Esponjosos, Dulces y Crujientes ¿De que son?... (Mimi)

Empecé con mi rutina divertida de los antros y mis pasos mas exagerados que nunca y me importaba nada lo que pensaran de mi… "buscando las llaves" "sacudiendo la ventana" "bajando el cristal" "inflando la llanta" "lavando la ropa" "espantando las moscas" "conduciendo el coche" . Me reía a carcajadas porque se nos quedaban viendo extraño. Me sentí mas agitada y todo era demasiado brillante, la música mas presente, me sentí muy pero muy extraña… me detuve…
-Me voy a sentar un momento… -dije con una voz apagada, ni me escuché-
Tenia demasiada sed… mientras caminaba hacia mi asiento veía el piso en tercera dimesión y los cuadros del lugar tenían un efecto de vaivén, agité la cabeza. Y me sujete del banco de la barra donde estaba sentada.

No podía parar de reír, willow estaba haciendo unos movimientos sumamente extraños, la gente nos miraba como bichos raros, pero nuestras carcajadas los callaban y miraban a otro lado. Yo saltaba como un canguro, y movía los brazos como una serpiente, me puse a hacer movimientos discos, “luces altas, luces bajas”, “capot, maletero”, “doble airbag”, “palanca de cambio”xDD(off: you know!).... o nooo!!!, ya le llego la pálida!... la seguí cuando fue a tomar asiento, yo era más resistente, pero eso no me hacia sentir menos drogada, solo estaba acostumbrada a estarlo, llegue riendo a su lado.
-estas bien?- pregunté riendo pero en el fondo preocupada. Los vasos de la barra se movían, me quede pegada en el espejo de atrás, mi cara se deformaba con cada gesto que hacia.

Me daba vueltas la vida, apenas y pude articular palabras para pedir una botella de agua. ¿por qué me sentía así si había tomado tan poco?.Bebí de la botella de agua que sentí como deslizaba el agua fría por la garganta y me la acabe en dos respiros. Todo se veía sumamente extraño. Tenía que irme a casa. No podía manejar así. Limpie el sudor de mi frente, saqué mi sideckik, lo veía doble, lo acerqué tanto a la cara como me fue posible para ver los números. Las caras de las personas a mi alrededor se veían sacadas de una película de A Clockwork Orange y los colores eran como de la película de Fear and Loathing in Las Vegas.

Escuché a Mimi como el eco de un pozo..
-¿¿Queee?? –Grite- ¡Creo que ya me voy a mi casa… ! ¡¡No me siento bien!!
No hallaba en número del taxi. Tenia el teléfono enfrente de los ojos y no pillaba ningún numero todos los veía iguales. Cerré un ojo y pille el teléfono de Uriel ¡AJA!.... fruncí las cejas al escuchar que estaba ocupado, maldije, llamé a Sasha y me mandó a Buzón “para que tienen celular si nunca lo conectan” pensé. Me empezaron a sudar las manos. Pasé saliva cuando marque el último número.

Estaba sonando y respondió enseguida, volví a pasar saliva. Miré a mi acompañante con ojos psicodélicos y mientras me hablaban en el otro lado del auricular… mi corazón latió al mil y respondí.
-Daniel… ¿Puedes pasar a verme? No me siento bien… – No le entendí nada de lo que me dijo, miré de un lado a otro- Azares de la vida… plaza de los pioneros –colgué, Que idiota, ¿No tienes sutileza?... preocupada miré a Mimi de una forma suspicaz me sentí en las cortinillas de Requiem for a Dream…
-¿Que tenían los pastelitos…? -le pregunté a Mimi mientras arrastraba las palabras, y me tocaba la mandíbula-

Mierda!!!... si que le pego fuerte!!... sus ojos se veían desorbitados, estaba ida, recordé mi primera vez con los pastelillos y no fue una sensación muy agradable no saber lo que te pasa. Pero bueno ya no podía decirle que tenían o se iba a armar la grande y mis padres no querrían volver a sacarme de la comisaría como la ultima vez. El escenario me daba vuelta, sentía a las personas alejarse y acercarse una y otra vez, reía a pesar de la seriedad del asunto. Bebí un poco de mi cerveza antes de responder. Procesando bien las palabras que tendría que decir... despístala!...

