Al piso mierrr (Luke, insecto del mal *0*)

La Push... era un nombre demasiado raro como para que no sienta las ganas de querer dar vueltas por ése lugar. Estaba seguro de que las personas no el doble, el TRIPLE de raras... Un nombre raro merecía gente rara, no sería algo normal sino y me parecería más raro aún. Sacudí mi cabeza mientras salía de mi casa, me acababa de dar cuenta que últimamente pasaba demasiadas veces por mi cabeza la palabra "rara/raro", nunca me había gustado, me sonaba a rana y las ranas eran desagradables, con ésos ojos tan repugnantes que tenían.

Tomé un bus y me hundí en lo que mi mp4 reproducía, incluso había logrado quedarme dormido por unos momento... o éso pensé, quizás no había sido así del todo. Acostumbraba a escuchar música siempre que escuchaba, las estúpidas conversaciones de las personas que viajaban contigo podía llegar a ser traumáticas... nadie quería saber qué cenaste la noche anterior, qué te dijo tu ex novio después de verte con su amiga, o cómo el calentamiento global... Por todos los dulces demonios que no estaban en el cielo, había cosas más interesantes que charlar... En fin... mejor ni prestarles atención.

El bus me había dejado justo en la plaza central, estaba decidido a encontrar aquella enciclopedia de insectos raros que había visto el otro día por internet... se veía demasiado tentador para mi pobre ser, sabía que lo quería en mis manos y ver todo su contenido una y otra vez... Bien, tenía que simplemente calmarme y encontrar el lugar perfecto en dónde puedan vendermelo.

A lo lejos había visto algo que podía llegar a ser una librería. Había una camioneta estacionada en la puerta y de no ser porque estaba viendo al conductor dándole con ganas a la bocina no me hubiese enterado del cochino ruido que estaba provocando. Me quité los auriculares y caminé hacia la libr... error, no era una librería, era un negocio de... ¿de qué?, bah, quién sabía. Gente extraña que se le daba por abrir negocios así.

Me disponía a irme, pero entonces escuché el ruido de algo golpeando contra el suelo y luego... nada. Volteé a ver y vi a la chica. Tuve que pestañear varias veces para darme cuenta de que en realidad estaba viendo lo que estaba viendo... demasiado, era una termita en potencia, su delgadez... skinny, muy skinny y demasiado OBVIO como para poder ignorarlo... Maldita sea!, no había traído mi cuaderno, nunca antes había visto una de ellas así, tan representada.

Estaba tirada, fumando... que comodidad, quizás las personas del lugar acostumbraban simplemente a tirarse en medio de la calle a fumar... No sonaba mal éso. Aún así estaba sin palabras, quizás lo más "educado" hubiese sido ayudarla... sí, éso haría, la ayudaría.

-¿necesitas ayuda?, los volantes se estan... volando (XD).

Observé lo que la termita hacia con el cigarrillo, estaba casi como en un trance. No podía ser, las termitas no fumaban, eso estaba mal... muy mal. Además no era simplemente fumar, ella parecía tener una extraña y misteriosa conexión con aquel envuelto de tabaco, de hecho, no sabía si ella estaba fumando el cigarrillo o el cigarrillo la estaba fumando a ella. Mi mente en ése momento no podía asumirlo de forma correcta, así que opté por terminar diciendo que ambos se fumaban por igual.

Cazé un volante que había parado a volar a mi cabeza, parecía una molesta mariposa producto de la deformación de la naturaleza. Era algo que carecía de forma y belleza... deh, ni siquiera me parecía que las mariposas tengan belleza, si las mirabas de cerca podías ver sus repulsivas antenas moviéndose de un lado a otro como hilos que se movían por sí sólos... Un escalofríos me recorrió la espalda al recordar la foto enorme de una mariposa en una revista y decidí enfocarme en lo que la chica-termita me estaba diciendo o haciendo.

¿No era muy temprano para hacer ejercicios?... ah, claro, no eran ejercicios, estaba tratando de encontrar fuerza en aquel pequeño cuerpecito lleno de nicotina para poder reincorporarse. Reí por lo que dijo sobre la bebida que habían tomado, era una termita graciosa.

-quizás -expresé. Mientras cazaba otro volante y lo juntaba con el otro que había agarrado. Observé que algunos estaba tirados en el suelo, mojados con el agua de la vereda. Parecían extrañas cosas nadando la mugrosa agua del lugar. Continué como un idiota "cazando" los volantes, me faltaba sólo un palo con un arco en el medio para parecer Bob Esponja cuando cazaba medusas-. ¿Estás bien?, creo que vas a necesitar hielo para tu pobre trasero -la chica-termita se la había dado bien justo.

