Bianca, eres tu? [ Bianca y sus trillizos, dueño del local]

Esa mañana me había tocado descansar de las responsabilidades de la manada, sin dudarlo tome el auto y me fui a ver a mis hijos, el estar separado de ellos era un dolor profundo, al llegar a casa, Josh estaba jugando con Aldebarán, sonreí ante la escena,- Hoy este día , me toca llevarlos a dar una vuelta-, sonreí y tome a los bebes poniéndolos en el carro.

Llegamos a la plaza central de La push, comenzamos a caminar por la calle, cuando recordé que enfrente de donde trabajaba con mi hermana estaba un café, por que no entrar, ellos sentirían nuevos olores, abrí la puerta del local, pasando con los bebes, -¿disculpen, hay servicio?,. pregunte al no ver a nadie en el mostrador.

Seguia aburrida esperando que Kurt hiciera un acto de presencia y saludarlo. Tenia ambas manos sobre la mesa, moviendolos de forma sincronizada y haciendo sonidos. Suspiraba cada cierto tiempo y miraba la hora el tiempo pasaba lento.

La puerta se abrio como si nada, no quize voltear, era seguro que era un cliente. Cuando escuche y oi un ruido extraño me endereze sin girar. Cuando oi la voz, se me hizo muy conocida. Voltie con rapidez y abri mis ojos al notar que era Bianca...con un carro muy grande.

Bianca, eres tu? -Dije sorprendida apoyando mis piernas en la silla-

Al entrar al café puse el carrito a lado de una mesa, cuando escuche una voz conocida, gire para ver quien era.-Alex…-dije sintiendo, no me esperaba verla después de tanto tiempo, casi un año, me acerque a ella y le abrace, me daba realmente gusto verla.

-Alex, que gusto en serio, cuanto tiempo a pasado, en verdad y tu igual a cuando te conocí, ¿recuerdas?, niña perdida…-, sonreí la primera vez que la vi. Fue cuando llego al fuerte, por curiosidad, me volví a acercar al carro para ver que mis estrellas estuvieran aun dormidas.

-¿Qué haces aquí?, como haz estado -, pregunte aun sonriéndole, me alegraba encontrar a gente que no esperaba volver a ver en mucho tiempo.

Si era Bianca, se acerco a saludarme y a abrazarme, lo cual sonrei y abrace con fuerza. Recordo la vez que fui al fuerte, lo sabia, aquella vez estaba perdida lo asumo.

Si, si recuerdo -agache la mirada de manera finjida- no me lo recuerdes... .Yo estoy esperando a mi her...digo a Kurt, ell dueño del local pero no aparece....-miro el carrito- y que tienes ahi??? -finji no tener idea de que se trataba-

Reí un poco ante la actitud de Alex, observe como miro la carreola,- mmm... pues ellos son... mis pequeñas estrellas, mis hijos-, dije con una sonrisa en el rostro que no podía evitar que brotara cada vez que de ellos hablaba o les veía.

-Gemma, Sirrah y Aldebarán, ¿Cómo puede cambiar la vida en un abrir y cerrar d ojos? -, dije mientras les miraba, a cada uno de ellos. Mire la expresion de LAex y no pude evitar reir un poco.

Tres??? entonces...cuando la vi la otra vez....9 meses..vaya. Miraba la carriola y luego a Bi, miraba la carriola y miraba a Bi. Luego pose la mirada en los tres bebes que estaban con sus grandes ojos despiertos viendo a su alrededor. Pero uno atrajo mas mi atencion.
Me acerque mas para verlos, dos niños y una niña.

Como se llaman? -pregunte con total curiosidad sin depegar mi mirada del pequeño que atrajo mi atencion.

Sonreí ante la expresión de Alex, -No, Alex 9 meses no, ya es casi un año, mis bebes tiene tres meses de nacidos-, dije con una sonrisa tomando a el pequeño Sirrah en mis brazos, ya que se estaba empezando a inquietar.

-El es Sirrah, ella es Gemma y este joven es Aldebarán-, dije mirando a cada uno, y sonriendo...

-De verdad a pasado mucho tiempo, extrañaba estar aquí de regreso-, dije en un susurro de voz, mientras cargaba a Sirrah, -bueno y tu que haz hecho, Alex, ya terminaste la carrera-… pregunte para hacer conversación, mientras guiaba la carriola a una de las mesas cerca y tomábamos asiento, yo con el pequeño Sirrah en brazos.

Di un largo bostezo cuando entré por la puerta trasera, había que encargarse de los contenedores para el reciclaje y esa persona era yo. Me dirijí hacia la barra, viendo en qué podía servir a los clientes, pues los demás chicos que atendían se encontraban resolviendo una duda en la cocina sobre donde quedó no sé qué.

Volví a dar un bostezo, donde aparecieron unos efluvios conocidos, llegué a recordar casi al segundo de quienes eran, pero era extraño, habían más escencias que no conocía y olían demasiado parecido al de Bianca. Cuando salí a inspeccionar, en efecto, estaban ahí Bianca y Alex, había un carrito. Fruncí el ceño, no había nadie más que ellas y los efluvios desconocidos procedían de ahí.

-Bianca, Alex, ¿Cómo están?- Pregunté acercándome, tenía curiosidad por saber quienes eran los bebés, confirmado por los usuales gimoteos que hacían y sus movimientos tranquilos; era falta de educación husmear en el carrito, así que no dije nada.

Apenas habíamos tomado asiento, cuando sentí el efluvio ya conocido de Kurt, sonreí un poco de lado al escucharlo y me gire para verle.

-¡Hola! Kurt, si somos nosotras jajaja, y con unas visitas que querían conocer el mejor café que conozco desde que llegue-, dije en tono de broma, mientras observaba la mirada que Alex y Kurt hacia mis estrellas.

Me levante con Sirrah en brazos para saludar a Kurt, -y como haz estado-, dije cortésmente, después de todo había pasado un año fuera de aquí y ante mis ojos no había cambiado tanto...