Femme fatale (Hemera)

Baje del árbol en que descansaba, mantenerme en la forma de bestia hacía estragos en el cuerpo humano.
Cargue la guitarra en la espalda y camine tronando cada uno de los huesos que dejaban su posición original cada vez que se producía aquel cambio.

Había llegado hasta ahí por la tarde guiado por el aroma singular que siempre me atraía desde el momento en que había comenzado con aquella extraña travesía -Un perro-me queje recordando la figura que por destino había adoptado , sabia que por ahí había o rondaban a quienes yo llamaba Vampiros, no importaba que les llamaran fríos en ese lugar, yo no era ni seria un habitante regido por sus leyes, solo un viajero que buscaba respuesta e inspiración para esa noche interminable que se proyectaba cada vez que se producía el encuentro entre los dos seres ajenos a ese mundo.

Gire la cabeza, reconociendo el aroma de uno de ellos, sonreí de manera siniestra

-¿Presa o acompañante?-musite, adivinando el destino de aquella criatura, sus acciones definirían entre aquellos destinos, convertirse en mi presa, para disfrutar y degustar su sangre añeja de siglos y su carne -dura como el marfil- o un simple acompañante que me mostraría algo mas acerca de mi...

Espere a que llegase hasta mi..

Cerré los ojos percibiendo el olor de un cadáver y su fétido aroma quemante en mi nariz, ensanche la sonrisa

-Delicioso- abrí los ojos para verle, sus ojos rojos invitándome a descubrir su misterio en mis garras, como disfrutaba comprobar que no eran indestructibles abriéndoles por la mitad y dejando que las flamas danzantes devoraran hasta convertir en carbón las carnes nauseabundas de esos seres.

-Un lobo el destrozo-respondí a su comentario acercándome a ella
-No puedes tener una visión peor de la que yo tengo ahora- declare observando el cadáver del humano a un costado, regrese la vista hacia la sanguijuela que parecía regocijarse en su acto

-Dame buenas razones para no dejar que ese lobo regrese a divertirse con una aberración de la naturaleza -le rete

Me recosté sobre un árbol, cruzándome de brazos y mirando de arriba hacia abajo al cambia formas, esta vez sin recato alguno. Con su fuerza era posible que yo saliera perdiendo en la batalla por lo que hice uso de mi astucia para persuadirle.

-Quizás el hecho de que ese lobo no es más que otra aberración...- alcé una ceja y continué con los brazos cruzados. Los licántropos se valoraban demasiado, ellos siempre eran los "buenos" de la película pero no dejaban de ser tan peligrosos y sobrenaturales como nosotros. Quizás mis palabras funcionaran y ese cambia formas se tranquilizara, podía esquivarle si fuera necesario pero devolverle el golpe, cosa que seguro haría, iba a estar más complicado.


Dado de astucia

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Resistencia de habilidad :

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Sonreí a medias, nunca me había topado con un ser como ella, no una mujer, su perfección siempre creaba mas preguntas que las respuestas que buscaba descifrar en cuanto a ese extraño ardid que nos inducía a pelear y ser hostiles cuando nos encontrábamos frente a frente.

Camine en su dirección ignorando el cadáver a un lado,

-En realidad una excelente demostración de poder-admití observando el rojo de la sangre fluir de aquel humano incrédulo, regrese la vista rápidamente a esa mujer

Reí en una carcajada siniestra al escuchar su respuesta en defensa de su existencia

-Nunca me he considerado un salvador-reí divertido observándole- Somos iguales a lo que a mi me concierne…..-guarde silencio por breves segundos dándole la espalda, para regresar hasta donde el cuerpo del humano descansaba, di una fuerte patada enviándole lejos , reí siniestramente al verle rebotar en contra de un árbol y observe por el rabillo del ojo a la criatura que descansaba en lo alto de aquel árbol..

-¿Crees que te doy la opción de defenderte porque me importa la vida de ese humano… cadáver?-rectifique- todos perseguimos ese destino.

Camine hasta ubicarme justo debajo de ese árbol y observarle con aquella sonrisa, una mascara perfecta de mis pensamientos oscuros…

-Te doy esa oportunidad porque me place-me encogí de hombros dando un salto hasta ubicarme a la espalda de la criatura, el delicioso ardor de su aroma en mi nariz incitaba a destrozarle..

