S.O.S -rescátame-

¿Acaso no habia en todo el insano mundo un maldito psiquiatra para vampiros? ¿la humanidad no habia pensado en nosotros? ¿acaso mi raza no tenia aquellos derechos? Estaba que echaba chispas, necesitaba hablar sin tapujos, caminé, casi volé, desee que el desvarío de Bram Stoker fuera real, convertirme en murciélago, perro o lobo y llegar mas rápido a mi destino, cai en la conlusion mas tarde de que podia moverme mucho mas rapido que cualquiera de esos animales, pero pasaria desapercibida en forma animal, odié a los estúpidos cambiaformas.

Llegué al departamento de Freda, rogué por que ella estuviera, toqué la puerta tan fuerte que le hice un boquete.

-Opss- me asomé por el gran hoyo y ahi la vi quieta mirándome de manera algo graciosa.

-Freda querida, lo siento, pero necesito hablarte-

Mi depto... mi vacío y silencioso departamento, llevaba semanas desocupado, yo ya no iba... no tenia por que... necesitaba una limpieza urgente, todos los muebles estaban llenos de polvo, podía sentir la presencia de una que otra araña por el lugar, compré un insecticida para acabar con todos esos pequeños bichitos. Me había tardado más de dos horas en limpiar todo, siendo que me podía demorar mucho menos tiempo, fui muy minuciosa, no deje ni una partícula de polvo, aunque tuve que mantener las ventas abiertas para que saliera ese desagradable olor a desinfectante.

Cuando ya estaba por salir, sentí el efluvio de mi madre, últimamente andaba con el sentido del olfato más agudizado que de costumbre. Espere que tocara, y valla! Que toco!. Puse una cara graciosa cuando metió su cabeza por el agujero. Me acerque a ella y le pedí que se alejara para abrir la puerta. La abrí y la hice pasar. Le di un ligero beso en la mejilla y tome su mano.

-y porque necesitas hablarme tenias que romper mi puerta?- pregunté de manera humorista, me pusé seria, quizás necesitaba decirme algo grave.

-que paso mamá?- pregunté enarcando una ceja.

Verla me ponia feliz, me chocaba tener que fingir una vida humana para permanecer ocultos, eso hacia que yo no viera a mi familia, a pesar de tener el mismo lugar de trabajo, casi nunca coincidiamos. Sonrei y la abrazé con fuerza.

-Siento lo de la puerta- agregué en un tono mas tranquilo.

El olor a insecticida me invadió la nariz, hice un gesto de asco, noté que el lugar estaba mucho mas limpio que un hospital, yo solia ponerme a limpiar muy seguido, me rei Freda habia heredado eso de mi

Tomé sus manos y acaricié sus dedos.

-Siento que algo anda mal con tu padre, bueno... algo anda mal conmigo, necesito que me ayudes- mi cara se desencajó

La abracé con la misma intensidad, el olor a insecticida aun se extendía por el ambiente, me reí al ver la cara de asco de mi madre, pero yo era la que tenia que soportar siempre el olor de desinfectante en nuestra casa en Forks, ella tenia un serio problema con la limpieza, yo no era tanto, o al menos eso creía.

Vi un extraño brillo en sus ojos cuando tomo mis dedos, fue exactamente en ese instante en que me empecé a preocupar, Brody casi nunca tenia ese tono a menos de que le pasara algo serio o que se pusiera a recordar su pasado, acaricié su hombro.

-cuéntame mamá, soy toda oídos.... sabes bien que estoy dispuesta a brindarte mi ayuda en lo que sea- mi voz sonó neutra, tome su mentón con una mano para poder poner su mirada a mi misma altura.

No hacia falta tomar asiento y seguir fingiendo ser humanos. Nos quedamos estaticas, como dos perfectas estatuas. Ella tomó mi mentón, la miré a los ojos, me recordaban tanto a los de Laurent.

-Me siento perdida, no sé cómo hacerte feliz, no sé como ser esposa o madre, no puedo seguir fingiendo que soy un humano, quiero gritar mi condición a los 4 vientos-

No era bueno esto que le estaba diciendo, se suponia que yo debia funcionar como su ejemplo, pero no podia mas.

-Quisiera tenerte conmigo noche y dia, me haces falta Freda-

Escuche con dolor sus palabras, odiaba que mi madre se sintiera de esa manera, en los últimos días los recuerdos del pasado estaban más presentes que nunca, mis ojos se perdieron en los suyos, pensando detenidamente en que palabras utilizar.

-oh madre- la abracé, deje reposar mi cabeza en su hombro, con una mano comencé a acariciar su delicado cabello, cerré mis ojos y tome una bocanada de airé. Extrañaba sentir esa sensación de escape cuando las lagrimas comenzaban a descender de mis mejillas, ahora no teníamos manera de desahogar nuestro sufrimiento, todo se quedaba grabado en nuestros corazones no latientes como tatuajes.

