Si, ya hemos llegado mi bello durmiente-Sonreí.
Bajamos del avión por las escaleras y fuimos por el equipaje.
Lo bueno es que no habia sol. Salimos del aeropuerto y tomamos un taxi. Como yo no sabia ni que decir, Mike le dio las indicaciones para adonde ibamos a ir.
En el transcurso miraba por la ventana del taxi. Estaba nublado, las nubes eran grises, y hacia un viento frio, Genial, mi clima perfecto.
A lo lejos se veian caer los rayos, y recordé que una vez que me habia topado con Laurent, él me habia contado que en cada tormenta que habia en Forks, los Cullen salian a jugar beisbol. Suponí que aún lo hacian.
Estabamos llegando al lugar que habia indicado Mike.