-Ahora da un buen argumento para impedir que me divierta con tu perfecto cuerpo destrozándole…-guarde silencio-

-¿Cómo lo dirías tu?.... oh si de aberración a aberración –reí esperando su respuesta

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Contemplé en silencio cada una de sus acciones y cuando se colocó a mi espalda no me molesté en darme la vuelta. Por un lado, me sorprendía el ver a un cambia formas que trataba a los humanos de esa forma pero por otro lado su respuesta me incomodaba. ¿Qué se creía qué era? ¿A caso no sabía que yo podía destrozarle también? Continué dándole la espalda, era mejor hablarle así que hacerlo frente a su desnudez y su sonrisa siniestra.

-¿Por quién me tomas? ¿Acaso pretendes que te pida que no me mates?- finalmente terminé girándome y lanzándole una mirada severa, directa a unos siniestros ojos azules- ¿Eh?

Me coloque en posición de cuatro patas, haciendo gala de mi instinto animal, sonreí observándole, me divertía ver su muestra de confianza y superioridad frente a mi.

Me encogí de hombros mirándole, sin perderle de vista , el azul sobrenatural de mis ojos que las bestia dentro de mi ansiaba dejar salir para ser libre de pensamientos humanos, solo el instinto de caza, relucían dejando en claro en anhelo de terminar con aquella conversación y comenzar mi juego, había dejado dentro de la funda porta guitarra los anteojos que siempre cubrían ese extraño brillo surgido desde el primer día en que había saboreado la sangre y carne de uno de esos vampiros, extraños seres…

-¿Por qué no?-respondí a su pregunta regresando a aquel semblante serio carente de expresiones humanas- Tu mejor que nadie debe saber las reglas que se establecen entre nuestras razas-reí divertido- Ya tu sola presencia frente a mi hubiese ameritado la muerte de no ser por que no me gobierno por esas reglas, -observe de reojo al cadáver aun a lo lejos, es una posición que daba a su cuerpo una amorfa silueta.- Regrese la vista hacia la estatua que me miraba ¿severamente?, reí a mirarle, el afecto era la menor de mis preocupaciones, aun menos viniendo de un ser igual o pero que yo
-El encontrarte con un humano en manos es firmar tu sentencia de muerte……….-guarde silencio-

-¿Crees que tu edad puede contra el poder de la naturaleza?-no deje que respondiera y continúe en tono burlón
-¿Que te hace pensar que al igual que has engañado a la naturaleza con esa figura y alimentación para burlar al destino de un humano me burlaras a mi?...

Espere una buena respuesta, me divertía de vez en cuando con esas criaturas, que por desagradable que sonara, debía admitir yo compartía con ellos un poco de su frialdad hacia la vida, vida que estaba obligado a defender –ese era el edicto establecido para mi existencia como una bestia que podía burlar también a la naturaleza, mientras ellos existiesen de por medio para otorgarme la vida suficiente hasta exterminarles –-una herramienta servible hasta cumplir su objetivo-

Enarqué una ceja, tenía que admitir que ese licántropo parecía diferente y no sabía si era eso lo que me incomodaba, o quizás fuera su descaro y lo directo que era. ¿Burlarle a él? ¡Como si no tuviera otra cosa mejor que hacer! Me alejé rápidamente de él cuando se puso a cuatro patas...con semejante lobo me había ido a encontrar en el bosque. Tomé una actitud despreocupada, dándole la espalda y caminando hacia una roca más o menos grande en la que me senté dándole la espalda al perro.

-Si te crees lo suficientemente importante para creer que pretendo engañarte allá tú...-permanecí en el sitio y no dejé que viera mi mueca de desprecio, ésta no desfiguaraba para nada mi rostro, con ambas cejas levantadas y los rojizos labios contraidos en una mueca.

Me había topado antes con otros lobos, y ninguno eran tan directo como ese. Parecía salirse del esquema, en ningún momento había sentido compasión por el humano, sino que dio una patada al cadáver de éste. ¿No se suponía que los cambia formas conservaban su humanidad? ¿Era él acaso una prueba de que eso no era siempre así? Intenté dejar de hacerme preguntas sobre ese lobo, no era más que otro apestoso perro que pretendía saltarse las reglas.