-Sabes que no es sencillo, si los humanos supieran de nuestra existencia nos darían caza, aunque seamos más fuertes que ellos, nos superan en numero y eso no jugaría a nuestro favor- dije con voz dulce, no me sentía identificada en ese ámbito con ella, me gustaba vivir en está mascarada la mayor parte del tiempo. Suspiré nuevamente, levantando mi rostro de su hombro para poder ver sus ojos, aun tenia mis delgados dedos en su pelo – mamá tú me haces feliz, no tienes que cambiar nada, las cosas en este ultimo tiempo han sido difíciles... yo también te extraño y no te podrías hacer la idea de cuanto... necesitamos adaptarnos a nuestros nuevos horarios... me siento impotente de no poder cumplir mi parte como hija- dije con la voz ahogada de tantas palabras, mis ojos brillaban de una manera diferente casi podía imaginar una lagrima escaparse de ellos, tenia tanto que decir aun, si Brody me pedía que dejara de estudiar para pasar más tiempo con ella lo haría sin pensarlo dos veces, la amaba como una madre ama a su hija, aunque el caso fuera al revés. Besé tiernamente su mejilla, tomé su rostro entre mis manos y la miré seria.

-mam... quiero que me cuentes en este instante, todo lo que esta pasando por tu cabeza, necesito saberlo, necesito entenderte-

-Necesito olvidar por completo a Daniel- estaba con el rostro y la mirada perdidos en algun punto del departamento, no habia expresion en los ojos, los puños seguian tensos, podia sentir los ligeros roces de Freda, pero nada mas.

-No pienso en él de la manera que puedes llegar a creerlo, el problema es que jamás superé el daño que me hizo, odio tener que sentirme asi, pero fue tanto lo que me hizo, lo que nos hizo a Laurent y a mi, que a pesar de su muerte lo siento presente, es como si no se hubiera ido del todo, quisiera que se largara, que cualquier cosa que este aqui de él se esfume-

Ya habia comenzado a caminar por el depto, nerviosa y llena de furia.

-Perdoname por venir a llenarte de este tipo de cosas, pero no puedo hablarlo con nadie mas.

Analicé el nuevo giro que daba nuestra platica, y la reacción que tenia mi madre al hablar de que aquel hombre...volví a desear su muerte ver su sangre correr como aquel día, aunque eso no cambiara absolutamente nada ahora... pero ¿que hacer con todo esto?... ¿había alguna manera de borrar a las personas por completo?... ¿en el mundo se podía hallar alguna medicina que eliminara todo vestigio de una persona en nuestra cabeza?... me quede quieta como una estatua mientras veía a mi madre caminar por el departamento algo ofuscada. Camine hasta su lado y la abrace nuevamente.

-tranquila mamá... las cosas no siempre son como queremos... el fue tu creador y no creo que eso sea sencillo de olvidar, pero tienes que aprender a superarlo de alguna o otra forma, o terminaras haciéndole mucho daño a mi padre y sé que no quieres eso para el... yo siempre estaré en el lugar que me necesites, no me molesta que vengas a hablar esto conmigo, pero tenemos que hallar alguna escapatoria juntas, yo no te abandonaré en estos momentos- me separé de ella, y comencé a caminar por el departamento.

-¿que vestigio queda en la tierra que te haga recordarlo?, ¿alguna casa?, ¿alguna canción?, ¿alguna persona?, solo podemos deshacernos de cosas “materiales”, porque el recuerdo siempre quedara en nuestras conciencias-

Era doloroso para mi que Freda me viera en este estado, se supone que ella deberia verme fuerte, y ella era mucho mas fuerte que yo, tenia mucho mas tolerancia a la frustación, me sentí estúpida de nuevo.

-Aun percibo su aroma en mi, en algunas de mis cosas, en el viejo piano que Laurent restauró, cuando voy al cementerio siento que me observa, y agradesco saber que sus cenizas se las ha llevado el viento. Pero no sé como romper los recuerdos, quizás deshaciéndome de todas mis cosas materiales, al fin y al cabo no las necesito, por otro lado quiero largarme de aquí de Seattle, el bar tambien tiene su aroma, quiero irme de Forks, quiero irme lejos, pero no quiero dejarlos y tampoco quiero que ustedes dejen todo por mi.

Me paré en seco de nuevo, percibí a parte del insecticida un intenso olor a humano, era el del novio de Freda, recordé lo de la próxima conversión y de pronto supe que tendriamos a un integrante más en la familia.

-Freda cuida mucho a André, enséñale todo, no le hagas daño jamás, por que te juro que eso jamás se olvida-

Escuche con detención las palabras de mi madre, “quiero largarme de aquí de Seattle, el bar también tiene su aroma, quiero irme de Forks, quiero irme lejos” resonaron esas palabras una y otra vez en mi cabeza antes de reaccionar, ya me había quedado vagando en mis pensamientos.

