Un punto de luz entre la multitud

Estaba apoyado en una parede de un edificio que daba a una plaza con los brazos cruzados, como esperando a alguien, y ese alguien no era mas que mi futura presa. Estaba demasiado sediento como para buscar sangre en otro lado. Miraba a la gente que pasaba por la plaza, buscando alguien que me complaciera. "Demasiado viejo, demasiado joven, ese huele mal..." aunque lo cierto es que no aguantaria demasiado tiempo. Cuando la quemazon en la garganta era demasiado intensa recurria a un truco que habia aprendido y que mas o menos funcionaba, fijaba la vista en algo y vaciaba la mente, solo que en esos momentos era incapaz ante la cantidad de gente que pasaban por delante mio. Mis ojos recorrian el gentio, un simple vistazo bastaba para que mi cerebro procesara la informacion y la almacenara instantaneamente, algo bueno tenia que tener el ser vampiro.

Habia visto a una chica que me habia gustado y la seguia con la mirada, pensando en como abordarla cuando alguien se cruzo en mi mirada y olvide porque estaba alli. La chica que se habia cruzado era un punto de luz entre toda esa gente, como un faro en la oscuridad. Era el tercer vampiro que veia en mi vida, por eso me llamo poderosamente la atencion, a encontrar seres como yo habia venido a Forks. Mi sire me habia contado cosas sobre una especie de migracion vampirica hacia este lugar, como si aqui viviera un profeta. No reaccione, simplemente la seguia con la mirada.

La vampira vino hacia mi, me habia olido. Tendria que aprender a jugar con el viento y la posicion para que no me detectaran tan rapido por mi delator olor, pero no podia aprender todo en un santiamen. Segui cruzado de brazos mientras ella se acercaba, un hombre paso cerca de mi, mi ojos rojos por la Sed, se volvieron mas intensos. La sangre me llamaba, era una necesidad vital que conducia al mayor placer de toda mi existencia hasta entonces... saciarla. Aun me repugnaba tener que segar vidas para mantener la mia, pero no habia otra solucion o al menos no la conocia.

Cuando la vampira llego hasta mi no dije nada. No tenia nada que decir, era ella quien habia venido, yo solo me conformaba con mirarla, saber que habia otros como yo.

- Me temo que si.

Me estudiaba como quien estudia a un animal, asi era como me debian ver los vampiros mas antiguos, como un animal peligroso e incontrolado. Yo tambien la estudie a ella aunque mas discretamente. Era una vampira extraordinariamente hermosa, incluso para el canon inmortal. Respire su aroma, ahora estaba lo suficientemente cerca para olerlo, olia como todos los vampiros, un olor dulce, rico pero cada uno tenia sus matices y aquella extraña no era menos. Detras del olor comun, habia otros olores que no identificaba. Le sonrei:

- Estabas buscando comida??- pregunte

- No, estoy buscando esposa. Tu que crees la encontrare??- dije con un tono burlon.

Me estaba costando reprimirme, segui con la mirada a una mujer que paso por detras de la vampiresa. Vacile entre seguirla y no seguirla, pero la advertencia de esa chica me habia inquietado. Desde cuando era peligroso cazar humanos?? Eran incapaces de resistirse al encanto natural de un vampiro. Mi oido capto una conversacion que mantenian una pareja de adoslencestes, dos chicas. Normalmente no solia prestar atencion a lo que oia involuntariamente, pero en ese caso me llamo la atencion. Una chica le decia a la otra:

- Me voy de casa. Estoy harta de mis padres, parece que me quieran meter a monja. Ahora mismo voy a coger mis cosas y me ire.

- No te vayas, piensalo, no tienes donde ir. Estas sola...

- Me da igual, no me quedare mas.

Mis ojos siguieron la direccion de donde venian las voces y las localice, un par de adolescentes de unos 16 años. Una se marcho, en direccion a una calle adyacente, la que se iba de su casa y la otra se quedo parada mirandola. Aquello era demasiado para mi autocontrol, di un paso en su direccion olvidandome momentaneamente de la vampira que tenia ante mi. Me iba a ir a seguirla cuando le dije:

- Tentador... Te vienes?? Creo que encontre mi media naranja...

Evidentemente yo era consciente de mis limitada tecnica de caza, todo lo que sabia lo sabia por la experiencia. No habia tenido un maestro de quien aprender el refinamiento que debia, habia tenido un sire que me enseño lo basico para sobrevivir y me dejo solo, era un trotamundos y no queria compañia. Segui a la desconocida a grandes zancadas, la chica que se habia quedado quieta miro a la vampira inquieta y luego al verme a mi que iba detras se quedo paralizada, yo sabia porque, la emocion de la caza, ahora eramos depredadores sin camuflajes y una mirada atenta revelaria que no eramos simples humanos corrientes.

Aprete el paso hasta colocarme a la altura de la vampira. Nos mantuvimos unos 50 metros por detras de la chica, evitando que se diera cuenta de que la seguiamos.

- Sera mejor esperar a que recoja sus cosas...

Aunque no sabia si era capaz de aguantar mas, lo habia dicho mas para mi mismo que para mi acompañante.

El simple contacto hizo que me detuviera, si seguia asi la iba a matar alli mismo. Me fije en un ladrillo de la pared de una casa. "Ladrillo, ladrillo, ladrillo,..." Consegui mitigar tenuemente la sensacion de sed. Me gire hacia la vampira, dando la espalda a la chica que se alejaba ajena a su destino.