Le seguí con la vista, -el juego del gato y el ratón-lo había jugado antes con esos seres que subestimaban mi fuerza, creían que solo era otro cantante de música siempre divagando por las sustancia en sus cuerpos- tomarme como una presa- habían cometido el grave error de suponer que era su próxima comida, las marcas de sus colmillos habían desaparecido con el paso del tiempo , -una lastima-siempre había declarado- nada mejor que tener a manera de trofeos sus marcas, un mural viviente de lo que alimentaba mi existencia.

Sus cráneos que ardían en el fuego hubiesen sido el mejor de mis trofeos, pero su erradicación precisaba su total destrucción, un encendedor se había colocado como instrumento de muerte a mi lado siempre,

Troné el cuello un lado primero, el otro después, cerré los ojos observando el verde de la flora, saboree el dulce aroma de la muerte en el aire del lugar, el cuerpo del muerto comenzaba a seguir fielmente el curso establecido, los insectos depositando sus huevos, las moscas planeaban por encima de ese cuerpo aparentemente bien, anunciando su reintegración a la naturaleza
Reí viéndole, había visto ese proceso muchas veces, un extraño gusto por el siguiente paso que seguía un procedente de este mundo después de muerto me llevaba a disfrutar el proceso , ahora era mejor, los sentidos me permitían vislumbrar lo que ningún ojo o sentido humano limitado podría,

Regrese la vista hacia mi acompañante, di otro salto para reincorporarme a la tierra, a donde finalmente habría de regresar algún día

Reí a carajadas al escuchar su comentario

-Un ser como yo no puede autoproclamarse importante frente a algo que ha muerto, un cadáver que debería seguir el curso que ese-señale el cadáver del humano –ha seguido

-Solo me interesa regresar al curso normal de la naturaleza ese cuerpo fétido y abominable que llevas como anzuelo para victimar a quienes por derecho deben existir en ese mundo….

Apreté con fuerza los dientes y me giré quedando aún sentada en la roca. Maldito perro. Era peor incluso que los demás, se regocijaba en sus propias palabras y parecía disfrutar de lo lindo. Me preguntaba porqué yo misma no me reía en su propia cara ni me dedicaba a hacerle rabiar, supuse que eso tenía mucho que ver con el hecho de que había perdido el rumbo. Aún así no mostré flaqueza alguna ante él. Me dediqué a mirarle con desdén y negar al mismo tiempo con la cabeza.

-No hables de cosas de las que no tienes ni idea, chucho sarnoso.-esbocé una sonrisa torcida pero continué mirándole del mismo modo- Limítate a mover el rabo y a hacer lo que te mandan.

Le miré ahora satisfecha, con una sonrisa en los labios y aunque no lo pareciera preparada para esquivar cualquier golpe. El ser tratados como perros normalmente hacía rabiar al más tranquilo de los lobos, quizás porque sabían que algo de razón teníamos. Al igual que nosotros nos molestábamos cuando se dedicaban a compararnos con cadáveres.

Reí alimentando mi diversión ante su demostración humana de enfado a mis palabras

-El juego mental también es eficaz en la mente empobrecida de un ser inmundo como este-pensé caminando en su dirección, parecía huir de mi –no le culpaba- aquello solo hacia mas divertido cada enfrentamiento con esas criaturas, -no había diversión en un exterminio rápido y sin sufrimiento, aunque eso significara que yo disfrutara del placer del dolor producido en ese cuerpo auto sanador-

-Olvide el collar en casa- respondí a su intento de provocación – y no he encontrado a alguien tan entupido como para intentar ordenarme, o tal vez lo he hecho pero sus cabezas son magníficos trofeos que conservo a falta de poder conservar el de otros seres que simplemente me deleitan deshaciéndose bajo las danzantes llamas que ni el mismo demonio sobreviviría-reí siniestramente acercándome lentamente.

Detuve mi paso justo frente de ella

-Si un ser como tu esta conciente de la inmundicia que existe en este mundo sabrá con facilidad que hablo con razón al nombrarte despojo del mundo que siquiera es aceptado en el infierno- bufe riendo- no lo culpo-continué refiriéndome al demonio-¿Quién querría tener a su cargo a un ser miserable que se alimenta de la existencia de otros? –continué riendo divertido

Arrugué un poco la nariz un momento, nunca había tenido a un cambia formas tan cerca y vaya si olían mal. A pesar de todo le seguí mirando fijamente a esos inhumanos ojos azules. Hablaba continuamente sobre demonios y el infierno por lo que fue con eso con lo que le respondí.