-botaremos y quemaremos todo si así lo deseas mamá... y podemos marcharnos las veces que nos pidas- o bueno yo si lo haría, pensé. sonreí a medias –al menos a para mi tu eres más importante que un lugar, los estudios los puedo continuar más tarde, tengo toda una eternidad para hacerlo y tu lo sabes bien- dije con calma, escuche lo de André y una tierna sonrisa se trazo en mi rostro.

-no tienes de que preocuparte mam... lo amo y no podría hacer nada para dañarlo, tu me conoces... seria incapaz... lo cuidaré y enseñaré todo lo que ustedes me han enseñado a mi- caminé en su dirección.

-enserió quieres que nos vallamos de acá?- aun no lo asimilaba esa información.

-No, sólo me iré yo- dije con completa tranquilidad

-Mañana mismo me deshago de todo lo que me recuerda a él, y haré un viaje querida, pero no se lo digas a Laurent, me iré durante un tiempo, asi me dará tiempo de poner en orden mis ideas, y asi él continuará con su proceso.

Tomé una bocanada de aire fresco sólo para oxigenar mi cabeza.

Me acerqué a Freda y tomé su rostro con ambas manos, besé sus mejillas, no solia demostrarle mucho mi afecto.

-Continua como siempre querida, yo estaré bien, a veces solemos pasar por este tipo de crisis, pero pasan mas rapido de lo que crees.- besé su frente y dejé pegados mis labios un rato.

Que?... ese mismo sentimiento que cuando jane me informo de su partida recorrió por mi cuerpo, un enorme agujero en mi pecho, no me podía estar hablando enserio... lucia tan tranquila con sus palabras que me hizo sentir peor, no la creía capas de hacer algo así, estaba en shock, sentí sus suaves y fríos labios en mi rostro, no sabia que decir.

-tu no te puedes ir- susurré, la abracé fuerte, no dejaría que otra persona que amara me dejara, todos se iban... mis padres biológicos... mi única amiga... y ahora ella?... no... tenia que hacer algo!...

-le harás daño a mi padre y lo sabes!- mi tono de voz iba en aumento –no te iras... yo me iré contigo, y Laurent también, tenemos que aprender a superar estas cosas como familia- casi estaba gritando.

Acaricié su rostro, yo seguia tranquila.

-Querida, me iré por unos dias, no sera mas tiempo, lo prometo, no me iré de tu lado, regresaré, te lo juro.

Una sonrisa de medio lado se extendió al abrazarla con fuerza, estaba segura que nada malo pasaria, por otro lado me dolia verla sufrir.

-Freda, no me gusta verte asi, no vine a atormentarte, lamento que haya sido asi, mi pequeña... - acaricié su cabello.

Cerré los ojos con fuerza, no quería que las cosas siguieran ese curso, cualquier cambio podía ser negativo, nuestros sentimientos eran frágiles, más que los de los humanos, para nosotros todo significaba eternidad, y eso era algo que me dolía hasta el alma. Las sobras fueron ingresando poco a poco por la habitación mientras ella me abrazaba, ya no les temía, ya no causaban estragos en mi, sabia que mi madre biológica tenia que ver con ellas y eso me tranquilizaba, quizás era su propia forma de protegerme.

-no quiero que te vallas, ya no quiero que nadie más se valla, nunca...- ya estaba sollozando, sentía ese agujero sin fondo en mi pecho... Jane... tranquilizate!, me ordené... tome una bocanada de aire, y me aleje de ella con el rostro inexpresivo.

-estás segura que quieres esto mamá?, estas segura que será lo mejor?- pregunté.

La tomé del rostro de nuevo

-Será lo mejor, estoy segura, no me iré por mucho tiempo, solo necesito despejarme un poco, quitarme estas tontas ideas de la cabeza, destrozar una ciudad abandonada completa, quemar una casa abandonada, qué se yo, desquitarme querida, sacar el coraje que llevo dentro.

Fingi un suspiro y la besé de nuevo, muy cerca de la comisura de los labios.

-Tengo que liberarme, sin lastimarlos a ustedes, es todo lindura- mi cara seguia con esa expresión de relativa calma.

La miré extrañada... no sabia como ella podía mantener la calma así, esto no era a la ligera, iba más allá que eso, traté de comprenderla, pero cada vez se me hacia más difícil, nuestras prioridades eran absolutamente diferentes, y no la culpaba... todos podían hacer lo que quisieran con sus vidas y sentir como quisieran. Cerré los ojos por casi un minuto.

-me cuesta entenderte mamá... pero si tu crees que es lo mejor, yo estoy atada de brazos... no te puedo obligar a quedarte si es que no lo deseas- dije con la voz llena de tristeza, ese era en uno de los momentos en que me odiaba a mi misma por ser tan comprensiva, aun podía hacer lo que mi corazón me dictara y detenerla... pero no seria capaz...

-cuanto te iras?- pregunté.