Esperando (Janus!)

Ya habian pasado tres dias....habia logrado sobrevivir tres dias mas... y crei empezar a entender la imparcialidad del tiempo de los vampiros. Podrian matarme mañana, o en un año, o en 10 años... ellos tenian vida eterna, nada les importaba el tiempo. Sin embargo no podia arriesgarme, y probablemente ellos tampoco.
Habia estado dando vueltas al cementerio, esperando a mi jefe... o bueno, a mi socio. Habia conseguido las fotos... las fotos de la persona que buscaba, el profesor de historia, las fotos de su enorme castillo, de sus jardines y de la seguridad...
No habia rastros de Janus en el cementerio, asi que aun dando vueltas con el auto me tope con la vieja iglesia abandonada, supongo que no hay nada mas triste que eso, una iglesia abandonada es como la viva demostracion del final de la Fe. Nunca habia tenido Fe en nada, ni en nadie, nunca me habia importado morir. Habia trabajado con un ex novio dealer de drogas, y no me importaba el peligro de aquello, habia tenido miles de sobredosis, y jamas habia dejado de consumir, habia besado a la muerte miles de veces, pero nunca moria, el no tenerle miedo me hacia mas fuerte que ella.
Sin embargo todo eso parecia muy diferente ahora, no jugaba con la muerte, jugaba con quien le habia ganado verdaderamente a ella, Jane y quien sabe que otros vampiros me seguian el rastro para matarme...o para convertirme. No queria ser uno de ellos, el solo pensarlo me daba nauseas. Pero tampoco dejaria que me mataran... Segui pensando y re pensando aquello mientras esperaba a mi socio y caminaba adentro del lugar, habia varias aves y mucho polvo... me sente en una de las silla y mire los restos de un enorme crucifijo sobre lo que quedaba del altar.

Regresaba de Port Angeles, con el jeep repleto de cajas atascadas de suficientes armas como para volar en pedazos Olympic en una sola noche. Incluso, tanto peso tenía mi vehículo que no se desplazaba a la misma velocidad de siempre. Miré mi rostro por el retrovisor, tan demacrado como desde hacía unos pocos días, terriblemente cambiado. El miedo era visible en él, todo gracias al maldito licano... solo las historias más torcidas habían sido capaces de describir seres como ese

Las rodads del auto me llevaron a la iglesia abandonada, donde baje, para buscar algún rastro de esperanza... encontrándome con la infame mocosa de nuevo... había olvidado por completo que era el día de entrega.

-Tengo lo que necesitas- dije con una mirada inexpresiva, aunque llena de terror.

Voltie la cabeza y me pare con tranquilidad, tenia la mirada excesivamente seria, todos aquellos pensamientos me estaban comiendo la cabeza.
-Yo tambien tengo lo que buscas..- Declare con serenidad. Era increible, estaba preocupada por la vida de la niña, de mi padrino, de mis amigas... y por la mia. Sin embargo me importaba muy poco lo que pasaria con el profesor de historia- Muestrame lo que tienes...

((Janus where are you? ))

Asentí en silencio, con la vista aún sin demostrar emoción alguna, incapaz de plasmar algo distinto a la conmoción, pero motivado por el deber y el salvar mi miserable existencia. Me quedé de pie un instante, pasmado, recordando a Alexander con nitidez, lo feroz de su hablar, así como la siniestra apariencia que adoptase. Nadie excepto él había sido capaz de causar en mi semejante terror.

Tras cavilar unos instantes, me di media vuelta, caminando al jeep. No podía pensar con claridad, era como si mi cabeza estuviese lenta, muy lenta. Empezaba a odiar la sensación, pero el maldito Alexander había conseguido su meta rotundamente. Me acerqué a la parte de atrás del vehículo, tomé la primera de las cajas metálicas.... y entonces logré reaccionar, dejándola en su lugar.

-¿C...cómo s... se que tienes la información contigo?- pregunté con nerviosismo, pues de ello dependía gran parte de mi futuro... o la inexistencia de este.

