Problemas del corazón

Me interne en la Clínica rapidamente con Anna Paula luego de bajarnos del taxi. Estaba débil y muy pálida, su piel incluso estaba fría. Quizas hubiera sido prudente llamar a la doctora Blanchard por que yo no era especialista en el tema, pero no la encontre por ningun lado. La ingresaron bajo mi supervisión como médico, estaba seguro de que iba a poder hacer esto objetivamente.

Anna Paula estaba recostada en la camilla mientras las enfermeras conectaban la máquina para ver los signos vitales y tomar la presión. Yo solo observaba. Después de que se retiraron me acerque a ella, yo vestía la bata del hospital...era extraño contemplarla desde la visión médica.

- ¿Te sientes mejor? - puse una mano en su frente para comprobar su temperatura, aún estaba muy helada. Arropé la sabana hasta su cintura-

- Jesse...que sucede? - lo mire recostada como estaba. No entendia lo que estaba sucediendo, yo me sentia completamente bien...estando a su lado me sentia tibia, sentia mi corazon latiendo de felicidad...sentia las pabras de Dios presentes en mi ser. Yo estaba completamente sana.

Y sin embargo..ahi estaba el, vestido de bata blanca, preocupado, angustiado..posando su mano sobre mi frente constantemente, Y con una mirada terrible, como si estuviera a punto de perder algo muy valioso. No entendia nada. Y esa maquina que hacia?..porque la conectaban a mi?..Quize moverme y apartar las agujas de mi cuerpo. Pero Jesse me lo impedio volviendo a colocar su mano sobre mi frente.

Su tibia y calida mano. Mi corazon volvio a latir deprisa.

- No tengo fiebre Jesse...estoy bien...- le dije en un intento de tranquilizarlo.

Iba corriendo hacia el bosque, dispuesta a darme una buena comilona. Tenía el hábito de no dejar jamás mi celular, dado que en cualquier momento podrían necesitarme en el hospital. En mis años como médica había hecho varias especializaciones, y en estos momentos utilizaba mis títulos en Medicina Interna y en Cirugía Neurovascular, por lo que era más que usual que me necesitaran de emergencia en el hospital.

Sentí el pequeño aparato vibrar en mi bolsillo. Lo saqué del bolsillo y me detuve, puesto que el viento que no le hacía daño a mis oídos podría dañar el delicado micrófono del aparato y asustar a aquel que me llamara.

Ví el nombre en la pequeña pantalla: Se trataba de Jesse.

-Aló! -le saludé.
-Marion... Qué bueno que me contestas -dijo en tono bajo y preocupado. Me puse alerta- Marion, una amiga... Bueno, está... Estoy en el hospital y no... no puedo tratarla -dijo, quebrándosele la voz.
-Ya voy en camino...

Colgué y corrí hacia el hospital. Agradecí que se encontrara en las afueras, donde nadie se pondría de fisgón a mirarme y podría tranquilamente fingir que había llegado en un taxi. La recepcionista me miró con gesto asombrado, ya que había entregado turno a las 6:00 PM y apenas eran las 8:00 PM. Y ya estaba de vuelta.

-Hola -la saludé.

Al fondo alcancé a distinguir a Jesse parado junto a una camilla, en un cubículo. La cortinilla tapaba a quien fuera que fuese el paciente y su cara reflejaba una profunda preocupación.

-Jesse, cuéntame qué pasó -dije mientras iba a mi locker por la bata y el estetoscopio.

Negue con la cabeza y tome su mano - No tienes fiebre y ese es el problema, tú.... - la voz de la Dra. Blanchard me interrumpió. Me giré y la miré agradecido, no hubiera podido tratar a Anna Paula si no hubiera llegado. El cariño que le tenía ahora a ella no me hubiera dejado actuar normalmente.

- Marion, gracias a Dios que llegaste. Mi amiga, Anna Paula, sufrió un desmayo en una plaza pública. Ella..se exalto mucho - miré de reojo a Anpu - Sufrió temblores, mareos y debilidad. Descarto por completo la disautonomía y el sincope vasovagal. Por sus sintomas puedo inferir que se trata de algun shock neurogenico, ya que estaba muy nerviosa antes del desmayo - miré a Marion significativamente, ella sabia que el caso era grave y que yo no podía hacer un diagnostico correcto por un tema de objetividad. Me acerque a Anna Paula y tomé su mano para hacerla sentir más cómoda.

