Resfriado después de las Novatadas /Libre/

La mojada, el Sereno, la desnudez y la mala noche me habían dejado un buen resfriado, tenía cerrada la garganta y la nariz no me dejaba de fluir.
-Ashuuuuuuuuuu!!!... -soné la nariz tratando eliminar todo lo que me había salido y me molestaba que me sangrara. Me senté a esperar mi turno para que alguien me atienda, definitivamente extrañé la sopa de mamá y de la abuela.
-Ashuuuuuuuuuu!!! - Esos veteranos si que se pasaron, refunfuñé de una forma inentendible... estaba cubierta de pies a cabeza dejando y me acomodé la bufanda, creo que tenía temperatura, estaba congelandome-

Escuché unos sonoros estornudos en la sala de espera de emergencias del hospital. Había sido un día tranquilo -sin muchos accidentes-, por lo que hice que dejaran pasar al estornudón pronto. El olor a sangre era inconfundible, y una gripa con hemorragia nasal jamás era buena.

La chica llegó al cubículo número 8 y se sentó en la camilla obedientemente. Tiritaba de pies a cabeza, y no dejaba de cubrirse la nariz con un pañiuelo... Y estornudar, con nuevas oleadas de sangre recorriendo la habitación. Meneé la cabeza, agradeciendo mi costumbre de alimentarme antes de cada turno en urgencias, los más sangrientos de todos.

-Buenas tardes -dije, entrándo en el cubículo- Soy la doctora Marion Blanchard, mucho gusto -dije, tendiéndole la mano. La sentiría helada, pero tenía tanta fiebre que todo lo debía sentir así, gélido.

Hice una seña a una enfermera para que le pusiera una VI [vía intravenosa] a la chica con Cloruro de Sodio al 0.9% para hidratarla. Realmente, no se veía bien. Estaba ojeroza, pálida y tremendamente resfriada. Tomé la tabla y llené una orden de laboratorio: Necesitaba saber qué tal estaban las plaquetas de la chica -Willow Kennedy- para saber cómo proceder. Antes que nada, había que hidratarla y administrarle antihistamínicos.

-Parece que tu mucosa nasal se inflama fácil... ¿Eres capaz de hablar?

La chica asintió levemente.

-¿Me contarías cómo pescaste este resfriado?

-Ayerd Loz d3 la Frate, nos hizierond un-a NobaTada, noz pazeamods en dopa Intedrior en la kalle y Noz modadon...Asshuuuu! -vi tremenda aguja y cerré los ojos para no ver que me inyectaran tal cosa, dijo su nombre, recordé que mi hermano hablaba de ella todo el tiempo.

Sacudí la cabeza de un lado a otro. Los de la fraternidad ya me eran conocidos, dado que sus bromitas de novatos habían afectado a la mayoría de alumnos a los que les daba clase... Y no podía creer que se dejaran ir tan lejos.

-Vaya, eso está mal -dije, revisando las dosificaciones- Mira, haremos algo: Te pondré un antihistamínico, para reducir la inflamación y la secreción nasal; analgésico combinado con antipirético ya que te debe estar doliendo todo y hay uqe bajarte la fiebre; y suero para hidratarte.

Firmé las respectivas órdenes.

-Además, pedí exámenes de laboratorio... No es normal sangrar tanto por la nariz -dije, entregándole un pedazo de gaza limpio para que se hiciera presión- Este pañuelo no sobrevivirá -dije, tirándolo a la caneca roja, seguido por mis guantes de látex- Y vendré a revisarte en unos minutos...

Entonces, la curiosidad pudo conmigo.

-¿Eres familiar de Uriel Kennedy? -pregunté- Es que te me haces familiar...

Asentí a todo lo que me dijo la doctora, me sentía terriblemente mal y quería sentirme mejor.
-Si, es mi herdmado. -me recoste en la camilla y traté de que mis flujos nasales escurrieran por mi cara. U y yo eramos los más parecidos por eso tal vez se lo recordé. Oh no lo llamará y me armara el pancho de mi vida, ahh queria que me preparara sopa de la abuela, sopa de la abuela, el la preparaba delicioso.-

Me había encontrado con Maxxie por los corredores de las áreas comunes, estaba totalmente divertido con las novatadas de este año que en lo personal, me parecían de muy mal gusto y había optado por no prestarle atención cuando le escuché hablar de mi hermanita ¡¡MI HERMANITA!! mojada, en ropa interior y de madrugada fuera de la casa de la fraternidad; sentí unas ganas atroces de romperle la cara ¿quiénes se creían esos veteranos para maltratar a mi Will? ese era derecho natural de mis hermanos y mío. Maxxie siguió con su perorata y lo último que escuché antes de salir corriendo, era que Willow había amanecido muy enferma y le había sangrado la nariz al estornudar, ni siquiera podía recordar si me había o no despedido de Maxxie cuando llegué a la zona de urgencias de la Clínica de la Universidad, seguro la encontraría ahí, con lo mal que le caen los resfriados.