-que te pasa willow?... te sientes bien?- pregunté
-con quien hablaste?... quieres que te acompañe al baño?... necesitas vomitar?- lanzaba una pregunta tras otra a una velocidad sorprendente, miré al barman con enojo... eso!!! Actua, actúa!...
-su comida estaba podrida!, miren lo que le hizo a la pobre chica!- le grité al barman que me miraba extrañado. Acaricie el hombro de will.

Negué con la cabeza agitando mi coleta, se sentía bien mi coleta, agarré mi cabello y me quedé mirándolo. Lo olí.
-Huele a coco –reí tontamente- tengo sed… -miré al bartender y le hice una seña torpe para que me de una bebida-
-Vomitar ¿Yoooo? Jamás!! Los Kennedy no vomitan – amenos que sea una resaca pateadora y arañadora-
Muchas preguntas, me estaba mareando… miré mimi de nuevo le vi los ojos, su cabello desarreglado, su espada, su ropa, sus detalles, sus facciones, ¿A quien le hable?... ¿A quien le hable? ¿A quien le hable?
-Tengo sed… Mágicos… eso dijiste ¿no? ¿Especiales? ¿Que tenían de especiales?
¿A quien le hable? Abrí los ojos como platos al caer en cuenta…
-¡¡¡Deme algo de beber!!! ¡¡¡ Que tengo sed!! –le grite al bar tender y me reí-

Claro!!!... como si no fueras humanas tontonella!, ahora que dirá? Que no se tira gases, ni eructa? XD... tome un gran sorbo de cerveza, vaciándola nuevamente, le hice un gesto con la mano al barman para que volviera a llenar el vaso, prendí un cigarrillo, no podía borrar esa estúpida sonrisa de drogada de mi rostro, mire al espejo que estaba detrás de la barra mis ojos estaban rojísimos y gigantes?... mierda!!! Que le paso a mi rostro... me toque la cara olvidando el problema de willow, salte al otro lado de la barra para verme de más cerca. Omg!... si que te pones fea drogada!... en que estaba? A si!!! La muchacha!. Volví al lado de willow, mi vaso lleno ya me estaba esperando ahí.

-con quien me dijiste que hablaste?- la sujete por los hombros para que mirara mi rostro. Moví mis dedos por al frente de sus ojos, mostrando 3 dedos.
-cuantos dedos ves?- te pasaste esta vez Mimi!...

-Martini oh siii Martini – reí como una completa tonta, me quedé mirando la copa como si fuera lo mas excéntrico que haya visto en mi vida, acerqué la vista y pase un dedo sobre el cristal-
Tomé la copa y bebí, oh si, oh si, esto sabe muuuuy bien… regresé la mirada hacia Mimi y entrecerré los ojos haciendo de nuevo memoria…¿A quien hable? Oh siii –mi corazón empezó a latir con fuerza y me sonrojé notoriamente-
- A Faraday, el chico con el que salgo –Algo parecido a mi novio, pensé, novio, esa palabra sonaba extraña en mi cabeza…luego Mimi me puso sus dedos en la cara e hice bizco al verlos-
-Veo, veo, veo creo que veo –empecé contar con el dedo- ¿6?...
Si, a el le hable… pensé mientras volví a tomar ese Martini que me parecía la gloria puesta en una copa. xD

Parecía completamente excitada con el martini, reí grotescamente, era sumamente graciosa drogada, hasta más simpática, un poco loca pero simpática al fin y al cabo.
-error!- seguí riendo. – son solo 3- mire mis dedos para comprobarlo, sabia que eran tres había jurado que eran tres pero veía 8, porque veia 8?, sacudí la cabeza. Pastelillos más cerveza y toda una tarde de caños! = critical error.
Habia dicho el chico con el que sale?... el vendrá?... mierda mierda y más mierda!... nota mental: nunca darle pastelillos a una tipa por lo más divertido que te parezca.
-te vendrá a buscar?- abrí los ojos como plato, de seguro que con esa cara que traía parecía una caricatura de cartón network- te sientes bien?- volví a preguntar -yo te puedo ir a dejar si quieres- fumé, idiota! Esa es la peor idea de todas las que haz tenido en la noche!.

