Capilla Catolica

Desperte temprano con la intencion de ir a rezar durante las siguientes horas antes de que dieran inicio los cursos.

Me persigne al entrar y me incline frente a la enorme cruz con el cristo frente a ella. Cerre mis ojos mientras juntaba mis manos frente a mi...y comenze a rezar varias veces el ave maria y el "yo confieso"...me sentia fatal por aquel beso.

Pero me mantenia la alegria de haber descubierto una posible criatura de la noche...y ademas asistia a la escuela. Tenia que encontrar la forma de descubrir mas de el...pero sin que se diera cuenta de mis planes. Y claro..no me acercaria mas a el..si se enteraba de lo que sabia..no..en absoluto..a partir de ahora, seria totalmente frivola con el..ademas...no queria volver a cometer una locura como la de anoche.

Tres padres nuestro por haberlo recordado.

Quizas...con ese joven del corte raro..el parecia ser su amigo...almenos los habia visto cerca...talvez el podria ayudarme sin que se diera cuenta. En la siguiente clase intentaria ser mas amable que el..

Un credo...

mezclarse con la profenidad...que bajeza la mia!...
pero...
...se trataba de ellos.

Después de abandonar el seminario, me dije que no volvería a pisar una iglesia, pero en estos momentos necesitaba ayuda y una buena confesión, aunque el hecho de ir me llenara de ira.

Me levante muy temprano para ir, la capilla de la Universidad estaba casí vacía. Me arrodille al entrar y me persigne, luego pasé a tomar asiento junto a una muchacha que me resultaba familiar. Creí haberla visto en la biblioteca....en fin, pusé las manos entrelazadas en mi regazo recitando el padre nuestro. No llevaba ni medio rezo cuando algo en esa chica me distrajo, parecía muy concentrada y afligida rezando tan devotamente. Y es que se veía tan joven, ¿Que mal podría haber hecho para estar así?
Quizas si hubiera terminado el seminario la podría haber aconsejado.....pero no lo hize, así que me limite a suspirar y cerrar los ojos para seguir con mis rezos.

Aquel suspiro irrumpio mis pensamientos. Abri los ojos y mire a aquel joven...se veia cansado, temia que se quedara dormido frente a los ojos del senior. Pero al mismo tiempo parecia simplemente afligido...o consternado por algo.

Normalmente no era amable con las personas, pero me encontraba en casa del Padre..y debia dar un buen ejemplo. Me persigne de nuevo y le di unos minutos para que rezara algun padre nuestro, o algun "yo confieso"...tras breve pose mi mano en su hombro y sinceramente le hable.

- Dios escucha...y perdonara cualquier pecado, consolara cualquier alma, y aconsejara cualquier angustia..no tengas miedo en acercarte a el. - Seniale al enorme cristo - Dile lo que sientes..y estoy segura que, si eres un buen hombre, el sera amable contigo. -Le sonrei con dulzura, habia algo en sus ojos que me suplicaban ayuda...me quede quieta unos minutos, dudando entre irme o quedarme para ayudarlo.

Abrí los ojos al sentir el contacto de una mano y la voz amable de la joven a mi lado. Hablaba con mucha sabiduria y devoción, palabras dignas de una "oveja blanca" del rebaño.

- Lo sé, Él nos ayuda a soportar la injusticia, el sufrimiento, las privaciones, y las dificultades - le devolví la sonrisa con esfuerzo mientras desviaba la mirada hacía un grupo de sacerdotes. ¿Como soportar el sufrimiento fielmente, si renegar a veces no es suficiente para calmar el dolor? - Él sabe lo que sentimos, y muchas veces ese es el problema ¿Estamos obligados a ser perdonados por el aunque no lo merezcamos? - le pregunte dando larga a la conversación, hace años que no hablaba con alguien de estos temas y por alguna razon esta chica me parecia la adecuada para hacerlo.

Las palabras "no lo merezcamos" me hicieron estremecer un poco. Que clase de error pudo haber cometido este chico?...pero no, Dios perdonaba a cualquier que volviera sobre sus pasos y lo buscara a el..eso decia mi madre...y eso me lo repetia cuando me "salia del camino" y volvia a El.

Negue suavemente queriendo enfatisar mis palabras - Dios perdona a cualquier que lo busque de nuevo...todos somos humanos, cometemos errores..pero Dios padre es tan bondadoso, que es capaz de perdonarnos si acudimos a el y le pedimos otra oportunidad...- sonrei nuevamente inclinandome un poco hacia el, queria romper esa barrera que aveces nos hacia distantes a los humanos..y sin embargo todos eramos hermanos.