(Ya estoy aquí )

Que rayos?!... Janus sonaba nervioso, duditativo y hasta me atrevia a pensar que asustado... donde estaba aquel hombre sin sentimientos tan profesional y seco?
Saque una carpeta de facultad azul, adentro habia impreciones y un cd... se la di y me quede a menos de un metro de el.
-Ahi esta todo lo que necesitas... fotos de su hogar...fotos de su trabajo, fotos de el... fotos de como llegue a su castillo... fotos de como llegar a su trabajo... lo que quieras... tengo las direcciones exactas tambien si las quieres..- Dije, estaba jugada, pero se notaba que el tenia el armamento... y uno de los dos tenia que dar el primer paso- Tienes las identificaciones tambien verdad?- Pregunte con rapidez

Tomé con torpeza la carpeta que me extendiese la mocoso. Ese era mi pase de seguridad sin duda, peor por algún motivo seguía sintiendo ese endemoniado escalofrío recorrerme cada vez que pensaba que Alexander debía recibir aquello antes de devolverme mi libertad, de cesar en su mente la idea de asesinarme.
Me agaché a recoger mi vital información cuando la solté inconcientemente. Debía recuperarme, necesitaba recuperarme, de hecho, superar aquel traumático acontecimiento. Respiré un par de veces antes de hacer cualquier cosa.

-Ahí está todo- le dije señalando las cinco cajas metálicas- Están repletas de armamento militar, lo último en tecnología. Incluso me enviaron un lanzamisiles y un rifle anti tanque- comenté sin siquiera darme cuenta- ¿Quieres que te los muestre?

Janus parecia estar peor de lo que se veia, sin embargo ahi estaba lo que necesitaba. Fui hasta las cajas y abri con algo de dificultad una de ellas. Habia varios tipos de armas, muchas de ellas eran conocidas para mi... otras no. Sonrei con los dientes. Tome cada una de las cajas y las lleve a mi auto, puse una adelante en el asiento de copiloto, una en el suelo, y tres atras. Luego volvi hacia Janus, que parecia seguir nervioso. Me sentia agradecida por las armas, pero aun faltaba algo
-Y los documentos?- Pregunte levantando una ceja, eran vitales para mi...

Vaya, aquel día me encontraba más distraido que de lo que supusiese originalmente. Me encaminé a la parte delantera del auto, saqué las identificaciones, la última parte del trato entre ambos, y se las extendí a la joven. Estaba a punto de indicarle que se marchase, que eso era lo mejor que podía hacer, alejarse de una persona como yo, marcada por los monstruos... pero necesitaba saber una cosa más.

-¿Crees en los monstruos?- pregunté seriamente, dejando ver que era un interrogante vital para mi

-Lo suficiente como para hacer negocios con un asesino a sueldo...- Entonces ese era el porque de su estado... el se habia cruzado con vampiros tambien... Tome la identificaciones y abri la segunda pagina de ambas...ahi estaba Catalina, en una tenia mi apellido, y en la otra el de Sasha, esperaba no tener que usar la segunda indentificacion.. con un poco de suerte saldria bien parada de esta... y lograria ayudar a la niña tambien. El primer paso de mi plan estaba completo. Volvi a mirar a Janus.
-Porque lo preguntas?...- Me mordi el labio inferior mientras guardaba en mi bolsillo los documentos.

Moví la cabeza con delicadeza, tratando de dar a entender que me sentía ligeramente imbécil al preguntar disparates así... disparates para el resto del mundo, verdades para mi. Me froté la cabeza, quizá el dolor producido por la excesiva presión me sacase de mis turbios recuerdos pero no fue asi.

-Por nada, yo simplemente creí ver a un lobo muy grande y feroz- respondí balbuceando- Realmente no creo que existan los hombres lobo- dije para tratar de convencerme, más que para hablar con mi socia.

