Nuestra pequeña gran emergencia (Carlisle, Alice y Franz)

Corrimos desde el bosque hasta llegar al hospital; fuimos directamente al consultorio de nuestro padre; revisé que el pequeño siguiera en calma, acunado en brazos de Alice, lo sentía casi tibio y agradable a mi tacto... había perdido temperatura.

Entramos en la habitación y Carlisle aún no estaba ahí, quizá estaba todavía atendiendo alguna emergencia, pero teníamos que verlo pronto.

-Alice, quédate con el pequeño, voy a buscar a Carlisle-

Besé su frente y salí de la oficina, tratando de seguir el rastro de nuestro padre por el edificio.

Asenti con la cabeza a Jasper cuando este ya casi salia por la puerta, me movi hasta la camilla y deje al pequeño apollado en ella, le tape con la sabana ya que no habia otra cosa, le sujete la mano y me retire un paso sin saber muy bien que hacer.

Solo esperaba que Carlise viniera pronto.

La luz de la lámpara iluminaba los intrumentos sobre la mesa, realizaba una operación para colocar un marcapasos en un hombre mayor; los pasos resonaron por el pasillo que conectaba a los demás quirófanos, una enfermera del turno nocturno entró sin su uniforme correspondiente para la situación, lanzaría normalmente una mirada reprobatoria hacia ella, pero esta se excusó diciendome que mis hijos pedían el hablar conmigo. Dejé a cargo al doctor Gerandy, y mientras tiraba a una papelera los guantes, agradecí a la enfermera, la cuál no parecía dispuesta a querer alejarse, finalmente la puse a ayudar en la cirugía y salí, encontrándome con uno de "mis hijos" a vista de los demás.

-¿Qué ocurre Jasper?-

Miré a Carlisle con los ojos cargados de ansiedad, odiaba interrumpirlo y odiaba más el olor que se desprendía de él... me tenía la garganta en llamas; carraspeé aclarándome la voz y obligándome a mantener la compostura.

Carlisle, tenemos un problema... hallamos a un niño está en shock justo ahora en tu consultorio...

Levanté la cabeza y me obligué un poco a respirar por la boca y mi garganta volvió a cerrarse, tomé una postura totalmente militar al mirar de nuevo a Carlisle.

Lo rescatamos, uno de "nuestros" hombres cayó y obligamos al otro a alejarse del chico.

Dije en voz muy baja, a modo que sólo él pudiese escucharme.

Entendí a los pocos milisegundos a lo que se refería. Observé el reloj que tenía en la muñeca, actuando humanamente; habían pasado ya cuatro horas con más de la hora y media, no faltaría mucho para que la operación terminase, podían seguir adelante sin mí.

-Explícame como ocurrió con detalles por favor- Pedí en voz baja mientras lo seguía a pocos centímetros. A juzgar por el olor, Alice se encontraba con el aludido, podía hacerme una imagen anticipada de lo que me esperaría, entre todos mis años, por muy pocas que fuesen las ocasiones, había dado con personas atacadas por vampiros y que lograron salvarse, las cuáles se encontraban después en un estado mental poco saludable.

Dosificando el aire que había podido tomar, hablé bajo y lo suficientemente rápido para que Carlisle pudiera saber todo antes de que volviera a necesitar dominarme con el olor a sangre humana fresca.

Alice tuvo una visión, estaba el chico, con uno de los nuestros al que ninguno de los dos conocemos, pero que podría identificar con facilidad por su efluvio ahora... ella salió disparada de la casa, sabíamos lo que seguiría si tardábamos demasiado así que corrimos al lugar, y ahí ya había una pira con los restos de uno reduciéndose a cenizas... nos encargamos de alejar al atacante y rescatamos al chico, parece demasiado perturbado...

Cerré los ojos concentrándome para tomar otra bocanada de aire por los labios.

En cuanto él se fue, nosotros corrimos para acá con el chico y no tenemos mucho más por ahora, Edward sería muy útil para saber qué ha pasado y qué relación tenía el niño con estos dos en la escena, pero es más importante ver cómo podemos regresarlo.

Llegamos a su consultorio, Alice y el niño estaban ahí dentro, el pequeño ya estaba bajo una sábana y Alice estaba junto a él.

Ha perdido temperatura, supongo que es por el shock en que se encuentra... pero eso puedes valorarlo más tú que nosotros, Carlisle.

Cerré la puerta detrás nuestro una vez que estuvimos dentro.

-Sí, en estos momentos sería excelente tener a Edward, ¿has intentado el llamarle?- Le entregué mi teléfono celular para que marcase mientras examinaba al pequeño. Lo ayudé a sentarse, deseaba en estos momentos tener un tacto más cálido, no similar al de Jacob, aunque siquiera solo un poco, pues aunque lo tocase por encima de la sábana, parecía suponer un frío insoportable para él, y más viendo el hecho de que cualquier vampiro que lo haya atacado pudo suponer una enorme cantidad de tiempo tomándolo por la fuerza.