- Aguantare... tengo que aprender a controlarme...- mientras mi mente seguia "Ladrillo, ladrillo, ladrillo,...", la chica me miraba como si esperara algo, y de repente tras la pared de ladrillos mental, que iba a construyendo como siguiera almacenando ladrillos, vi la luz.- Me llamo Deacon, lo siento por no haberme presentado.

Evidentemente no lo sentia, no le iba a estar diciendo mi nombre a todo aquel que pasara por mi lado. Pero dentro del mundo inmortal, convenia ser educado o al menos asi me lo habian dicho, una disputa podia cultivarse durante siglos para explotar en el momento mas inoportuno. Cuando tienes la eternidad por delante, esperar a la venganza se hacia facil.

Me concentre en la conversacion con Hemera, era mas agradable que una pared de ladrillos rojos, aun asi no podia parar de mirar como la chica se perdia de mi vista y giraba una esquina.

- De Seattle, ahi al lado... y tu??

Tenia que mantener una conversacion, olvidarme de la chica o de cualquier otro ser humano. Mire a Hemera, se la veia tranquila como si todo eso no fuera con ella, a su lado yo era un manojo de nervios, pequeños gestos me delataba. Cambiaba el peso de pierna, aunque no estubiera cansado, me daba golpecitos con un dedo en la otra mano, como aliviando tension...

- Dama francesa del siglo XVIII??, pero que cojon.. perdon, es que me cuesta prestarle atencion a otra cosa...- dije sonriendo a modo de disculpa.

Tendria que cuidar mi vocabulario, con mis antiguos amigos pasaba, pero ahora me estaba moviendo en otro ambiente, mas... elitista.

- Quizas lo puedas parecer, pero no tengo ni idea de como era una de esas. Como vinista a parar a Forks?? Viniste por lo de la concentracion de vampiros??

Tic, tac, cuanto tardaba aquella muchacha en hacer las maletas, esperaba a que Hemera lanzara el pistoletazo de salida para correr como un perro de presa.

Me sentia como si Hemera me estuviera sacando a pasear, pero lo aguantaba porque si no perderia la cabeza en un torbellino de ansias asesinas. Me encogi de hombros ante su pregunta:

- Por el bosque, llegue andando... no me veia capaz de aguantar en un autobus o en un tren rodeado de personas...

Caminaba un paso por delante de ella, conteniendome, el unico puente hacia la cordura esa su brazo. Asi que no era un vampiro antiguo, eso me agradaba, habia pasado por lo que yo estaba pasando no hacia mucho. Posiblemente fuera la persona que mejor podia comprenderme desde mi transformacion.

Hemera me solto y eche a andar de inmediato hacia la esquina, siguiendo a la muchacha. No era conveniente llamar la atencion demasiado la atencion, y tampoco queria dar un espectaculo. Cuando llegue hasta ella aminore el ritmo hasta pararme junto a ella. Llevaba una maleta bastante grande y parecia tener problemas para llevarla. Le sonrei encantadoramente, esperando que no se fijara demasiado en mis ojos o que los ignorara. Le dije con voz suave:

- Disculpa, puedo ayudarte con eso??

La joven chica era incapaz de resistirse al encanto que un vampiro desplegaba al cazar, se puso roja y las pulsaciones le subieron y eso por poco hace que perdiera el control.

- Muchas gracias...- fue lo unico capaz de articular.

Camine a su lado llevando la maleta cogida con una mano, sin esfuerzo. De repente se solto a hablar, hablaba de su estado como si yo fuera amigo suyo de toda la vida. A cada frase yo sonreia aun mas, animandola a seguir, pero interiormente iba buscando un callejon, algo en donde alimentarme. A unos 200 metros vi un callejon secundario, perfecto para mis planes. Detras de mi notaba como Hemera nos seguia a una distancia prudencial...

En el momento en que pasaba por delante del callejon comprobe que nadie nos miraba. Tire la maleta dentro y la chica no tuvo tiempo ni de mirar que habia hecho cuando le puse una mano en la boca tapandosela como un bozal de hierro y con la otra le agarre del jersey que llevaba y la levante para llevarla al callejon. No transcurrio mas de un segundo en esa operacion perfectamente coordinada. La arrastre al fondo del callejon mientras le mostraba los colmillos, mi bestia interior clamaba por la sangre de aquella chica. Odiandome por ello, la libere y di rienda suelta a la destruccion de aquella vida.

La sangre brotaba del mordisco de su cuello colandose en mi garganta, aplacando mi necesidad con cada gota....

Pare de beber cuando note que su corazon dejo de latir, la sangre de los muertos me asqueaba. Saque un pañuelo del bolsillo y me limpie la cara de la sangre, una de mis asignaturas pendientes era la pulcritud. Me llenaba de sangre cuando bebia, lo cual me dejaba con un aspecto un tanto siniestro. Puse el cuerpo sin vida contra una esquina y mire a Hemera, una vez saciada la sed los ojos parecian mas negros que rojos.

- Como nuevo- dije sonriendo.- Aunque no te pregunte si querias algo, un fallo por mi parte.

Salimos del callejon, no era muy recomendable permanecer en el sitio del delito mucho tiempo.

- Damos una vuelta?? O al menos, alejemonos un poco de aqui.

- Lo mas sensato hubiera sido no haberla matado- la contradije rapidamente.

Caminamos unos minutos en silencio, a un ritmo que supondria casi marchas forzadas para un humano. Cuando considere que nos habiamos alejado suficiente afloje el ritmo, no me queria recorrer el pais andando y como siguieramos a ese ritmo Forks se nos iba a quedar pequeño muy pronto. Le pregunte en voz baja para que nadie escuchara la pregunta:

- Hay muchos vampiros en la zona??