Después de la batalla una buena comida (Brian)

Tema: Después de la batalla una buena comida (Brian) Vie Mar 06, 2009 4:22 pm

Fuimos a donde vivía, el hogar de Metz, que ahora era mi casa. Llevaba viviendo con ella más de dos años. Aunque la casa la vivia yo sola, se notaba que el lugar vivía una mujer además artista, llena de cuadros y dibujos en todos lados, también habían juguetes de bebé por algún rincón.

Todo estaba decorado con madera y se sentía el aire fresco del bosque que rodeaba la casa. Había un cierto aroma a hogar, era acogedor, todo muy sencillo.

Moría de hambre y también quería darme una ducha tenía la cara llena de sangre seca de vampiro y también él.

-¿Que te gustaría comer? Me prodría comer una cabra o una a vaca o el todo el contenido del refrigerador. -Caminé en el interior y le hice una seña para que me siguiera- Pasa, estas en tu casa. Sigueme.

Llegamos a la cocina. En la cocina parecía que vivia un ejercito, ya que habia una exageracion de comida, era tanta que todo estaba lleno.
Me acerqué al lavadero y en la toma de llave remojé una paño.

-No querras seguir exibiendo la sangre de ese neofito -le dije mientras le limpiaba los reciduos de sangre seca del rostro, tambièn teniamos sangre seca en las manos-

Invitado

Entré a aquél hogar, era sumamente sencillo y acogedor. Vi unos juguetes tirados, me quedé paralizado un rato, pero decidi no preguntar, quizas ella estaba casada, me preocupé por un instante.

La seguí hasta la cocina.

-Me comeré lo que me ofrescas, estoy realmente hambriento, podria comerte incluso- me rei haciendo una mueca extraña. Bajé la mirada cuando ella comenzó a limpiarme el rostro.

-Maldito ser extraño me dejó hecho un asco- miré mis manos manchadas -tendras que dejar que me duche si no quieres que apeste toda tu casa- me reí, -tú cocinas, yo me baño que dices?- la broma era evidente, pero me quedé callado tal vez funcionara.

Me reí de igual manera.
-Puedes ducharte, yo quiero ducharme no soporto el olor que tengo encima. Ven. –lo cogí de una mano y lo encaminé hacía una de las habitaciones que era prácticamente vacía. Solo había una cama, caminamos por la habitación y abrí la puerta del baño-.
-Aquí te puedes duchar si quieres, te sentirás bien, prepararé algo de comer –reí, me di media vuelta para salir de la habitación dejándolo solo-.

Invitado

Ha decir verdad estaba muy agradecido por el detale, ella salió de la habitación. Comenzé a quitarme la ropa, la dejé acomodada en la cama, me meti a la ducha, solo abria el grifo de agua fria, yo seguia hirviendo, es como si toda esa adrenalina aun estuviera corriendo por mis venas. Mientras me duchaba recordé cada detalle de lo que acababa de pasar, tenía que llamarle a mis padres, habia prometido hacerlo cada vez que entrara en fase, en realidad era un tema del que poco se habalba, estaba literalemebte prohibido, era por eso que despues de tantos años yo no habia tenido la oportunidad o el deseo de convertirme en mi animal.

Seguía pensando cuando el olor a comida me abrió un enorme boquete en el estómago, terminé la ducha, no hacia falta secarme, las gotas se evaporaban en instantes.

Me puse de nuevo los jeans, en la camioneta no me habia puesto camisa, osea, despues de la ducha me quedé de nuevo con el torso desnúdo.

Salí y caminé a la cocina, ahi estaba Zazil...

-Todo eso huele tan bien-

Después que lo dejé para ducharse, hice lo mismo, me metí a mi habitación para quitarme el olor desagradable de vampiro que tenia encima.

Ya con una nueva ropa Salí algo mas ligero. Y me puse a calentar la comida, había preparado estofado de res en la mañana cuando vino Metz con los niños. También había Fajitas que hicimos muy al estilo México con tortillas y guacamole, agua de sandia, pero también había cerveza. Y no podían faltar los pasteles, en esta casa siempre había pastel de chocolate y pastel de queso.

Mi estomago pedía clemencia, un taquito, lo que sea. Pero ya estaba muriéndome de hambre. Acomodé todo listo en el comedor para esperar a mi invitado, los platones estaban humeantes y despedían un aroma a comida casera por todo el lugar. Mientas terminaba de acomodar todo, apareció Brian y le dí una cerveza sin preguntarle y me senté en un sitio y le hice una seña para que se sentara.

Invitado

Yo era fiel amante de la comida mexicana, siempre agradeci que mis padres tuvieran un restaurante, aunque no se como jamás quebraron si yo terminaba con todo lo de la cocina del lugar. Zazil se habia duchado también, cualquier resquicio a enemigo se habia esfumado, tomé asiento en donde ella señalo.

