Que hermosa vista *Bianca*

Habia decidido irme sola a la playa, sabia que a David no le gustaba pero a mi sencillamente me encantaba, me sente en la arena escuchando como las olas rompian cerca de mis pies desnudos, por el cielo cruzaba una que otra gaviota no muchas por el clima tan insipido que tenia esta zona del pais... lo extraño es que siempre habia pensando que NY era la ciudad en la que mas llovia pero la verdad se quedaba corta a comparacion de mi actual vivienda.

Ese dia el firmamento estaba un poco mas... despejado pero aun asi hacia frio algo a lo que tarde o temprano me acostumbraria, habia cambiado mis trajes de baño, shorts, blusas escotadas por... un pantalon negro y blusa de manga larga roja, genial, suspire y segui contemplando las olas.

Algunos días salía de casa con mis tres bebes, el ser madre había cambiado sustancialmente mi vida, pero ese día en particular solo había salido con Sirrah, el mas pequeño, ya que Gemma y Aldebarán, ese día estaban dormidos y desde la mañana se les notaba un poco indispuestos a salir.

Los conocía tan bien, tanto como conocía a su padre, aquel ser que se ocultaba, suspire mientras caminaba con Sirrah en brazos por la playa, comencé a cantar bajo, para relajar al pequeño en mis brazos, había una joven disfrutando de la playa, camine hacia la orilla aun cantándole, Sirrah miraba a su alrededor, mirando cada detalle.

Al pasar a un lado de la joven , Sirrah la miro, después se froto los ojos con sus manitas -ya mi pequeño, le dije en un tono dulce, besando su frente.

Seguia sumida en mis pensamientos sin prestar atencion a lo que me rodeaba, cerre un momento mis ojos pero alguien paso tras de mi, los abri y gire mi cara. Era una señora con un bebe, el niño estaba precioso, siempre habia sentido simpatia por ellos, a tal grado que en mi casa bromeaban que cuando me casara formaria mi propia guarderia con mis hijos, el pequeño no me dejaba de ver, me levante de donde estaba y camine hasta ellos

-Hola pequeño- dije un poco lejos, sabia que a algunas madres no les gustaba que tocaran a sus hijos asi que yo no acostumbraba a hacerlo- como estas?? - mi tono de voz se transformo al que usaba con los niños chiquitos: aniñado, divertido

Sirrah sonrió dulcemente cuando la chica le hablo, movió sus brazos y me miro, sonreí inevitablemente,-si corazón te hablan a ti-, levante la mirada y sonreí a la chica, haciéndole un gesto con el rostro para que se acercase a nosotros.

-Creo que alguien esta de curioso-

Hable hacia la chica mientras observaba a ella y a Sirrah, - mi nombre es Bianca Mahikari y el es Sirrah-, dije en un tono dulce, Sirrah movía los brazos, tonado el rostro de la joven y sonrió.

me acerque al bebe, cuando estaba cerca de uno me entraban las ganas locas de ir corriendo con mi novio y decirle que queria tener uno pero eso debia esperar... aun estabamos muy chicos

-Me llamo Marissa Loren- le sonrei a la madre- tienes un hermoso bebe, Bianca- acostumbraba a hablarles de "tu" a todos, sin importar edad o estado civil, le hice caras a Sirrah cuando me tomo entre sus manos era un encanto con los niños- cuanto tiempo tiene

Sonreí, Sirrah era el mas afín con la gente a la par de ser el mas intuitivo de los tres, le escuche le mire a los ojos- ¿Marissa?, lindo nombre…-, acomode mejor a Sirrah para que no se torciera viendo a Marissa.

-Sirrah tiene tres meses al igual que sus otros dos hermanos, los cuales se quedaron durmiendo en casa-, mucha de las que me conocían o no al verme no podían creer que dentro de mi crecieron tres hermosos bebes, sabia que mi naturaleza me había ayudado a recuperarme.

-¿eres nueva por aquí?, o me equivoco-, el efluvio alrededor de ella me lo indicaba, pero podía ser que me equivocara, con el tiempo que dure fuera, habían cambiado algunas cosas.

sin poder evitarlo alce la vista e inspeccione el cuerpo de la mujer

-pues sinceramente... quedaste fabulosa- ni parecia que hubiera tenido bebes y menos 3- asi que trillizos... que fantastico- me concentre de nuevo en el pequeño comence a jugar con sus manos- si soy relativamente nueva, me acabo de mudar de Miami- aprete los labios para no dejar salir una sonrisa, sabia mas o menos que diria a continuacion

-Gracias Marissa, pero créeme es difícil poder cuidar a tres bebes hermosos, trabajar y salir adelante-, dije tranquilamente, a pesar de todo no me pesaba ni nada, seguí escuchado a la joven que no podía dejar de mirar a Sirrah, algo característico en mis tres bebes era la manera de cautivar a la gente.

-Miami, vaya que ha sido un cambio drástico, de sol a uno de los lugares mas frescos y lluviosos de la zona americana-

Sonreí y tome una de las manos de mi pequeño para besarla , mientras con la otra manita tocaba el rostro de la chica.

Me limite a sonreír ante su comentario sobre el padre, mi sonrisa era tranquila la cual no dejaba ver nada, “si supieras, que aun asimila la noticia” pensé mientras miraba a la joven.

-Así, es lo importante no es en donde estamos, si no que estemos felices con nosotros -, esa idea la había yo misma descubierto y vivido en carne propia hacia poco tiempo, Sirrah dio un bostezo.

-¿y piensan radicar aquí?-, pregunte para hacer conversación a la chica, mientras lentamente volvía a dormirse mi pequeño.

sonrei cuando el niño se quedo dormido, estando en ese estado todos los papas se relajaban pero por alguna extraña razon sentia que la madre lo queria despierto o dormido, alce la vista para ver a la señora

-Si creo que si, aun no estamos seguros- no pase por alto que hablaba en plural al parecer era mas que obvio que no estaba sola, que venia con alguien- mi novio y yo buscamos donde quedarnos, no hemos tenido exito- vivir por nuestra cuenta no era tan facil como yo imaginaba y bueno... David habia estado viviendo en su auto todo este tiempo, pero el sabia que yo jamas dormiria en un auto mucho tiempo

-Verán que pronto encontraran algo, por experiencia les comprendo, no es fácil cuando recién empiezas sola en un lugar distinto-, esboce una pequeña sonrisa, ya que a mi mente llegaron los recuerdos de algún tiempo atrás cuando recién llegue a esta zona y ahora todo era tan distinto.

Busque una tarjeta donde venia mi nombre y el teléfono,-toma si necesitan algo no duden en llamarme aquí viene mi nombre y el teléfono del estudio de tatuaje, bueno son números donde seguro me localizaras-, se la entregue con cuidado de no despertar a Sirrah.

-Verán que todo saldrá bien, solo confíen-, hable en un tono calmo.

tome la tarjeta mirandole, lei su nombre y la direccion del sitio para tatuajes, me sorprendio que trbajara ahi porque bueno... no tenia apariencia de esos tatuadores que estan llenos por todos lados, mire a la chica con el corazon en la mano

- Muchas gracias- a lo mejor un dia iria para hacerme un tatto tenia muchas ganas de uno pero PRIMERO le diria a mi novio, NUNCA haria nada sin su concentimiento

Sonreí ante lo que comentaba sobre su novio,-eres muy unida a el verdad- dije en un tono tranquilo, mirando a la chica a los ojos.

-Bueno es bueno por que tienes a alguien que te quiere y apoya a tu lado-,

Le hice una seña para que me acompañara a caminar a lo largo de la playa, mientras seguíamos hablando.