Comprando armamento

Había visto un sitio en La Push que vendía armas. Me gustaba mi bayoneta, pero, desde luego, dudaba que me bastase con eso para defenderme en un lugar tan extenso como el que iba a recorrer. Debía equiparme a la perfección, necesitaba un par de utencilios adicionales para dar caza a Seprov. Además, aún no sabía si viajaba con escoltas a raíz del ataque en Moscú, o si simplemente había mejorado su seguridad en donde fuera que viviese. Poco importaba, lo mataría y cobraría mi recompensa a toda costa. Aquel bastardo no me ganaría.

Tenía en mente algunas elecciones para mis nuevas armas, pero estaría abierto a las sugerencias del dependiente. No obstante, esta vez planeaba comportarme como un individuo civilizado, pues debía mantenerme intachable entre la sociedad en la cual viviría durante mis días en América, que esperaba fuesen pocos.

Fui caminando al lugar, comiendo, como siempre, una manzana, usando mi amada bayoneta para cortar trozo por trozo. Sabían deliciosas, y, de no ser por ellas, ignoraba que consumirían en largas jornadas de travesías. Ingresé al lugar sin más, guardando mi arma en la funda, arrojando la basura de mi fruta al cesto.

-Buen día- saludé sin muchas ganas, pero tenía que ser cortés, posiblemente sacaría alguna información relevante de esa visita

"Otra mañana aburrida" pense mirando la revista que me habia comprado viniendo de camino al trabajo, intentava entender algo de armas pero se me hacia algo imposible, no estaba segura de esto pero tenia que hacerlo como sea.
Seguia en mis pensamientos cuando escuche la voz de una persona, baje la revisa y me acomode para estar presentable mirandolo y sonriendo

-Buen dia

Suspiré al ver a la chica que me atendiría.. o al menos la única persona además de mi en ese sitio. No había tenido buena suerte hablando de armas con las mujeres en el pasado, y no encontraba una buena razón para suponer que esta ocasión las cosas cambiarían. Sin embargo, antes de frustrarme, haría la prueba, quería asegurarme que la experiencia y la ciencia siempre iban de la mano.

-Quisiera un revólver- entonces me pregunté si tendrían mi favorito- Un Colt Python, de ser posible- añadí esperando a que lograse encontrar alguno disponible en aquella tienda

-Un momento, ire a ver si me quedan

entre en la trastienda buscando el revolver que me pedia, encontre unos cuantos y sali con ellos

-Me quedan estos

Los puse en el mostrador para que los viera

armas:

((off: si no son estoys sorry ><
no se mucho sobre esto u.u))

El color negro de la Colt de ocho pulgadas me llava mucho la atención. Me cautivo apenas lo vi. Definivitamente la compraría, no tenía duda alguna. Si bien no requería adquirir municiones gracias al cargamente que había sido enviado desde mi casa en Berlín, tenía algunas dudas sobre si me alcanzaría... de cualquier modo, me llevaría el revólver que quería.

-Excelente. Me llevaré la Colt negra de ocho pulgadas- dije con una sonrisa, como cuando un niño recibe un regalo de navidad, mientras señalaba el revólver más largo de todos.

(Off: No te preocupes, sí son. Además, yo tampoco sé gran cosa sobre esto, jajaja)

-Ahora mismo se la doy señor

sonrei satisfecha sacando el arma que el queria y guardando las otras en la trastienda. Saque la caja y la funda del arma para darsela.
Meti el arma en la caja dentro de una bolsa

-Son 297$

Miré con sorpresa el eficiente trabajo que la chica acababa de hacer. Ciertamente, ahora mi opinión sobre las capacidades femeninas se vería alterada, aunque fuese un poco. Saqué mi billetera, y le di tres billetes de cien dólares. Ahora venía el momento de comenzar a averiguar si existía algún lugar en que podría refugiarme y cazar a Seprov sin muchos problemas, pues, al final, ese era mi primer objetivo en aquellas tierras, lejos de mi continente.

-¿Conoces algún lugar donde pueda ir de cacería con calma?- le pregunté, dando a mi voz un tono de interés y curiosidad

Sin dejar de sonrei guarde el dinero y le di el cambio. Me quede un poco pensativa al escuchar su pregunta.

-Mmm....no estoy muy segura de donde se pueda, pero creo que por aqui cerca hay un bosque, pero no estoy muy convencida de que te dejen casar por ahi

-Ah, sí, he estado ya en el bosque- comenté recordando el execivo color verde de parajes como ese, un poco fastidiante para un individuo como yo- No fue el lugar de la tierra que me agradase más, sin embargo, es... acogedor- mentí empleando tanta sinceridad en mi voz como me fue posible- Quizá un acantilado, o algo por el estilo se encuentre por aquí- insistí esperando tener un sitio donde dirigirme para ampliar mi zona de acción

-Y porque no te gusta el bosque? si se puede saber claro

sonrei arreglando un poco las cosas y lo volvi a mirar

-Por aqui cerca hay un acantilado, talves ya lo conose

-Soy un hombre de ciencia, pocas veces he dejado mi hábitat populoso y urbanizado para ponerme en contacto con la naturaleza, más desde que una expedición en la que iba resultó extraviada en las frías tierras rusas- respondí, pues realmente no me urgía ir a dar comienzo a mi inspección- Aunque fue divertido recordarlo después, no fue tan grato el experimentar el extravío. No obstante, mi sentido de orientación se agudizó a raíz de ello- guardé la información sobre el acantilado para un poco más tarde

-Y que es lo que te trajo a este lugar?? aqui todo es tranquilo y aburrido, no hay mucho para hacer.

