Una visita quizas no muy agradable

Sali de casa a una hora prudente, en busca de la direccion de la casa de Laurent y su familia. Vaia el numero de cada casa que pasaba, mientras llevaba entre mis manos un regalo. No sabia si le gustaria, lo mande a enmarcar ya que no estaba en buenas condiciones.
Cuando encontre la casa, me quede frente a ella unos minutos, quizas no er aun momento adecuado para visitar, pero queria saber como estaban. Golpie la puerta una vez, lo suficiente, mientras miraba las tonalidades del`piso.

Y ahi estaba yo, limpiaba otra mancha en uno de los sillones blancos, escuchaba algo de música, Paganini solia tranquilizarme, pensaba yo en la posibilidad de que éste realmente tuviera un pacto con el diablo, y la puerta sonó... odiaba que mi sentido del olfato estuviera casi muerto. Pero a pesar de eso, no reconocí el aroma. Al contrario de cualquier acto normal, subi el volumen de la música y me dirigí a la puerta bailoteando con esa música del diablo....

Quizas Laurent no estaba...y si estaba Brody?. Quizas no seria una buena idea, no tenia idea de como reaccionaria al verme o saber quien era. Una sensacion extraña llego a mi, debia esperar.

Abrí y una mujer desconocida estaba en la puerta. Le sonreí, comenzaba a acostumbrarme a las visitas.
-Hola, ¿te puedo ayudar en algo?- mis pies aun se movian al sonido de la musica.

ehmm...soy Minerva Von Dem, amiga de Laurent, el se encuentra por casualidad? -pregunte de forma suave, no queria que se oyera brusco-

si estaba pálida, palidecí aun más. Asi que estaba frente a Minerva, mi cuerpo se puso rigido, aunque la sonrisa jamás desapareció. Asentí con la cabeza, de pronto olvidé el dia, la hora y el espacio en el que me encontraba. Me di la vuelta, la sonrisa estática estaba en mis labios, dejé a Minerva en la puerta.
Acaso estaba Laurent en casa?, me pregunté mientras intentaba ordenar las ideas.

Mi día de descanso, andaba en megafacha por la casa, me aparecí en la cocina a beber un poco de sangre, cuando escuché unos sonidos, y también se escuchaba la musica de Brody, eso no me sorprendió, ¿visitas de nuevo? Espero que no haya sido ese mismo tipo de la otra vez, dejé mi vaso sobre la meseta y caminé hacia la puerta. Tomé aBrody por la cintura y vi a la visitante.
-¿Minerva? -me pregunté que le sucedia- ¿Qué sucede? ¿Se ecuentra bien?, Minerva, ella es mi esposa Brody. -la presenté ya formalmente no quería que hayan malos entendidos -Brody ella es Minerva -la miré en forma de que ella me entendió-

Creo que no debi venir el dia de hoy -dije totalmente arrepentida, sabia que ocurria aquello pero igual lo realize- disculpa Brody -retrocedo unos pasos- vendre otro dia

-No, no te vayas. Por algo haz venido, habla, por mi no hay problema, nos encontrariamos tarde o temprano. No podemos evitar esto el resto de la vida.- me planté al lado de Laurent, escucharia lo que Minerva habia venido a decir, despues dudé.
-O si prefieren puedo dejarlos solos, en serio, no hay problema- me alejé levemente de Laurent.
-Les dejo la musica de fondo- bajé el volumen del aparato de sonido.
-Un placer Minerva- comenzé a subir las escaleras.

-quedate -la tomé de la mano
-Que sucede Minerva? pasa porfavor...

solo traia un presente para tu hogar Laurent -avanze unos pasos dede el umbral- no quiero causar mas molestias si? -entrego el cuadro envuelto-