La miré detenidamente, tenía unos ojos hermosos. -Entonces no te molesta que cocine yo?, y me ayudas, dos cocineros son mejor que uno- Le dije guiñandole el ojo. Ya estabamos en llegando al centro comercial y para comprar la comida teniamos que ir al supermercado que había ahí. -Pues es lo que yo te iba a preguntar, tu eres mi invitada, hay que complacer los gustos de mi invitada.- Le dije haciendo una reverencia, y me reí al ver que ella tambien se reía, su sonrisa era hermosa, todo en esta chica me gustaba.