Negué con la cabeza… no me siento tan mal, aunque me siento bien, me siento extraña…
-No lo sé, tal vez… puede ser… -reí a carcajadas-
Bebí de nuevo el Martini hasta acabármelo. Miré mis vellos del brazo, pelusa… puse mi mirada encima de mi brazo para ver mis vellos, rubios… que bonitos…
-Tengo hambre y tengo sed…
Tenia la esperanza que viniera Daniel, o me quedaría aquí para siempre, o intentaría llamar de nuevo a mi hermano, aunque no entendí lo que dijo, o mas bien no recordaba lo que me había dicho por teléfono, su voz me era familiar. Algo había en esa voz que no recordaba.

Esta chica estaba total y completamente drogada!, esa fue la idea de un principio no? . actuaba como una drogada, reía como una drogada, pensaba como una drogada, si, estaba drogada. No sacaba nada intentando fatigarme la cabeza pensando en aquello, mejor me iba a bailar antes de que llegara el tipo y esta le soltara lo de los pastelillos, aunque podía mentir, se había tomado unos cuantos martinis también.

Una canción muy pero muy familiar sonó en el ambiente, reí como loca, esa canción la había bailado con un grupo de conocidas frente a toda la preparatoria. Me subí arriba de la barra y comencé a bailar
-I'm going out tonight
I'm feelin' alright
gonna let it all hang out
Wanna make some noise
really raise my voice- canté desentonada, intente ser sensual pero sabia muy bien que no lo era, mis movimientos eran muy bruscos y poco definidos, miré a will, había baseado el pobre vaso.
-sube willow!- le tendí la mano, sumamente divertida, la perspectiva del local era sicodélica desde arriba.

Miré a Mimi como si fuera una alucinación, bebí mi Martini hasta acabármelo.
-Tengo mucha sed –le pedí agua al de la barra-

La música empezó a ponerse más de ambiente y Mimi empezó a cantar, reí a carcajadas como una desquiciada al escuchar como su voz se distorsionaba. Eso no era normal.

”Lets go Girls” Sonreí al escuchar esa canción me recordaba viejos tiempos con mi mejor amiga en Maryland. En un principio no me daban ganas subir con Mimi pensando en el ridículo que haríamos, pero… me convenció mostrándome un pastelillo en sus manos…
Estaba parada en la barra, comí el pastelito como si fuera el postre mas perfecto que haya probado en mi vida. En un principio vi las luces de los reflectores, no sabia que hacer ahí parada, puse mis manos para tapar los reflectores y empecé alucinar le movimiento de mis dedos.
Nos empezaban aplaudir, a chiflar y a gritar cosas que no entendía.

No pude imitar a Mimi, sus pasos eran demasiado torpes, me limité a recordar los pasos de aquella Coreografía que me sabia a la perfección. Como si fuera una bailarina profesional del Coyote Ugly xD, me deslice sobre la barra y con movimientos sensuales, le baile Mimi xD movía las caderas al ritmo de la música, los brazos, pase mis manos sobre su cuerpo, bajé y subí… vaya que me tomaba en serio las cosas.

Había pasado por Sean por la mañana, le había prometido que le llevaría al zoo. Le compré algodón de azúcar después de un rato mirando los animales, parecía que el mi hermanito se lo estaba pasando en grande. Mi móvil empezó a sonar, al ver el nombre me alegré, la iba a llamar para que fuesemos a cenar con Sean y a pasear por la bahía. Lo descolgué y escuché música de fondo. Hablaba muy rápido, y sin terminar de articular las palabras y las frases. Quería que fuese a por ella a un antro del centro, parecía estar bastante mal.

-Estoy con Sean-Le dije al final pero parecía que ya había cortado la llamada.

Solo nos quedaban por ver los osos polares, los preferidos de mi hermano, así que con prisa fuimos a su jaula. Le hice unas pequeñas fotos, estaba preocupado así que le salimos a prisa del zoo, no sin antes comprarle a Sean un peluche. Era un buen niño, asi que no se quejo demasiado. Había traído mi coche de Port Angeles, no me gustaba demasiado conducir, pero así podría llevar al pequeño a casa por la noche.

