Apenas comenzábamos a respirar un poco de calma, Washington estaba llenándose de inmortales y mientras tanto, Edward y yo nos preparábamos para ir a la universidad, sin descuidar a Nessie en el proceso, por supuesto, incluidos Jake y su pequeña manada, que después de todo estaban tranquilos con la causa que habían decidido perseguir y proteger.
Alice y Jasper estaban por adoptar a un pequeño del cuál aún no se había decidido su suerte según las visiones de Alice, sin embargo, la vi sonreír a escondidas pensando en la idea de otro chico que pudiera crecer entre nosotros y después decidir que camino querría seguir; después de todo, los Cullen somos más una familia que un conjunto de vampiros.
Emmett y Rosalie viven nuevamente el romance que había estado tan relegado por la exorbitante cantidad de cosas por resolver y por primera vez en dos años Carlisle y Esme parecían convivir como pareja, más que como viejos camaradas de armas, al final todo volvía a la normalidad para nosotros; sin embargo, el día del cumpleaños de Renesmee las cosas cambiaron, súbitamente Alice se sujetó de la escalera en el centro de la estancia, mirando hacia la nada con expresión confundida.
Dijo que sus visiones no eran claras, que no sabía que podía significar, sin embargo, el rostro de Edward me hacía advertir que había algo más en aquellas visiones que ambos estaban ocultando para tener a la familia en calma, si había algo que había dejado de fallarme en su totalidad, era la intuición respecto de aquellos momentos, aunque me sentí tranquila, porque esta vez, no vi a Alice y Jasper salir casi volando por la puerta de atrás como la última vez...