La Mano, Las Mejillas y un plato de Bolognesa (Sasha)

-¡Somos niños pequeños!- respondí al tiempo que le mostraba la lengua, -un helado doble a que hacía mucho que no te divertías tanto- sugerí intentando picarla y que aceptara la apuesta -la edad está en la cabeza y por el día de hoy, tengo poco más de 3 años- fui impulsándome hasta alcanzar gran altura, desafortunadamente los juegos para niños no estaban diseñados para soportar el peso de dos adultos jóvenes y estaban empezando a chirriar por la fuerza con que estábamos columpiándonos -ooops... creo que tenemos que hacerlo más despacito- reí un tanto, comenzando a disminuir el movimiento.

-Sí -concordé entre risas- Debemos hacerlo más lento... No quiero acabar en el hospital por unos columpios encima de mí...

Mientras hablaba, dejaba de impulsarme tan fuerte, bajándole a la velocidad. Los chirridos iban disminuyendo aunque seguía divirtiéndome mucho. Reí.

-Ganaste dos helados... Llevaba años sin divertirme tanto -acepté, aún balanceándome- ¿y tú, hacía cuanto no te sentías tan niño? -quise saber

Me hizo pensar un tanto, ¿hacía cuánto tiempo que no me divertía como niño pequeño? -hmmm... muy buena pregunta- seguí balanceándome un rato antes de poder responderle -creo que la última vez que me divertí tanto, fue en la despedida de soltero de Devon... fuimos a Disneyland, nada como el Space Mountain para hacerte reevaluar si en realidad quieres o no casarte- reí un poco, ya que habían sido las palabras exactas que había usado mi hermano.

Enarqué una ceja, pero también compuse una sonrisa. ¿Disneyland para una despedida de soltero? Ésa era una idea extraña, pero ahora que la consideraba, era una buena idea. Buena y divertida, por cierto. Reí en voz alta.

-Qué original... La Space Mountain debe hacerte reevaluar ésa y muchas otras cosas...

Bajé del columpio y me senté frente a Drew, en otro columpio que era para dos, de esos que tienen dos sillas, la una frente la otra. Eran geniales, y solían soportar más peso que los clásicos columpios de cadena.

-Entre ellas, si estás dispuesto o no a dejar parte de tu alma y tus vísceras adheridas a la parte de atrás de la espalda al ver esa caída desde la cima- reí también en voz alta mientras frenaba el columpio y bajaba para ir con ella al columpio doble -Devon, Liam y yo tenemos una relación muy rara Sasha... nos vemos poco, y en teoría podría suceder que se le caiga un dedo a alguno si manda un e-mail- reí bajo, negando levemente con el rostro -pero cuando algo importante en la vida de alguno de los tres va a suceder... simplemente coincidimos en el mismo lugar, ha sido así desde que somos niños- sonreí con un dejo de nostalgia reflejado en el gesto, extrañaba a mis hermanos, pero volveríamos a vernos cuando fuera el momento.

-Es extraño, de hecho -comenté, empezando el balanceo en este columpio.

No es que odiara ése tipo de relaciones, pero se me hacía un desperdicio perder el tiempo con aquellos cercanos a tí, tan sólo porque "así había sido toda la vida". No podía pedirle a Drew que cambiara su relación con sus hermanos, pero tampoco podía evitar desensibilizarme a tal punto sobre el tema. Si hubiese tenido que sacrificar mi vida por la de mis hermanos, lo habría hecho sin duda alguna, sin importarme nada más, y ahora que no los tenía... Bueno, era muy duro. Y eso que el dolor estaba ya atenuado.

-Yo no perdería el tiempo con mis hermanos así, si ellos aún estuviesen vivos -me limité a comentar, algo sería- Lo siento, siempre me pongo así al respecto -complementé, encogiéndome de hombros.

Aspiré profundamente, buscando la forma de explicar de manera adecuada aquella cosa -Liam, Devon y yo... sabemos que somos hermanos por el tiempo que pasábamos juntos durante los veranos con mamá... papá nunca estuvo del todo conforme con las escuelas que se habían elegido para cada uno, de hecho, el que más padeció aquello fue Devon, porque al ser el primero creo que durante su enseñanza elemental no estuvo más de dos años en la misma escuela, por lo mismo de las búsquedas contínuas de papá- hice una pausa, buscando en aquellos recuerdos -por otra parte, Liam, cuya conducta nunca ha sido del todo ejemplar, fue enviado, sin dudarlo a un internado militar... que le dejó como resultado mayor resistencia a las reglas, pero según mi padre era lo adecuado para meter en cintura al pequeño rebelde- comencé a moverme al compás que ella marcaba, dándole un ritmo cadencioso a los balanceos del columpio -finalmente, conmigo... me tocó la escuela de moda, aquella que todas las madres elogiaban por sus excelentes maestros e instalaciones de primera- la miré fijamente a los ojos -por lo tanto, no acostumbrábamos estar en mucho contacto, Devon en sus constantes intentos de adaptación, Liam lejos de nosotros y yo, siempre en casa con mamá... en realidad no era como para cultivar una relación tan cercana, sin embargo siempre nos hemos entendido y sabemos en que momento estar para los otros- aseguré luego de aquella tremenda perorata.

