Al encuentro de mi padre u.u

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Iba a 180 por hora por la carretera para llegar cuanto antes a casa de mi padre,estaba hambrienta...una hamburguesa o una pizza...si tuviera amigos por alli quedaria con ellos para ir por ahi a cenar
Suspiro resignada al recordar a mis amigos de Nueva York y sigo conduciendo
Despues de un rato paro en el arcen y me bajo para comprar una botella de agua en una tienda,quitandome las gafas de sol

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(Daah, te olvidaste de poner mi nombre, por eso la cara xDD)

-Qué demonios hago yo aquí?- me quejé en voz baja, caminando por entre las personas que pasaban como si las estuvieran persiguiendo. Me golpearon los hombros un par de veces pero no dije nada en voz alta, sino que me guardé todas las palabras en la cabeza. Qué estaba haciendo...? Ah si, Kels me había obligado a salir de casa. Bien, no estaba en el mejor momento de mi vida pero llegar a las circunstancias de tener que ser echada de la casa era deplorable. Pasé junto a una tienda y miré por el vidrio; suspiré, qué mas daba si me gastaba algo de dinero en un chicle o algo así?

Me detuve unos pasos más adelante, retrocedí y entré. Comencé a caminar por el lugar, buscando algo de lo que tuviera necesidad... algo de tomar. Si, me vendría genial. Caminé hasta encontrar las botellas apiladas y acomodadas en los refris, abrí la puerta y tomé una Coca-Cola. Al darme vuelta para ir a pagar retrocedí unos centímetros hacia atrás, ya que una chica esperaba, quizás para llevarse algo de ahí también.

-Wow, lo... lo siento- junté las cejas y me corrí del lugar. Le sonreí levemente y caminé hasta donde estaba la cajera y le pagué, pero me di cuenta de algo mientras guardaba la billetera en mi bolso... dónde estaba mi anillo? Volví enseguida hacia atrás, recorriendo todo el lugar, pero no lo encontraba. No, el anillo de mamá... creí tenerlo al entrar... si, lo tenía. Dónde estaba?

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(aaah becca ahora lo pongo xD)
Cuando cojo algo de picar y algo de beber y un par de pizzas para hacerlas al horno me pongo a la cola
Leo las instrucciones de la pizza por hacer algo,ya que se hacerlas de sobra,de seguro mi padre no tendria nada de cena hecha y,si la tenia...dios sabria que diablo habia hecho para cenar,igual me intoxicaba y moria,o algo por el estilo
Sacudo la cabeza al recordar sus "grandes" dotes culinarias comparadas con las de mi madre,que cocinaba de maravilla...aunque hacia demasiado que no lo hacia,por el maldito trabajo.
Suspiro y de repente noto que me empujan
Me doy la vuelta dispuesta a empezar a chillar por todos sitios con una mirada fria,pero veo qe es una chica jovencita y parece preocupada(salio mi vena de abuela xDD) asique la sonrio de lado un momento
-Tranquila...no pasa nada-aseguro volviendo la vista al frente
La miro de reojo frunciendo el ceño
-¿Que paso?¿Se te perdio algo?-pregunto suavemente

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Caminaba con rapidez y nerviosismo, recorrí casi todo el lugar en menos de un minuto buscando el bendito anillo. Dónde podría haber quedado? Estaba segura de que al entrar al lugar lo tenía en donde siempre, el anular de mi mano derecha. Curvé los dedos en un gesto inconsciente y seguí mirando el suelo con gesto nervioso.

-Alguien vio un anillo en el suelo? Tiene... tiene forma de rosa- informé en voz moderada a un par de personas que caminaban por ahí buscando algo para llevar. Algunos me miraron y repasaron el suelo con la mirada, pero nadie hizo ademán de haber encontrado mi anillo. Tenía que encontrarlo, era una de las pocas cosas que conservaba de mi madre. De pronto, al pasar por segunda vez por un lugar, escuché que alguien me preguntaba algo. Miré hacia atrás rápidamente y reconocí a la chica que casi había chocado conmigo minutos atrás. Asentí rápidamente con la cabeza.

-Un... un anillo, es muy importante para mí... necesito encontrarlo...- tanteé por encima de la tela de los bolsillos de mis jeans pero no encontré nada. Volví a mirar a la chica -Tú no viste un anillo en el suelo?- la miré suplicante, esperando que me diera un "si" por respuesta.