Pasé hacia el cubículo, dispuesta a revisar a la chica.

-Hola, Anna Paula -la saludé- Soy Marion Blanchard y seré quién te atienda hoy.

Le sonreí para tranquilizarla, aunque las palabras de Jesse me habían dejado más que preocupada. El pulso estaba bajo, y ni qué hablar de la presión arterial que manejaba la chica. El monitor indicaba que su presión estaba en 90/55 mmHg, y sus pulsaciones en 45 por minuto. A pesar de todo, la chica estaba estable y conciente, lo cual era un factor a favor. Todo esto lo había analizado en milésimas de segundo.

-Permíteme -le dije a la chica, tomándole la mano.

Tenía la piel helada, tan helada que parecía casi igual a mi propia piel... La piel de un cadáver andante.

-Podría ser un shock neurogénico -le dije con suavidad a Jesse- Cómo podría ser un síndrome vasovagal o incluso es disautonómica y no lo sabe... Eso suele suceder.

Me volví hacia la chica.

-En la mayoría de los casos, la disautonomía puede ser un factor predisponente y algo que altere a la persona puede producir el síncope y el shock, en el caso de Anna Paula -hice una pausa- Ahora, díme, Anna, ¿te mareas con frecuencia? ¿te alteras con facilidad? ¿alguna vez te han diagnosticado alguna enfermedad crónica?

Mientras la chica pensaba su respuesta, revisé la medicación y los aparatos. La saturación de Oxígeno estaba un poco baja, por lo que subí la concentración del oxígeno que se administraba con manguerilla a la nariz. En la órden de medicamentos anoté administración de Adrenalina 3.5 µg/min vía intravenosa hasta nueva órden y llamé a enfermería para que trajesen la adrenalina necesaria para una hora de tratamiento.

-¿Y bien, Anna?

- No, no y no...- negue sintiendo la mano de Jesse lejos de mi, y encontrandome de frente con aquel frio del que tanto hablaban, a tientas busque su mano nuevamente y la halle a varios centimetros de mi. La tome y me cubri de aquel calor tan familia "no me sueltes" pense apartando mis ojos de la doctora y fijando mi vista en Jesse. Me sonroje, notaba su mirada tan pendiente de mi..y yo..ahi, sin entender ni una sola palabra...sin comprender nada...sin saber que hacia con una maquina atada a mi.

- No doctora...no me mareo con frecuencia...no me altero..a menos de que se trate de esa chica Amaltea...o cuando veo alguna persona pecar...es horrible, pensar que manchan el mundo que Dios nos creo con profanidades...-suspire con decepcion- y jamas me han diagnosticado una enfermedad...el padre de nuestra iglesia era tambien medico, el nos hacia chequeos mensuales, y todos estabamos saludables...-

Hize una pausa mirando los cables que me unian a la maquina a mi lado, aprete con mayor fuerza la mano de Jesse. Mire a la doctora.

- Debe ser esta ciudad...desde que llegue..solo ha habido caos....lo unico bueno de haber llegado aqui fue...- no...por un momento, no se trataba de las criaturas nocturas. Mi corazon latio deprisa mientras miraba aquel par de ojos que no dejaban de observarme. No pude completar la frase...cerre los ojos perdiendo el conocimiento, con la imagen de aquel chico en mis pupilas.

-¡Rápido, la adrenalina! -apremié a las enfermeras.

Apliqué a dosis más alta a la que había ordenado, de 5 µg/min para recuperar su consciencia. "Así que la chica consideraba a todo el mundo pecador, ¿eh?" pensaba mientras aplicaba la medicación y tomaba demás signos vitales. Aparte de la baja de presión, todo lo demás estaba bien. Se le hizo el examen de glicemia para ver qué tan baja la tenía, y ésta estaba en niveles normales. Jesse, a mi lado, se mesaba los cabellos en una profunda preocupación. Cerré las cortinas del cubículo y empecé a moverme a mi velocidad máxima, utilizando cada uno de mis sentidos en el diagnóstico.