Llegamos a la plaza y busqué el local, lo vi a lo lejos y me acerqué con Sean de la mano. Abrí la puerta y cuando fuimos a entrar le dije:

-Te acuerdas de la chica que nos acompaño en el veler...-No pude terminar la frase cuando vi a Willow encima de la barra con otra chica bailando. No pude evitar reirme de la situación, Sean hacía lo mismo que yo. Parecía que iba bien borracha, mañana tendría una resaca monumental. La miré, levanté el brazo y la saludé riendome todavía. Pareció no verme y me acerqué, arrastrando un poco a Sean-Mañana te dolerá la cadera si sigues moviendola así-Le grité sin parar de reirme.

Seguí en mi rutina de Coyote Ugly, mientras me reía como una tonta y recibía ovaciones del público. Me enfocaron las luces y empecé a sudar. Escuché una voz familiar y miré hacia abajo y vi a Daniel, que venia con una personita. Me sonrojé demasiado. Si había venido el príncipe y con escolta. Cuando quise bajar de la barra, me resbalé y caí sentada sobre de ella. Ahora podía ver a Daniel de frente. Algunos abuchearon. Empezaba a sentirme más extraña que desde hace rato. Tenía mucha sed, buscaba a mi lado algo que beber, pero habían quitado todo de la barra mientras bailábamos. Miré a Daniel con mis ojos psicodélicos y le dije:
-Tengo sed – arrastré las palabras muy lento, volví agarrar mi quijada-

Tuve que convencer a Willow con un pastelillo para que se subiera... esperemos que el 3ro no le haga tanto como el segundo!... tome la mano de Will para que se subiera, mis movimiento seguían sumamente descoordinados, pero los de la chica eran extraordinariamente sensuales, reí demasiado fuerte, la gente le chiflaba... a ella porque a mi, ni drogándolos a todos!... me bailo, intente imitar sus movimientos, pero no podía igualarla ni con mil años de entrenamiento. Los hombres seguían aplaudiendo, se veían alargados!!!, y pequeñoooooooos!!, se veían gordos!! y sumamente flacos!, sus brazos se veían deformes y extraños. Reía con las cosas graciosas que divisaba, continué bailando hasta que Willow se bajo de la barra, y miro a un chico. Yo me baje igual aunque con un poco más de agilidad, estaba más acostumbrada a estar drogada.

-denle otro martini- le dije al barman apuntando a willow – y a mi otra pizza familiar- el hambre que me causaban esos pastelillos era sobrenatural.

La agarré cuando cayó, y miré a sus ojos, que estaban rojisimos, eso no podía ser solo por culpa del alcohol. Solté la mano de Sean, y agarré el rostro de Will.

-Mirame-Le insistí, ahora con la sonrisa algo más apagada-...cuantos Martinis has bebido?-Le dije al camarero que no con la mano, cuando traía otra copa más-Una botella de agua-Sus pupilas estaban muy dilatadas, me estaba empezando a preocupar, miré a la chica que le acompañaba, no la conocía de nada, pero tenía pinta de ser la causante, senté a Sean al lado de Will en la barra, el niño se quedo agarrando la mano de Will, y fui a por la otra chica, que tenía los ojos igual de rojos y dilatados-..Que habeis tomado?...porros, coca, pastillas?-Le pregunté, veloz pero no parecía reaccionar.

“Mírame” escuché la voz de Daniel, levanté la mirada hacia el…alargué una mano para tocarle el rostro. No le respondí me quedé pensando en su pregunta, en realidad eran pocos unos… unos.. 4 o 5… Me dio la botella de Agua como si fuera la ultima gota en el desierto…vi a Sean, su cabello rubio brillaba lleno de luz, le revolví un poco y le abracé mientras me tomaba la mano. Olía tan bien, dulce como a bebé.
-Las aves nos esperan en la playa.- dije y reí tontamente mientras Daniel se acercó a Mimi-

oh.. oh!!!... respira, uno, dos, tres.. el bartman me entrego mi pizza, comí un trozo en silencio. Mientras tanto veía a willow... que no se le salga lo de los pastelillos!!... que hacer?... miré al pequeño niño que acompañaba al que debía ser el tipo con el que salía Will, se veía taaaannn rubio me dieron ganas de apretarle los cachetes... ni que se te ocurra idiota!!!, ahí notaran que estas drogadas!... sonreí tontamente, escuche la pregunta del tipo, mire su rostro y me centre en una pequeña pestaña que tenia en la mejilla, me hablaba a mi?... aloooooo?... Houston llamando a Mimi... hay alguien?...pasaron unos minutos antes de que pudiera abrir la boca.