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La miro sorprendida por lo que hace,ayudandola a buscar
Me pongo de rodillas en el suelo dejando las cosas en el mostrador y miro por debajo del mismo,extendiendo la mano
La saco llena de pelusas pero sin rastro del anillo,vuelvo a la puerta mirando al suelo todo el rato
-Pues no lo se,no miro al suelo...-murmuro alzando la cabeza
Miro debajo de los coches aparcados
-Mira,ven!-la llamo con la mano al vr algo que reluce bajo un coche

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Continuaba buscando, al borde de un ataque de nervios y hasta un colapso. No quería aceptarlo, no iba a aceptar que había perdido una de las únicas cosas que conservaba de mamá. Si no lo encontraba, entonces... entonces tendría un motivo más para hundirme en la asquerosa depresión por la que estaba pasando; ni siquiera sabía con certeza si era una depresión o no.

De pronto la esperanza reapareció cuando aquella chica rubia me llamó a voz en grito desde el otro lado de la tienda, pero no me permití emocionarme, ya que podría ser cualquier cosa. Corrí hasta su lado y al llegar la miré, creo que hasta con los ojos brillando.

-Qué? Qué pasa?!- pregunté, con voz histérica, a pesar de que había intentado evitar el comportarme como una idiota emocionada.

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La veo algo sorprendida alzando una ceja,observandola
Cuando se acerca la dirijo una mirada serena y señalo el anillo cerca de la alcantarilla,en silencio,esperando que se tranquilice

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Miré en dirección hacia donde ella me señalaba, algo confusa; no comprendí el gesto hasta que vi algo brillando cerca de la alcantarilla.
Dios! No, que no se caiga! , pensé, casi desesperada. Salí de la tienda con la bolsa de plástico agitándose en mi mano y me arrodillé, tomando el anillo. Suspiré de alivio y volví a colocármelo donde siempre, en el dedo corazón de la mano derecha; lo admiré por dos segundos y luego me incorporé, girando mi vista hacia la tienda. Miré a la mujer rubia y le sonreí, llena de agradecimiento. Me acerqué a ella y junté las manos.
–Muchas gracias, de verdad –le dije, completamente feliz–. No sé cómo... –me encogí de hombros, pensando que un "gracias" no bastaba. Realmente era algo importante, demasiado importante para mí– Quieres... ya pagaste lo que vas a llevar? –le pregunté. Quizás pagar lo que ella llevaba con mi dinero sería parte del agradecimiento también...

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Sonrio divertida por sus gestos y miro hacia atras,habia perdido mi turno en la cola.En fin,a esperar otra media hora...suspiro y miro a la muchacha del anillo interesada,con una leve sonrisa en el rostro y una ceja alzada
-De nada,noo fue nada-aseguro sonriendo manteniendome serena
La miro divertida,negando con la cabeza
-No lo pagues,que no es nada,de verdad-sonrio extendiendo las manos-Ya tienes el anillo,ya esta todo bien-sonrio ampliamente

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—De acuerdo —asentí, suspirando. Miré el anillo y luego me di cuenta de la razón por la que había mirado la fila. Mierda, además le había hecho perder el turno para pagar. Genial.
Se enojaría si pidiera que le cobraran antes?
Sonreí a medias y me acerqué a la caja, mirando a la chica que atendía; ella se acomodó el cartel distintivo con su nombre y luego me miró.

—Podría cobrarle a... —señalé a la mujer al no saber cómo llamarla— la señorita? Es que se salió por ayudarme y... —me encogí de hombros y me callé cuando no me dejó terminar de hablar, diciendo que no era problema— Gracias —sonreí y le hice señas a la mujer para que se acercara. Varios que estaban esperando su turno en la fila se molestaron, pero los ignoré y me di la vuelta. Me aparté un poco y esperé junto a la puerta mientras la encargada de la caja pasaba algunos códigos, y después la mujer le pagó. Destapé la botellita plástica de Coca y bebí un gran sorbo, ya que había olvidado la sed que tenía.