Mostré mi identificación de estudiante de medicina y me dejaron pasar rápidamente tras ponerme una bata y explicar que mi hermanita estaba en urgencias; me indicaron que estaba en el cubículo ocho y que la Doctora Blanchard la estaba atendiendo, eso me hizo sentir tranquilo, la Doctora Blanchard era excelente, así que estaba en buenas manos; llegué hasta el cubículo derrapándome prácticamente, tomé un cubrebocas del área estéril y lavé mis manos antes de acercarme a ella, que ya tenía IV, vías respiratorias y por lo que leí en las etiquetas, ya la estaban medicando y rehidratando, se veía pálida y demacrada -oficialmente, iba a asesinar a esos veteranos de uno en uno- ~Ciara... pequeña ¿estás bien?~ vaya pregunta estúpida, apenas podía moverse y aún tenía escalofríos, la fiebre aún no remitía ~yo no me muevo de aquí hasta que pueda llevarte a casa, no me importa perder clases un día... prefiero estar seguro de que te pongas bien~ acaricié su mejilla y me sonrió debilitada, esos veteranos lo iban a pagar caro.

Sonreí nostálgicamente mientras salía del cubículo. Hacía tanto tenía que ocuparme de mí misma, sintiendo que a nadie más le importaba... No podía evitar esos ataques de melancolía aún, y por la manera que Willow hablaba de su hermano, eran muy unidos.

Me llegaron los resultados del laboratorio rápido, el día aún era tranquilo y los exámenes los había etiquetado de "urgentes". Si la chica tenía una baja de plaquetas, sería difícil controlarle la hemorragia nasal, además que habría que encontrar una causa a la baja de las células sanguíneas. Abrí el sobre con premura, para encontrarme con los resultados.

-Doctora Blanchard, el estudiante de medicina Kennedy entró al cubíc... -empezó la recepcionista de la sala de emergencias.
-Sí, pedí que viniera -mentí.

No quería que Kennedy se metiera en problemas, total estaba en todo su derecho de entrar a ver a su hermana. Caminé hacia el cubículo, extrañando el sonido de mis tacones, puesto que debía fingir que esto me cansaba y en la ER debía usar zapatos deportivos.

-¿Uriel? -lo llamé desde fuera del cubículo.

Él salió tras pocos segundos, todo consternado y agitándose. No podía culparlo, la situación de su hermana se veía preocupante, aunque no parecía ser tan horrible como se la veía por encima.

-Buenos días -lo saludé- Supongo que querrás darle un vistazo a los exámenes de tu hermana, ¿no?

Le entregué el papel con los resultados. La mayoría estaban normales, a excepción de tres: Plaquetas, glóbulos blancos y glóbulos rojos. Las plaquetas estaban en 120 000, los glóbulos blancos ligeramente aumentados -aunque eso era por el proceso de inflamación que Willow venía presentando- y los glóbulos rojos que estaban en 3'500 000, una cifra ligeramente baja.

-Al parecer tiene anemia -le comenté- ¿Antes la había presentado, o esta es la primera vez que se le diagnostica? -quise saber.

Antes que llegara la doctora, pensaba que era bueno que viniera U acompañarme sola aqui me estaba dando algo, escalofrios. Era la fiebre. Me limpie de nuevo la nariz cuando vi a U atravezar aquella puerta, era como si hubiera bajado del cielo, como si me hubiera escuchado, me sentí tan feliz al verlo que hasta lagrime.

-Eztoi Biemd Sodo ez una Gripda No Exagedes. -traté de sonreí pero me dolia todo.
-La Doktorda Blakchrad me atendyo. Gracías U, Te kiero mucho.

Volví a acariciar el rostro de Willow y la sentí estremecerse bajo mis dedos, me costó bastante reprimir la cantidad de cosas que quería decirle a esos veteranos de sus novatadas, su fraternidad y demás... pero no enfrente de ella, parecía tan frágil ~yo también te quiero pequeña, por eso estoy aquí~ iba a continuar hablándole, cuando escuché a la Doctora Blanchard llamarme, ~ya vuelvo peque... voy con la doctora~ salí con ella y asentí a lo que me decía.

