Un comienzo! *Libre*

Llegué hasta la Universidad con gran entusiasmo, la sonrisa no se borraba de mi cara, perecía un tatuaje, entré en la facultad de medicina, hasta el cartel que indicaba que esa era la facultad me parecía hermoso...quería averiguar todo sobre esto, sobre el pre-med, si aquí lo impartían...todo.

Queria averiguar sobre la inscripción....quería estudiar, me quedé observando la cartelera de anuncios, busqué con la mirada a alguien que pudiera ayudarme para encontrar la información.

Estaba en las oficinas de la facultad, pues había un problema con mis clases, al parecer no pensaban que pudieran con tantas y eso afectaría mi salud, ja, como si no le estuviera entregando perfectas "A" en todas mis clases....

Entré como una exhalación de aire buscando la oficina de la secretaria y le eché una breve mirada al tablón de anuncios antes de girarme de nuevo sin prestarle mucha atención a la chica que estaba allí parada y que parecía salida de una pelicula de disney por la gran sonrisa que tenía en la cara.

Seguí hojeando la cartelera de anuncios cuando alguien se paro junto a mi, me giré a verla aun con mi gran sonrisa...que se quedo congelada al observarla. Era la chica mas perfecta que había visto jamás, parecia sacada de una pelicula o un anuncio de televisión, su piel era blanca y lisa como la porcelana...todas sus facciones eran hermosas, y sus ojos eran de un color dorado liquido asombroso...me quedé mirandola como una idiota, mientras me sentía totalmente insignificante a su lado...yo era de apariencia tan...¿normal?.

- Ho...hola...emm yo - dije en frases entrecortadas, suspiré y me concentré...sus ojos me inspiraban temor - ¿Podrías ayudarme? - susurré con voz mas clara - es que quiero inscribirme...y quier saber cuando se presentan los examenes de admisión y todo eso...-.

Me giré de nuevo hacia la chica, que no quitaba la mirada de mis ojos y que no podía dejar de tartamudear, vaya, hacia mucho que no veía esa reacción, aunque probablemente era la reacción promedio si te ponías a pensar que no todos los humanos eran bichos raros como Sasha.

Sonreí para verme más cálida y la chica por fin pudo articular palabra.

-Claro, todo sea por alguien que quiere seguir la vocación-volví a sonreir.