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Avanzo hasta colocarme de nuevo al final de la fila despues de recoger las cosas que habia dejado en el mostrador,pensativa
Justo en aquel momento oigo como la muchacha le pide a la cajera que me atienda,y sonrio levemente,divertida
Ignoro a los que se molestan con una mirada de suficiencia,pago lo que compre y vuelvo sobre mis pasos hasta la salida de la tienda
-Gracias,supongo-sonrio divertida con leve burla a la chica,mirandola

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—De nada, supongo —reí entre dientes. Tomé un sorbete de un recipiente que había por ahí y lo puse dentro de la botella, sorbiendo por ahí. Le puse la tapita y miré a la chica.
—Creo... que sería justo saber el nombre de la heroína del día, así puedo contarle a mis amigos sobre la chica que salvó una de las cosas más importantes que tengo —bromeé, caminando hacia la salida y pisando la calle de un momento a otro. Caminé con lentitud hasta la mitad del paso, con ella al costado—. Yo soy Rebecca —extendí mi mano libre hacia ella y esperé a que la tomara, sonriendo a medias. Sentí el anillo en la otra mano, donde sostenía la botella, y de un flashazo apareció el rostro sonriente de mi madre. Bajé la vista por un momento, y luego volví a mirarla.

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Rio divertida y suave comenzando a caminar con ella,suspiro imperceptiblemente y miro al frente con decision
Niego con la cabeza divertida al escucharla
-No seas asi,mujer...que no fue para tanto,ni siquiera hice nada-digo riendome de nuevo y me giro a mirarla cuando paramos a mitad de la calle,despues de notar el conocido olor de las rosas recien cortadas...paramos frente a una floristeria
-Daniella Mancini-me presento suavemente,estrechando su mano con firmeza y suavidad-un placer,chica del anillo-rio mirandola-Rebecca
-¿Paso algo?-pregunto al ver su vacilacion

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—Daniella —repito, estrechando su mano con suavidad y con una sonrisa—. Yo creo que si es para tanto, no sabes lo que esto significa para mí —dije, alzando la mano izquierda para mostrarle el anillo en forma de rosa. Asentí una vez, suspirando, y entonces percibí un suave aroma a flores. Me encongí de hombros ante su pregunta, el mal comienzo se veía a kilómetros. Cómo se suponía que...? Ah, ya.

—No, es que el anillo era de mi madre —sonreí nostálgica y empuñé la mano izquierda, que colgaba a mi costado. Apreté los labios y sentí una punzada en los ojos, de esas que son el aviso de que las lágrimas van a caer. Pestañeé un par de veces y el escozor se pasó, pero la presión en la boca del estómago quedó presente. Desdoblé los dedos uno por uno, y finalmente relajé la mano completamente—. Es una de las cosas más importantes que conservo conmigo y que fueron de ella. Este anillo es una de las cosas que más le gustaba —comenté, sonriendo normalmente de nuevo.

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Sonrio asintiendo,divertida porque lo repita,miro alrededor distrida,observando la ciudad que tanto tiempo habia tardado en volver a pisar.
Todo era diferente,y,al mismo tiempo,todo seguia igual que siempre...tal y como lo habia dejado
Sonrio para mi misma y vuelvo a mirar a mi acompañante
-Entonces me alegro de haberte servido de ayuda-inclino levemente la cabeza con sinceridad
La miro entrecerrando levemente los ojos,escuchandola
-Vaya...¿murio?-pregunto suavemente poniendo mi brazo sobre su hombro con mirada inquieta-Es precioso-reconozco observandolo

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Repentinamente peinó el lugar con la mirada; fue como un análisis de dónde estaba parada, y lo que fue en segundos pareció demasiado minucioso. Sonrió, y al parecer sin darse cuenta; luego volvió a mirarme, habló y asintió una vez.

—Si, gracias de nuevo —agregué, antes de que ella volviera a hablarme. Esta vez puso su mano en mi hombro, mirándome con pena. Ese era el tipo de cosas que debía aguantar cuando alguien se enteraba de mi situación, y no podía llorar. No quería llorar en medio de la nada, con alguien que apenas me había dicho su nombre. No fue difícil esta vez contener las lágrimas, porque el escozor en los ojos apenas apareció. Sonreí melancólicamente, de nuevo, y asentí dos veces.

—Pero han pasado dos años ya —dije, como restándole un poco de importancia—. Es también mi favorito —dije, sonriéndole al anillo y volviendo a asentir una sola vez. Miré de nuevo a Daniella, sonriendo naturalmente—. Y, bueno... vives aquí, en este lugar? —miré a nuestro alrededor, observando los edificios y las casas, los negocios y a la gente; luego volví a mirarla, con media sonrisa en el rostro y unas evidentes ganas de cambiar de tema.
No era algo que me molestara charlar, pero en ese momento me sentí algo incómoda incluso sólo diciéndole que mi madre había muerto, así que sólo fue pensar en otro tema de conversación. No era difícil, me conocía tan bien como para saber que de un momento a otro podía llegar a hablar hasta por los codos. Abrí la botella de Coca Cola y sorbí un poco, tapándola de nuevo unos momentos después.

