Despues de un largo viaje desde Inglaterra (especificamente la prision) me sente a meditar un poco sobre mi situacion actual profugo, desempleado, busque con mi olfato ese extraño olor en el ambiente... me di cuenta que era yo... -Me tengo que echar un baño, quien dijo q ser polizon en un barco apestaba no lo dijo de manera literal- Dije con un tono malumorado, me levante y segui mi marcha buscando un lugar donde descanzar y echarme ese baño que mi cuerpo exigia, mi ropa estaba sucia, no habia mucha diferencia entre un recojelatas y yo, desalineado y sin muchas energias por el mal comer a veces pensaba si haberme escapado fue una buena idea, por lo menos tenia comida, techo y un baño... mi unica preocupacion para aquel entonces era no terminar siendo la mujer de otro.
-Maldicion- Grite con fuerza mientras golpie un faro en mi camino, lo unico que me motivo a escaparme de la prision fue ese deseo de amor y odio hacia amaltea, no sabia se perdonarla o castigarla por lo que me hizo -Ja- se me habia escapado uan sonrisa podriams decir que picara, -Aun no me voy a amargar por eso, primero tengo que ubicarla despues ya vere que hare con ella- dije con un tono d voz muy bajo como si hubiese querido hablar con migo y asi segui caminando bucando un lugar para poder recuperar fuerzas y pensar en mi siguiente movimiento.