- No existe error tan grande que Dios no pueda perdonar si realmente lo buscas con tu corazon..-pose mi mano sobre su pecho- habla desde adentro, y estoy segura que el entendera...deja que El te abraze con su gloria y sane todas tus heridas y pecados. -

Cerre mis ojos bajando la cabeza un poco aun sin apartar mi mano de su pecho, se sentia muy tibio..mas que tibio. Debia ser la culpa o el dolor que lo consumia por dentro. Queria hacer algo por el, no queria que se sintiera asi...murmure en voz baja.

- "Bendito sea Dios... El que nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad,..." (2Cor 1,3-4) - estaba recitando algunas frases de la biblia, yo encontraba mucha calma en ellas..y recordaba algunas de memoria que pensaba podria ayudarle...pense en recordarle lo que Dios pensaba del perdon. - "Pedro se acercó a Jesus y le dijo: -Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: -No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete." (Mateo 18:21)...-

Una lagrima corrio por mi mejilla mientras pensaba en ese joven. Se veia tan afligido, yo deseaba hacerle el bien...despues de lo que habia hecho, era mi oportunidad de arrepetirme yo misma y ayudar a un hermano. Si, el era mi hermano hijo de Dios. - Padre nuestro..porfavor..perdonalo...- y volvi a citar-"...porque el mismo Dios ha dicho: No te dejaré ni te desamparare." (Hebreos 13,5.)

Definitivamente esta chica era especial, la Fé que sus palabras transmitían me hicieron recordar que yo alguna vez también tuve mucha fé y que era capaz de hablar con la misma sabiduria que ella.
Pusé una mano donde se posicionaba la de ella y cerré los ojos, dejandome llevar por el arullador tono de su voz y el contenido de sus palabras, y es que después de un tiempo me sentía en paz conmigo mismo. Había olvidado tantas cosas, ese Dios que había odiado por haberme privado del mundo del sacerdocio, ahora me calmaba a través de esta joven, de esta hermana y discipula del Señor.

Sonreí para mis adentros y hable con una voz tan llena de paz y tranquilidad, que casí reconocí como propia - Esos pasajes de la biblia...son uno de los mayores tesoros que podemos tener. Había olvidado que estaban ahí para recordarnos todas esas cosas que me acabas de decir. Te agradezco tus palabras hermana, el Señor ha hablado a traves de ti para guiarme por el camino correcto. Y el me perdonará, por que lo que haz dicho se ha hecho inmortal en mi - y no exageraba. Abrí los ojos y observé a la joven, sus lágrimas me conmovieron más de la cuenta, no pudiendo evitar limpiarlas de su rostro. Se veía muy arrepentida cuando rezaba, también debía tener sus problemas - ¿De que te arrepientes? ¿Que es lo que tanto te preocupa? - busque su mirada para transmitirle un mensaje de paz y ayuda que ella misma me había brindado. Y es que en verdad deseaba ayudarla....

Un leve sonrojo cubrio mis mejillas. Sus manos era muy tibias, y al limpiarme las lagrimas senti como si fuera una caricia de fuego. Eso me sorprendio por completo, pero seguramente se trataba de que estaba recibiendo a Dios dentro de el. Sonrei ante ello volteandolo a ver, y en sus ojos vi el arrepiento y la sinceridad de sus palabras...
Pense en katherine...ella era una chica encantadora, muy amable y muy elegante, pero poco se parecia mis lazos con ella a los que acababa de entrelazar con este joven, del que nisiquiera tenia una pista de su nombre. Pense que quizas seria alguna senial de senior para dictarme un mejor camino, un camino menos solitario que aquel que habia venido viviendo desde que entre a esta universidad y me vi rodeada de gente "sucia".

Debia ser sincera con el y decirle lo que temia?..y si solo lo alejaba de mi?...Nuevamente lo mire a los ojos, habia tanta confianza en ellos...como podia creer tanto en un desconocido?...y sin pensarlo hable.

- Irrumpi una norma del senior..- baje la mirada arrepentida nuevamente, me sentia fatal por ello...pero sabia que asi como el, yo tambien seria perdonada...o lo estaba haciendo. - Pero el senior ya me ha perdonado...el sabe que mi corazon es fragil, pero mi voluntad es fuerte - levante la mirada cruzandome con la suya.

- Me sentia sola, abandonada de toda hermandad....hasta que llegaste.

Era tan extraño conversar con aquella joven, al mirar sus ojos y escuchar sus palabras sentía algun tipo de conexión con ella. Quiza era por que nuestros problemas se asimilaban, o simplemente el destino y el Señor se había encargado de juntarnos. ¿Para que? aún no lo sabía...

