Un día rojo (Kian)

Tema: Un día rojo (Kian) Mar Jun 09, 2009 1:36 pm

Me levanté de buen ánimo ése día. El final de semiología había ido bien, perfecto, no me puse a tartamudear con la presentación de mi caso, no había usado la palabra incorrecta al mencionar la escápula y había sido capaz de diferenciar distintos signos de tipos de disecciones y aneurismas aórticos en mi paciente. Lamentablemente, la cirugía de mi paciente no había salido tan biencomo mi examen, su aneurisma se había roto y estaba muerto. No podía culparme de ello, ése era el descenlace normal de ese tipo de patologías, así que nada que hacer.

Llevaba un http://img2.mlapps.com/jm/img?s=MLA&f=53527817_4285.jpg&v=T]jersey trenzado rojo, que no usaba desde hacía meses ya, un bluejean y mis zapatillas converse a juego con el jersey. El clima,como de costumbre, era frío y amenazaba con llover más tarde, por eso iba así casi siempre a la universidad: De jersey. Ya tenía el libro de Harrison, la vida era lúgubremente feliz y pensaba darme una vuelta por el mall en la búsqueda de unos nuevos jerseys y tal vez un par más de tennis. Pronto, cuando empezara los turnos en el hospital, los necesitaría.

OFF:
El jersey imaginátelo rojo, no encontré más .__.

Invitado

El vivir solo traía consigo una gran cantidad de responsabilidades, no lo detestaba pero a veces extrañaba no tener que hacer este tipo de cosas tan rutinarias. Cam la asesora que tenia para que hiciera las labores del hogar me mando con una lista de compras al centro comercial, mi camioneta estaba preparada para volver llena de cosas a casa, aprovecharía el día para pasar a comprar un par de adornos, la casa era una caja blanca sin nada especial esperaba que Anael me diera una mano pero tenia muchos exámenes pendientes, está fecha le caía pesado a todos los estudiantes.

No podía abandonar mi cámara, era una tortura pensarlo… con tantas cosas rojas que fotografiar no debía quedar sola en el velador de mi dormitorio. Como siempre estacioné mi camioneta fuera del centro comercial, me bajé con la lista en la mano y mi morral atravesado en mi dorso, la cámara colgando sobre mi pecho. Mi vestimenta era semiformal, pantalones de tela, una camisa a cuadros, zapatillas converse negras de planta blanca y una chaqueta elegida por Lance, según el la había mandado a pedir de Italia pero la procedencia no me interesaba en lo más mínimo.

Atravesé un montón de personas que se reunían en la entrada para dios sabe qué, al parecer andaban vendiendo una especie de crema milagrosa, lo que ellos no sabían era que los milagros no existían, si la suerte… los milagros nunca.

Caminé evitando fotografiar todas esas personas, me detuve en una librería, a lo lejos una mujer caminaba despreocupada ¿pero cómo no se daba cuenta de la belleza del color que traía? Su cabello rojizo caía sobre sus hombros dándole un aspecto encantador, mis ojos ya se salían de sus orbitas, necesitaba tocar, oler… conocer.

Dejé que mis pies me guiaran hasta ella, mis manos temblaban en la cámara. ¿Qué le diría?, cualquier cosa, que más daba. ¡Ya sé!, lo de siempre, chocar y entablar una conversación, siempre funcionaba. Caminé un tanto nervioso por su lado rozando levemente su hombro. Me hice el sorprendido y con la cara apenada dije: ° Lo lamento señorita ° mis ojos fascinados miraban aquel cabello.

° vestimenta °

Tema: Re: Un día rojo (Kian) Mar Jun 09, 2009 8:05 pm

Tan pronto empecé a pensar en las compras, recordé que me tocaba comprar parte del mercado para la frate, por lo que empecé a hacer una lista mental de lo que debía comprarse. "Huevos, cereal, arroz, salchichas... ¿Qué más era?" pensaba, y saqué el celular para llamar a Daniel a que, por favor, me recordara qué tenía qué comprar. "Oh, leche también," me dije, cuando sentí un leve empujón por detrás. Me volví hacia la fuente del impacto, donde un chico me miraba con expresión apenada y murmuraba una disculpa. Su vestimenta era algo estrambótica para lo que estaba acostumbra, pero no se veía mal. Era... distinto.

-No te preocupes -le respondí, aún con el celular en la mano, con el número de Daniel listo para marcarle- Yo también iba distraída -admití.

Supuse que ése sería el fin de la conversación... Pero el chico parecía querer decir algo más. ¿No estaba muy pálido, acaso? ¿Estaría enfermo?

-¿Te sientes bien? -le pregunté, con un tono semiprofesional al chico.

Invitado

El cabello ¿Qué olor tendría?, estaba en trance rojo maniático, no me pasaba con regularidad, mayoría de las mujeres colorinas que veía no acompañaban su cabello con ropa roja, pero ella sí, sentía mi corazón alterado, tragué saliva observándola, tenía que calmarme… necesitaba calmarme. Escuche su voz y sus disculpas pertinentes, era amable a pesar de que yo la había chocado a propósito.

El contraste de su blanca piel con su cabello la hacía ver más atractiva visualmente, pestañeé un par de veces, debía decir algo rápido para poder estar más cerca de ese pelo. Podía hacerme pasar por enfermo, o seguir mi camino… no, actuar era mejor.

° Estoy un poco mareado, aun así no quiero molestar ° por supuesto que quería que se quedara pero parecer un sicópata no me ayudaría en lo más mínimo. Recordaba las clases en la preparatoria, mis profesores creían con frecuencia que estaba enfermo por mi piel, me ayudaba mucho cuando quería salir de clases antes de tiempo para ir a los casinos clandestinos. ° Soy Kian ° me presenté antes que se escapara, para que ella lo hiciera también, si conocía su nombre la podría ubicar, Arnold tenia ciertos contactos.

