¿que haces escondida? -Ren-

Había regresado esa tarde para que le enviaran un pequeño informe sobre las actividades que se había hecho últimamente a Lucian, llegue al fuerte, dejando los papeles que tenían que ser enviados en el cuarto del ratón cibernético.

Al llegar a ese cuarto en uno de los monitores, observe a alguien escondido al parecer nadie la había notado, al darme cuenta de quien era, salí corriendo al lugar donde estaba, no tarde tiempo en llegar ahí entre en silencio para no gustarla.

-¿Ren?, pero que haces aquí-, me acerque a ella y le puse una de mis manos en su hombro, la ayude a ponerse de pie, parecía un tanto asustada, aun tenia a los gatitos con ella.

-Pero que te ha pasado- la observe y la acerque a mi al sentirla fría, para caminar a lo que era mi habitación en el fuerte.

Escuche mientras caminábamos lo que me decía Ren, -desde cuando estabas aquí escondida- le frotaba el brazo para darle un poco de calor su piel estaba helada, respire profundamente al hacerlo sentí el efluvio de Julien.

-Ren mientras estuviste aquí, alguien te molesto o algo-, pregunte curiosa, ya casi estábamos llegando a la habitación, al parecer nadie la había visto, vaya seguridad que tenemos, pensé mientras esperaba su respuesta.

Los gatitos me miraban mientras caminábamos, les sonreí un poco,-este pequeño par juguetón sigue aquí-, toque la nariz de uno de ellos, jugando mientras el otro con sus patas trataba de detener mi dedo.

-Perdón, Ren no sabes cuanto siento haber desaparecido, pero tenia que ir a cumplir con algo referente a mi trabajo-, hable excusándome de haberla dejado sola, me sentía mal por que no sabia que había ocurrido en ese año de ausencia.

-¿Cómo te encontré?, de hecho te vi. Por la seguridad, pero también te sentí, puede soñar extraño, pero así es, el dije que prende de tu cuelo me puede alertar de lo que ocurre contigo-, dije mientras entrábamos a la habitación.

Me acerque a una de las sillas que estaba adentro donde descansaba en el respaldo de la misma una chamarra, la tome y se la puse en la espalda, para que se calentara un poco mas.

-A pesar de mi ausencia, se que haz tenido… ¿Cómo decirlo?, algunos accidentes verdad-, dije sentándome a un lado de ella y tomando uno de los gatitos para jugar con el.

-Aun sigues viviendo en la calle, eso no es bueno y no me gusta, si he de ser sincera, he pensado en la posibilidad de que vengas a vivir con nosotros- dije aun jugando con Alika en mis manos, podría presentarle a mis cachorros y a mi hermano, tal vez así podría cuidarla mas.

-Te gustaría Ren- le pregunte mirándola.

Me senté a un lado de Ren, -¡Hey! En primer lugar no eres un estorbo, en segundo a pesar de tener accidentes y de ser una jovencita hiperactiva, me encantaría que vivieras conmigo y que conocieras a algunas personas-, dije en un tono calmado y un tanto alegre, creo que se llebaria una sorpresa al conocer a mis hijos y a mi hermano.

Mostré una leve sonrisa ante lo que acababa de recordar,- Se que te gustara la casa, no es muy grande pero ahí estarás bien y ya no dormirás en la calle-, sonreí mirándola.

-En cuanto a como te sentí, ese dije me pertenecía a mi por mucho tiempo, me lo dio mi abuela diciéndome que cuando estuviera en peligro lo flotara y ella sabría donde estaba y me mandaría ayuda, nunca lo creí hasta que te lo obsequie, podía sentir lo que ocurría contigo, el por que o el que tiene ese dije no lo se, pero si se que es una protección para ti y los que quieres-, dije mientras recordaba a la única persona dulce en mi vida.

Sonreí un poco ante lo que me decía Ren, me volví para sentarme a un lado de ella y acaricie su mejilla,- Este dije, funciona siempre y cuando te este pasando algo a ti-, lleve la mano al dije el mismo que había pendido de mi cuello por mucho tiempo.

-Si te pasara algo o te sintieras mal, este me haría sentir a mi lo que te pase-, trate de explicarle.

-Como te habrás dado cuenta desaparecí por algún tiempo, pero para poderte decir el por que primero tenemos que ir a donde vivo, para que veas donde te establecerás conmigo y ahí te explicare lo que pasa, ¿estas de acuerdo?-, le dije con una sonrisa en el rostro mientras me ponía de pie a su lado tendiéndole la mano.

Escuche con atención las preguntas que me hacia Ren, mientras abría la puerta y salíamos de la habitación para dirigirnos a la cochera.

-Si alguien intentase dañarte o te pasara algo, yo sentiría que estas en peligro, hmmm, bueno este dijo a mi me lo dieron cuando era pequeña, alguien de mi tribu, de algún modo si quien te lo da esta encariñado contigo, y tu lo usas, esta puede sentir lo que te ocurre y si esta en sus manos el ayudarte, estará a tu lado para hacerlo-, trate de explicarle, no se si seria algo confuso esperaba que me entendiera.

No tardamos mucho en llegar a la el garaje donde se encontraba mi auto, quite la alarma para que se abrieran los seguros y ella se pudiera subir, abrí la puerta,-Pues son tres bebes, Ren-, dije en una forma un tanto cálida, cerré la puerta para después yo subirme al auto, no tarde y arranque a roda velocidad saliendo del fuerte rumbo a la casa.

-Son mis hijos- dije finalmente y observe de reojo la reacción que tenía.