-¿Es que nadie te lo ha dicho?-extendí los brazos a modo de presentación- Bienvenido al infierno sobrenatural del que formas parte.- puse de nuevo las manos sobre mi regazo- Por muy injusto que parezca, esas vidas están ahí para ser consumidas por nosotros, y vosotros…-le miré de arriba a abajo con desdén- Vosotros sois defensores de causas perdidas.

Miré en la dirección en la que se encontraba el cadáver y después a él, arqueando una ceja. Seguir mi naturaleza fue a lo que me dediqué en mi etapa de neófita, ahora eso no me valía, pero aún así era a lo que me aferraba inútilmente.

-Eso no lo niego-
Respondí, observe rápidamente el cuerpo que se podría

-Pero te equivocas al compararnos con ustedes ser infame –dije observándole tal y como ella lo hacia, parecía que ese tipo de juego funcionaba mas aun en su contra que en la mía, algo interesante si se consideraba que podría ser un ser ancestral, al contrario de mi, -enarque una ceja-

Reí a carcajadas observándole
-Así que eres uno de los nuevos -hice una mueca de burla y puse la mano sobre la barbilla, observándole ahora analíticamente-eso explica tu torpe andar y respuestas a mis palabras-camine en su dirección , observando con placer el desagrado que mi presencia presentaba para ella..

-Tu aroma no es mejor que el mío-respondí a sus gestos –sin embargo yo disfruto tu nauseabundo aroma en mi nariz como algo que presagia tu estado de cadáver andante –

Me coloque rápidamente detrás de ella, colocando una mano en su cuello

-No defiendo a nadie, -susurre- el olor de tu sangre y carne es la que me impulsa a engañar a esos lerdos para hacerles creer que sigo sus reglas , -reí siniestramente- ¿Por qué defender a esos humanos que siquiera conocen nuestra existencia?,es el placer de la lucha la que me impulsa a seguir las reglas establecidas para un puñado de torpes que prestan sus vidas para el bien de quienes les consideran un mito y aberración de la naturaleza, al igual que tu y tu raza de seres malditos y carroñeros

- Pero no te equivoques al asegurar que me puedes comparar contigo criatura-presione mi mano en su cuello- Un ser como tu no tiene un objetivo al cual seguir, -reí- siquiera te puedes considerar algo, tu dejaste de existir en este mundo desde el momento en que sucumbiste ante el oscuro ímpetu que ese cuerpo imperfecto en su belleza te ofrecía, negando así tu verdadera naturaleza como humano, por el contrario de un ser como yo que fue destinado a ser lo que es , desde el momento de su nacimiento..

-Al final la vida es la que nos separa sin importar el objetivo que yo me trace para darte caza-reí divertido

Me removí claramente incómoda cuando puso su mano en mi cuello, ese cambia formas disfrutaba con la simple mención de mi muerte. No estaba dispuesta a permanecer más tiempo dándole la espalda, exponiéndome, y fui quitarme su mano de encima. Entonces apretó ésta en torno a mi cuello. No era una bestia como él y por lo tanto no iba a actuar como tal…al menos mientras no fuera necesario. Me limité a envararme y a esperar a que terminara de hablar, completamente inmóvil. Él parecía más fuerte, yo más ágil. Ésto podía darme ventaja a la hora de esquivar algún golpe pero cuando fuera a devolverlo quizás no tuviera tanta suerte. Mientras le escuchaba sin escuchar pensé en varias formas de quitármelo de encima.

-¿Te importaría quitar esas manos…-hice un gesto repulsivo que él no pudo ver pero que por mi voz se adivinaría-...esas manos de mi cuello? - lo pediría una sola vez, la próxima sería por las malas.