-El EKG está normal -comenté mientras me movía- El azúcar también... Hay que subirle la presión y enseñarle que aunque hay pecadores en el mundo, no por eso hay que alterarse al verlos -dije.

Nunca había sido la devota total y absoluta, pero creía en Dios... Así como en el demonio. Otra cosa era que no creyese en sus representantes en la tierra, los presbíteros, obispos y el mismísimo Papa. La chica empezó a abrir los ojos poco a poco: La adrenalina había funcionado. Volví a establecer la dosis en 3.5 µg/min y miré sus reflejos pupilares. Su cerebro estaba sin mayores daños, según la examinación de sus reflejos.

- Jesse - dije mientras entreabria los ojos.

Que habia pasado?...La imagen de la doctora se puso delante de mi. Lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, era tan dificil..donde estaba Jesse?..porque lo necesitaba tanto...Puse una de mis manos sobre mi corazon y mire a la doctora fijamente aun llorando.

Como decirle aquello que no podia aceptar por mi misma...- Jesse...donde...esta?- pronuncie despacio, mientras me sacaba las lagrimas con mis manos. Mi corazon volvio a latir con fuerza, porque no venia? me habia dejado?...pero..debia amar a Dios no?...era tan confuso. Me levante abrazando a la doctora y me solte llorando de todo corazon...no podia decirle nada, no podia aceptarlo..y sin embargo..

donde estaba Jesse?

El abrazo de la chica me tomó por sorpresa. No podía evitar sentir las oleadas de angustia que emanaban de ella, así como una confusión. Le devolví el abrazo, intentando consolarla.

-Jesse está fuera del cubículo -le informé.

Él había salido a dar una vuelta, estar ahí, en la posición de acompañante del paciente no era muy fácil de soportar para él, y menos sabiendo que no podía hacer nada en realidad, debido a su misma preocupación.

-Pronto volverá, te lo aseguro -le dije a la chica.

Asenti aun aferrada a ella. Mi corazon temblaba..lo necesitaba, me mordi los labios para evitar continuar derramando lagrimas.

- mi peso es el amor...-dije con la voz entrecortada sin levantar la mirada...tenia que decir algo o me destruiria. No podia ser sincera conmigo misma...no podia decirl las palabras exactas "Jesse...te quiero"...no..negue. - doctora...es....doloroso...-murmure sin saber si comprenderia o no mis palabras....la abraze mas fuerte, estaba fria..o era yo quien me congelaba sin el tacto de aquel joven?...tan solo unos dias...pero desde el primer instante lo senti tan parte de mi. Y queria negarlo, queria evitarlo...porque...porque sabia que esto no podria ser.

- Me convenci de que el amor que profesara, unicamente podria ser hacia Cristo y Dios...pero ahora nose lo que siento...nose lo que transcurre...intento repetirme mis promesas, intento esfocarme en mi lealtad...pero su presencia es fundamental en mi existencia, su renuncia es fatal deshociego...no deberia sentir esto doctora...si algun mal tengo, es el mal de un corazon confundido...- tome valor y alze mi mirada para encontrarme con la suya, la mire con suplica- si tiene algun remedio para ello...porfavor..le ruego me lo diga.-

Sentia un dolor intenso en mi pecho...el dolor de no admitir lo que sentia.

Estaba angustiado, después de que Marion hubiera cerrado el cúbiculo un sentimiento extraño se apodero de mi. Me sentía inútil, ella era mi hermana y no podía ser objetivo aún. Y eso era lo que me molestaba, me apegaba demasiado a las personas como para ayudarlas con eficazia en un caso de gravedad. No me había ocurrido nunca, y me sentía algo impotente en tal situación.

Cuando decidí acercarme a su cama la escuche hablar. La presencia de alguien era fundamental en su existencia según ella.....parecía sufrir mucho. Quizás era la causa de lo que le pasaba ahora, pero ¿Quien sería ese alguien?

