Inesperado

Si... mantendria la esperanza de que sintiera lo mismo que yo.
El tiempo no tenia sentido a su lado, simplemente desaparecia... Y el habia dicho que estaba convencido y yo le creía.
Le apreté la mano y lo lleve al interior de la casa, sentandonos en un sillón...

-Ya habrá tiempo para aumentar lo que sentimos... y supongo que mas para ti... supongo que los mitos son ciertos, no? Eres... inmortal?

La seguí al interior de la casa y antes de sentarme en aquel sillón me quité el abrigo y lo dejé a un lado. La miré con cierta curiosidad al ver las intenciones de sus palabras y luego reí levemente bajando la mirada. Tomé una de sus manos y la envolví en la mía antes de contestarle.

-sí, lo soy... aunque no tanto, hay cosas que pueden acabar conmigo con bastante facilidad -el mito no era tan cierto después de todo... los vampiros también podíamos morir. Entonces de repente se me vino a la cabeza otra cuestión... aunque supe que era algo demasiado pronto para discutir.

-aunque supongo que esas cosas las sabrás... -agregué recordando su historia.

Miré mi mano entre las suyas, totalmente conmovida...Escuchando sus palabras, desmintiendo mi creencia de su indestructibilidad... no pude entender la última frase...

-Esas cosas? No se de que.. cosas...-dije quedamente, mirandolo confundida a la espera de su explicacion

-que luego de haber "convivido" con un vampiro a pesar del breve tiempo que puede significar para ti algo habrás aprendido de nosotros -expliqué-. Por lo tanto hay cosas que sí sabes... ¿o no? -quizás me estaba confundiendo, pero era algo que lo había dado por sentado. Aunque aún no comprendía cómo era que le había llevado tanto tiempo saber que yo lo era.

-¿por qué tardaste tanto? -le pregunté-... en saberlo.. -especifiqué a saber que quizás mi pregunta no tenía sentido.

Negué con la cabeza
-Si Anna no lo hubiese mencionado no hubiera hilado una cosa con la otra. Además, del tiempo que pase con él,no me hiso un detector de vampiros,solo me hiso temerle... tendrás que mostrarme todo acerca de los vampiros. Bueno o malo
Le dije sonriendo un tanto traviesa,mientras le acariciaba la mejilla con la mano que me quedaba libre,disfrutando del tacto con la peculiaridad de su piel.
-...es facinante.-murmuré-¿Por qué no me podías decir? Te dije que creo en ellos...ustedes.

La miré, serio por lo que había dicho, aunque no por estar enojado, sino por el interés que me habían causado aquellas palabras.

-¿Anna? ¿qué fue lo que te dijo? -sabía que no podía confiar en aquella chica, y lo que le había hecho no le había alcanzado, quizás tendría que tomar medidas más... drasticas... no quería hacerlo, pero al parecer no me dejaba opción.

-es cierto -agregué luego, había olvidado aquel pequeño detalle cuando me preguntó aquello-... pero nosotros estamos obligados de alguna forma a mantener esa parte nuestra en secreto. El vampiro que me "creó" me lo explicó..

-Secreto.-repetí pensativa-Comprendo...Supongo qe Anna lo averiguó entonces,me dijo qe eres una "criatura nocturna" pero no entendí hasta ahora y ella no me explico,en lo qe cabe guardó tu secreto.
Volví a su último comentario;de quien lo convirtió.
-¿Cómo paso? ¿Tú así lo quisiste?

A pesar de que ella me había dado aquella explicación aún estaba con mis terribles ganas de hablar con Anna y hacerle saber que de volver a abrir la boca ella lo lamentaría.. y mucho. Cuando me preguntó sobre cómo pasó todo y si así lo había querido solté su mano y tomé cierta distancia.

-eso es privado -respondí algo brusco... mi falta de costumbre para comunicarme como era debido con la gente se hacia muy evidente. Me lamenté interiormente por haberle respondido de esa forma. Suspiré y traté de que mis palabras a continuación sonaran más sutiles que las anteriores-... soy muy egoísta con ciertas cosas y no estoy acostumbrado a compartir ciertas cosas con los demás... -sonreí levemente-... es cuestión de tiempo... que me acostumbre a todo esto.

Me sorprendió y asustó su reacción... dandome un sentimiento de remordimiento e imprudencia por haberle preguntado eso.
Bajé la vista, escuchando mas como un regaño que como una explicación lo que me decía, se que no lo decía con esa intención, pero entre lineas percibía un "eso no te incumbe" de su parte. Por mas que intentara ablandar la primera impresión... me crucé de brazos al sentir mi mano vacía un tanto retraída...