Me sorprendi un poco al escucharlo

-Yo creo que los hombres como tu, buscan lugares donde pasen cosas...interesantes, creo que esa puede ser la palabra o me equivoco?

-¿Cosas interesantes?- pregunté riendo- En cualquier lugar puedes encontrar cosas interesantes. Solo necesitas buscar correctamente, y las encuentras. Además- añadí sin tratar de dar un tono muy misterioso a mi voz-, vine a cazar una presa bastante grande y valiosa. ¿No podría eso representar algo interesante? ¿Al menos un poco más que trabajar en un laboratorio?- cuestioné sonriente.

-Yo no se que le ven de interesante a este pueblo y mira que yo estuve buscando cosas interesantes por aqui y no he encontrado nada.

dije riendome mientras me sentaba

-Tu presa tiene que ser demaciado grande y valiosa para que vengas hasta aqui a buscarla y cualquier cosa que hagas fuera de un laboratorio es mucho mas interesante que estar entre tantos tubitos y cosas raras

-Tal vez tengas razón, este lugar es... ligeramente... similar a un pueblo fantasma- admití respecto a que La Push no era exactamente el sitio más animado del mundo... extrañaba París o Roma, lugares completamente poblados, donde la vida jamás se detiene... cosa diferente a lo que- Sin embargo, cacería es cacería, y creeme, el trofeo que busco vale su peso en oro- comenté sonriendo- Además, necesitaba cambiar de aires, el laboratorio me estaba matando... aunque logro encontrarle su lado divertido de vez en cuando

-Tendrias que enseñarme a verle lo divertido a estar en un laboratorio y espero que tengas suerte con tu casa si es tan buena como dices

sonrei de forma amable

-Y puedo saver que es lo que vas a casar o es un secreto?

Aquella joven había hecho una pregunta bastante peligrosa... sin embargo, ya tenía algo en mente para evitar divulgar mi presa; que iba a dar muerte a Seprov. Sonreí con benevolencia, y entonces respondí.

-Jugar en un laboratorio no es tan aburrido, es cosa de paciencia- luego añadí con serenidad- Quiero cazar a un perro muy grande, dicen que se esconde por aquí, pero solo logré averiguar que estaba en la Península Olympic

-Un perro grande?

me quede un poco extrañada por su respuesta nose porque pero no me lo creia del todo, pero talves serian imaginaciones mias

-Espero que tengas suerte y lo cases, aunque nunca habia escuchado que haya un perro por aqui

-Oh, bueno, el maldito es muy audaz para pasar inadvertido- comenté haciendo referencia a las cualidades de mi medio hermano. Un chispaso me vino a la mente- ¿Sabes si hay un castillo en la península Olympic?- le pregunté, pues cualquier indicio de la mansión de Seprov era bueno

-Creo que no hay ninguno, almenos que yo sepa

dije un poco apenada, ya que si vivia aqui tendria que saber algo mas

-Por curiosidad señor.....hace mucho que esta aqui?

Me sentí algo contrariado. Mi información decía que Seprov habitaba un castillo construido en Olympic, no obstante, parecía que la chica que me atendía parecía no saber nada al respecto. Ya profundizaría al respecto, no podía esperar que las cosas fuesen tan sencillas... y no me hubiese agradado la carencia de retos en mi cacería, definitivamente.

-Ya veo...- murmuré tras la negativa del castillo- Acabo de llegar hace un par de días, realmente podrías decir que soy totalmente nuevo. Pero estoy tratando de habituarme tan rápido como puede a esta zona. ¿Tú vives hace mucho aquí?

-Hace dos años que estoy aqui pero no he podido salir mucho

sonrei

-Perdon, me llamo Andy Curner

le di la mano

-Aidan Zirnoom- dije estrechando su mano cortésmente, algo que hacía tiempo no realizaba. Tras lo cual proseguí- Bueno, Andy, has pasado una larga temporada en este sitio, sin embargo, no me extraña mucho que no salieses, realmente yo tampoco lo haría- comenté bromeando

-No he salido de la Push, tengo mi casa y familia aqui y no he tenido oportunidad alguna de poder salir a conocer

Sonrei y mire el reloj, ya era medio dia

-Valla que rapido se pasa la hora cuando te distraes, es la hora de mi almuerzo, quiere acompañarme? claro si no tiene otra cosa que hacer

Me encogí de hombros, no tenía prisa por salir a registrar las inmediaciones. Supuse, entonces, que podría acceder a la sugerencia de Andy. Al final, conocer personas siempre representaba una forma efectiva de conseguir información, y una distracción del trabajo tan tedioso que me habían encomendado.

-Seguro. La cacería puede esperar, me han dado suficiente tiempo para llevarme las cosas tranquilo- dije aceptando