedé pendiente.

-Pfff me quedo sólo porque te quiero- me reí por la frase, habia salido natural, me encogí de hombros y continué.

-Creo que un vaso de agua esta bien, últimamente he tomado bastante cerveza- torcí la boca y guiñé un ojo.

La mirada de uno de los niños estaba clavada en mí, quizás me estudiaba o planeaba la forma de atacarme junto con su hermano.

-Ellos son hijos de ¿Adrián me dijiste?- uni un poco las cejas -¿quién es él?- soné quizas un poco irritado, no entendí mi tono y le sonreí para matizar el tono de mi voz.

Me quedé estático cuando Zazil desapareció. los niños me veian raro, quizás si me movia me atacarian de nuevo, ella regresó más rapido de los que esperaba, tomé el vaso de agua y le di un trago con un evidente y molesto sonido.

-Bueno pues entonces supongo que esto será largo- miré a los chicos parecian tener demasiada energia como para dormir pronto.

Tuve como mil preguntas para Zazil, en cuanto a su familia, pero sabia que ella no aceptaba mucho esa forma mia de ser, asi es que mejor me callé.

-Puedo sentarme?- dije mientras veia uno de los cómodos sofás.

-Y tú Zazil ¿cuando te decidirás a cuidar a tus propios niños?- intenté sonar casual, pero mas bien soné incómodo.

Lamenté mi estúpida pregunta y la miré con aquella luz que ella me provocaba.

-Lo siento es que destrozaron la camioneta de mis padres en la facultad y bueno... ahora tengo que pagarla, la verdad he estado algo estresado y me hacia falta verte- le sonreí y di pequeños golpecitos en el sofá para que ella se sentara.

-Ahora tengo que comprar un auto nuevo para mi y mis padres, pero antes debo encontrar un trabajo, y no tengo idea de donde. ¿Crees que me contratarian de niñero?- me rei algo escandaloso y después callé no queria que los pequeños asustados me atacaran de nuevo.

No podia evitar sonreir cada vez que ella tocaba mi mano.

-No, no es mucho, de hecho la aseguradora pagará una parte y el chico que la destrozo otra, no estoy seguro, la verdad es que desde que pasó no me he involucrado mucho en el hecho.- suspiré-

-El tipo que la destrozo lo hizo en una especie de ataque de locura, terminó en el psiquiatrico, no sabes cuanto me rei- rei de nuevo al recordarlo. -El punto es que mis padres estan algo molestos, pero ya se les pasará, por lo pronto necesito ocuparme en algo, solo para obtener el dinero que falta- puse mi otra mano encima de la suya -no te preocupes, no es nada, saldré de esto- le guiñé un ojo.

Lo unico que me preocupaba era que por mis niveles altos de estres afectara mi relacion con ella de alguna manera y eso ahora era lo que menos queria, por otro lado estaba algo ansioso por ir mas allá, por tocarla con la firme idea de que somos algo mas, pero no podia precipitarme, no queria que ella lo tomara a mal.

Miré a los chicos que nos observaban atentos.

-Tus sobrinos, parientes o lo que sean me intimidan, es como si estuvieran vigilandome- los miré de reojo.

Tal vez aceptaria la ayuda de Zazil, pero me sentiria incómodo...

-Hagamos algo, si no consigo pronto trabajo me prestas el dinero,y en cuanto lo consiga te lo pago ¿te parece?- le sonreí amable.
-El chico tiene un nombre raro.. Tes.. Tos.. Testamento, sí Testamento... no, no, espera...- dudé- Testament, Testament Darkwood- asentí con la cabeza. -Sólo no le hagas mucho daño, minimo no le digas que vas de mi parte- puse los ojos en blanco haciendo una mueca graciosa.

Me quedé quieto tratando de imaginar cómo se cargaba un bebé, quize que ella lo hiciera primero,para imitarla.

Me acerqué a Armand y estiré los brazos, él hizo lo mismo, me rei sorprendido y lo levanté sin el menor esfuerzo, lo acerqué a mi, él parecia estar cómodo, me senti bien, minimo no habia salido herido esta vez.

-Yo te sigo- le dije mientras ella cargaba a Aaron.