-Lo... lamento. No quería incomodarte...-levante la cabeza un poco ,forzando una sonrisa avergonzada.- Tus razones tendras... y por eso me gustas Nicholas, por ser tan... tú.

Esta vez la sonrisa fue sincera.
Me puse de pie y comencé a andar en circulos, el porqué era desconocido incluso para mi.

-Ya no hablemos de eso entonces...

Me quedé en silencio, viendo cómo caminaba en circulos y permanecí así aún después de que ella me había dado pie para llevar la conversación a otro lado...

-no recuerdo bien cómo pasó, pero sí recuerdo que fue un tipo de acuerdo entre el vampiro y yo -comencé a contarle, esta vez sin dudar.. No tenía nada que esconderle a Katherine, ella no lo había hecho conmigo-... Mi vida había perdido cierto significado y pensé que de esa manera lo encontraría -reí con cierta nostalgia-, fui un poco iluso al pensar que por obtener inmortalidad y juventud eterna le encontraría algún sentido a todo esto... -murmuré.

Levanté la vista y la vi a ella. Era humana, fragil, algo que dependía del tiempo... Pero aún así mi visión hacia ella comenzaba a tener otro punto de vista. Quizás con ella no hacia falta ir en busca de la inmortalidad para comprender mejor todo y darle un sentido a tu propia vida.

Al percibir su mirada tras la respuesta a la pregunta que ya había dado por vencida me detuve, recargada contra la pared, mirándolo, tratando de comprenderlo. No pude evitar sonreir, yo no estaba tratando de sacarle ese capitulo de su vida, realmente respetaria sus razones para no decirme, y me conmovió profundamente el hecho de que aun asi se abrió conmigo...

-Es que la vida no depende de cuan larga sea, si no de como aproveches el tiempo que tienes...-me acerqué lentamente hacia él. -Por ejemplo...-ya habiendo quedado de frente, aproveché que se encontraba sentado, casi de mi estatura apenas ganandole yo por unos centimetros hacia arriba. Le rodeé el cuello con los brazos, recargandolos en sus hombros.

-...con esto, se resumen mis 19 años... le da sentido a mi existencia entera hacer esto...-dije, antes de volver a robar un beso de sus labios, provocandome esa daliciosa sensacion al estar unidos así.

Me separe casi de inmediato..

-...Y no necesito de una vida eterna para darle sentido. Necesito de ti...

Ya me hallaba totalmente sonrojada otra vez frente a él, pero estaba realmente convencida de mis palabras.

-Cada quien puede darle el sentido que quiere a su vida, y si no lo encuentras en el mundo natural... los vampiros no son tan malos si ayudan a darte lo que crees que te hacía falta. Tienes un largo camino para darle sentido...

Lo abracé, recargando mi menton sobre su cabeza....

-Y estare contigo todo el tiempo que pueda...

Pasó sus brazos alrededor de mi cuello y levanté la vista para mirarla, siempre hablando con esa seguridad y esa calma que la caracterizaba y que me contagiaba a mi de todo eso. Se acercó a mi luego de sus palabras y me besó a la vez que yo posaba mi mano sobre uno de sus brazos que descanzaba en mi hombro, respondiendo con suavidad, sólo hasta que se separó.

Con cada cosa que decía me abría cada vez más los ojos y yo la miraba con asombro, no podía creer que había pasado todo este tiempo buscando algo que no me pertenecía cuando podía tenerla a ella, ella que sería quien me guie con sus palabras tan llenas de verdad.

Cuando me abrazó pasé mis brazos alrededor de su cintura y me recargué en ella, quedándome en silencio aunque no por no tener palabras sino que había vuelto a quedar hipnotizado por el sonido de su corazón y era la primera vez que lo oía desde tan cerca.

-y yo quiero que te quedes conmigo -dije finalmente rompiendo con el silencio-... porque también necesito de ti. No sólo porque le das un sentido a todo sino que creo que eres la única persona capaz de entenderme, refrenarme de ser necesario o empujarme a todo aquello que no me animo a enfrentar.

Mi corazón se emocionó nuevamente... Lo abracé perdiendome en su aroma... en la eternidad que representaba no por su naturaleza sino por sus palabras, porque entonces ya estabamos en este mundo para algo mas que simplemente existir, estabamos para amarnos y hacernos compañia el uno al otro.

