El avión aterrizó sin ningún contratiempo en el aeropuerto de Seattle, había pedido mi boleto hacia ahí ya que quería tener un tiempo para pensar antes de volver a ver a los chicos de la manada... un doloroso pinchazo en el pecho me hizo jadear audiblemente, me alejé de los demás pasajeros antes de que alguno me ofreciera su ayuda, lo que menos quería era volverme a sumir en una espiral de autocompasión. Fuí hacia una maquina de comida y saqué un sandwich, no había comido nada desde antes de abordar ~Comida, había olvidado esto~ susurré y sentí las miradas sobre mi, seguramente mi vestimenta de exploradora era extraña en un lugar como ese, me encogi de hombros y seguí comiendo.
~¿Cuanto tiempo mas esperabas verme antes de decir algo?~ Pregunté a aquella persona a mis espaldas, su aroma era inconfundible.