Amanecia lentamente en La Push.
Apenas llevaba menos de una semana, y me estaba acostumbrado a ese pasar de las horas tan lentas y desapercibidas. Aqui, parecia que el tiempo dejaba de transcurrir...y las manianas se pronlongaban mas de la cuenta, las tardes transcurrian como dias enteros..y las noches parecian no tener fin.
El tiempo era perezoso en la reserva.
Cuidar la vieja posada no representaba un gran problema...la nueva huesped era limpia y no era necesario cocinarle. Cuando tuve la casa completamente limpia, y no encontre otra cosa que hacer para remodelarla, decidi que lo mas sano seria salir a conocer los alrededores.
Me puse un vestido largo y algo renacentista. Una capucha encima que me hacia lucir como caperucita roja...pense que se veia ridiculo...pero el frio de esa maniana no era muy soportable, y la humedad del aire esponjaria mi cabello suelto. Tome una canasta y me decidi a ir a buscar fresas...el bosque parecia el lugar idoneo para encontrarlas...asi que comenze mi busqueda.
Estaba decidida, pasaria la tarde haciendo un pay de fresas.
Me acerque a unos arbustos encontrando algunas moras que habia decidido coger por verse apetitosas, cuando a mis espaldas escuche pasos fuertes y ramas crujiendo. Por mi mente cruzo la escena donde el lobo aparece en la historia de caperucita...el miedo me paralizo y no me crei capaz de volver la mirada.