~Gracias por permitirme ver los resultados~ dije, mientras escrutaba a profundidad los resultados, Willow no sólo había perdido peso en los últimos meses, sino que ahora presentaba un cuadro leve de anemia; no pude evitar fruncir el ceño ~creo que no ha estado comiendo bien, la había visto más delgada, pero no le tomé mucha importancia porque seguía con la vitalidad de siempre... no sé por qué creo que ha alimentado más a su gato que a ella misma~ apreté los labios pensando en el gato obeso como posible causa de que mi hermana no estuviera cuidando bien de ella misma ~quizá al ceder la inflamación y la fiebre sea posible detener la hemorragia, Doctora, pero me gustaría saber si considera que necesitará cuidados especiales después de esto~ lancé una mirada fugaz a Willow por el rabillo del ojo ~los resfriados siempre le han pegado fuerte, pero nunca se había puesto tan mal~

Uriel había entendido mi punto con rapidez. Al menos no era de ésos típicos alumnos de medicina que todo lo que les importa es vestir la bata, si no que también sabía como era la movida.

-Tal vez unos dos o tres días de hospitalización, y dieta especial -dije- Si realmente está comiendo poco, o de manera desbalanceada, ahí tendríamos la explicación de la anemia... Las plaquetas podrían estar bajas por eso mismo, aunque son más controlables.

Miré en dirección del cubículo, pensativa.

-Sí, dos días de hospitalización y antibióticos si presenta cuadro de sinusitis, aunque estoy casi segura que lo presentará.

De hecho, lo estaba. Mis sentidos me habían indicado que ya había empezado a acumularse el exudado en los senos paranasales de la chica.

-Menos mal fue lo suficientemente consciente como para venir al hospital... -comenté y ví la expresión de padre que tenía Uriel en el rostro- Sin embargo, intenta no regañarla ahora por lo de su dieta -añadí con tono maternal [xD]- Al menos mientras se recupera... Y si sigue así, sabes que debes llevarla al psiquiatra, no sea que tenga un desorden alimenticio serio... Aunque no parece. Estaría más descompensada.

Solté una risilla sardónica ~el que haya venido a la clínica, significa sólo que se sintió lo suficientemente mal como para poder cuidarse sola~ conocía a mi hermana, había aprendido desde pequeña como usar su antigripal de confianza y pasar los resfriados bien cubierta, con pañuelos suficientes y altas dosis de la sopa de pollo de la abuela Kennedy ~un acto de sensatez, en eso tiene razón Doctora, pero de cualquier modo, en cuanto salga de aquí, voy a tenerla bien cuidada~ exhalé un poco menos tenso, aunque aún tenía ganas de hacer puré a los veteranos ~no voy a regañarla, eso la pondría peor... pero quizá el Rector debería hacer algo con las novatadas de la fraternidad, podría apostar que en esa casa ahora mismo se cuece una epidemia severa~ lancé otra mirada a hurtadillas hacia el cubículo ~agradezco todas sus atenciones Doctora Blanchard, Ciara no podría estar en mejores manos~ afirmé en un tono de sincero agradecimiento.

Sonreí con sinceridad a Uriel.

-Eso es halagador -comenté mientras entraba de nuevo al cubículo de Willow- ¿Cómo vamos, señorita? -le pregunté en tono animado.

Anoté en la tabla de sus medicamentos uno extra: Suplemento de hierro. Deberían transladarla a habitación pronto, puesto que ya había dado la órden para que la transladasen.

-Te dejaré un día en hospitalización, o más bien, en observación -le dije mientras anotaba en la tabla- Tu hermano dice que has desmejorado la dieta y ese es el posible causal de la ligera anemia que presentas ahora, así como la baja de plaquetas. Eso explica por qué sangras por la nariz con tanta facilidad. Antes de "dejarte libre" tenemos que reestablecer tus niveles de hemoglobina y glóbulos rojos, y empezar a subir esas plaquetas, señorita.

-Eztoi Komo zi me Huvieda atdopeyado un Elefante... jejeje -un día de hospitalización, ¿más agujas? la mire angustiada... Tenía razón, con lo de la escuela y seguir a Test, se me había olvidado comer, mi dieta basica eran galletas con leche.
-Kuando Ya me degredso a Mi Kasa Doktora? -Miré a U que estába ahí, esperaba que no fuera nada malo, hospitalizada que horror. Queria sopa de la abuela, lo miré preocupada, seguramente me regañará, pero bien merecido. No es justo que nos hayan sacado en ropa interior a las 4 de la mañana.
-¿U? -le extendí la mano- Lo ziento U... -Extendpi la mano para sentir a mi hermano, lo necesitaba y necesitaba mucho de su compañía-

Entré detrás de la Doctora Blanchard y le sonreí a mi hermana con gesto dulce, las escuché hablar y asentí a las aseveraciones de la Doctora, lanzándole a Willow una mirada de advertencia, sabía que tendría la tentación de protestar y no estaba en posición de hacerlo, así tuviera que amarrarla a la camilla, haría que terminara el tiempo de observación que le habían indicado. La vi tenderme la mano y la escuché ofrecer disculpas, no era tanto su culpa como de los otros abusivos de la fraternidad, fruncí el ceño y tomé su mano ~tranquila peque, lo importante ahora es que te pongas bien, te prepararé sopa de la abuela cuando estés en casa~ volví a acariciarle la mejilla, por lo menos ya no estaba estremeciéndose, buena señal ya que la fiebre comenzaba a remitir ~¿quieres que me haga cargo de Skyy mientras no estás en casa?~ y con eso ella sabría que era realmente una oferta de paz y que estaba preocupado por ella, sólo viéndola así me ofrecería a cuidar al obseo asesino peludo que cuidaba en casa.