Tema: Re: Un día rojo (Kian) Mar Jun 09, 2009 8:43 pm

-Soy Sasha -me presenté rápidamente y le señalé una banca que había justo detrás de nosotros- Siéntate allí, eso ayuda con el mareo -dije, acompañándolo al lugar y haciéndolo sentar.

"Genial, hoy tampoco podré hacer las compras... Faraday me va a matar," pensé mientras abría la opción de SMS del celular y le texteé a Faraday: "Faraday, tuve un problema y no puedo acercarme al mercado. La próxima semana TE PROMETO que si compraré las cosas, lo siento. -Sash". Cerré el aparato y miré al chico de nuevo, tenía la mirada ausente, como si estuviera o muy distraído o muy concentrado en algo que le rebasaba la estatura. Me acerqué a paso lento al chico, mirándolo críticamente. Si estaba mareado, no podía ser tan grave; no se veía tan mal. Yo había tenido rachas peores.

-Pon la cabeza entre las rodillas -le dije, pues esa miradita no era normal. Se parecía a la que yo llevaba cuando me daban los mareos- ¿Te mareas a menudo? -quise saber, sentandome a su lado y esperando su respuesta.

Invitado

Sasha un lindo nombre para recordar aquel rojo, rojo, rojo, mis ojos continuaban brillando fascinados como era de esperar, hice lo que me ordeno desconcentrado, ¿era medico la chica rojo?, me miraba con aire de preocupación o simple educación frente a una persona desvalida, seguir actuando… claro.

La seguí con la mirada mientras hacia algo en su celular, ¿poner la cabeza entre las rodillas? Enarqué una ceja ¿tendría que hacer eso?... bueno todo por poder estar más cerca de ese cabello, me contuve para no fotografiarla, quizás ella me dejaría si la conocía más de lo contrario lo haría de todas formas. Se sentó a mi lado y mi corazón latía aún más rápido. El rojo, era como un sueño, una fantasía, un deja vu de mis mejores imaginaciones.

Dude si poner mi cabeza entre las rodillas fuera la mejor idea, no quería apartar la mirada en ese minuto, podía ver ese rojo toda la eternidad. ° no, pasa pocas veces ° sólo cuando veo tanto rojo junto. Sonreí pesadamente sobreactuando mi supuesta enfermedad. ° Pero creo que ya se está pasando ° sonreí encantador, corriendo un mechón de mi cabello que me interrumpía verla, ¿Cómo se sentiría ese rojo entre mis dedos? ° ¿Eres de Seattle? ° pregunté extendiendo la conversación o la simple compañia.

Tema: Re: Un día rojo (Kian) Miér Jun 10, 2009 10:18 pm

-Deberías bajar la cabeza de todas maneras -insistí.

Sí el chico seguía empeñado en subir la cabeza y hacerse el fuerte, sólo conseguiría más mareo. Él se quitó un mechón de la cara, revelando las delicadas y pálidas facciones. Demonios, no se veía bien del todo. Un poco enfermo, tal vez anémico, no podría saberlo sin un cuadro hemático y no estaba en el hospital como para ordenarlo... Además que no tenía porque pensar en ello todo el tiempo. Las clases de hemato me estaban afectando ya.

-Sí, soy de Seattle -respondí, no sin inquietarme un poco por las miradas que me lanzaba- ¿Y tú, eres de aquí? Kian no es un nombre muy común que digamos...

Invitado

Mi mirada continuaba posada en su cabello, ese suéter, apreté las manos alrededor de la cámara fotográfica, tal vez si se lo pedía amablemente me dejaría tomarle un par de fotos, podía pagarle por las fotos también, pero seguramente ella no accedería a algo así. Aún ante su insistencia no baje la cabeza, por qué en realidad no lo necesitaba, y el mareo se me tenia que “pasar” en algún instante.

Una sonrisa alegre se dejo entrever en mi rostro al enterarme de que al igual que yo vivía en Seattle, pero su cuestionamiento me saco un poco de lugar. Asentí con la cabeza ° Si, soy de Seattle… nacido y criado ° dije acompañando mi afirmación. ° Lo del nombre es una historia muy larga que se puede contar brevemente ° bromeé liberando una sonora carcajada.

° Es lo de siempre Sasha, la imaginación ocurrente de unos padres con demasiado tiempo libre ° expliqué sin desviar la mirada de su rostro. La belleza era algo relativo, y cualquier ser o cosa acompañado de rojo era hermoso. Ese color acentuaba lo divino y producía estragos en mi mente.

° Tal vez con un caliente café se me pase por completo el mareo ° me levanté seguro de mi mismo ° Me acompañarías en la travesía, creo que necesitaré una enfermera cerca por si me vuelven a dar los mareos ° la invité lo más amable que pude, esperando que su respuesta fuera una encantadora afirmación.

Tema: Re: Un día rojo (Kian) Lun Jun 15, 2009 3:31 pm

Había algo en la mirada dell chico, algo en el tono de voz que utilizaba que me decía que no estaba bien. Sin embargo, no podía negarle lo del café: A mí me funcionaba con mis mareos. Por eso no demoré mucho en abrir la boca para responderle.

-Claro, vamos al café -le dije- Eso funciona... Ah, y no soy enfermera -repuse, algo picada. No me agradaban los hombres que pensaban que una mujer no podía ser tan buen mejor médico que un hombre.

Me levanté de la banca y le ofrecí el brazo a Kian, preguntándome qué tan mareado estaba.

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