Era perfecto. Nunca imagine que amar seria tan sublime.

Una risita involuntaria escapo de mi boca...
Tampoco hubiese imaginado que seria a él a quien vendria a amar.

Le di una serie de besos ininterrumpidos en las mejillas...

-Te entiendo mas de lo que crees... pero aun quiero hacerlo mas.

Me dejé caer al sillón, bostezando...

-¿Iras mañana a la escuela?

Sonreí levemente al sentir sus besos en mis mejillas y cuando volví la vista hacia ella la vi volver a tomar el lugar al lado mío en el sillón. Asentí primero ante su pregunta, no sin antes notar que había bostezado... seguramente estaría cansada y a diferencia mía ella sí necesitaba dormir.

-iré y creo que es mejor que me vaya. Si me sigo quedando no dormirás bien y mañana te quedarás dormida -reí despacio por eso y me levanté del sillón, dispuesto a despedirme de ella lo más rápido posible o terminaría quedándome por más tiempo irrumpiendo su sueño.

Me sobresalté al verlo levantarse, lo alcancé por el antebrazo;como hacia momentos atrás...
Y entendí que verlo partir aunque fuese por unas horas, en la trancisión de un dia a otro, se convertiría en un reflejo el sujetarlo para prologar su despedida.
Me levanté con él, quedando frente a frente, mientras yo alzaba la vista para verlo y el la bajaba hacia mi.

-¿No puedes quedarte?-pregunte impulsivamente.

Volví a sentir su mano, deteniendome de alejarme de ella. Parecía que aquello se estaba convirtiendo en una inevitable costumbre, además de que luego no podía evitar sentir aquello tan agradable en mi interior al saber que ella querría siempre que me quede un rato más, para seguir extendiendo la despedida entre nosotros.

La miré en silencio y con una mano aparté un mechón que se interponía en su rostro, tan pálido que casi podría hacerse pasar por uno de nosotros, de no ser porque sus brillantes ojos azules la delataban demasiado, desperendían demasiada vida y no eran la tipica fría mirada de un vampiro.

-claro que puedo quedarme -respondí luego soltando una leve sonrisa dejando al descubierto por un momentos mis colmillos que lograban brillar a la luz de la lampara.

Su respuesta me arranco un suspiro y al ver por primera vez uan muestra tan evidente descrita en los relatos ficticios alcancé a ver sus colmillos, aquellos que perforaban como si fuese de papel la piel humana.
Un escalofrio agradable me recorrio la espalda...
Lo llevé al sillón nuevamente...
Me acomodé dispuesta a descansar en sus brazos...

-¿No te molesta que me quede dormida aqui?

Volvimos al sillón y observé como ella se acomodaba cerca mío entonces. Entonces pasé mis brazos alrededor de ella, como si intentase cubrirla de cualquier peligro que pueda presentarsele. Negué con la cabeza cuando me preguntó si no le molestaba aquello, aunque ella no podía verme. Me acerqué a su oído y desde allí decidí darle una mejor respuesta.

-no me molesta -susurré despacio-. Buenas noches -dije para besar levemente su mejilla.

Sentir su aliento logró estremecerme... sonreí placidamente al estar en un lugar tan comodo, en el mejor de todos los lugares donde pude haber estado....
Lo miré, luchando contra el sueño que reclamaba mi cuerpo... si estaba apunto de caer dormida entonces queria decir que lo que pasó no fue un sueño. Eso me reconfortaba demasiado...

-...Nicholas...-susurré...

Mis parpados se fueron cerrando, de vez en cuando aun los entreabria para no perder su imagen...

-...Te...-salió de mis labios... solo faltaba una palabra;pero entonces me hundí en un letargo de sueño inminente... estando con la persona mas importante para mi.

Entre el silencio que se había formado de sus labios salieron dos palabras, una de ellas fue mi nombre, la primera y luego un "te" que quedó suspendido en el aire como si lo hubiese dicho en un tono alto. Negué con la cabeza al notar el gran esfuerzo que hacia ella para seguir permaneciendo despierta.

Cuando por fin ella se dejo ganar me hundí aún más en el silencio, notando lo bien que se sentía tenerla en mis brazos. Observando por momentos su rostro casi con extremo cuidado, grabando en mi mente cada rincón de él.

De esa forma pasé aquella noche, sintiendo por primera vez que la compañía realmente valía la pena.