Recibí el abrazo de mi madre encantada, siempre me gustaba que me abrazara, me sentía pequeña.
-luces hermosa mam, como siempre- le respondí sonriente.
-si, creo que estoy lista- agregue. Un poco asustada, pero lista al fin y al cabo, pensé.
-entonces?- continué expectante, mirando a mis padres.