Solo Cerveza, nada de chocolates... °°Zazil°°

Le debia unas cervezas a Zazil, otra de mis perdiciones, esta vez no lleve chocolates, eso era como infantil ( XDDD).

Habia citado a Zazil en Pyzco, ya era como costumbre, me pregunté por que no habia pasado por ella esta vez, pero no sabia donde encontrarla, sabia que ella trabajaba en la universidad y yo no salia de la habitación de mi amigo, no habia forma de encontrarnos en Seattle.

Llegué antes de la hora dicha.

Pedí una cerveza antes de que ella llegara, me la acabé en segundos. Estaba nervioso para variar, una parte de mi no entendia el por qué.

El lugar estaba a medio tope, la musica era buena, escogí un lugar lejos del bullicio, estaba pendiente de la puerta, ya estaba ansioso, queria que llegara ya.

Cuando besó mi mejilla, me quedé quieto, intentando no hacer nada que la molestara, como robarle un beso en los labios o algo similar.

Su sonrisa era hermosa y única. La miré un rato sin decir nada, mi mano se levantó automáticamente, para llamar al mesero.

-Te pido una cerveza, o pido una gran dotación de una vez?-

El mesero se acercó.

-Traeme dos cervezas, pero mantente atento, se acaban rapido- sonrei y miré de nuevo a Zazil.

-Hoy luces muy bella, radiante- me sonrojé un poco y desvié la mirada

-Soy pésimo para bailar- me rei avergonzado
-aunque solo por ti podria intentarlo- estiré mi mano para tomar la suya. -Bailemos- dije divertido.

No estaba seguro de como lo haria, estaba nervioso y las piernas me temblaban, solo me pasaba con Zazil, y no estaba seguro del porque, ella era diferente, pero a veces me sorprendia lo parecidos que eramos, la idea de ser su amigo me entusiasmaba horrores, aunque otra idea me invadia la mente, pero no estaba dispuesto a arruinar nada, quizas ella no este interesada en algo mas.

Segui con la mano estirada, ha decir verdad ni siquiera me habia puesto a escuchar la musica, mis sentidos estaban completamente atentos a ella, a nada mas.

Tomé su mano, nos levantamos y comenzé a moverme al ritmo de la musica, muchos beats, bajo intenso, repetitivo, no entendia para nada como hacerlo, pero lo intenté.

Me movi lo mas ligero que pude, no pude evitar pisarla, pero en vez de avergonzarme me reia, me estaba divirtiendo.

-Deberian ponernos algo mas romantico- me rei y la jalé hacia mi, pasando mis manos por su cintura.
-Te incomoda esto?- le dije en voz baja mientras miraba sus labios.

Le sonrei y la miré a los ojos.

-Me gusta como bailas- le dije serio -bueno me gusta como bailas en mis brazos- sonrei de nuevo y mire de nuevo sus labios

Me acerqué poco a poco, estaba seguro de lo que queria, pero tal vez ella me rechazaria. Me segui acercando.

Besé sus labios delicadamente dejé de bailar y la acerqué mas a mi cuerpo. Cuando me separé la miré a los ojos.

-No pediré perdon- le dije en voz baja sin despegar mis ojos de sus labios

Estaba un tanto alterado, pero mi sentimiento no era malo, estaba ansioso, ansioso por mas, ansioso por decirle tantas cosas, pero de nuevo no quize arruinar el momento.

La abracé, tenia esas ganas y pegué su cuerpo al mio, de la manera mas delicada que pude, la sensacion de nuestros cuerpos unidos era inigualable.

-Fue un placer bailar contigo- le dije al odio y me separé un poco, estaba sonrojado, pero con una sonrisa que abarcaba casi todo el rostro.

Me senté de nuevo esta vez con la firme intencion de sentarnos juntos, señalé con la mirada a mi lado y extendi el brazo.

-Vén, el lugar es cómodo- me rei.

-Hace un calor tremendo, deberian de poner aire acondicionado aca- dije mientras bebia un gran sorbo de mi cerveza.

Extendí mi brazo y lo recargué en el respaldo del asiento. Mi corazón latia galopante, intentaba tranquilizarlo y no podia, el calor que irradiaba no eramolesto, era un tanto encantador, y sabia por qué era, por quién era....

-Me ha encantado conocerte Zazil- dije con completa sinceridad mientras buscaba sus ojos. -Y debo decirte algo.... siento una extraña conexion contigo, quisiera adivinar qué es, pero no puedo...- bajé la mirada, pero mi oido se quedó atento.