Corrí la cortina y las observe a ambas con expresión de disculpa. Anna se aferraba a Marion en un abrazo, seguramente estaba interrumpiendo una plática de chicas, pero ahora me sentía preparado como para enfrentar la situación - Lo siento - murmuré mientras metía las manos a los bolsillos de la bata y miraba el monitor. Con la epinefrina que seguramente la doctora le habría administrado sus latidos habían vuelto a la normalidad - Marion esto definitivamente debe ser curado por una cebolla - si bien eso sonaba divertido, era traducido a la jerga médica como "la paciente tiene un problema del corazón" y eso con mi mirada de inquisición le suplicaba en lenguaje mudo que quería hablar con ella del estado de Anna Paula. Aunque parecía estar mucho mejor, necesitaba obtener la razón de la boca de mi colega por miedo a que mi hermana en Dios sufriera otro de sus episodios. Y es que no quería hacer pasar otra vez a Anpu por eso, era una persona demasiado especial para mi. La observe con seriedad en mis ojos, pero al mismo tiempo con preocupación...

Meneé la cabeza, con Anna Paula aún colgada de mi brazo.

-Dios es grande -le dije- Tan grande que permite que en tu corazón haya espacio para amarlo a él, al Espirítu Santo, a todos los Santos y a ése chico.

"Jesse," completé para mí misma en mi mente.

-El único remedio para éso es aceptar lo que sientes... Jesse me contó que eres una católica devota, entonces debes saber algo: Si Dios te trajo a éste mundo, eso es por algo. Y si atravezó a Jesse en tu camino, y sientes lo que sientes ahora, es por que Él lo quiso.

Éso era lo que yo creía, al menos. Todo ocurre por una razón, para algunos la razón es desconocida, para Anna y otros católicos devotos, la razón absoluta es Dios. Y no había poder en ésta tierra que me fuera a impedir ayudarle a la chica confusa.

Entonces sentí intensificarse el efluvio de Jesse. Anna lloró quedamente y la apreté hacia mí, tratando de apoyarla. Ésa situación era tenaz, lo sabía... Aunque eso hacía parte de mi vida humana, lo recordaba tan bien como si hubiera pasado hacía apenas un par de años. Mi olfato no mentía, segundos después Jesse corrió la cortina. Él tenía razón, no era normal que ella presentase éstos síntomas de buenas a primeras, sin razón aparente... Tal vez el problema fuera del corazón. No me agradaba tener que aceptarlo, pero era lo más probable.

Y lo peor, es que no sólo hablábamos del órgano.

Sin embargo, yo no era quién para meterme en la vida de mi colega y mi paciente, diciéndoles que hacer. Suspiré.

-Sí, Jesse, debe ser curado por la cebolla... -dije y dejé escapar una risilla- Ya volvemos, Anna.

Me incliné sobre ella.

-No te preocupes, míralo por ése lado -le susurré- Yo iré a explicarle bien a Jesse mi posición, ¿vale?

Le sonreí y salí del cubículo con Jesse, llevándolo lejos de Anna. Por su mirada atónita, sabía que había captado algo de nuestra conversación y no pude reprimir la culpa. Aún así, si él quería saber algo, eso era asunto de ellos dos.

-Debe ser el corazón -le dije, directa- Es lo único que tiene lógica... Algún soplo, tal vez... Incluso una hipertrofia... Por ahora el EKG da normal, pero habría que hacerle un ecodoppler para confirmar cómo está el corazón, anatómicamente hablando.

Hice una pausa para tomar aire. Me preocupaba ver a Jesse así de preocupado, tal vez los sentimientos de Anna respecto a Jesse fuesen recíprocos.

Asenti a la doctora mientras observaba de reojo la cortina descorrerse y a Jesse aparecer ante mis ojos. Me sonroje, pero el llanto destruia mi rostro y solo supe refugiarme entre los brazos de mi doctora.

- Gracias doctora- le dije con una sinceridad que hacia tiempo no percibia en mi voz. La solte para que pudiera ir a hablar con el joven por el cual ahora estaba en ese estado. Que tan grave estaria?...no lo sabia..nisiquiera sabia que podria llegar a hablarle nuevamente a Jesse...Suspire observando si silueta alejarse hasta el punto en que no pudiera oirlos. Me cubri con las cobijas y me recoste de lado...acaricie el crucifijo en mi cuello.