-Dije que aceptaba ordenes de nadie –reí -¿Qué te hace pensar que me doblegare a las ordenes de algo como tu?
Me encogí de hombros, manteniendo la mano en su cuello, frío, duro, hice presión finalmente antes de alejar mi mano ansiosa por la sangre de ese cuello

Le di la espalda , alejándome lentamente, le mire de reojo rápidamente aun riendo divertido ante su reacción a mis palabras y acciones, -yo sabia que no era el cambia formas como lo eran normalmente los que habitaban ese lugar, su alto sentido de la justicia y protección a los humanos me enfermaba , asumían el papel de sus parientes cercanos , los perros domesticados, yo en cambio me guiaba por mis propias convicciones , eligiendo a quien proteger y dejando a quienes yo considerara como indignos de seguir viviendo, que siguieran su destino, si este les conducía hasta las garras de un chupa sangre que les matara, así seria, -una basura menos en el mundo-

Di me día vuelta viéndole a los ojos
Me encogí de hombros al reconocer su falta de espíritu, el espíritu que merecía mi atención en mis presas

-Sigue creyendo en tus ideas, sanguijuela, yo seguiré las mías, y tal vez algún día serás digna de ser destruida a manos mías, -le observe de arriba a bajo- por ahora no estoy interesado en hacerme con una victoria fácil-reí divertido encaminándome hacia el bosque

Contemplé divertida cómo se alejaba, dejando un maloliente rastro tras de sí. No iba a dejar que tuviera la última palabra, por supuesto, pero prefería esperar a que se alejara un poco para susurrar algo que estaba segura, escucharía ya que aunque él mismo se lo negara, estaba esperando una respuesta por mi parte. Disfruté de varios segundos de silencio, y cuando se alejó unos cuatro metros de mí la miré de soslayo, aparentemente desinteresada.

- Parece que el lobito no es tan peligroso cómo decía…-susurré y negué con la cabeza, falsamente apenada-Y no resultó ser más que un lindo y dulce cachorrito….- concluí con voz infantil mientras me levantaba y subía a la rama baja de un árbol con mis propios movimientos felinos. En el fondo la guerra entre vampiros y licántropos no era muy diferente a la del perro y el gato, eso sí, un perro enorme y un gato venenoso alarmantemente peligroso.

Sobre la rama del árbol me quedé en cuclillas, observando al licántropo que había decidido marcharse...¿o no?

Seguí mi camino, escuchando las palabras que poca importancia tendrían para un ser como yo, un ser que podía fácilmente pasar de su orgullo para evitar un enfrentamiento falto de diversión e interés para el.. Sin embargo detuve mi paso, gire para verle y sonreír a sus palabras –un intento fallido de provocación para alguien como yo-

Reí a carcajadas, divertido, tal vez más de lo que hubiese atinado seria al ir hacia ese lugar, en busca de simple inspiración…

-Hay triunfos que empobrecen al vencido, pero no enriquecen al vencedor-susurre al igual que ella, para después reír nuevamente

-Un triunfo sobre lo que esta claramente vencido, no es mas que un simple pretexto para esconder la vulnerabilidad de un espíritu débil frente a las entupidas provocaciones de un enemigo, -me encogí de hombros divertido- Hay que perder batallas para ganar la guerra chupa sangre, y tu debes aprender a perder tus batallas antes que hayas perdido tu cabeza….

Guarde silencio por segundos, observándole, con una sonrisa victoriosa en el rostro

Sabía que había perdido en esa batalla pero aún así no di muestra alguna de tener intención de rendirme. Mi orgullo y mi paciencia enfrentados, mi mayor defecto y una útil virtud. No me decanté por ninguno y continué neutral, con mucha paciencia. Bajé de un salto del árbol con perfecto equilibrio y di una vuelta alrededor del cambia formas.

-Sinceramente...no sé por qué crees tener el derecho de considerarte superior.- cuando terminé la vuelta me paré frente a él, a una escasa y peligrosa distancia- Ni siquiera llevas ropa encima...- negué con la cabeza y me mordí el labio inferior para no reír. No me dejé intimidar por la diferencia de altura y probablemente fuerza, sino que continué con mis aires de superioridad...orgullo, orgullo, orgullo...

Si había algo que podía ocasionarme problemas sin duda era mi orgullo y aires de superioridad, ante cambia formas, humanos e incluso vampiros. De hecho, cuando decían que las habilidades vampíricas eran habilidades que poseíamos aún cuando éramos humanos y que se intensificaban al convertirnos en vampiros, debían de referirse también a la personalidad, o al menos eso era lo que ocurría en mi caso.

[Off: Perdona que mis post sean tan cortos, pero considero que en una situación como esta hay poco para enrollarse, acordarme de mi padre muerto o repetir lo que piensa mi pj continuamente no me parece apropiado xD]

Permanecí en ese lugar, esperando ver lo que yo sabia seria sin dudar su respuesta a mis palabras , sus movimientos casi predecibles -demasiado fácil- pensé observando sus rápido descenso de aquel árbol, cruce los brazos sobre el pecho ladeando la cabeza, esperando pacientemente a que admirara aquel cuerpo, carente de cualquier atuendo que le cubriera, exponiendo la fortaleza a la que quien deseara retar a la bestia estaría sujeto ..

