Un dia especial *Marissa Loren*

Era nuestro primer día en Forks, luego de amanecer los dos juntos en el Hotel abrasados los dos completamente desnudos tapados por una sabana, me quede bastante tiempo mirando su rostro mientras dormía, tenía un expresión de tranquilidad y felicidad que me hipnotizo durante horas hasta que lentamente se fue despertando. Una vez despierta ella, la mande a que se cambiara que íbamos a salir a dar unas vueltas, me había decidido, después de tanto tiempo había vencido mi miedo a que diga que no y me había decidido al fin.

Por eso ni bien ella se levanto y se fue a vestir me apresure a ponerme algo de ropa, una vez lo había hecho, antes de que salga guarde algo en mi bolsillo, con el tiempo suficiente como para que ella no viera o que guarde, solo vio que algo había guardado, sonriéndole no le conteste, simplemente le agarre de su mano con suavidad y dándole un tierno beso en sus labios, salimos de la habitación para ir hacia el estacionamiento a buscar el auto.

No tardamos mucho tiempo en llegar, pero para mi cada minuto, cada segundo era una vida, estaba demasiado ansioso y muy nervioso que casi ni podia hablar y le contestaba con monólogos y en ocasiones tartamudeando a las cosas que ella me decía, y así fue durante todo el viaje, hasta que llegamos a un claro, cruzando el bosque, con el auto fue difícil llegar, pero lo había logrado hacer.

Una vez en el claro frene el auto y lentamente salí del auto, para abrirle luego la puerta a Mari para que salga del auto, sonriéndole muy nervioso a ella. Tomando su mano nuevamente con suavidad y cerrando el auto con firmeza caminamos a paso lento y silencioso un poco lejos del auto, hasta que sin darle tiempo a nada, ni siquiera a que pensara bien en lo que iba a hacer, me decidí, frenándome de repente la coloque a ella frente mío, tomando ambas manos con suavidad y mirándola a los ojos, para luego bajarlo a sus manos y ponerme algo colorado por lo que iba a decir a continuación.

- Mari, bueno nose muy bien como decirlo, pero cuando apareciste en mi vida, fue como encontrar esa cosa que me estaba faltando, mi otra mitad, y bueno decirte que te amo es una palabra muy chica para todo lo que siento por vos, yo soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de que estés segura y feliz, y preferiría matarme antes de hacerte daño de ningun tipo y eso creo que lo sabes – trague saliva cuando termine de hablar, no era bueno diciéndole estas cosas a ella, me ponía muy nervioso, demasiado nervioso,

Solté una mano de ella y la coloque en mi bolsillo, retirando con lentitud una caja pequeña, de color negro, cuando la saque se la coloque enfrente a ella, y reuniendo valor me arrodille frente a ella, soltando su otra mano y abriendo la pequeña caja, mostrando un anillo dentro de el, mire por un pequeño momento el anillo y luego levante la vista para mirarla a los ojos, esperando su reacción.

- Marissa Loren quieres casarte conmigo?

El Anillo:

Me saco de onda que me dijera que quisiera ir a dar un paseo... era demasiado temprano y bueno... la noche habia sido larga, ambos despertamos el uno junto al otro como otras tantas noches pero sentia que algo pasaba, David estaba muy nervioso, demasiado como para que fuera otro dia normal y corriente, me fui a vestir de manera apresurada me puse lo primero que encontre en mi maleta... cuando regrese alcance a ver que se estaba guardando algo en el bolsillo, entrecerre los ojos de manera sospechosa pero sabia que no me respoderia que fuera aunque le preguntara si al final de cuentas no queria que lo viera.

Subimos al auto pero la conversacion se torno algo... monotona, solo me respondia monisilabicamente si es que me respondia, no le quite los ojos de encima en todo el trayecto pero cuando llegamos al claro se comporto de la misma manera que siempre: me abrio la puerta, me tomo de la mano... pero lo notaba algo nervioso, llego un momento en el que se pero y me miro, todo lo que me dijo fue muy maravilloso como para salir de su boca, el no era tan comunicativo. Se arrodillo frente a mi y senti que todo el mundo se habia puesto boca arriba, mi corazon se acelero y mas cuando busco algo en su bolsillo, a mis pulmones les faltaba aire. Mire la caja pequeña con la que habia soñado toda la vida que me la diera, en cuanto la abrio me senti... la personas mas feliz que habia pisado la faz de la tierra, el anillo era precioso, pero mas lo era la persona que me lo estaba dando

-Si- dije en voz baja sin quitarle los ojos de encima a mi novio... prometido, le tendi la mano izquiera temblando

El mundo se me dio vuelta cuando ella, sorprendida y algo impactada por la pregunta que le había hecho me dijo que si, sonreí muy abiertamente, no había palabras para describir lo feliz que me encontraba en ese mismo momento, sentía una opresión en el pecho, pero de felicidad y lo mejor de todo es que sabía que ella se sentía igual que yo, lo podía ver en sus ojos, en la forma en que me miraba y sonreía.

Me levante lentamente del suelo, sonriendo de oreja a oreja mientras iba sacando el anillo de la caja y tomando con suavidad su mano izquierda que me la estaba extendiendo hacía mi, le fui colocando el anillo en donde debe ir. Por unos instantes me quede mirando su mano sujetada a la mía y luego levante la mirada y me quede mirándole los ojos sin decir nada.