- Te quiero...- murmure...- te quiero Jesse....

Miré preocupado a Anna Paula, pero le sonreí con confianza al salir para hacerla sentir mejor. Avanzé con Marion hasta dejar la sala y escuche su pronóstico. Ahora si que estaba preocupado...

¿Por que Dios le había mandado esto a mi hermana? ¿Que es lo que quería de ella?

- Esto no se ve nada bien. Si es un soplo lo más probable es que ya tenga lesiones cardiacas. - suspire, el diferencial que haciamos en el pasillo no anunciaba nada bueno - Aunque....Sus pulsaciones eran bajas no entró precisamente en paro, y la epinefrina resulto bien... - puse una mano en mi barbilla, pensando - ¿Crees que pueda ser algo psicologico? Se ha puesto muy nerviosa este último tiempo por los pecados de los demás y otros problemas que no me ha querido contar...¿Amar a Dios causa tanto problema? - murmuré lo último más para mi que para ella - Algún trastorno de ansiedad, pánico, estres...encajaria con los sintomas - miré a Marion con expresión afligida, Anpu se había convertido en alguien muy importante para mi y no sabía que palabras decirle para mejorar su situación. Ellas habían conversado algo importante, estaba seguro de eso, pero tampoco iba a meterme en eso si no era necesario. Además podrían ser ambas patologias - psicologica o fisica - o bien ninguna. Moví la cabeza para alejar esos pensamientos, tenía que ser más optimista. Encontrariamos una solucion, costara lo que costara...

No podia permanecer asi.

Asi sin saber que transcurria a mi alrededor..o porque permanecia alli, acostada en aquel lugar como si fuera un enfermo cronico. Yo estaba bien..me sentia bien..y me sentia mucho mejor tras haber escuchado a la doctora.

Me descubri las cobijas, no eran necesarias, y me sente en la orilla de la camilla mientras pensaba.
Talvez...deberia decirle...no...no podria...talvez..tan solo deberia admitirlo...aceptar mis sentimientos por el. Aceptar ese deseo insaciable de estar junto a el, de ayudarlo y apoyarlo...verlo sonreir. Aquel deseo de procurar su bienestar, de compartir cada momento...de llenarlo de luz y felicidad...."Jesse"...cerre mis ojos evocando su imagen.

Su voz...

su calidez.

Una punzada en mi corazon.

Abri mis ojos harta de esperar...debia hacer algo, ir a algun lado. Visitar algun paciente?..no...podria contagear una enfermedad cronica; salir al pasillo...tampoco, podria causar problemas y hacerlo enojar. La capilla estaba demasiado lejos...Alze la vista y una luz entro en mis retinas.

Le deshize de aquellos cables pegados a mi piel y al monitor, y me quede solo con las agujas con el suero, y el liquido conectado a aquel extranio perchero. Camine con cuidado hacia la ventana. Junte mis manos..y reze.

- "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz..." - guarde silencio en lo que le pedia ayuda y fuerzas a Dios para saber que era lo que realmente sentia mi corazon...y que representaba aquel joven para mi.

-Me gustaría pensar más en una causa psicológica -dije- Según me contaste y lo que percibí en ella, es católica exagerada y el salir de una casa donde todo es "como Dios manda" al mundo real... Bueno, tal vez haya estado bajo presión en estas semanas universitarias.

Me encogí de hombros.

-Sabes cuán fino es mi oído... Y no escuché ningún soplo. El electrocardiograma está bien, ahora la única opción fisiológica posible es la hipertrofia ó disautonomía, que podría haberse disparado por los cambios de hábitos y el stress psicológico bajo el cual está -hice una pausa antes de continuar- Además, como indicaste, no hubo paro cardiaco y si la cosa hubiera sido un soplo... Bueno, tal vez no estaríamos pensando en qué tiene.

Dejé de hablar al ver la afligida expresión de Jesse. Como si estuviera a punto de perder a alguien que realmente se ama. Sacudí la cabeza, éso no era mi asunto.