Su simple acercamiento y ojos carmesí, comenzaban a resultar irresistibles ante la sed de sangre que regresaba después de saciar sus ansias mediante la caza, entrecerré los ojos, para observar los suyos después, abrí y cerré los puños controlando las ansias de tomarle por el cuello y doblárselo tal cual muñeca de porcelana…..-una sonrisa se dibujo en mi rostro al pensarlo-…

-¿Te gusta lo que ves?-reí a carcajadas, su cercanía hacia intolerante el deseo de siquiera sentir en mis manos su aparentemente INDESTRUCTIBLE piel…

Levante una mano intentando tocar su mentón, su belleza resguardada en la figura de la humana que una vez había sido , siempre resultaba interesante frente mis ojos, su juventud le descartaba de convertirse ahora en mi presa, no mas de ser considerada como uno de mis trofeos en un futuro…

En un movimiento rápido, levante su mentón, ignorando al igual que ella el peligro que representaba enfrentar las figuras de dos seres sobrenaturales, solo para satisfacer mi deseo, mi mano toco con exquisitez su piel, un segundo, solo eso, para después retirarla finalmente sucumbiendo ante la bestia que de haber gozado de un segundo mas en contacto con aquella piel, hubiese con seguridad buscado su destrucción….

-¿La ropa?-Observe mi propio cuerpo recordando el motivo por el cual me había presentado ante aquella criatura de esa manera, -La ropa es una necesidad mundana criatura, tu mejor que nadie debe estar consiente de ello, una necesidad estúpida, para alguien como yo que posee en su verdadera naturaleza el único atuendo necesario –

Observe a los ojos, desde el momento del resurgimiento de mi naturaleza como uno de los llamados “Guardianes de la vida” había optado por seguir el camino de un ser sin escrúpulos, fiel a su orgullo, sucumbiendo ante su aire de superioridad,
especialmente frente quienes habían de ser considerados los precursores de la destrucción de lo que se suponía estaba establecido debíamos defender….- Mostrarse firme frente al enemigo- , era el primero de los designios para el combatiente silencioso , pendiente de su próximo movimiento en el campo de batalla, del cual dependía su existencia y la de quienes dependían de la de el….

Espere alguna reacción de su parte, estaba dispuesto a entretener a mis deseosas manos con su pequeño y menudo cuerpo entre ellas, después de segundos en el que el silencio reino hable lentamente…

Levanté el mentón lentamente pero finalmente terminó tomándome un momento de la barbilla. En esos momentos llegué a pensar que era una especie de licántropo enfermo, o que huía de su naturaleza y por lo tanto de los de su especie, no obstante, Forks no era el lugar más indicado para huir de seres sobrenaturales. Posiblemente solo fuera parte de su personalidad o tal vez, la igual que yo, su condición de sobrenatural le hacía sentirse superior a los humanos...títeres en una eterna guerra entre inmortales y alimento de unos.

Cuando me soltó me separé un par de pasos de él, mirándole con desprecio y dándole a conocer una de las ideas que rondaban por mi mente.

-Eres un licántropo enfermo...decís que nosotros somos una aberración de la naturaleza pero me pregunto quién es la bestia aquí- siseé claramente y permanecí inmóvil esperando su respuesta, teniendo en cuenta las demás, seguramente se otorgaría el título de animal solito.

Me encogí de hombros al escuchar su comentario final, di media vuelta esta vez decidido a marcharme y buscar el entretenimiento necesario para sosegar las ansias que aquella criatura había hecho surgir a raíz de su actitud impertinente frente a mi

Camine lentamente mientras hablaba dandole la espalda..

-La respuesta a tu duda es simple criatura….-guarde silencio por segundos, mientras aun caminaba en dirección al bosque y las presas que aguardaban a las garras del lobo- La bestia soy yo –reí a carcajadas- pero al fin un ser vivo….. Tal vez en otra ocasión nuestro encuentro sea menos afortunado para ti que el de hoy –concluí entrando en fase para alejarme del lugar…


(off: Excelente roleo señorita un placer )