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Veo su evidente incomodidad con el tema y decido apartar la mano,rapidamente y como si me hubiese quemado
-Eh...no,vivo en Forks-sonrio de lado observando a mi alrededor-Bueno,aun no vivo,tengo que ir a ver a mi padre....me quedare a vivir con el,supongo-murmuro encogiendome de hombros sin darle importancia
-En realidad es muy lindo-asiento soncera observando el anillo con forma de rosa
-¿Y tu,donde vives?-pregunto echando a andar de nuevo,dejando apartado el tema de su madre

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—Ah, Forks es lindo —comenté antes de que ella continuara hablando.
Asentí un par de veces y sonreí al ver cómo se encogía de hombros; luego pasé por alto el comentario del anillo y comencé a jugar con la botella de Coca Cola, pasándola entre mis manos. La miré cuando me preguntó dónde vivía, y por un momento pensé en mis hermanas. En sus rostros, sonrientes, y en cómo las veía casi todos los días. Apreté los labios con gesto ausente y seguí su paso, pisando como si levitara. Las converse deshilachadas todavía estaban vivas, milagrosamente. Sonreí y me aclaré la garganta.

—Pues yo si vivo en Forks —asentí una sola vez—, con mi hermana... gemela —reí bajito—. Vivo ahí hace tiempo, y estuvimos pensando... considerando la idea de mudarnos a Seattle. Es un lugar bonito... —me encogí de hombros y sonreí a medias— Hemos visto un par de departamentos, pero todavía no decidimos dónde vamos a quedarnos. ¿Tu padre vive en Forks, o aquí? —pregunté, recordando que no había entendido bien si ella había dicho que su padre vivía en Forks o en Seattle.

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-Si,Forks es lindo pero es...aburrido y bastante...no se como decirtelo.Inhospito,supongo-suspiro y la miro-Despues de vivir en Nueva York...que quieres que te diga,supongo que cualquier sitio te parece aburrido-rio suavemente caminando junto a ella escuchando el sonido de la botella entre sus manos,haciendo eco con el de nuestros pasos
La miro de reojo escuchandola con interes
-No,mi padre vive en Forks-sonrio de lado-Seattle es mucho mas...lleno mas joven-sonrio ampliamente-pero que le vamos a hacer-me encjo de hombros--tendre que trabajar y pagarme un apartamento por aqui-sonrio mirando los edificios curiosa-Wow una gemela-rio con ella-yo no tengo hermanas ni hermanos,soy hija unica-comento
-¿Os vais de Forks?¿Algun problema?-inquiero distraida

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—Lo sé, es demasiado tranquilo. Hay veces en las que enerva tener tanto silencio alrededor, pero es bueno cuando necesitas pensar o estar solo —comenté, elevando un poco la comisura de los labios. Después la miré con asombro.

—De verdad? ¿Nueva York? Dios, eso es genial —exclamé, en tono "normal", sin gritar o algo así. Esta vez sonreí más ampliamente, dejando ver mi dentadura. Torcí la boca cuando comentó que era hija única, y suspiré con suavidad encogiéndome de hombros—. Pues tener hermanos es genial, y más si son... o si es de tu edad —asentí una vez—[/b]. Nos llevamos estupendamente, pero el ser iguales ha causado varias confusiones en la familia[/b] —sonreí de lado y metí la mano derecha en el bolsillo del jean.

Miré alrededor, y noté que los bares de por ahí estaban casi que abarrotados de gente; todos tomando café y esas cosas, algunos otros comían de forma exageradamente animal. Puse cara de asco cuando vi a un hombre regordete morder una hamburguesa chorreante de aceite. Me estremecí y miré al suelo, intentando cambiar la cara y quitarme esa imagen de la mente. Justo cuando volví a mirar a Daniella ella me preguntó la razón por la que abandonábamos Forks. ¿Qué demonios decirle, que no fuera un "ah, es que mis hermanas también murieron hace un mes y no queremos vivir ahí porque nos trae recuerdos"? Apreté los labios buscando una respuesta verdadera pero no encontré una eficiente. Suspiré y mordisqueé mi labio inferior una vez.