-Sé que son situaciones distintas y que el vacío que sientes por tu familia jamás va a poder compensarse, no te pido que lo aceptes, sólo es con la idea de que conozcas el contexto- dije, extendiendo mi mano para acariciarle el rostro -estoy casi seguro de que no pasará ni siquiera una semana antes de que por alguna razón, ese par de locos que tengo por hermanos hayan dado señales de vida o se aparezcan por aquí de la nada- me encogí de hombros con una sonrisa.

Escuché su historia, atenta. Era cierto, eran contextos sumamente distintos. Aunque mi familia no era exactamente acomodada -más bien se podría decir que teníamos dinero- mis padres siempre nos enseñaron que una familia unida valía más que cualquier otra cosa. Sentí su mano acariciar mi mejilla, alcé la mano para retener la suya allí.

-Siento haber hablado sin saber el contexto -me disculpé- Sólo... bueno... Tú sabes, emociones y esa perorata psicológica... Por cierto, ¿por qué dices que tus hermanos deben estar por aparecer? ¿Les has llamado últimamente?

Negué levemente con el rostro cuando la escuché ofrecer disculpas -una vez más... no te disculpes por eso, por lo menos conmigo jamás temas decir lo que estés sintiendo, justo en la forma en que lo estés sintiendo- le sonreí de lado -somos nuestra historia, todas esas cosas nos han llevado a ser los que somos en este momento y por lo menos en tu caso, puedo estar un poco menos enojado con la vida por hacerte sufrir ahora que estás aquí, conmigo... sintiéndote de nuevo como una niña-.

Me eché a reír aún acariciando su mejilla con mi pulgar que no estaba contenido por su mano -Zimmerman... cuando te digo que solemos aparecer por instinto en la vida de los otros cuando pasa algo importante, no es broma- miré hacia el cielo -estoy seguro que pronto tendremos noticias de ese par- aseguré volviendo a mirarle a los ojos.

¿Algo importante? Me preguntaba qué sería eso... Hmm, tal vez le había salido alguna investigación importante en la facultad, o incluso podría haber otra cosa más importante que "llamase" a sus hermanos al encuentro. En la vida, todo era posible, y eso lo había aprendido al saber lo de Ally y los de su clase.

-Me alegra saber que te esté pasando algo importante, en ese caso -dije, aún sintiendo su pulgar en mi mejilla.

Suspiré profundamente, y dejé caer la mano con cierto desparpajo -ciertamente más de una persona que lo viera desde fuera, pensaría que es una nimiedad... pero si las cosas salen bien, sólo alguien como mis hermanos, Dick o incluso el idiota de Faraday podrían entender la trascendencia del hecho- le sonreí a medias -supongo que te dejé en las mismas... pero quiero que sea sorpresa si todo sale como lo espero y créeme... te darás cuenta de las cosas por tí misma- dije intentando no sonar tan críptico, pero sí un poco misterioso.

¿Qué...? ¿Cómo así...?

Compuse una sonrisa torcida, pero decidí hacerle caso. Tal vez así me enteraría como debería, es decir, al tiempo que los demás. "¿Qué será lo que quiere que le salga bien?" pensé, pero decidí quitar eso de mi mente, a fin de no arruinar la velada. Habían cosas que aún no m cabían en la cabeza, y hasta que no lograse digerirlas, no las iba a aceptar por completo.

-Vale, me enteraré a su debido tiempo, Brooks -le respondí entre risas

Levanté la mirada hacia el cielo, había comenzado a soplar un poco más de aire... había llegado el momento de salir de ahí -Zimmerman, creo que el cine de arte nos comienza a llamar a gritos- estiré las piernas deteniendo el suave balanceo del columpio doble, bajé del juego y busqué su mano para ayudarla a levantarse -ahora la decisión está entre palomitas y refresco, o vino tinto y carnes frías... no te preocupes, tienes todo el recorrido para pensarlo- le guiñé un ojo y pasé una mano por su cintura, encaminándonos nuevamente a la camioneta.

(off. en unas horas abro el tema porque ya estoy muerto de sueño, de cualquier modo te mando la liga)

OFF:
Eso mismo te iba a decir xD que descanses!

ON:
Bajé del columpio, aunque por poco caigo al suelo. Algo muy típico de mí, por cierto, eso de tropezarse con el aire. Volvimos a la camioneta, ya hacía frío y no pude evitar tiritar un poco. Sonreí a Drew cuando se montó por su lado.

-Vale, lo pensaré -prometí- Por cierto, ¿a dónde vamos?

-¡Al infinito y más allá!- dije haciendo un tono de voz más grave mientras me ponía el cinturón de seguridad, luego no pude evitar reír ante semejante estupidez -no es cierto... vamos a mi departamento, es lo más cercano... además, dudo que a esta hora nos dejaran volver a entrar a la fraternidad, Faraday y compañía ya deben estar roncando más que un oso detrás de la puerta atrincherada del edificio- comenté con suavidad.

(off. y ahora sí, buenas madrugadas... ya estoy en hora esponja y eso no es bueno para nadie... ni para el rol, descansa rico y buen domingo)

Chasqueé la lengua al oír eso último de Faraday y reí un poco más fuerte que antes. Lo más seguro era que Faraday estuviera ya dormido, y eso sería hasta mañana, cuando algún despertador lo sacase de la cama para organizar la dichosa fiesta asiática.

-Tienes razón -concordé, entre risas- Y gracias por mencionar a dónde vamos xD