Noté que se sonrojo cuando limpie sus lágrimas, probablemente se debía a que encontraba algo "anormal" en mi. Por alguna razón, no sentía miedo y mucho menos a confesarle lo que era. Si teníamos en común esa aflicción tan visible y profunda en nuestros ojos, era por que de algun modo, yo no tenía nada que ocultarle.

Ella también había pecado, y por lo que podía inferir de sus palabras se relacionaba con el corazón. Ese musculo, que en el sentido espiritual, nos hacía llorar, reir, soñar, y amar . Nuestras miradas se cruzaron en el aire, y sentí como sus palabras se apoderaban de mi. Espiritualmente, ya no me sentía tan solo - Se que tu corazón sanara algún día y dejará de ser frágil. Cuando amamos con devoción, nuestras faltas y pecados aumentan, pero nuestro amor por ese algo, ese alguien, hace que Dios valore nuestras acciones. - estaba afligido por ella, aún así use un tono de voz pausado y tranquilo - Yo también en cierto sentido, me sentía abandonado. Pero no te preocupes - puse una mano en su hombro - Ya no estas sola - le sonreí, sin dudar en ningun momento de mis palabras, y es que comprendía de cierto modo la señal que me quería dar Dios...

Asenti ante sus palabras. Un sentimiento tibio invadio mi cuerpo y alma, y sus palabras parecian reconfortarme por completo. Le sonrei con dulzura, "gracias padre mio" pense para mi misma, un encuentro tan profundo con un joven seguro habia sido un plan del senior.

Mirando al cristo de nuevo me persigne, quedaba tan solo poco menos de una hora para la siguiente clase y queria continuar platicando con aquel joven. De sus labios parecian salir las palabras justas que ocupaba escuchar, como si Dios mismo me hablara a travez de el. Estaba fascinada, completamente alegre...y perdidamente ilusionada en aquella conexion que iba mas halla de lo humano y se perdia en la espiritualidad.

- Soy Anna Paula Goldencros...llamame Anpu - le dije al tiempo que lo abrazaba, no queria conformarme con darle la mano. Queria que supiera lo que significaba para mi...un hermano de espiritu y perdon.

Al abrazar a aquella joven sentí la seguridad absoluta de que había algo divino en nuestra conexión. Más allá de lo sobrenatural estaba lo que muchos ponian en duda, la Fé, pero ahora era imposible no explicar esto de una forma que no fuera espiritual, divina, obra de nuestro padre Dios. Me sentía contento, encantado, dichoso.

Escuchar su nombre fue como si las pistas calzaran en la situación, tenía la impresión de que conocía ese nombre de toda la vida. Fue un momento mágico, maravilloso.

- Yo soy Jesse McGowan - dije sonriendo y estrechandola en el abrazo. Decir que era un gusto estaba de más, era como tratar de explicar lo que estaba sucediendo, era como simplificar una imprimación. Me separe un poco de ella para mirarla a los ojos - Anpu.....¿Te parece si nos sentamos afuera? Interrumpiremos la misa si nos quedamos conversando aquí - sabía que en cualquier lugar que estuvieramos, el señor estaria ahí para observarnos y guiarnos. Y es que ahora quería continuar nuestra conversacion con más tranquilidad antes de que iniciaran las clases.

Habia permanecido tan comoda entre sus brazos que por poco y olvidaba donde estabamos realmente. No era que hubiera dejado de dar cuenta del senior, pero aquella comodidad y tibieza junto al pecho del joven, ahora conocido como Jesse, me brindaba lo mismo que cuando rezaba 100 padres nuestros o 50 ave marias.

- Me parece bien..-le dije separandome de el sonriendole, persignandome una ultima vez y poniendome de pie. Tome mi bolso escolar acomodandolo sobre mi hombro- le parece bien si lo llamo simplemente Jesse hermano? - sabia que el entenderia el porque de aquella ultima palabra. En sus ojos, veia como nos habiamos convertido en dos elegidos de Dios...dos ovejas pastoreando juntas por sus campos.

[off rol: tu abres el nuevo tema porfavor?]

- Claro que si hermana Anpu - le sonreí aún más ampliamente luego de persignarme y ponerme de pie. Miré de nuevo la imagen de Cristo sobre el altar y le dí las gracias internamente, por darme la oportunidad de encontrarlo a el en voz de la joven que ahora caminaba de mi brazo hacía el exterior. Y es que tenía el buen presentimiento de que esto no duraría poco...

(Off: claro yo abro post ^^)