Habia recorrido cientos de kilometros hacia el Sur. Sabia que habia cruzado la frontera de Forks, y me alejaba de todo aquello que me perseguia. Me encontraba en un lugar muy tranquilo, donde la naturaleza estaba en su maxima expresion. Un bosque, lo que necesitaba, por fin pude respirar, me recoste y me sente a orillas de un árbol, la sensacion de alivio era inigualable.
Sonrei, logre burlar a todos los hipocritas amigos de mi padre. Pero no, mi conciencia me aniquililaba. Acababa de hacer algo terrible, espantoso. ¡No podia ser yo! - pense, cubriendo mi cara con las manos desesperadamente.
Mi ropa estaba hecha un desastre, porque despues de cada trasformacion, no quedaba nada. Y seguia una tras otra y otra, ¿hasta cuando duraría?, ¿ qué soy?. Tenia un hambre feroz, y no tenia nada ni nadie. Crei que en ese momento moriria, y despues de todo era lo mejor.
Y sin embargo, aunque mi mente estaba llena de preguntas, miedo y confusion, estaba muy alerta.
Mis oidos detectaban que alguien se acercaba, y ya sabia mi presencia. - Ohh Dios, que no me altere, que no me altere - decia dentro de mi.
Fue inevitable, sus pasos se acercaron, se encontraba justo detras de mi. Asi que en un rapìdo movimiento tome del cuello a esa persona, y lo lleve contra el árbol mas cercano. Mi primer impulso era estrangularlo, pero por supuesto, no lo iba hacer.
Y solo nuestras miradas se encontraron. No sabia que decir, ni tampoco si me venia siguiendo. Imposible.