-Yo pienso... -dije- Que se le debería hacer una radiografía de tórax y un ecodoppler para descartar cualquier tipo de hipertrofia. Si esa no es la razón, se le debe hacer la mesa basculante [Tilt Test] para determinar si es disautónoma y si no lo es... Mandarla al psicólogo y al psiquiatra.

Escuché a la chica empezar a orar, desesperada.

-Vamos al cubículo, creo que ella quiere verte -le dije con gesto indiferente, inciando el camino hacia el cubículo de Anna.

[off rol: Anpu es testaruda xD]

Fije mi mirada en el cielo. Tenia los ojos llorosos.

El jamas sentiria lo que yo.

Sonrei. Al menos aun estaba viva..almenos conocia el secreto de Nicholas...habia probado que existian las criaturas nocturas...recorde la expresion de Katherine al pensar en su amado...su determinacion al saber que no era correspondida...le desee suerte.
Pero yo no era como ella...yo entendia cuando mi turno habia desaparecido..comprendia que mi lugar era otro. Queria salir de ahi....queria verlo y decirle lo que sentia..

Pero no podria aceptar su rechazo. Baje la mirada y comenze a recordar las palabras de Amaltea..los insultos de mis companieros..mi maestro..es que amar a Dios era tan malo?..es que nadie comprendia?..y cuando al fin habia hallado a alguien asi...
lo perdia.

Las lagrimas cayeron por mis mejillas.
Necesitaba salir...a como diera lugar.

Carecia de conocimientos apropiados en medicina, pero con cuidado me quite las agujas insertadas en mi antebrazo. Fue doloroso, pero realmente ocupaba salir. Me recogi el cabello, me vende los antebrazos aun sangrando un poco... y despues de cerciorarme de llevar todo con lo que habia llegado..exceptuando a Jesse..me encamine a la puerta.

((Off: Se nota, pronto entrare en un dilema xDDD))

"Bajo presión"
Y es que ahora podía entender casí todo, su comportamiento ocultaba más cosas de las que estaba informado...
Baje la mirada y sacudí la cabeza. ¿Que cosa podía hacer sufrir a una persona como ella? Además de su aversión por los pecados, su corazón....
La aproximación de la respuesta vino a mi como un rayo, recordando la conversación que tuvimos en el patio. Ella sufria por amor...¿Pero por quien?

- Creo que es lo mejor - comenté asintiendo ante las palabras de Marion - Aunque me inclino más por la causa psicologica, la disautonomía puede estar relacionada con la causa física y mental.....En fin, es mejor esperar a los exámenes. - bajé la mirada nuevamente y seguí a mi compañera hacía el cubículo. Era de verdadera ayuda sus sentidos sobrenaturales, el descartar un soplo así de rápido sin hacer ningun exámen era una capacidad sorprendente.

Abrí la puerta de la habitación y por poco choco con la figura de Anna Paula. Alcanzé a sujetarla con un brazo para que no siguiera tambaleandose. Fruncí el ceño, ligeramente molesto.- ¿A donde crees que vas jovencita? Vuelve a la cama ahora - no esperé a que me respondiera y con cuidado la guié hasta la cama. Hize que se recostara y cambie la cobija ensangrentada por una nueva. Le dedique a Marion una significativa mirada de confusión mientras ayudaba a conectarle los cables y agujas a Anpu - ¿Como se te ocurrio levantarte de la cama? Estas enferma y debil, aún convaleciente.... - mi voz era tranquila, ni siquiera la estaba regañando, pero en mis ojos había una evidente decepción. Noté que llevaba sus cosas al toparnos con ella en la puerta, posiblemente para salir del hospital. ¿Acaso no entendía que estaba enferma y que esto no era un juego? Me cruzé de brazos y la observé aún con la decepción marcada en el rostro, dispuesto a escuchar una explicación por su determinado e irresponsable comportamiento...

- Jesse...- dije sorprendida al encontrarmelo de frente. No supe que explicacion darle en ese instante y me deje guiar por el hacia la cama de nuevo. Me trataba como si fuera tan solo una chiquilla obediente...y no podia quejarme. Me semi recoste en la cama viendolo cambiar las sabanas, porque se tomaba tantas molestias en mi?..que significaba yo para el?