Miré con cierta nostalgia a los dos hermanos... ¡Cuánto habría deseado yo que mi propio hermano me tratara así! En ésa época era algo inconcebible, pero aún así siempre heché de menos el cariño, la calidez que alguien pudiera ofrecer. Cuán irónico pensar que ahora que estaba congelada en mi cuerpo también necesitaría de ése tipo de afecto. Les sonreí a ambos, parecía que la oferta de cuidar al gato era como una bandera blanca, a juzgar por la expresión de los Kennedy.

-Estarás de regreso a casa mañana en la tarde, si todo va bien -le dije- Sin embargo, tendrás que seguir tomando los suplementos vitamínicos y mejorar esa dieta, si no quieres que la próxima gripa te dé tan duro.

Le sonreí maternalmente.

-Por otro lado, te enviaré con tratamiento de azitromicina -proseguí- Pues te dará sinusitis, de eso estoy casi segura... Además que sirve para prevenir cualquier tipo de ataque bacteriano que pueda producirte neumonía o bronquitis.

Dicho esto me retiré del cubículo, dejando a ambos hermanos a solas. Unos minutos después vi que llegaban los enfermeros para transladar a la chica a la habitación de hospitalización. "Alli estará más tranquila," pensé, mientras seguía ordenando mi papeleo. Ya más tarde subiría a revisarla en su cuarto.

-Gradcias U, zuz Croketas y Su juguete predferido esta en el cuarto de colecciones junto con su Adenedo. -suspiré mas tranquila sabiendo que Skyy apesar de Que Mi hermano lo odiaba, minimo le iba a dar de comer, miré agradecida a la doctora y le regalé una sonrisa, y asentí a todo lo que me decía, cumpliria al pie de la letra, lo que más odio es estar enferma. Vi que salga y me sentí mas aliviada, empece a sudar la fiebre y ya no estornudaba, eso me hacia sentir muchisimo mejor-

~Pronto van a pasarte a piso, no es nada serio, pero las camas de urgencias deben estar lo más despejadas posible, así que estarás en observación en un pabellón normal~ acaricié su cabeza ~y por lo de Skyy, no te preocupes, prometo mantenerlo vivo hasta que vuelvas, siempre y cuando mantenga sus enormes patas peludas lejos de Orión~ sonreí a mi hermana, parecía estar mejorando, los medicamentos y la hidratación estaban haciendo milagros con ella ~sobre tu condición... Will, no pienso decirle nada a mamá y papá, pero voy a tenerte bien vigilada la anemia no me hizo nada de gracia, así que creo que es momento de comer algo más que leche y galletas~ la miré con gesto serio ~en cuanto a esos abusivos... ya veremos como nos desquitamos, este susto me lo pagan con sangre~ murmuré más para mí mismo que para ella.

Meneé la cabeza mientras me acercaba a la puerta de la habitación de Willow. Toqué un par de veces y entré. El aspecto de la chica habia mejorado notablemente así como su actitud. Su hermano se encargaría de los de la Fraternidad y sus bromitas pesadas, lo cual me hacía sentir aliviada: Habíamos tenido suficientes pacientes por la novatada.

-Hola, chicos -los saludé, mientras revisaba los apuntes por pura costumbre.

Recordaba cada uno de los datos de memoria, pero un humano no lo haría... Lo cual me obligaba a revisar mis apuntes, una y otra vez.

-Pareces estar mejor, Willow -le dije a la chica.

Revisé el goteo del suero y la cantidad de medicamentos en éste.

-Si sigues así, mañana tendrás salida, aunque en dos meses debes volver a control médico, para revisar como va la anemia y cómo van ésas plaquetas, ¿eh?

Sonreí antes de volverme.

-Que tengan buena noche -me despedí.

Salí de la habitación, pensando lo irónico del asunto. No necesitaba dormir para nada y ahora debía volver a casa, a hacer nada -probablemente- mientras podría estar en urgencias, ayudando a más gente... Sólo entonces odié las discapacidades humanas.

O más bien, el tener que fingir ser humana. Sólo entonces, cuando otras vidas se veían comprometidas.