Con todo el cuidado que podía tener, pasé mis dedos por las articulaciones y el tórax principalmente. Principalmente eran cardenales y cortadas, nada grave con el físico, era lo que creía más importante. Alcé un poco su barbilla, una vez fija, ordené con voz tranquila y agradable.

-Quédate quieto y mira directamente al dedo- Lo hizo con un poco de esfuerzo, prendí la lámpara e hice que la luz le diese en los ojos, moví el dedo y sus ojos siguieron el movimiento. La apagué y lo cubrí con una cobija que yacía guardada en el último cajón de mi escritorio. -Los daños físicos son mínimos, pero no sabría decir con exactitud como empiece a responder en su mente, ya verémos más tarde, será mejor que duerma, el shock seguro lo dejó agotado- Esperaba que fuese todo, pero siendo que sabía ahora el pequeño sobre los vampiros, tendríamos que tener más cuidado.

No traigo el celular conmigo... salimos corriendo de imprevisto de la casa.

Asentí a Carlisle y tomé el celular, marqué rápidamente a Edward, tenía el teléfono apagado, pero dejé un mensaje rápidamente (o lo que es lo mismo, le acabo de mandar PM) y luego colgué, mirando a Carlisle examinar al niño.

Espero que escuche pronto el mensaje y se reporte.

Caminé hacia la camilla y abracé a Alice por los hombros desde la espalda, había demasiada ansiedad en el ambiente y en conjunto con el olor a sangre humana, no era una buena mezcla para mí, pero debía poder manejarlo... por ella, por la familia y por el bien de ese niño, que ya estaba lo suficientemente afectado por la actividad sobrenatural de este lugar.

¿Crees conveniente tenerlo aquí, o prefieres que lo llevemos a casa?

Pregunté un tanto dubitativo, si era la segunda opción, seguro saldría a cazar en cuanto les dejara en casa.

Quizá podrían buscarlo y no sabemos nada de él.

-Lo mejor para él sería que esté en un lugar cómodo, así que llévalo a casa Jasper, lo que más necesita es reposo en estos momentos y con gente con la que pueda sentirse al menos en un poco de confianza, sería otra historia dentro del hospital- Podía ver en los ojos de Jasper que luchaba contra su instinto, me sentía orgulloso de él, pues había hecho una gran mejora en estos últimos años para reprimir su sed.

-Respecto a si alguien pregunta por él, la comisaría siempre puede preguntarnos si se encuentra o fue atendido un niño, ahí podrían llamarme y tenemos de nuestro lado el hecho de que no hay más camas- Escuchaba como unos enfermeros buscaban unas disponibles, seguramente vendrían por aquí. Puse una mano en el hombro de Jasper y una mirada cálida a Alice.

-Hicieron un buen trabajo- Me despedí e hice el camino de regreso al quirófano.

Asenti con la cabeza ante las palabras de Carlise y le vi salir por la puerta.
Mire a Jasper con preocupación. -Deberiamos salir de aqui- Vi su expresión y me apresure a añadir. - no aras nada tranquilo. - Le mostre una pequeña sonrisa. -Si quieres puedo llevarle sola, no tienes porque preocuparte.- le di un pequeño beso y volvi mi atención hacia el chico, podia sentir la ponzoña en mi garganta, ante el leve olor que Carlise habia dejado en el ambiente, y por un momento escuche los ritmicos latidos del chico, mire a los ojos oscuros de Jazz, que debian de estar tan oscuros como los mios. -Vamonos de aqui-

Le sonerí de medio lado, Alice siempre hacía esas cosas para darme seguridad... pero esperaba que eso dejara de ser necesario, ya llevaba mucho tiempo sin estar tentado y cada vez era menos difícil, con excepción de situaciones como esta, de estar con los pies metidos en un hospital.

Tienes razón, es momento de partir.

Besé su coronilla y me moví rápidamente para tomar al chico entre los brazos luego de envolverlo con cuidado en la sábana, por lo menos eso lo protegería un poco más del frío.

Vamos a casa.

Mi padre y mi prima habian muerto , era en lo unico que podia pensar en aquellos momentos de tristeza , despues de que aquellas personas que ni siquiera conocia me rescataran , esa idea no paraba de dar vueltas en mi mente , llego un medico y me hizo unas pruebas , obedeci y aparte por un momento esas ideas en mi cabeza que no se podian borrar , en esos momentos pensaba en volver a casa , aun sabiendo que ya nadie me esperaria en ese salon que ahora estaba vacio , el piano ya no volveria a sonar y posiblemente aun recordaba esa melodia que nunca mas volveria a escuchar , todo en mi mente eran pensamientos tristes y amargos que posiblemente para mi ya o tenian sentido , lo unico que queria era no quedarme solo.