"amistad"

La palabra retumbo en mis oidos y tuve que morderme los labios para no sollozar. Le sonrei con el intenso dolor que me causaba verle tan servicia, y saberlo lejano. Continue observandolo con atencion; su cabello, sus ojos, su piel calida y brillante. Me sonroje...

- Yo...solo...- baje la mirada, no podia decirle la verdad...ya lo imaginaba" Jesse..se que no sientes lo mismo que yo, me iba porque no podia seguirlo tolerando"..no..se escucharia patetico, debi pensar en alguna otra cosa- no entiendo que sucede..y no me gusta permanecer aqui encerrada ajena a la situacion - si, eso sonaba mucho mas convincente - porfavor, dime que sucede Jesse..- estaba por voltear a verlo, pero supe que aquello seria demasiado para mi.

Mire hacia el lado contrario al de el, mientras apretaba los punios escondidos bajo la sabana intentando ahogar las lagrimas que amenazaban...

"Jesse....te quiero..."

(off rol: lo siento > <U)

((Off: Yo no dije que me molestara e_e ))

Mi expresión se relajo al escuchar su respuesta, ahora podía comprender mejor su reacción. Me situé a un lado de ella mientras posaba otra vez mi mirada en Marion, obviamente Anna Paula tenía el derecho de saber que era lo que le pasaba. A los ojos aprobantes de la Doc decidí hablar, aunque ella no me mirara por algun motivo.

- La Dra. Blanchard piensa que puedes tener algo llamado hipertrofia, que es un aumento del tamaño de un órgano que se debe al crecimiento correlativo en el tamaño de las células que lo forman. En este caso tu corazón u otro órgano podría estar en este estado. Tenemos que hacer una serie de exámenes para comprobar que tienes esto - hize una pausa para mirarla con confusión, aún seguía con esa actitud de no querer mirarme - Si no, cabe la posibilidad de que estes sufriendo de episodios de disautonomia que puede asumirse por tu propio....estres psicologico - sabía que esas palabras sonaban algo fuertes, incluso para mi, que aún no podía confirmar la razón - Tendrás que quedarte aquí hasta que obtengamos todos los resultados de dichos exámenes, no demorará mucho, solo unas cuantas horas - fije mi vista en Marion nuevamente, ya que Anpu se negaba a mirarme - ¿Podrías dejarme conversar con ella a solas antes de los exámenes? Te prometo que estara en radiología antes de la hora de la cena -

En realidad, había tenido una razón para querer llevar a Jesse al cubículo de Anna: El súbito olor a su sangre me había alertado de sus intenciones. Al menos Jesse había sabido como llevar la situación, ya que la chica no escucharia a nadie más que Jesse.

-Está bien... -dije con una sonrisa- Cuídense.

Salí del cubículo, y me alejé lo suficiente para darles privacidad pero para poder acudir si las cosas se complicaban.

[OFF: Que lindos! ^^ Me siento Celestina xP]

"hipertrofia...disautonomia...estres psicologico"

Palabras que no lograba entender, pero brevemente comprendia gracias a las explicacion es de Jesse.

- Eres un gran medico...- le dije con la voz temblorosa. Me recarge suavemente contra su hombro, "Oh Jesse...porque me haces esto?"...Baje la mirada dejando que mi cabello cubriera mi rostro y continue escuchando sus palabras. No fue sino hasta que lo oi dirigirse a la doctora que me atrevi a mirarlo. Queria habiar conmigo? Conmigo, la Anpu con la cual se habia sentido molesto?...

Mis mejillas se sonrojaron esperanzadas...pero mi mente se negaba a servirme las alas que necesitaba. Me acaricie las manos con nerviosismo y mirandolo de reojo volviendo a bajar la mirada murmure.

- De que deseas hablar Jesse? -

Le sonreí a Marion y articule un rapido "Gracias" antes de que ella se fuera. Tomé asiento junto a la camilla de Anna Paula y me cruzé de brazos, había algo que no me calzaba en todo esto....

Me quede en silencio largo rato, no sabía como hacer la pregunta adecuada para que ella me entendiera. Marion me había dicho que ella quería hablar conmigo, pero no podía explicarle a ella sobre sus sentidos sobrenaturales....