-creo que se tomo demasiados martinis, o talvez le hizo mal la comida de este local- me encogí de hombros, miré al bartman.
-que mierda le ponen a las ensaladas?, hongos alucinógenos?- pregunté enojada. Bebí de mi vaso de cerveza. volví a mirar a Will, cada vez se ponía peor y eso que estaba recién haciendo efecto los dulces. Comí más pizza.

Esa chica pensaba que yo me chupaba el dedo, tenía claro que se habían drogado, mis pocos años de estudiante de medicina me servían al menos para observar como sus pupilas estaban dilatadas al máximo, y su sed y su hambre, servían también para mi diagnóstico. El camarero la miró enfadado, debido a sus gritos.

-Perdonala, esta algo suelta del vientre desde hace unos días y ya cree que todo lo que come le sienta mal-Le dije con una sonrisa encantadora al camarero, para poder salir de la situación, aunque lo primero que se me ocurrió fue algo vergonzoso para la chica.

Will estaba abrazada a Sean, mi hermano me miró extrañado de la actitud, me encogí de hombros y volí a dirigirme a Mimi, poniendo una de mis manos sobre su hombro.

-Me da igual lo que os hayais metido, solo quiero que me lo digas, para saber como actuar con Will, si solo ha sido un poco de maría o habeis tomado pastillas también-Casi le rogué, no quería que le pasase nada a Will, ella no estaba acostumbrada a eso, por lo que me preocupaba como iba a reaccionar su organismo.

Andaba cada vez peor, ese sentimiento me estaba abrumando, no sabía lo que tenia. Me bajé de la barra como si estuviera en una resbaladilla… acomodé mi ropa de una manera torpe, me puse mi chaqueta, miré a Sean y le sonreí.
-Cuida esto -le di mi bolsa, donde tenia prácticamente mi vida, mi cámara y mi sideckik, apesar de todo aun estaba consiente (gracias genes Kennedy) me acerqué a darle un beso en la mejilla- No te muevas de aquí –dije con las palabras arrastradas. Me acerqué a Daniel y lo tomé de la mano-
-Vámonos –dije confundida- No se que me pasa, solo comí unos pastelillos que tenían algo dentro –Miré a Mimi, nunca me dijo el ingrediente secreto-
Ya quería irme de ese lugar, la gente, el ruido, me hacia sentir peor.
-¿Dan? –mis ojos desorbitados buscaron sus ojos dulces llenos de preocupación-

Devoraba como una muerta de hambre aquella pizza tan deliciosa, estaba que se me caía la baba. No me demoré más de 3 minutos en comerlas, continué bebiendo de mi cerveza, me reía de los movimientos del barman, se veía tan gracioso agitando esa botella. Sentí una mano en el hombro, miré de quien venia era el tipo ese... el preguntón. Will hablando, el tipo hablando ya me daba jaqueca!... le pagué al bartman.

-solo comió unos pastelillos de marihuana... se le pasara en unas horas- me encogí de hombros y tome lo que quedaba de mi cerveza. Me levante de mi lugar y reí.
-lo siento pequeña- acaricie el cabello de will. –nos vemos otro día, el estrés me mata- sonreí.
-adiós tu niño con el que sale willlow!- hice gestos con la mano mientas que me marchaba. Crucé el umbral de la puerta y emprendí la marcha hacia mi hogar

Sonreí cuando me dijo que solo eran pastelitos, esperaba algo más grave, aunque claro Will no estaba acostumbrada, al menos no tendría que llevarla al hospital a hacerle un lavado de estómago. Moví la mano en forma de despedida, esperaba no verla a menudo, no era una buena compañía para Will, aunque claro yo tampoco es que fuese la mejor de todas la compañías.

-Hasta nunc...digo hasta pronto-Le grité a la chica.

La música sonaba muy alta, le guiñé un ojo a Will, le pasé el brazo sobre los hombros arropandola y volví junto a Sean. Le di un pequeño beso a ella en la frente.