Hombres lobo? como que hombres lobo? claro que esos bichos no existen! yo pensaba en algo mas real...como un vampiro...
-Descuida...hay seres sobrenaturales reales mucho mas peligrosos que los hombres lobos!-Lo dije en tono de broma..pero habia tanta verdad en lo que decia... -Bueno Janus, a sido un placer hacer negocios con tu persona... tienes mi numero de celular... y yo no tengo nada para ubicarte...pero no creo que te vuelva a necesitar..- Me dirigi a mi auto y luego de subirme a el baje la ventanilla y me apoye en ella- Ojala que puedas terminar con tu trabajo!- Sonrei y le guiñe un ojo, lista para irme.

¿Qué podía resultar aún más terrible que un hombre lobo?...vampiros... vampiros... vampiros... eso era... ¡la clave para vencer a Alexander! Casi di un salto de alegría, cuando la idea surgió vivamente en mi cabeza. Corrí al auto de la mocosa y le detuve antes de irse, tras lo cual le formulé una nueva pregunta, casi jadeante

-¿Te refieres a vampiros? Vampiros de verdad, es decir

Frene de golpe el auto cuando habia empezado a arrancar, Janus se colgo como loco de mi ventana y hablo con una euforia que desconocia viniendo de el.
-Mas reales que nunca... hacen magia, salen a la luz del dia... y son muy atrayentes, mas reales que la realidad...- Admiti... y asi eran, los seres mas detestables que jamas habia conocido.. Iliana y sus amigas, Jane y los Volturi...Mis profesores... Mis jefes.. Mi padrino...-...No creas que estoy loca - Agregue...tal vez solo estaba bromeando..

Me reí como un psicópata a punto de matar a su víctima, el destello siniestro en mis ojos volvió a nacer como las mismas llamas del fénix de sus propias cenizas. Si aquello era cierto, entonces se abría ante mi la posibilidad de asesinar a Alexander con mucha más facilidad de lo que hubiese esperado. Era fantástico, simplemente excepcional. Respiré un poco más calmado. Miré a la, ahora, libre joven. Esta vez, era el turno de que yo fuese el negociante.

-Te creo, no porque les haya visto, sino porque conozco a los seres que, mitológicamente, son sus adversarios naturales, sus enemigos mortales, y, quizá la única clase de arma que puedes usar para que ambos se destruyan mutuamente- declaré haciendo un recuento de mis pensamientos en voz alta, más que explicando el motivo de semejante interrogante

Levante una ceja, tube una gran nausea en mi panza, de que me estaba hablando? por favor! Los hombres lobo no existÍan, NO - E-XIS-Tí-AN... aunque ciertamente para mi hacía poco mas de un mes los vampiros tampoco... y mirandome ahora, tenía armas por doquier para intentar vagamente matar a uno de ellos... No, me estaba metiendo en otro lío, estaba comenzandome a confundir de nuevo...
-De que hablas?- Dije con un hilo de voz, solo estaba bromeando...solo se había loco... solo... quería saber que los vampiros eran los únicos seres sobrenaturales de este mundo.

Tomé un par de bocanadas de aire antes de siquiera intentar explicarle algo a la chica. Era complicado, lo sabía, no sólo para ella, sino para mi también. Ignoraba si me creería la historia, sonaba de lo más descabellada, incluso cuando yo mismo me la recordaba, pero así era. Me pasé una mano bruscamente por la cabeza, en busca de respuestas a la pregunta de cómo comenzar. Di un fuerte golpe con ambas palmas una vez me decidí.

-Estás a punto de escuchar lo más ridículo que en tú vida jamás hayas imaginado, pero es la verdad, al menos, mi verdad- comencé con resignación- Mi jefe, para quien he recolectado toda la información, es... un licántropo, un hombre lobo, o como se te antoje llamarle- dije con algo de nerviosismo- El mismo me lo demostró hace unos días, aquí mismo. Sus fauces como de animal, aquellos ojos en blanco... no eran humanos, es decir, si los vampiros existen, como ya no lo dudo, ¿por qué los hombres lobo no?- finalicé algo perturbado