Fruncí un poco los labios ante mi confusión y baje la mirada antes de hablar - Tú....tienes un tema pendiente conmigo - dije con tono inexpresivo, tratando de disminuir el cúmulo de emociones que me embargaban en ese momento - ¿Por qué.....? ¿Por qué hiciste eso allá en la plaza? Yo....no conocía esa faceta tuya - fijé mis ojos en los de ella algo aturdido, estaba preocupado por su salud psicologica como emocional - ¿Tanto aborreces lo que no es lo dictado por...Dios? - pregunte con tono curioso. Y no estaba cuestionandola, ni mucho menos pidiendole explicaciones. Solo tenía curiosidad de saber ese comportamiento de ella que afectaba tanto su salud y me tenía tan preocupado..

Asi que de eso queria hablarme el.

De mi actitud en la plaza.


Senti como si acabara de golpear con un martillo a mi corazon, senti que caia, senti dolor...un intenso dolor. Me mordi los labios bajando la mirada y comenze a sollozar en silencio. "Tonta!" me repetia en mi mente, "Ilusa!" las lagrimas me impedian verlo...pero igual, no importaba.

No habia perdido la cordura aun, solo estaba sumergida en un llanto incomprensible. Hable en voz baja pero entendible, de tal forma que no pudiera observar como me habia herido.

- No lo aborresco...simplemente, no lo comprendo. - me mordi los labios en lo que volvia a componerme - vivi toda mi vida al margen de las reglas y los mandamientos, no he conocido otro mundo aparte de ese...Dios es todo para mi..o..almenos..lo era...- el dolor aumento, era tan dificil amar- no te preocupes Jesse...no volvera a suceder...ya...no importa. -finalize. Realmente...ya no importaba.

La doctora tenia razon; Dios nos trajo al mundo para amarlo, y amar a nuestros semejantes.
Pero yo no veia el porque amar...no cuando dolia tan intensamente.

- Anna Paula...hay otro mundo afuera, un mundo que desearias vivir. - me levante de mi silla e hice que me diera un espacio en la camilla, la abraze con delicadeza para no desconectar ningun cable - ¿Sabes? te voy a contar una historia - Sonreí ante el gesto de impresión de ella - Había una vez un joven....de unos diecisiete años...algo reservado y timido, en palabras más concretas...reprimido. El estaba convencido de que las normas del Señor se tenian que seguir al pie de la letra, y aunque era muy devoto sufría mucho por ello. Aún así el tenía sueños, esperanzas y emociones. Su sueño y vocación era algún día ser sacerdote, de hecho...estuvo a punto de cumplirlo. Pero como en toda historia el tirano tenía que arruinar la diversión....

>>Su padre, un hombre "bueno" fuera de casa y completamente cruel dentro de ella, lo sacó del seminario antes de tiempo. Lo humilló, le dijo que era un idiota...que poco menos no valía nada. Le obligó a estudiar algo que el no quería y cuando finalmente terminó la carrera lo volvió a degradar....
Este joven en el transcurso de los acontecimientos, perdió todo el interes y la fé que tenía en ser un discipulo de Dios. Lo odió, renegó, culpó a nuestro Señor de todo lo que le estaba pasando. Y lo hacía hasta hace algún tiempo. No importó que el hiciera nuevos amigos, que incluso se hubiera enamorado...el no iba a creer más en Dios. En fin...el ya no seguía los mandamientos al pie de la letra, pecaba mucho de vez en cuando, pero siempre trataba de guiarse por el buen camino a el y al los demas. Trato de no ser prejuicioso, porque aunque el no estuviera en paz con Dios, sabía que solo el podía juzgar y perdonar...

Acaricie el cabello de Anpu y seguí - Un día, el se atrevió a enfrentar al Señor. Fue a una capilla, rezó y pidió a nuestro santisimo que lo perdonara por sus pecados...Y el no creía demasiado que lo hiciera. Entonces, una dulce joven se le acercó y le brindo su ayuda. Le dijo....las palabras más reconfortantes del mundo y su fé renació.. - me volví hacía ella para mirarla a los ojos - Supongo que sabras de quien estoy hablando....