-Bueno pues comenzamos?- dije sin apartar la vista de toda aquella comida, las fajitas me invitaban a devorarlas, wow! y ese guacamoles lucia perfecto

Desvié mis ojos un segundo a Zazil y le sonreí. Mi mano ya se estiraba para tomar una tortilla, pero se desvió antes y tomó la cerveza de nuevo, le di un gran sorbo.

-Adoro la cerveza-

-Yo también, provecho–dije mientras le daba un sorbo a la cerveza y me dispuse a comer lo que había en la mesa-.
Tardamos más en sentarnos que en acabarnos todo lo que había sobre la mesa. Perdimos todos las reglas de etiqueta, objetivo cumplido, devorar todo de lo cual no dejamos nada. Solo se escuchaban el sonido de dos seres hambrientos en silencio. De vez en cuando nos lazábamos una mirada de complicidad y sonreíamos, pero no nos deteníamos.
Perdí la cuenta de las cervezas, tacos, tostadas y todo lo que comí. Aun así había espacio para el postre. Levanté y recogí los platos que ya estaban vacios para depositarlos en el fregadero.
Y saqué un enorme pastel de queso que puse sobre la mesa.
-Tal vez sea demasiado pero nada nos impide probarlo –dije con una sonrisa a punto de rebanarlo- ¿Quieres un pedazo?

Invitado

Era sorprendente la facilididad con la que habiamos terminado con toda esa comida. Las miradas de complicidad eran intensas, y cada vez mas satisfechas a causa de la comida.

-Quisiera el pastel completo- le dije a Zazil -aunque preferiria uno de chocolate, amo el chocolate!!- torci los labios y después me reí levemente.

Aun tenia muchas preguntas para Zazil, podria haberlas hecho en ese momento, pero la estabamos pasando tan bien que no quize arruinar nada.

La miré expectante, queria ya mi trozo de pastel.

-Pues hoy es tu día de suerte –me levanté de la mesa y fui al refrigerador, regresé con un pastel de fudge de chocolate y se lo puse enfrente- Receta secreta –reí de una forma divertida-
Le serví una generosa porción y también me serví un buen pedazo. La combinación de cerveza y pastel me encantaba, aunque no a muchos le gustaba, pero había que reconocer que no era una persona normal. Su mirada curiosa, me llamó la atención.
-¿Que pasa pantera? -A pesar de nuestras diferencias de pieles, teníamos una similitud, ambos éramos panteras pero de diferente especie...- ¿Te ha caido mal la comida? ¿No lo mismo que comen en tu planeta? –sonreí, a veces no era buena con la comedia, pero era algo para romper un poco el silencio que nos había abordado desde que nos sentamos a comer-.

Invitado

la miré divertido, yo comenzaba ya a devorar el delicioso pastel de chocolate.
-No, al contrario, extrañaba ya una comida asi, en mi pais asi me alimentaba mi madre y desde que llegué acá, no habia comido de esta manera. Mil gracias por invitarme a tu casa, cocinas muy bien-

Después miré de nuevo a mi alrededor, noté de nuevo aquellos juguetes.

-Dime Zazil, eres casada o algo?- le señalé con mis ojos los juguetes -Igual sé que no me incumbe, pero quiero prevenirme por si alguien viene y me ataca por bajarle a la chica.- me rei y le di otra gran mordida a mi pastel.

-No es nada y gracias, por acompañarme acabarme toda esta comida.
Levanté una ceja al escuchar su pregunta y me reí.
-No, yo vivo sola en esta casa, es casa de Metz, ella me la presto, ella es como mi hermana. Los fines de semana cuido a sus hijos y próximamente estarán los de Adrian así que habrá mas trabajo para ayudarles, son muy adorables pero son muy traviesos. Por eso están esas cosas de bebé, no tienes de que preocuparte, nadie vendrá a golpearte –reí xDDD-

Invitado

Segui devorando mi pastel, sin dejar de prestar atencion a la chica frente a mi. El chocolate me ponia mucho mas feliz que de costumbre. De pronto me dió un ataque de risa.

-No creas que pregunté por incomodar.... es decir.... no creas que fue una vieja tactica para saber si estabas sola.... me pareces encantadora... y bueno es extraño que no tengas a alguien.....- no podia dejar de reir -bueno olvidalo, comienzo a ponerme nervioso -mientras reia un trozo de pastel se cayó sobre mi dorso, manchandolo de chocolate.

-Ooopsss, será mejor que limpié esto, no luzco bien embarrado de chocolate... o si?- la miré divertido, pero siempre con doble intencion en mis palabras, bajé la mirada, yo no acostumbraba ser asi.

Negué un poco con la cabeza, me sonrojé un poco, creo que la soledad ya estaba siendo parte de mi compañía, no dije nada en ese momento hasta que le cayó un pedazo de pastel encima y le pasé una servilleta.