-¿En serio lo crees?- dije sorprendio y gustoso -Es decir, lo siento, pero no quiero adelantarme Zazil, eres hermosa, muy bella, inteligente y diferente a todo lo que he conocido y bueno.... me encanta estar contigo- me avergonzé estaba siendo algo directo, llamé al mesero las cervezas se habian terminado, él estaba atento ya nos traia otro par, me reí.

Mi mano se apoyó en el hombro de Zazil, las temperaturas eran extremas, pero insisto, no molestas, me gustaba la sensación.

Guardé silencio un rato, los nervios regresaban a mi cuerpo, en cuanto el chico dejó las cervezas tomé un gran trago de una.

Miré a Zazil de nuevo en completo silencio le sonreí y la miré directo a los ojos, como tratando de averiguar algunas cosas.

La observé atento, con los ojos brillando, me gustaba mas cuando hablaba asi, esta vez no quize soltarlo, pero no supe ocultarlo muy bien, se notaba en mis ojos.

-Tengo corazón, mira- tomé su mano y la puse en mi pecho -Lo sientes?- dije serio -Y late asi de alocado cuando estoy contigo- me rei levemente y no aparté la mirada de la suya, me acerqué de nuevo a ella, lento sin despegarle la mano de mi pecho, rozé sus labios con los mios, sin besarla, percibi su aliento abrazador y me alejé de nuevo.

-Sentiste como latió mucho más rapido cuando me acerqué a ti?-

No solté su mano y la puse sobre mi rodilla.
-Sé que estoy sano, de eso no hay duda- guiñé un ojo
- y estoy ansioso por saberlo- sonrei de manera picara imitando su sonrisa, mordi mi labio y me quedé viendo sus ojos.
-Aunque debo decir que me da miedo conocer tú método- me rei un poco. -Pero dime cómo lo averiguaré?

me distraje cuando ella acomodó su cabello, ahi estaba yo embelesado con su belleza, cuando senti un fuerte tirón.

Me sorprendi cuando sentí sus labios sobre los mios, pero esta vez mis sentidos percibieron algo, cierta ansiedad, cierta pasión... cierto deseo.

Cuando terminó su beso, me quedé estático, con los ojos cerrados, mi camisa regresó a su lugar.

-Ya sé que es- dije con la voz entrecortada
-Pero quisiera estar seguro - resbalé mi cuerpo por el asiento y puse mis manos en su cintura atrayéndola a mi, pasee mi cara por la suya, rozé mi mejilla con la suya, percibi el aroma de su cabello, de su cuello, levanté sus manos y las puse en mi cara, acariciándolas.

-Sé lo que siento Zazil- la besé de nuevo, con ternura al principio, pero después el beso se hizo intenso, yo seguia con sus manos en mi cara.

Sentía cómo el pecho se me contraia, la sangre corria mucho mas rápido, esto iba mas allá del simple deseo fisico, era algo mucho mas intenso, una necesidad de tenerla siempre conmigo, una necesidad enorme de amarla... pero... habia algunos peros.... y yo era un maldito indesiso y cobarde.

Me alejé de ella, bajé sus manos y las puse a sus costados.

-No puedo negar que siento algo por ti Zazil, pero no quiero que me malinterpretes, no quiero que pienses que esto ha sido rápido, pero es que eso ni yo lo entiendo- busqué mi cerveza y la terminé toda, ya no regresé mis ojos a ella, me sentia extraño....

La mesa se llenaba de envases vacios. Habia un silencio, supuse que ya todo estaba ahi, solo era cuestion de tiempo, las cartas ya estaban puestas... solo era cuestion de observar el juego y esperar.

Le dediqué una sonrisa y algunos comentarios amenos para no permanecer callados todo el tiempo.

-Podria invitarte a bailar de nuevo, pero creo que las cervezas harán que me caiga y no quiero caer sobre ti- me rei un poco y bebi otra cerveza de un solo trago.

-Bueno he cumplido lo de las cervezas ¿a dónde me invitarás la próxima vez?- le dije sonriente mientras la analizaba con la mirada.

-Lo de la barbacoa no suena mal- le guiñé un ojo -dejame pensarlo y te digo mi propuesta- me rei.

Durante largo rato seguimos escuchando la musica, platicando de pequeñeses y bebiendo cervezas como desquiciados. Las risas no pararon, yo estaba contento y eso se notaba, el lugar comenzó a llenarse. Los aromas a vampiro llenaron el lugar.

Bebi las cervezas más rapido.

-Será mejor irnos, esto comienza a revolverme el estómago.- Me levanté y le ofreci mi brazo como un caballero de época.

Dejé unos cuantos billetes calculando la cuenta y la propina.

Salimos del lugar, las miradas envidiosas de algunos hombres se posaron en mi, miré a la chica a mi lado y sonreí, estaba mas que seguro de mis sentimientos hacia ella.