Termine de acercarme a ella y colocando una mano en su mejilla acariciándola suavemente y con la otra apretando su mano con suavidad, entrelazando nuestros dedos corte la distancia que separaba nuestras bocas y comencé a besarla de una forma muy diferente al resto, se sentía diferente, pero diferente lindo, bueno, feliz.

Aprete los labios para no soltar un sollozo... sentia los ojos llenos de lagrimas, amaba tanto a la persona que en ese momento estaba mirando que... no existian palabras para describir la forma en la que me sentia mientras me ponia el anillo de compromiso... lo mire a los ojos y me tope con algo que crei jamas encontraria en nadie, algo que no tenia nombre y que jamas tendria, algo que solo compartian los enamorados de verdad.

Cuando se acerco a mi las palabras sobraron... como ahi una frase que dice: las palabras se las lleva el viento, las miradas jamas. Nuestras bocas se encontraron en el aire, senti su beso diferente mas... dulce, delicado, tierno, se lo respondi de la misma manera

Nada más importaba en este momento, era una situación perfecta y no había cosa en el mundo capaz de arruinar tan mágico momento que se estaba desarrollando en este momento, el imponente sol alumbraba todo el lugar, siendo la primera vez que veía al sol desde que habíamos llegado a esta zona del País, un día claro y sin señal de lluvia o nada que arruine tan esplendoroso día, parecía que hasta el tiempo acompañaba nuestros sentimientos de felicidad por nuestro reciente compromiso y por el amor que nos unía a los dos.

Perdí la noción del tiempo cuando ella me beso, ya que ahora nada más me importaba que sentir sus labios junto a los míos, demostrarle con este beso el amor que le tenía, rodear su pequeño y lindo cuerpo con mis brazos, y sentir como sus brazos rodean mi cuerpo en un abraso que ambos necesitábamos para saber que esto era real, necesitaba saber que esto era real, que en realidad nos íbamos a casar, que todo esto no era un sueño, que esto en verdad estaba sucediendo.

El tiempo dejo de transcurrir mientras nosotros nos besábamos, el tiempo no importaba para mi solo ella. Hubiera querido seguir así durante el resto de mi vida pero nuestra necesidad por tener que respirar nos separo, aunque solo fue por unos pocos centímetros, cuando separamos nuestros labios apoye mi frente en la suya y le regale una sonrisa que no le había regalado a nadie en mi vida, estaba realmente feliz, en este momento todo era perfecto.

- Te amo, eres lo más importante que me ha sucedido en la vida – hoy me sentía especialmente cursi y bueno, no era algo que me desagradaba, -

Parecia que el sol celebraba nuestra union, ahora estaba sobre nuestras cabezas sacando destellos a mi nuevo anillo que ahora descansaba en mi dedo y ahi permaneceria hasta que la muerte me lo quitara, nadie me alejaria de mi niño nadie, de eso me encargaria yo, lo amaba y necesitaba como a nadie en este mundo y a pesar de todas las dificultades que hemos y vamos a tener eso no me importara el dia que pueda decir definitivamente que es mio. Cada mañana amanecera a mi lado, tocare su mano y sabre que somos marido y mujer, lo vere a los ojos y lo unico que vere sera el amor que me tiene.

En este momento cuando nuestros labios estaban unidos lo unico que importaba era que era suya y de nadie mas, en este momento cuando nuestros labios estaban unidos lo unico que importaba era que nuestros corazones latian al mismo tiempo y que asi seguirian por el resto de nuestros dias, no supe cuanto tiempo estuvieron nuestros labios juntos y no me importaba. Cuando nos separamos y me dijo que me amaba no supe que responder era verdad me amaba y yo lo amaba, lo mire a los ojos solamente lo mire, con mi mirada le transmitia todo lo que mi corazon sentia y mucho mas.

En este momento todo se encontraba a nuestro favor, no existía nada en el mundo capaz de ahogar esta dicha que sentía dentro mío, no faltaba mucho para que fuéramos marido y mujer, para que ella fuera mi esposa y yo su esposo, para oficializar algo de lo cual ambos sabíamos, yo en ningun momento me iba a apartar de su lado, siempre la cuidare, siempre estaré cuando ella me necesite, y sabía que ella haría lo mismo conmigo. Varios minutos, horas o días fueron los que duro el beso, no sabía ni importaba, eso era lo de menos, lo único que importaba era lo que dicho beso significaba para los dos, habían muchas cosas escondidas detrás de el, cosas de las cuales solo nosotros éramos testigos.

Cuando nos separamos solo la observe, respondí su mirada con la mía, nada nos podría separar, nos amábamos y formaríamos una familia juntos, mis labios fueron curbandose hasta formar una enorme sonrisa, una sonrisa tan grande que precia que iba a salirse de mi rostro, nunca había sonreído de esa forma a pesar de ser una persona alegre. Le di un beso en la frente y la volví a abrazar, pegando su cuerpo al mío, disfrutando el momento.

- Nunca había estado tan feliz como lo estoy en este momento, siempre cuidare de ti, siempre estaré ahí cuando me necesites amor - le prometí, nada ni nadie la dañaría, no si yo pudiera evitarlo, sería capaz de arriesgar mi vida por ella, sería capaz de morir por ella –