-No te preocupes preciosa, no te va a pasar nada, aunque te dolera bastante la cabeza...y el culo mañana-Me reí recordando su caída-Vamos pequeño!-Le dije a mi hermano que nos esperaba aburrido en la barra, lo agarre de los brazos y lo ayudé a bajar-Creo que un paseo te despejar Will, ¿Vienes a Port Angeles a dejar a mi hermano, o te dejo en la fraternidad?-Le pregunté con una sonrisa mientras volvía a su lado de la mano de Sean, le volví a guiñar un ojo, y le revolví un poco el pelo-Me ha gustado tu bailecito-Volví a reir, y Sean lo hizo conmigo.

En un abrir y cerrar de ojos Mimi había desaparecido del lugar, todo era tan confuso, escuchaba a Daniel como si fuera un eco. Me sentí terrible, asustada, al escuchar lo que dijo Mimi, me había comido pastelitos de Marihuana, ese era el ingrediente secreto, eso era lo que los hacía especiales. Rrecordé algunas cosas que me había dicho Gabriel mi hermano alguna vez, no había de que preocuparse, pasaría en unas horas, no entres en pánico. El shock no me lo quitaba nadie. Por lo menos no estaba sola en ese momento y se lo agradecí en el infinito. Caminé junto con Daniel me apoyé un poco en él, hasta donde estaba Sean.

No solo el trasero me dolería, me dolerá la vida entera. Le quité la bolsa a Sean y luego su hermano lo levantó para ponerlo en el piso.
-No quiero quedarme sola en la fraternidad así –dije angustiada, al menos dar un paseo fuera de este sitio es lo que pedía, apenas y pude preguntar: - ¿Puedo ir con ustedes?

Aun los efectos me jugaban malas pasadas, los veía extraños y sus voces eran distorsionadas, el cabello de Sean era demasiado brillante. Cuando mencionó lo del bailecito, me sonrojé demasiado al recordarlo, había hecho un bloqueo mental, ahora lo tenía presente. Tomé la mano de Dan con fuerza, el piso se veía en tercera dimensión, al salir, el aire fresco de la calle me hizo sentir mejor, pero ala vez me hizo sentir mas alucinada.

Le sonreí, mientras caminabamos hacía la salida, necesitaba tiempo para recuperarse y le dolería la cabeza, pero se pondría bien, aunque ahora que sabía lo que había comido parecía ella más preocupada que yo. La ayudé con sus cosas cuando salimos a la calle, el aire venía fresco en aquella tarde de primavera, perfecto para su estado. Sean caminaba delante de nosotros, dando pequeños brincos, era un niño al fin y al cabo, aunque supiese mantener las formas como los adultos.

Se dio la vuelta y con su sonrisa infatil dijo:-Dan tenías que haberle dicho a la señorita lo que siempre nos dice mami, nunca cojas dulces de desconocidos-No pude evitar sonreirle, quería muchisimo a mi hermanito. Le revolví un poco el pelo.

-Creo que Will a aprendido la lección Sean-Le di un beso en la mejilla a Will, y continuamos caminando hasta mi coche, mientras ella no dejaba de mirarlo todo alucinada.

Las luces de los coches eran como flashes de vaivén, los sonidos de la calle, el aire, todo era más persistente. Vi saltar al niño, parecía un pequeño canguro con ese cabello brillante, me mareaba, me sostuve de mi compañero mientras seguía intentando ubicar el piso con mis pies y caminar con torpeza. Vi a Sean cuando hablo con esa vocecilla de duende de caricatura, entrecerré los ojos. Ya veremos cuando tengas diez años más, pensé. Le di un leve codazo a Dan por su comentario y sonreí a medias. Llegamos hasta el automóvil, ¿¡Por qué tenía que ser tan brillante!?, me acerqué para ver mi reflejo sobre aquel automóvil, mis ojos estaban muy extraños. Busqué mi bolsa que le arrebaté de las manos a mi acompañante y saqué de ella mis lentes obscuros que me cubrían media cara, me vi de nuevo en el reflejo. Me abrieron la puerta para que subiera al automóvil, pero al querer subirme, resbalé y caí fuera del asiento, ¡maldito asiento porque te mueves!, reí como una desquiciada. Dan me tendió la mano para poder sentarme bien y colocarme el cinto de seguridad.