Me quedé mirándolo aun desde adentro del auto, con la ventanilla baja, apagué el motor. Tenía sentido, tenía mucho sentido...pero entonces, cuales eran humanos, cuales vampiros y cuales "lobos"?
-Sabes reconocerlos? alguna caracteristica corporal?! - Le pregunté abruptamente, pasarón por mi mente muchisimos datos sobre la zona... muchas caras de la universidad...de Forks, de LaPush. Es que no tendría un dia sin sorpresas? -Qué piensas hacer entonces? Porque quieres matar a tu jefe?- Pregunté por inercia, no entendia esa parte de la historia

-No estoy muy seguro de cómo saber cuando uno de ellos es un monstruo- respondí algo desconcertado- Pero podría averiguarlo cuando vaya a hablar con mi jefe y entregarle la valiosa información que me has provisto- declaré sonriente- De todos modos, hace mucho me dejó de importar mi existencia- concluí con una expresión sombría- con todo esto quiero decir, si quieres matar vampiros, como lo mencionaste hace unos días, y yo hombres lobo, ¿quisieras formar equipo para engañarlos y que se den muerte entre ellos?

Abrí los ojos como si me hubiera vuelto loca, me quede en silencio...1...2...3.... minutos... estaba hablando en serio?
-No se los lobos...pero los vampiros tienen habilidades increiblemente raras y fuertes...han utilizado algunas conmigo y puedo asegurarte...ningun perro por mas grande que sea podra matarlos... son la muerte personificada... o peores...- Declaré frustrada, ya me había topado con la habilidad de Zafrina, ella había creado imagenes en mi vista... o mejor dicho en mi mente increibles... tambien habia visto sus habilidades fisicas y sensitivas... no estabamos hablando de un animal... -No creo que los hombres "lobo" tengan una oportunidad con ellos...- Aprete los dientes. Odiaba creer eso....
-Deveriamos averiguar como reconocerlos y cuantos son....- Y luego calcule algo- Actualmente... hay alrededor de 3 vampiros cada 10 personas.... y no se cuantos de ellos estan del lado de quienes me tengo q enfrentar...- Hablé lentamente como si me pesaran las palabras.

Aquel sepulcral silencio me había perturbado ligeramente, incomodado sería la palabra adecuada. No obstante, no podía evitarlo, era necesario, y estaba perfectamente consciente de ello. Respiré más relajado cuando la chica habló nuevamente. Me creía capaz de conseguir todo aquello, sin duda alguna. Esbosé una sonrisa de satisfacción una vez me vi recolectando aquello.

-Deja esos pequeños detalles en mis manos, pronto podré averiguarlos. Eso y cómo matar a los vampiros, descuida. Seré yo esta vez quien recolecte información al respecto- declaré con una sonrisa- Por cierto, mi nombre es Aidan

Sonreí de costado, Aidan entonces... Ahora confiaba en mi? Supongo que cuando uno esta en la soga confía en cualquiera.
-Amaltea...Tea para mis amigos- La verdad, era que yo también estaba en la soga- Cómo vas a averiguarlo? Deberías saber muchas cosas sobre vampiros antes de intentar adentrarte en su mundo... Y sobre todo, no dejes que ellos se den cuenta que sabes de ellos... tienen un codigo extraño pseudo-sectario que hara que te persigan hasta la muerte- Me señale a mi misma, ahi estaba mi gran problema resumido y dicho casi hasta de una manera comica.

(Me ausenté mucho, sorry )

-Mi jefe, él es un hombre lobo- declaré con algo de seriedad- El tipo ha de querer matar vampiros, no lo sé. Le preguntaré, ya me las ingeniaré para que me diga todo cuando necesito saber de vampiros y hombres lobo. Eso es algo casi seguro- al menos, una sonrisa de confianza brotó de lo profundo de casi desesperanzado ser- Creo que me resultará más complicado encontrarte a ti que dar con todo lo que requiero de mi jefe- me di la vuelta para irme, pero antes añadí- Y, la verdad, no me preocupo por los vampiros, no mientras huela a perro y tenga mal caracter. Al menos eso siempre funciona cuando quiero alejar a las mujeres de mi lado- dije finalmente, añadiendo algo de humor a una situacion por demas complicada.