-Cuido su cabeza y lo acuesto con cuidado, cuido su cabeza y lo acuesto con cuidado....- repetia mientras cargaba a Armand de una manera ligera, como si trajera algo sumamente frágil, aunque pensándolo mejor asi era... frágil.

Lo acosté tal como me dijo Zazil, Armand estaba ya casi dormido, no asi con Aaron, pero supuse que no tardaria en vencer el sueño.

En cuanto ambos estuvieron acostados me apresuré a salir de la habitación, en cuanto estuve afuera saqué todo el aire que tenia acumulado, no queria ni respirar para no incomodarlos.

-¿Y tu familia llegará pronto?- pregunté casual y curioso con una voz tan baja que dudé que me escucharía.

Me gustaba vernos tomados de la mano, luciamos bien y yo estaba emocionado por eso.
La escuché atento sin despegar mis ojos de ella. Apreté su mano un par de veces, solo para verificar que ahi seguia.

-Me quedaré contigo si eso quieres- le dije en voz igualmente bajo y le sonreí, experimentar ser padre era algo nuevo para mi, pero experimentarlo con ella no tenia igual.

-Amo el pastel de chocolate- caminé mas apresurado a la cocina.- muero de hambre, pero como que no se me antoja la comida de los bebés, quizás un taco de algo con guacamole, no me caeria mal-

Hicimos todo aquello, yo le ayudé a calentar las tortillas, eso se me daba bien. Pusimos todo en la mesa, de vez en cuando nuestras miradas se encontraban y yo sonreía, no podia evitarlo.

Cuando ya estaba todo listo esperé a que ella se sentara, después lo hice yo.

-Esto luce genial- le dije mientras le echaba un vistazo a la comida.

Me serví un gran vaso de agua de jamaica y le di un gran trago mi garganta estaba seca de pronto, quizas por los nervios que a veces ella me provocaba.

Comenzé a comer, casi a devorar todo aquello, esta vez no comeria mucho.

-¿Compartir un auto?, me gustaria que compartieramos tantas cosas...- la miré profundamente y después sonrei desviando la mirada mas tarde -Seria un honor compartir auto y sera mucho mejor enseñarte a conducir, soy un hombre bastante paciente- le guiñé un ojo.

Le ayudé a levantar lo poco que quedaba en la mesa, me sentia comodo en su casa.

Me sentia mas que satisfecho con la comida, caminé hasta uno de los sofás y me senté, de pronto comenzó a darme sueño. Bostezé un par de veces.

-Creo que los niños me han pegado su sueño- me rei levemente.

-Ven sientate conmigo- la miré de manera convincente, estiré un brazo para que ella se acomodara y poder abrazarla.

Tenerla cerca de mi me enloquecia, el calor de mi piel aumentaba mas de la cuenta, pusé mi mano en su hombro y la pegué a mi, apoyé mi mejilla en su cabeza y cerré los ojos para disfrutar de su aroma. Mi corazon acelerado llenaba la habitación de un tremendo ruido. Me callé acomodando las palabras en mi cabeza.

Pegué mis labios a su cabello...

-Quiero compartir mi vida contigo Zazil- le dije en voz baja con la boca aun pegada a ella, cerrando los ojos, nervioso y alterado.

Un silencio reinó de pronto, pero yo me sentia tranquilo, feliz....

El verla a los ojos me intimidaba un poco, mi mirada siempre era transparente no podia ocultar nada y el que ella me viera me hacia sentir algo vulnerable.

Le sonreí y puse uno de mis calidos dedos en sus labios, recorriéndolos suavemente.

-Quiero compartir este momento de mi vida contigo, no sé si sea para siempre, nada nos puede asegurar el futuro, y seria una perdida de tiempo pensar en el mañana, quiero ser mucho mas que tu amigo Zazil- tomé su barbilla con delicadeza y la miré intensamente a los ojos como queriendo entrar en ella.

-Me gustas mucho Zazil, y he perdido la cuenta de los dias que llevo conociéndote, he perdido la cuenta de las sonrisas que me haz arrebatado, pero sé y estoy seguro que quiero estar contigo en un plano más sutil que el físico, quiero estar aqui...- puse una palma en su pecho- y aqui...- mi otra mano se apoyó en su frente.- si no estas segura hoy de lo quieres, puedo esperarte, el tiempo que sea necesario.

Bajé las manos y busqué las suyas.