-Bueno, por lo menos el chocolate te dio un poco de color. –sonreí mirándolo divertida y un poco nerviosa de vuelta, me pregunté porque lo veía extraño, tal vez no habia encontrado a nadie perfecto para mí-
Al terminar todo aquel pastel ya estaba muy satisfecha y levanté todo lo que restaba. Ahora se produjo una atmósfera diferente, no sabia si hacer las preguntas o si el iba hacer las preguntas.

Invitado

Terminé mi cerveza, estaba completamente satisfecho.

Después de un largo rato de silencio, comenzé a hablar antes de que este pareciera incómodo.

-Zazil, lo que pasó hoy fue muy extraño para mi, mira... yo ya sabia de habilidad, pero solo unas cuantas veces lo hize, y fue mucho mas inconsiente que hoy, en casa era un tema casi prohibido, y yo no me habia topado con nadie mas como yo, hasta hoy.- bajé la mirada de nuevo noté un poco de pastel en mi pecho, lo quité con el dedo y me lo llevé a la boca, después me rei un poco.

-¿Hay muchos mas de nosotros allá afuera?, ¿por que nos pasa esto? ¿qué era eso que matamos hoy?- me sentia como un estupido, pero no sabia mucho, y era hora de averiguarlo todo.

Todo se tornó con más seriedad ahora empezaban los temas importantes... dije con una voz tranquila y encantadora:
-Hay muchos como nosotros allá afuera, unos tienen un grupo que se les denomina como manadas, pertenezco a una que se llama soul guardians, somos como hermanos, siendo perteneciente de una manada puedes contar con el apoyo de tus hermanos en una batalla –suspiré- y lo más curioso que en tu forma de bestia todos nos podemos comunicar por la mente.
Hice una pausa.
-Somos once en total, entre, lobos, tigre, jaguar y zorro.
Lo miré ala cara, la pregunta sobre los fríos era muy importante, no sabia porque sus padres le habían ocultado eso, pero tenia que saberlo pronto. Lo seguí mirando un poco confundida y suspire:
-Nos pasa esto porque es una herencia que tenemos, una herencia antigua, es para defender nuestra tierra, proteger a nuestra gente, de los fríos, a los que se conoce como vampiros.
Me quede en silencio unos momentos y vi su cara de asombro, y continué:
-Ese ser que nos atacó es un vampiro neonato, conocido como neófito. Cuando nacen tienen mucha fuerza y están muy sedientos, se alimentan de sangre humana, lo cual los convierte en asesinos. –tomé un poco de aire- Algunos vampiros evitan están este comportamiento y se alimentan de animales. Yo los diferencio por su olor, huelen diferente, los carnívoros que poseen ojos carmesí huelen a carne descompuesta y los de ojos dorados, los que se alimentan de animales, huelen a fruta fermentada.

Invitado

la escuché con suma atención, me parecia extraordinaria contandome todo aquello. Por un momento sentí coraje hacia mis padres por ocultarme todo esto, por pretender que yo no lo supiera. tenia que hablar con ellos, dejarles claro que no iba a seguir negando mi naturaleza.

-Entonces ese neonato y su raza son nuestros mas grandes enemigos- dije asegurando -Lo sentí en la piel, en la sangre, su aroma era tan desagradable...- lo recordé y se me revolvió el estomago.

-Crees que con el tiempo pueda perfeccionar mi conversión?, es decir, tú lo hiciste muy rapido, yo tardé minutos-

Miré al techo, tenia muchas preguntas, pero quizas con el tiempo las iria descubriendo, no queria agotarlas todas ahora, me seria un buen pretexto para seguir viendo a Zazil.

-Si, todo se lleva a la practica Brian, a mi me dio mucho trabajo la primera vez - solo recordarlo me dio escalofríos- Cuenta conmigo... -tomé su mano de una manera reconfortante y pude sentir el calor de su piel, que no era muy diferente a la mia- Si tienes problemas con tus padres, y no tienes donde quedarte, puedes venir aquí... -Ofrecí de una manera sincera-
Lo miré de forma cálida y con una sonrisa.
-No te preocupes, somos aliados, ¿te parece?... tal vez podríamos ser amigos –o algo más, no lo sabemos-

Invitado

Miré su mano sobre la mia, y me senti mucho mas acalorado que antes. Le sonreí de manera que a algunas chicas les parecia encantadora, ella era diferente, no podia compararla con todas ellas.

-Gracias Zazil, te juro que tomaré en cuenta tu invitación, te lo juro- le guiñé un ojo de complicidad y segui observando nuestras manos, el contraste de colores era unico y encantador.

La miré de nuevo.

-Me encantaría que fueramos amigos... - mordi mi labio tal vez con el tiempo....

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