Estaba bañandome cuando escuche que llamaban a la puerta, tomé la toalla y me sequé rapidamente, baje las escaleras corriendo, con mi playera en la mano y tratando de ponermela mientras bajaba, traia la toalla a la cadera, miré por la mirilla y era una chica, que podia querer, no la conocia, de hecho no conocia a nadie, mi cabello escurria y podia jurar que me quedaba un poco de jabon, pero en fin, era la primera persona que tocaba la puerta de mi casa, y pensé tal vez sea una vecina que viene a darme la bienvenida, pero luego recapacité, patrañas, me habia dado cuenta que toda la gente que vivia a mi alrededor era rara y casi no hablaba, no eran nada sociables y dije en voz baja --raritos-- y me rei. Abri la puerta todavia riendome. Y oh sorpresa, que era lo que mis ojos veian?, la chica que habia llamado a mi puerta era realmente hermosa, tez blanca, que digo blanca, demasiado, extremadamente blanca, se parecia a las chicas y chicos de la universidad, que raro.
--Se te ofrece algo?-- Pregunté un tanto serio, haciendo una mueca divertida, esa mania mia de hacer cosas chistosas.