—Sonará traumático —le avisé, con expresión apenada—. Bueno... hace un mes y algo, ehm... bueno, yo tenía otras hermanas... y ellas... fallecieron, también —me encogí levemente de hombros, obviando la incomodidad del momento. Todavía me costaba un poco tocar ese tema, aunque no del todo—. Por eso queremos irnos de Forks, es que... en cierta forma, nos hace mal ver sus cosas, y eso... suena tonto pero así son las cosas —me encogí de hombros y sonreí levemente—. Eso nos lleva a la visita de los departamentos. Ya te dije, hemos estado viendo algunos —asentí una vez y sonreí, decidida a superar el momento de incomodidad.

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Asiento sonriendo
-Si,pero a mi eso de pensar...._.-bromeo y la miro divertida-Si-asiento-A mi madre la destinaron a NY y acepte ir con ella porque es una cuidad maravillosa,dios mio,hay gente a todas horas y en todos sitios-comento con diversion gesticulando con las manos
Ella era una persona con la que no me costaba nada abrirme.Igual eran sus ojos,o su aspecto inocente,igual aquella serena y sincera sonrisa que enmarca su rostro.No se porque,pero creo que tengo mas confianza con ella que con cualquier otra sin apenas conocerla
-Si,debe de ser genial...mi madre trabajaba y mi padre se fue,por lo que pasaba casi todo el tiempo con mi perro desde que nos vinimos de Italia a NY-sonrio de lado
La escucho y mi expresion cambia por completo
-¿Murieron?Oh dios mio.-me llevo las manos a la boca-lo siento lo siento,soy una bocazas-la miro con tremenda disculpa y culpabilidad-yo...no lo sabia,lo siento mucho,no volvere a sacar el tema-Ahora no sabia que decir,no podia decir nada mas-¿Y os gusta alguno?-pregunto sin saber que otra cosa decir,mirando alrededor.Se vendian y alquilaban varios,quiza yo,dentro de un tiempo,me pudiese venir a vivir a esta acomodada cuidad.Quiza.
Miro alrededor con detenimiento,apartando la vista de los edificios altos,fijandome en las calles asfaltadas y algunos callejones pedregosos.Amaba esos callejones,porque cuando paseabas por ellos tus pies,el sonido de tus pasos,rebotaba en las paredes y el suelo de piedra formando un eco suave y aterciopelado que te envolvia,como el dulce sonido de un reloj a las tres de la mañana...y me recordaba a Italia,cuando vivia alli de niña,cuando todo estaba bien y no habia problemas.Cuando papa y mama seguian juntos y los domingos saliamos a pasear,y ambos me daban la mano poniendome yo en medio de ellos,caminando por las estrechas y aun no asfaltadas calles de una Florencia barroca,que tanto amaba.Y recordaba a mis amigos,cuando corriamos entre aquellas callejuelas huyendo de cualquier mayor que nos hubiese regañado,por simplemente pasarnoslo bien,simplemente por ser niños y reir,y disfrutar.Y yo jamas volvi a disfrutar como entonces...solo esperaba poder llegar a encajar aqui algun dia,para poder llegar a tener algo parecido a lo que perdi sin quererlo,sin poder evitarlo,para siempre.

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—Dios, no, no te preocupes —negué con la cabeza rápidamente y sonreí a medias, volviendo la vista al frente—. Creo... creo que ya lo estoy superando. Mi hermana realmente me ayuda, te digo que si no fuera por ella estaría encerrada en casa —enarqué una ceja y suspiré—. Además tú lo has dicho, no sabías, así que no tienes que ponerte así —le aseguré encogiéndome de hombros.

Había resultado bastante difícil, pero habían pasado meses y prácticamente me había obligado a seguir adelante. No sabía cómo superarlo, y sólo había tenido apoyo de mi hermana; todos, absolutamente todos se habían ido. Ahora éramos sólo ella y yo, viviendo en esa enorme casa, en el mundo, solas. Y demonios, era horrible. Pero no para quedarse estancadas en el pasado y llorar por lo que no se puede resolver, así que poco a poco habíamos podido salir adelante.

—De verdad, no sé por qué te conté eso —dije, a modo de disculpa y algo avergonzada. Aquí la que se pasaba de palabras era yo. —Y bien... ah, si. Bueno, hemos visto dos o tres bastante agradables. Supongo que nos mudaremos dentro de unas semanas, hemos estado hablando y coincidimos en que uno de ellos es el mejor. Además está perfectamente ubicado, así que creo que ya lo tenemos —sonreí y volví a tomar algo de la Coca Cola. Me acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja y volví a mirar a Daniella, sonriente.