"Pobre termita", pensé "qué hubiese sido de ella si nadie más la hubiese ayudado". La gente era porquería, sólo éso, ¿es que nadie se había percatado de que la pobre chica no podía ni con su propio cuerpo?. Quizás acababa de recuperarse de una horrible enfermedad, y éstos eran sus primeros días después de unos largos meses postrada en la cama... solo esperaba que no sea contagioso (wtf? XD), y en ése momento me pregunté si alguna vez había tenido varicela... no, nunca había tenido, y recé para que ella no se esté recuperando de algo así, aunque su rostro no tenía ronchas... éso era bueno.

Bah... estaba pensando demasiadas estupideces hoy, quizás era porque había dormido poco, la noche anterior había visto una tela de araña colgando del techo de mi habitación. Había entrado en pánico, e incluso tuve la tentación de llamar a mis padres, o a mi vecino para que la quite... la cosa terminó conmigo dormido con la cabeza sobre la mesa del comedor. Aún pensaba en la tela de araña y me sentía aterrado sabiendo que más tarde tendría que enfrentarme a ella.

Entré al lugar, y no, definitivamente tenía de todo menos el libro que yo anhelaba tener... que CRAP!. Pero bueno, al menos sabía que tenía una chica termita en frente mío y eso ya era demasiado para el resto de mi día. Había un olor extraño... una mezcla de páginas de revistas nuevas y nicoti... ah sí, nicotina... seguramente la chica-termita se la pasaba con su amigo el cigarrillo, yo no acostumbraba a fumar tanto, pero podría decirse que era fumador social, así que dependía siempre de mi entorno.

Me quedé durante un momento en la nada, al parecer la termita había olvidado mi presencia ahí, parecía que el dolor de su trasero era demasiado y no podía pensar en otra cosa.

-¿qué se supone que es este lugar? -pregunté, aunque más para mi mismo que para ella. Dejé la caja en donde me dijo y luego me quedé mirando a la termita-. ¿Nunca te dijeron que pareces una termita? -pregunté sin poder evitarlo, era más fuerte que yo-. Dios!, podrías estar en exibición junto con los demás insectos de un museo de Nueva York (ahh? XD).

Un local turístico... dahh, algo aburrido, por el momento no tenía en mis planes hacer un tour a ningún lado, quizás anote la dirección para cuando mi espiritu aventurero salga a la luz, algo que no pasaba hacía años. La última vez me había perdido del grupo con el que estaba en un bosque, y me encontraron varias horas después, todo porque me había quedado viendo muy de cerca un grupo de escarchos que se posaban sobre unas hojas enormes.

Escuché que luego de lo que dije se había echado a reír, tan fuerte que pensé que caería al piso y se partiría al medio. Pero no parecía estar burlándose de mi, sino que le había parecido gracioso... o más que eso. ¿De qué churros hablaba? ¿de los que se comían?, no me gustaban. Abrí grande los ojos y por un momento pensé que me saldría un tic en el ojo, la termita hablaba demasiado raro, aún así reí igual que ella... bueno, no tanto.

Observé la serpiente que de la nada había aparecido en la pierna de la chica, no me desagradaban las serpientes, pero tampoco era fanático. Así que sólo la miré desde mi lugar, sin intenciones de tocarla o algo parecido.

-no, no quiero agua, tomé antes de salir de mi casa y no quiero llenarme y tener que mear en cualquier lado -dije con confianza y di algunos pasos por el lugar-. ¿Es tuyo? -pregunté y luego la miré... la termita no tenía cara de manejar un lugar como ése, de hecho se veía algo fuera de lugar, era como si yo también quisiera trabajar aquí... era demasiado aburrido-. Debes aburrirte hasta el punto de querer llorar, pero supongo que te pagarán bien -quería creerlo.

Reprimí una risa cuando vi la expresión que puso al contestarme si el lugar era o no suyo... Bien, después de todo no tenía una versión muy distorcionada de las personas como me lo había dicho la mayor parte de mi vida. ¡¡Si!!, tomen eso bitches!, hubiese querido que mis padres estén presentes en éste momento, pero sabía que ni siquiera podía llamarlos, tenía que aparentar mi enojo y de ésa forma aprenderían.

No tenía dudas de que fuese aburridisimo tener que pasar el día encerrado ahí y puse cara de entender la situación de la pobre termita... yo no lo hubiese hecho ni siquiera por plata, tenía cosas más importantes para hacer... como encontrar nuevas especies de insectos, ir por las plazas, las plazas estaban llenos, y no podía resistir... Claro, siempre y cuando mis padres continuen manteniendome, éso me recordaba que necesitaba un trabajo... ¿La paja domina el mundo?, nunca h abía escuchado ésa teoria, sería algo interesante.

Extendí mi mano cuando ella lo hizo y dije mi nombre.

-hola termit... digo, Mimi, soy Luke -me presenté estrechando su mano. Luego presté atención a lo que me decía y asentí con la cabeza-. Claro, no hay problema, cuidaré el aburrido lugarcito por ti, chica-termita -sólo esperaba que no aparezca nadie realmente o no sabría que demonios hacer.