—Así que... Italia? Vaya, se podría decir que eres una chica de mundo —bromeé, riendo entre dientes luego—. Cómo es allá? Me han hablado maravillas del lugar, sobre todo de la arquitectura —comenté, recordando mis días en Londres.

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Bueno,creo que sigo siendo una bocona.-digo sincera disculpandome de nuevo,la miro fijamente-Eres una chica tremendamente fuerte¿Sabes?Te admiro mucho.-reconozco con una suave sonrisa,dulce,mirando al frente despues pensativa
-Oh,bien hubicado,eso esta genial-comento asintiendo-A mi no me importa que me cuenten esas cosas,yo nunca suelo decir nada...lo que me cuentan,aqui se queda-digo encogiendome de hombros,sincera-¿Donde esta el piso,mas o menos?-pregunto intrigada mirando alrededor
--Si,Italia es preciooosa.Cuando mis padres estaban juntos yo vivia alli,y bueno,tenia a mis amigos.Despues se separaron y tomaron rumbos diferentes.Yo segui el de mi madre,por suerte o por desgracia,y la vida me ha conducido de nuevo al de mi padre-comento desganada,no tengo muchas ganas de verle-Si,la arquitectura es muy linda,bien hecha y donde yo vivia el suelo aun no estaba asfaltado,eran adoquines de piedra que producian ecos maravillosos-digo con añoranza,sonriendo-Me lo has contado por el mimo motivo que te he contado todo esto,supongo-Me encojo de hombros-a mi me resultas de connfianza solo con verte-reconozco inexpresiva aunque sincera
-De mundo de mundo...tanto no-rio suave

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Sonreí apretando los labios y no dije nada, escuchando atentamente su respuesta.
—Gracias, de todos modos no creo que sea algo interesante de contar —comenté, sonriendo a medias.

Extrañamente, mientras escuchaba su otra pregunta, un rayo de sol tardío se filtró por entre la persistente capa de nubes grises; miré extrañada el lugar despejado entre las nubes y encontré un color celeste claro, casi transparente. Sonreí al ver el cielo, hacía tiempo que no podía ver algo celeste. Sólo se despejaba por las noches, y se veía todo negro. Casi nada de estrellas. Disfruté de esos segundos de "color" en el cielo, que volvieron a taparse cuando pasó otra nube. Me concentré en responder su pregunta.

—Pues... es un tercer piso, y de aquí son... —volteé la cabeza hacia atrás por un segundo contando mentalmente el número de calles que había recorrido— Puff... creo que caminé bastante —reí entre dientes y miré a Daniella—. Es genial, no hay que bajar muchas escaleras si se descompone el elevador... en resumen, estratégico —conservé la sonrisa.

Escuché la respuesta a mi pregunta sobre su país natal, y conforme hablaba mi expresión evolucionó a la seriedad total. Tan mal se llevaba con su padre? Fruncí el ceño intentando encajar cosas que me estaba perdiendo. Sonreí levemente, al final de todo su comentario, imaginándome el sonido de las pisadas de la gente en las calles empedradas.

—Genial... creo que tienes razón. Supongo que es por eso —torcí la boca pensando en eso, no tenía idea del porqué de haberle contado cosas de mi vida y todo eso, pero no me había importado mucho hasta que me lo pregunté.

—A que adoras a tu padre? —enarqué una ceja, sonriendo de lado. Mierda, que no se moleste, eso sonó demasiado entrometido... Entrecerré los ojos y enseguida clavé la mirada en el suelo, mirando mis pies avanzar por inercia.

Invitado

-Bueno,no es que sea interesante o no,simplemente que ayude-la sonrio de nuevo y digo caminando,recordando todo lo qe la conte anteriormente de mi pais,sonrio
Al sentirme levemente iluminada alzo la vista
¿Sol en Port Angeles?¿Quien se habia muerto?Disfruto de aquel leve calorcillo qeu irradia por leve tiempo,ya que se esconde de nuevo para mi pesar.
La miro sonriendo
-Yo te puedo acercar en coche,solo tendriamos que volver a la gasolinera,aparque alli-sonrio de lado mirandola-wo,que mente de...mujer del ejercito-comento en broma
-Supongo-me encojo de hombros ante lo que dice
-¿A mi padre?Oh si,le amo,si no fuera mi padre me casaria con el-ironizo echandome a reir despues divertida,siguiendola la broma con gusto

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